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Con 30 años me tiré a una sexy dancer brasileña

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Aquella tarde bajé con un amigo a la playa y después de dar una vuelta por la playa vimos a una especatcular hembra que nos dejó alucinados.El la entró,hablamos con ella y se avino a dejarse hacer unas fotos con ella.Era espectacular,pues tenía un cuerpazo que solo habíamos visto en espectaculos sexys y otro tipo de eventos por el estilo,su cara delataba que era brasileña y tenía un culo y unas tetazas que nos pisieron muy cachondos y salidos,mas de lo que ya de por si lo estábamos.

Nos hicimos varias fotos,hubo un cierto roce sexual y mucha complicidad,pero al final quien se llevó el gato al agua,fui yo.Ella me dijo quien era y donde trabajaba y me dio mucho mas morbo al saber donde era y como debía ir vestido para ir a su encuentro. Por la noche,tuve una discusión con el envidioso de mi imbécil amigo,porque fue el quién la entró y estaba rabioso porquer ella,la muy puta me eligió a a mi,pero era yo quien me la follaría,me compré un lascivo y libidinoso tanga muy lujuriosamente,porque ella me lo pidió y que fuera muy limpio y oliendo a macho en celo,y que llevase poca ropa , pues no quería demorarse mucho en jueguecitos presexuales,porque quería estar follando conmigo toda la noche.El tanga me lo tapaba un bañador que me marcaba mucho el rabo y llevaba una camisa de manga corta,apenas abotonada y una sandalias,el conjunto era idoneo para ir a la playa,pero fui como ella me pidió.

Al llegar a su apartamento,llamé tres veces como ella me pidió para que supiera que era yo.Le pareció perfecto como iba para el efecto y me hizo un guiño de que le gustaba. Ella me recibió como una puta,con zapatos negros de tacón de aguja,pero con tacón dorado,un sujetador del que casi se salian sus lúbricas tetazas y un tanguita muy sexy. Me agarró de la mano y me llevó a su habitación y me empezó a susurar depravadas y procaces guarradas muy pornograficas sobre lo que me iba a hacer,tenía sobre la mesita de noche unos arneses y vaselina para encularme lenta y lascivamente y el frente cabecero era un gran espejo para que nos vieramos follar mutuamente.El techo,tambien tenía un gran espejo,en el que me vería mientras me montase. Me dejó en tanga y ella empzó a mugir y aullar de morbo 

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