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COMADRE 3

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Seguiamos sobre el escritorio dandonos mucha pasion y morbo, la pija que llegaba a lo profundo y el chapoteo en esa concha inundada de jugos llenaban el silencio de la habitación.

No quise llenarla de leche en ese momento, quería darle mas a esa puta y si quería un macho para toda la noche, lo tendría. 

Fue así que le dije que se sentara al borde y la clavé nuevamente, la agarre de las caderas.

Yo: agarrate de mi y cruza tus piernas en mi espalda

Lujan: que vas a hacer conmigo hombre..

Yo: cojerte por toda la casa, que en cada rincon sientas que fuiste mi puta, que en cualquier habitación en que este tu marido vos le hayas puesto los cuernos, quiero marcar territorio mi puta...

Lujan: soy tu puta siiiii

Termino de decirlo y la levanto agarrandola del culo y ensartada hasta el fondo, me rodea con brazos y piernas y recuesta su cabeza en mi, largando un largo suspiro y un siiiiii largo, resignado y sumiso.

Salgo al pasillo con con la puta ensartada y la llevo al recibidor de la casa, lo primero que veo es una mesa de madera fuerte y petisa. Sobre ella me siento y me tiro hacia atras de manera que Lujan queda arriba bien encajada en el mastil 

Yo: cabalgá Lujan, quiero que en cuclillas sobre la mesa me cojas

Luján: te voy a enseñar como cabalga una hembra... aahhhh

Apoya sus manos en mi pecho, yo las mías en sus tetas que en esa posición colgaban como dos enormes ubres que se bamboleaban sobre mi, que espectaculo!

Ella comenzó un lento sube y baja alternado con movimientos profundos en círculo, levanté mi cabeza y capturé una de sus tetas con la boca, a sus pezones les daba un fuerte masaje de lengua que parecía que iban a explotar.

La tomé de las caderas para sentir esos movimientos en las manos y comenze a movertme tambien, los 20 centímetros salían casi completos y se volvía a ensartar hasta lom mas profundo, y cada golpe al fondo ella gritaba de gozo, ya no importaban los vecinos.

Que los vecinos la escucharan se convirtió en parte del morbo, me gustó pensar que ahora los vecinos dirían que Lujan tiene un macho que la coja, que el puto del marido no lo hace.

Me gustó pensar que a las vecinas les daría envidia, que se imaginarían la situación y que les gustaría ver ese macho que le saca esa música sexual a Luján.

En esos pensamientos estaba cuando ella se corre con locura y me pide que la lklene de leche.  

La dejo acabar pero no la lleno de leche, prefiero contenerme, tengo aguante pero si acabo deespues no hay sangre que alcance para parar este mástil.

Me levanto con ella aún ensartada y camino unos pasos, la suelto y le digo que camine delante mío y me lleve al dormitorio donde duerme con el cornudo.

Va delante y al subir las escaleras mueve mas el culo, lo miro y pienso que tiene  que ser mío, me pregunto y le pregunto si ya le dieron por ahí, dice que nunca, ya veremos...

Ver a una mujer casada, desnuda en su casa guiandote a su dormitorio que comparte con el esposo es algo increíble, que putaaaa!

Me siento machote, pero en realidad creo que ella me deja manejar la situación, que a ella le da locura que la trate así, sentirse hembra como no lo es con el esposo.

Llegamos al dormitorio y algo nos detiene en la puerta, por supuesto que no es arrepentimiento, es disfrutar del momento máximo de entrar al lugar sagrado, de cojer en su cama grande.

Es un dormitorio amplio, con una alfombra acolchada a los pies de la cama y un gran ventanal.  Es verano y le pido que habra el ventanal, apaga la luz y corre las cortinas, entra la luz de la luna que le da en su cuerpo, es un mometo casi irreal.

Me asomo al balcón, las otras casas están a menor altura porque esta está en un terreno mas alto.

Me paro sobre la alfombra, iluminado por la luna y le digo que se arrodille ante mi y me chupe la pija.  Lo hace, y con esa boca grande lo hace con gran maestría, me hace sentir lo yegua que es, me hace sentir que ese palo es su objeto de deseo.

Me agarra los huevos a la vez que se introduce mas de medio palo en un entra y sale rítmico, con la otra mano me empuja el culo, me devora a mis pies. Creo que por mas de 10 minutos me la chupa, en esa posición es dificil que yo acabe, por eso la deje hacer.

Ella se nota con la boca cansada y me pide que se la ponga otra vez y se acuesta en la alfombra a la vez que se agarra una teta y me la muestra sacudiendola.

Lujan: Quiero descansar un poco, vení que te doy teta..

No puedo resistirme a esa orden y me tiro de cabeza sobre las tetas, se las comienzo a amasar desenfrensdamente a la vez que le meto cuatro dedos en la concha inundada..

Continuara....  Como verán mis historias a la comadre fueron hechas en diferentes visitas, ¡que morbo con la comadre!

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