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Como provoqué mi primera violación

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Mi nombre es Irina, tengo pelo largo por la mitad de la espalda, mido 1,78, ojos color marrón, delgada, cuido mucho mi físico, considero que tengo muy buenas piernas y cola por mi edad y pechos me los operé porque desde chica eran mi complejo, y a los 26 cuando tome coraje me hice los implantes, nada muy exagerado pero un tamaño normal donde haya para agarrar.

Al poco tiempo que cumplí los 30, descubrí a mi pareja de toda la vida me engañaba con una compañera de su trabajo, el día que lo confirmé me fui de casa, y me quedé con una amiga un par de meses hasta que puede mudarme a mi casa propia. Fue bastante duro superar la separación porque lo conocí a los 16 años y siempre estuvimos juntos, hubo un par de peleas grandes que tuvimos, que nos distanciamos por pocos meses pero siempre terminábamos juntos.

Los primeros meses de soltería fueron bastantes intensos, quería recuperar el tiempo perdido y me la pasé cogiendo con conocidos, desconocidos, no me importaba, solo quería tener sexo casual. Fueron unos meses salvajes.

Un día volviendo de una fiesta, eran cerca de las 4.30 de la madrugada, me agarra la barrera del tren, que está detrás de la plaza Flores, y estuve unos 15 minutos hasta que abrió nuevamente. En ese tiempo se me pasó por la cabeza, que fácil sería que alguien pudiese robarme o violarme directamente, y nadie se daría cuenta porque estaba completamente sola. En el camino a casa, pensaba en cómo sería si me violasen, y debo confesar que me excitaba la idea. Desde ese día empecé a masturbarme pensando que era violada. También bajaba relatos sobre el tema de internet. Se me estaba volviendo una obsesión, que no sé dónde nació pero hasta tenía sueños en que me violaban y me despertaba con mi concha húmeda y excitada.

Fueron 3 o 4 semanas con estas fantasías, hasta que me decidí provocar que pase.

Empecé dejando el auto en un garaje cerca de las vías que pasan por Flores, y caminaba todas las noches entre las 3 y 4 de la madrugada, sola esperando que alguien me ataque. Pensé que iba a ser más fácil con las cosas que una escucha en los noticieros, pero fueron 14 días hasta que pasó.

Era el 15 de marzo, cerca de las 4 de la madrugada, me di cuenta que alguien me estaba siguiendo, yo llevaba puesto un jean muy ajustado que me marcaba toda, unas sandalias blancas, una remera verde también ajustada y una campera blanca de media estación. Me siguió por unas 4 cuadras, se mantenía a una distancia de 10 o 15 metros detrás mío, pero iba acortando distancias de a poco, nadie pasaba por ahí, ni siquiera un auto. Realmente me moría de miedo, aunque yo buscaba la situación no sabía cómo iba a terminar. Mi corazón me latía muy fuerte y me faltaba un poco el aire. La verdad que en ese momento me arrepentí y empecé a correr, pero mi atacante también y me agarró a los metros. Me tomó por mis cabellos y me jaló hacia a atrás, caí muy fuerte sobre mi cola, me levantó a la fuerza sujetándome de mi brazo, di un grito, pero ahí mismo me lanzó un puñetazo a mi cara, que dio de lleno en mi mejilla y en parte de mi nariz, que comenzó a sangrar. El golpe me dejo mareada y con mis ojos llorosos, me costaba ver, pero sentí que me llevó hacia el costado de la vía que había unos árboles frondosos, para que tenga privacidad. Yo seguía atontada del golpe, pero podía sentir sus manos manoseándome toda, sobre todo mis pechos.

Me di cuenta que pronto me iba a penetrar, ya que me estaba desabrochando el jean y me lo bajo hasta los tobillos. La tanga me la rompió de un tirón, era toda blanca y bastante pequeña, me quedaba muy ajustada. Lo primero que hizo fue penetrarme con sus dedos en la vagina, era demasiado brusco, era como si quisiera meterme toda su mano en mi concha, grité del dolor y con su mano izquierda me tapó la boca, hundió bien fuerte mi cabeza contra el suelo, mientras me penetraba con su otra mano. Yo seguía llorando y tenía miedo de lo que podía pasarme. En esos instantes pude verlo bien, se veía que era más alto que yo, ojos negros, cabello negro y muy delgado.

De un instante a otro dejó de violarme con sus dedos, y pensé que se iba, pero vi de reojo que saco su pija de su pantalón, se acomodó sobre mí, y me clavó de lleno con su pedazo de carne, era bastante larga, supongo que unos 20 cm, pero a la vez era bastante delgado su miembro. De todas formas la penetración fue muy dolorosa, más que nada por la falta de lubricación. Como gritaba me penetro con sus dedos la boca, los metió muy adentro, me producía arcadas. El me penetraba bien duro sin parar, gemía, gemía, su cuerpo estaba empapado de sudor, las penetraciones realmente me destrozaban, sentía como me ardía todo por dentro, su cara asustaba parecía realmente un psicópata, creía que en cualquier momento me mataba. Pude sentir como acabo dentro de mí, largó un grito de desahogo muy fuerte aunque trató de contenerse. Espero unos segundos y sacó sus dedos de mi boca y se levantó lentamente, yo seguía llorando. Yo lo miraba en todo momento quería saber que iba a pasar, pero él no me miraba, es más durante toda la violación nuestras miradas nunca se cruzaron, siempre miraba hacia un costado. Vi cómo se subía su pantalón, se acomodó la ropa y se fue caminando como si nada pasó. Mi cuerpo estaba lleno de dolor y cansancio me costó mucho levantarme. Me subí el jean muy rápidamente y corrí como pude, hasta el garaje fueron unas 8 cuadras, pero no pare hasta llegar, le di $50 pesos al sereno, aunque era mucho menos plata, ni una palabra le dije. Me subí a mi auto y mi cuerpo no paraba de temblar, y estaba muy agitada y traspirada por las cuadras que corrí. El sereno se me acercó y me trajo el cambio, pero no le contesté y me fui. A las dos cuadras del garaje tuve que estacionarme, porque tenía el estómago revuelto. Terminé vomitando, me limpié con unas toallitas y seguí manejando hasta casa, mientras manejaba pensaba por dentro, que locura lo que hice, me preguntaba si alguien más había hecho algo así y cosas por el estilo.

Llegué a mi departamento y me vi en el espejo, estaba desecha, con un moretón en mi mejilla derecha y un poco de sangre seca en mi orificio nasal, completamente despeinada. Y con toda la ropa desalineada. Fui al baño y puse a cargar la bañadera con agua caliente. Comencé a desvestirme, cuando me saqué el jean vi, que estaba húmedo en la entrepierna, y aún tenía restos de semen dentro mío. Metí 2 dedos dentro de mi concha y los saqué húmedo con el semen de mi violador, me los puse en la boca y comencé a lamerme los dedos con semen, mientras que con mi otra mano, comencé a masturbarme, me frotaba el clítoris, me penetraba con mis propios dedos, me acariciaba, realmente tuve los tres mejores orgasmos de mi vida esa noche.

Ser violada se convirtió en una droga, que sé que puede terminar muy mal pero ya no pude dejarla. Esta fue mi primera violación buscada.

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