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Sin palabra alguna

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Siempre la veía en su coche sola cuando llegaba a casa de su mamá que vive en la misma calle que, por las noches mis papás salen al patio a platicar con algunos amigos y yo en ocasiones me siento con ellos, como vivo en la esquina de la calle puedo observar a 10 metros aprox. La llegada de ella a casa de su madre. Siempre que coincido cuando vengo pasando por ahí y esta ella, la volteo a ver y me doy cuenta que ella nota mi mirada porque en ocasiones me responde. Pocas veces la he saludado. Yo tengo 22 años soy delgado, cuerpo atlético pero no con exageraciones, más cuerpo de futbolista porque lo practico, así que ni gordo, ni musculoso, ni flaquito, moreno claro, he tenido muchas novias y parejas pero solo había tenido una relación sexual con una compañera de la escuela, no me ha gustado con las chavas de mi edad ni mas chicas por las preocupaciones o responsabilidades que se pueden tener cuando pasa algo que no se quiere.

Ya llevaba tiempo con esta situación y cada que la veía con sus pantalones de mezclilla ajustados o la ropa holgada que usa para su hermoso cuerpo me excitaba y pensaba en lo rico que puede estar su vagina, sus labios, sus senos y sus tremendas nalgas. Un día en la fiesta de la ciudad todos andaban en la calle festejando, cuando la vi al lado de su hermana una hermosa rubia mas alta que ella y con un mejor cuerpo y con su madre, trate de acercarme a ella lo mas que pude sin comentarle nada a mis amigos, para que no supieran mis intenciones. Ese día ella llevaba puesta una falda muy cerca de la rodilla de tela muy suave y se notaba su calzón que cubría una tercera parte de sus preciosas nalgas, su blusa era azul de botones por los cuales se podía apreciar sus bien paraditos pechos, llevaba una bolsa de piel en color negra sobre el hombro derecho y el otro brazo estaba entrelazado con el de su hermana, yo atrás de ella comencé a hablar más fuerte con mis amigos para que notara mi presencia pero ella no volteaba. Así que decidí jugármela y con un pequeño roce con la parte posterior de mi mano izquierda rocé sus caderas y ella no se inmutó para nada, tal vez por la gran cantidad de gente ella creyó que sería un accidente. Cuando nos empujaron yo estaba atrás de ella y con la palma de mi mano aproveche para apretar su nalga derecha en ese momento volteó y decidió cambiarse de lugar con sus familiares. No la seguí por que su reacción me hizo pensar que se había enojado.

Cuando todos llegamos al lugar de concentración para los juegos ratifícales la visualice en una de las esquinas del lugar parada solo con su madre, el corazón me empezó a latir fuerte y sin pensarlo rápidamente me fui a colocar a su lado. Mi mano estaba a un costado de su hermoso cuerpo, ella con el cabello corto, de piel morena clara y con unos ojos lindos, sus labios no eran ni delgados pero tampoco muy carnosos para mi estaba muy bien, aun podía observar algunas partes de sus pechos por que sus sostén era semitransparente con encaje. Pero yo no quitaba la vista de sus caderas, de sus nalgas, de ese maravilloso culo que me hacia palpitar el corazón cada que lo veía, por lo que poco a poco me fui acercando más a ella y empecé a sobar sus nalgas sin que nadie se diera cuenta, de todos modos la gente ponían atención a las luces que se veían por el cielo gracias a los juegos pirotécnicos de esa noche, ella prestaba la misma atención a esa distracción. Sin notar que yo me la estaba fajando casi casi en ese momento, mi verga empezo a crecer y sin dejar de jugar una de sus nalgas me coloque atrás de ella, siempre uso pantalón de mezclilla pero ese día por alguna extraña razón llevaba de gabardina por lo cual mi pene se podía ver en su punto, muy erecto refregando esas nalgas que siempre había soñado tocar y coger. Lo primero ya estaba solo faltaba lo segundo, cuando ella sintió mi garrote jugando entre sus nalgas volteó a verme y no dijo nada, su mamá tampoco se daba cuenta de lo que pasaba, pero pude notar que ella empezaba a calentarse, porque veía al cielo por las luces pero sus manos empezaban a moverse y sus caderas se hacían un poco más para atrás tratando de meterse todo mi pene hasta el fondo de su rayita que separa sus hermosas nalgas.

Con la calentura que tenía no me importo que alguien más me viera y decidi tomar con mis manos sus caderas para hacer un movimiento apretando su culo contra mi polla, estabamos cogiendo con ropa en plena noche frente a todas las personas de la ciudad, ella me tomo de las manos y continuo con el movimiento su falda ya se había alzado y pude notar que llevaba medias porque se veían si incio en su entrepierna, la falda la tenia bien metida en sus rajita y comenzaba a suspirar, yo me estaba viniendo sobre mi pantalón y poco a poco fui levantando mis manos hasta llegar a sus pechos le sobé primero el izquierdo y cuando iba llegando al otro me detuvo y se paro, parecía que se había enojado y que todo terminaría ahí, sin embargo, me di cuenta que lo hizo por que su madre estaba de ese lado y ahí si podía notar las acciones de calentura que estabamos disfrutando los dos. Se agachó para levantar algo que no era nada para que se metiera más verga en su culo y cuando se puso recta otra vez, le dijo algo a su mamá. De pronto vi que ella se iba del lugar sola. Eso me puso más caliente, pero preocupado creyendo que iría con su marido y sus hijos, pero no fue así volteo y cuando se dio cuenta que yo la seguía lanzo una sonrisa muy picara y se metió a la iglesia, en ese momento no había nadie así que en uno de los confesionarios se metió y la seguí a toda prisa, sin decir nada me acerca a ella y la bese estábamos besándonos como locos, mientras tanto hacia mis propias exploraciones corporales sobre ella.

Empecé por acariciar sus nalgas que han tenido loco por mucho tiempo, ella solo me besaba y empezaba a suspirar con mayor rapidez, me separe de su boca y comencé a chuparle el cuello ella se excitaba más y en ese momento trataba de desabrochar mi pantalón que estaba nuevamente como una carpa por mi polla bien parada, sin darme cuente ya le había quitado sus vraguitas blancas que estaban super mojadas, las tenía en mi pecho sobre los pies de ella aún, mis manos jugaron con su cabello un rato y luego empezaron a desabotonar su blusa, su sostén era muy excitante con encaje y transparente, podía ver sus pezones bien paraditos y su areola se veía muy rica.

Así que sobre su sujetador me dispuse a mamar como si fuera un niño, ella ya tenía mi verga en sus manos y comenzaba a jugármela, al parecer nunca lo había hecho porque trataba de hacerme una paja pero más bien la movía de un lado a otro, la jugaba con las dos manos como si nunca hubiera tocado una, me acariciaba las bolas. Mientras mamaba sus pechos comence a meter un dedo sobre sus vagina, estaba muy húmeda su cuevita de señora casada fiel con hijos, seria y adinerada, gimiendo dentro de la iglesia a la cual iba los domingos con su familia, le metia el dedo de forma suave como si estuviera saboreando un helado para que nunca se acabace y ella se excitaba muchísimo con ese movimiento, además seguia mamando su boca y sus pechos, ella me jugaba toda la polla, sus ojitos estaba cerrados y sus mejillas estaban muy rojas ya, sus pezones paradisimos y duros, ya no aguantaba más y la acomode en el banco del confesionario coloque sus piernas a mi alrededor y con mis manos sobre sus caderas comence a follarla lentamente, cuando sintio mi pene entrar dio un suspiero leve y con sus manos sobre mi hombro se aferró a mi, mi mov era despacio y ella seguia el mismo ritmo que yo, después comencé a cabalgarla más rápido, rápido, rápido, ella gemia más y yo ya no aguantaba me iba a venir sobre ella, ya tenía mucho rato de excitado pero pude contenerme y antes de mi eyaculación le saque la verga, ella acaba de tener un orgasmo porque, su respiración se traquilizó y cuando le saqe la verga subió sus manos y coloco la cabeza hacia atrás.

Le indique con mis manos y ojos que se moviera para que se pusiera como perrito, yo queria ver esas nalgas, ese culo que siempre me hacia pajarme en mi casa, estaba todo oscuro en el confesionario, así que no podía ver mucho al menos que fuera blanco, pero podía ver sus hermosas, grandes y tremendes nalgas, las sobaba, las apretaba, las manoseaba como quería, ella se mentía con una respiración lenta, pero quería que la siguiera follando, así que con un movimiento brusco le metí nuevamente mi polla estaba nada fue lento todo el ritmo era rapido, ella se agarraba de lo que podía para no safarce, yo sobaba sus tetas y nalgas mientras la cogia rico, su falda estaba sobre sus pies y los mios, abajo tirada, su blusa desabotonada y su sujetador en el suelo, mis pantalones sobre mis rodillas con mi camiseta en el cuerpo cogiendo a esa hermosa mujer, no aguante más y me vine sobre ella, al parecer no le importo y eso era lo que ella quería porque no dijo nada, cuando sentí más caliente mi glande, se había venido otras vez, había tenido su segundo orgasmo en esa noche divina que nunca olvidare, me subí el pantalón y mientras ella se vestía le di un beso a su pezón derecho y luego fui sobre su boca que me acepta complacida, mientras la besaba seguía acariciando sus nalgas porque podía ser la única vez que pasara eso, me fui y cerré el confesionario quedándose sola y agotada...terminamos sin decir nada, ella no sabe como me llamo ni yo como se llama ella, pero de que fue una experiencia inolvidable lo fue. ella es una mujer seria, recatada, muy celada por su marido, no se como paso eso, pero paso aun no puedo creer lo que viví esa noche, pero menos mal no fue la ultima un día la vi bajar de su coche frente al parque se disponía a correr porque al parecer como todas las mujeres piensa que esta gorda, todo lo contrario esta perfecta, ni gorda ni delgada, normalita, con cintura de 70 talvez, pechos de 95 y un trasero de 110, pero esa es otra historia.

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