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Sexo con un desconocido en el bus

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Hola soy Carmen, vivo en Ecuador, tengo 30 años, una mujer muy conservadora, de mi hogar, soy casada, con dos hijos, soy de estatura media, piel blanca, cabello rizado y pintado de rubia, ojos cafés claros, jamás había conocido la infidelidad, ahora luego de haberme sentido como una puta y ya haberlo asimilado me atrevo a contar mi experiencia en la que mi fidelidad duró hasta cuando mientras viajaba conocí a un chico y ya les cuento. Resulta que un día tenía viajar a Guayaquil debido a que una tía estaba delicada de salud, luego de haberla visitado y mientras me alistaba para regresar a Quevedo, me encontraba en el terminal en busca de la transporte que debería abordar, yo vestía una falda negra casi hasta las rodilla, una blusa formal, algo escotada y unos tacones negros altos, es decir me veía como toda una señora lo que yo había sido hasta ese día, ya en el andén de espera mientras intentaba mirar el número de bus que esperaba se me acercó un tipo de aproximadamente 32 años de edad, alto y bien parecido, está muy bien vestido y como a toda mujer me simpatizó a la primera, me saludó preguntándome a donde viajaba y si esperaba el mismo carro, yo respondí atentamente respondiéndole que viajaba a Quevedo.

En eso entablamos conversación y con cierto pretexto él se me acercó por mi espalda y puso sus manos sobre mis hombros, a lo que las sentí fue sensación nunca antes vivida, bueno eso fue lo primero que nunca antes había vivido, una química que parecía que me cogía corriente que corrió por todo mi cuerpo que hasta casi me doy la vuelta a besarlo, desde ya me dejo excitada y me tenía en sus manos sin quizás haberse dado cuenta, en verdad hasta ahí no sabía que intenciones tenía, luego llego el carro y Raymond como me dijo que se llama nos subimos a pesar que no teníamos juntos los asientos de acuerdo a los boletos pero el bus estaba casi vació por lo que nos sentamos juntos como en el tercer o cuarto asiento, empezamos a conversar muy amenamente durante varios minutos, el viaje ya inicio y las luces se apagaron, eso nos daba como un ambiente hasta algo romántico, la conversación cada vez hacía que el clima se fuera calentando y Raymond se me acercaba cada momento más, el tipo a más de ser un tipazo, apuesto, era muy buen conversador y atrevido de una manera sutil y acogedora, en eso entre conversa y conversa se me acerco, puso su mano en mi mejilla y acarició mis labios, me dijo que yo era muy hermosa y cuantas mentiras más, giro mi rostro hacia el lado que él estaba y sin dudarlo me beso!!! Nos dimos un beso que duro aprox 10 minutos mientras eso sentía sus manos por mi cintura y espalda, que cada vez se aproximaban a mis senos y por sobre mi blusa me los acariciaba, cada momento me excitaba más y más, no dejábamos pasar oportunidad de oscuridad dentro del intervalo entre poblados, cuando sentí su mano entre mis piernas y favorablemente para Raymond yo estaba con falda y enseguida ya tuve su mano en mi vagina por sobre mi ropa interior, a lo cual me negué a abrir mis piernas para que no me la tocara toda, su intensidad por abrirme las piernas y tocármela a mano llena me excitaba más y en eso cedí a su pedido, las abrí y sentí como su mano me la agarraba y sus dedos me la acariciaban entre beso y beso.

En eso el halo mi mano y por sobre su pantalón me hizo tocar su pene, sentí que estaba de buen tamaño, súper duro que enseguida me lo imagine en mi boca, tocadas van tocadas vienen sentí que agarre su pene y lo sentí mojado y muy duro, se lo había sacado del pantalón y se lo estaba masturbando, Raymond me pidió que se lo chupara!!, ohhh que emoción, en realidad no me atreví a hacerlo, habían más pasajeros por lo que como se imaginaran no hicimos el amor, llegue a Quevedo tan excitada como hace mucho tiempo no había estado y me tuve que quedar, me sentía ilusionada como una adolescente y a veces como una grilla por lo que había hecho, me baje del bus y regrese a mi casa y no dejaba de pensar en lo que había vivido esa noche, su imagen y esa sensación invadía mi mente todo el tiempo, esa misma noche soñé que Raymond me llevaba a su casa en Santo Domingo y en una velada hermosa hacíamos el amor, era un sueño tan real que sentía su penetración en mi vagina y cuando me di cuenta tuve un orgasmo súper intenso, enseguida me desperté y estaba toda mojada, había tenido un sueño húmedo, el mejor de mi vida, me toco levantarme al baño y asearme porque eyacule a chorros. Aquí no acaba el cuento jajajjaa, porque a la próxima semana él tenía que regresar a Guayaquil por cosas de trabajo y yo estaba yendo a Guayaquil todos los días, él ya me había dicho para vernos cuando el venga, yo le sugerí que viaje en su carro para mayor comodidad y privacidad, efectivamente me llamo a decirme que al siguiente día viajaba y que lo esperara para irme llevando desde Quevedo, pero yo me adelante a Guayaquil para ganar tiempo y pensando en el regreso tener más libertad de tiempo, hice los que tenía que hacer hasta eso del medio día ya estaba desocupada.

Raymond me llamo puntualmente porque el también ya se había desocupado y me esperaba en el parqueadero del terminal, yo estaba por salir desde la casa de mi tía y eso me demoraba aproximadamente una hora, le mande un mensaje de texto a Raymond para que me esperara, hasta que llegué al terminal y el ahí estaba tan apuesto como lo había visto la primera vez, me subí a su carro nos saludamos con un muy apasionado beso acompañado de caricias por mis piernas, yo vestía de la misma manera, una falda apretada a mi cuerpo y hasta casi la rodilla, una blusa formal y tacones negros, empezamos el viaje de retorno a Quevedo, le conté que había soñado con él y que había tenido un orgasmo, él se reía mucho de eso, pero me gustaba verlo así, entre besos y caricias en mis senos y piernas y a su pene que me hacía ponerle mi mano, llegamos a un motel cerca de Quevedo, entramos y allí es lugar era no habitual para mí, es más mi esposo jamás me había llevado a un lugar de esos, pero como se habían dado las cosas me sentía muy emocionada de lo que estaba por pasar, no empezamos a besar muy apasionadamente mientras la excitación aumentaba, entre los besos y caricias sentía que mi vagina se humedecía y líquidos empezaban a correr dentro de mí, nos fuimos desvistiendo hasta q allí si se me cumplió!! Saco su enorme verga y ahí sí ni lo dude! Se la mamé tanto tiempo hasta que me dolían las amígdalas, luego hicimos una 69 y sentía que su boca me chupaba mi culo, solo sentía su lengua en mi culo una y otra vez, cada vez sentía que el culo se me habría como una rosa, él estaba muy convencido de darme por el ahí, yo estaba tan metida en la película que solo quería seguir adelante y pase lo que tenga que pasar, en eso se levantó quitándome su pene de mi boca y me besaba el cuello por detrás, sentía su pene entre mis piernas debajo de mi culo, me puso patas al hombro, yo pensé que al fin ya me lo metería en mi chepita que estaba tan arrecha y con ganas de sentir su verga adentro, en eso sentí que me punteaba pero lo hacía en mi culo, lo raro era que de lo tan excitada no me dolía y me gustaba, sentía tan rico que poco a poco fui sintiendo como me entraba su cabecita hasta que cuando me di cuenta ya me tenía metida su verga hasta el fondo, en eso me encontraba bien cogida con toda la verga adentro de mi culo y que daba como a toda una puta de película que alguna vez me atreví a ver, lo disfrutaba tanto y terminé tantas veces que no las pude contar, y que no sé cuántas veces me dio vuelta poniéndome en cuatro y me dio hasta que cuando termino lo hizo dentro de mi culo.... Fue algo que jamás lo hubiera imaginado hacerlo y que mi esposo no me lo ha hecho hasta hoy,... No había tiempo para más y tuve que regresar a mi casa a cuidar de mis hijos después de semejante verguiza que me había dado por el culo. Fue la única vez que lo hice y aunque creo que mi marido no se lo merecía no me arrepiento porque de otra manera jamás hubiera sentido esa sensación.

Espero lea haya gustado mi experiencia.

(8,79)