Nuevos relatos publicados: 18

AMOR CON MI PROFE

  • 11
  • 21.247
  • 9,38 (29 Val.)
  • 0

Soy Anabel, tengo 30 años, soy casada con 2 hijas, soy de piel blanca, cabello rizado, me considero atractiva, soy de contextura normal, con un trasero de tamaño normal, con senos de buen tamaño y muy atractivos a los ojos de los hombres y siempre he sido una mujer discreta en mi vestimenta, palabras y actos, por lo que me case virgen y nunca estuve con nadie más que con mi esposo desde haces 12 años que me case, mi esposo es un hombre muy convencional en el sexo que nunca me hizo sexo oral, ni me hizo hacérselo, tampoco posturas como la 69, en cuatro, la paja rusa, etc. y nunca hemos tenido sexo anal, es decir yo me he estado perdiendo de todo!!!! Por lo que voy a contar como descubrí lo bueno del sexo.

Resulta que me inscribí en una escuela de conducción para obtener mi licencia profesional, ya llevaba un mes y alguito, todo iba normal, yo había hecho amigos del paralelo y había profes maduros y serios. Un día en que iniciábamos con una nueva materia y que yo justamente llegue atrasada a clases me encontré con la grata sorpresa de ver al nuevo profe dando su clase, un tipo de aproximadamente 33 años, alto y de contextura normal delgado, de piel algo trigueño, muy guapo y a leguas se veía ser muy inteligente, me quede en la puerta mirándolo y me pidió que pasara a mi lugar, me pareció un hombre súper interesante al igual que su clase que todos prestaban atención. Yo no podía dejar de mirarlo y contemplar su gestos, su sonrisa y todo el mientras estaba frente de nosotros, ahí se me empezaron a cruzar los malos pensamientos y me imaginaba que tal será besarlo? como será hacer el amor con él?

Desde aquel día se convirtió en mi amor platónico, su materia duro unas dos semanas nada más y luego siguió por los demás paralelos, todos los días trataba de encontrármelo en el recreo y lo saludaba muy atenta ya que no podía ocultar que me gustaba tanto que hasta mis compañeras ya lo habían notado, unas pocas veces que coincidimos en el comedor se acercó a mi mesa y conversábamos de todo lo que se nos ocurriera menos de "nosotros" el empezó a notar mis insinuaciones ya que cada día yo era más evidente con él, un día le confesé que yo era su admiradora secreta desde cuando lo conocí y el me correspondió, luego al ver que yo fui tan directa me pidió besar mis labios pero no fue posible porque no era el lugar, días más adelante me invito a su oficina pidiéndome que vaya cuando el este solo, llegue allí vestida con la ropa de mi trabajo (pantalón de tela, blusa de cuello y chaleco institucional, tipo secretaria), el inmediatamente cerró la puerta y nos empezamos a besar, me excitó tanto y el empezó a acariciarme mis senos y trasero y me comenzó a quitar la blusa, termino quitándome el sostén y mamándome los senos, ya me había excitado pero el lugar no me daba tranquilidad y confianza a pesar que me aseguraba que nadie nos interrumpiría, yo trataba de detenerlo ya que por dentro me mataba el remordimiento de serle infiel a mi esposo algo que yo nunca lo había hecho, pero el estar ahí viviendo ese momento único con mi profe me volvía loca y me confundía que me hacía seguir adelante, me intento quitar mi pantalón ya me había bajado el cierre y pudo ver mi tanga blanca que llevaba puesta y parte de mi trasero ya que el pantalón me lo bajo hasta el borde de abajo de mis nalgas justo hasta a donde empiezan las piernas, en ese momento me desconcentre le pedí que parara que dejáramos las cosas así, me vestí y me fui, él ya había sacado su pene y lucía maravilloso.

Pasaron una o dos semanas más mientras conversábamos por whataspp de lo sucedido y yo me negaba a dar el siguiente paso, el me invitaba que fuera nuevamente a su oficina, hasta que me decidí y fui con la intención de llegar y hacer que pase lo que tenga que pasar, llegue vestida de la misma manera que la vez anterior, nuevamente cerró la puerta y comenzamos a besarnos apasionadamente, mientras lo hacía sentía que mi vagina se contraía y se me mojada, le pedí que esta vez me desvistiera más despacio, con más besos y caricias en mi boca, cuello y senos, cuando quede solo en la tanga negra que llevaba puesta el saco su pene y me lo hizo acariciar, esta vez no me negué y se lo agarre a mi antojo, el me pidió que se lo chupara y como ya dije eso era algo que yo jamás lo había hecho y no esta demás decir que era evidente mi falta de experiencia que se lo chupe como toda una primeriza ya que nunca había aprendido como hacerlo y poniendo cara de que no quiero, que no me gusta, sin saber cómo mamárselo, etc., se lo mamé solo un ratito a mi manera y en eso mi profe me dio una catedra de cómo hacérselo para disfrutar simultáneamente y me dijo:

mijita al huevo chúpelo la cabecita despacio en forma de círculos y de a poco se lo va metiendo en su boca lo más adentro como pueda, cuando ya lo tenga todo dentro de su boca imagínese un chupete y póngaselo de un lado a otro lado de sus mejillas, luego sáqueselo, bájele la telita con la manito y pásele su lengua por el glande y el frenillo del prepucio hasta llegar a mis bolas de arriba abajo varias veces, si quieres darme más placer puedes bajar lamiendo hasta el ojito de mi culo, y luego repites la sesión una y otra vez”.

Luego de cumplir al pie de la letra lo que me había dicho, el me acariciaba los senos, me acostó sobre el escritorio me abrió las piernas y me empezó a besar mi vagina por sobre mi tanga, esa fue otra sensación completamente nueva que me agrado a full y me excitó mucho más, siguió así durante varios minutos hasta que sentí su lengua en todo mi clítoris y entrando a mi vagina, mi tanga ya estaba a un lado, luego me empezó a besar mis tetas como verán yo ya muy excitada, mientras el me sobaba su verga en mi vagina de arriba abajo pero sin metérmela, en eso sentí que un dedo entraba en mi vagina, luego dos y tres, yo me perdí completamente del mundo anacrónico en el que había vivido siempre, cuando un dedo entro en mi ano apretadito que me dolió ligeramente, luego cuando me di cuenta eran tres dedos en mi culito aun virgen, empezó nuevamente a pasarme su pene por mi vagina punteándome de vez en cuando y a veces lo hacía en mi culito, cuando sentí que su pene me acariciaba y se daba las vueltas en la entrada de mi culo que fue mojando cada vez más y empezó a presionar hacia dentro con un ligero mete y saca que me excitaba, en cada entrada sentía que la cabeza de su pene habría mi culo ocasionándome un pequeño dolor pero como salía enseguida el placer que me hacía sentir era más fuerte y eso me gustaba y me excitaba más, hasta que a ese ritmo sentí que me entró toda su verga en mi culo y sin dolor, ya que siempre había escuchado que eso era muy doloroso, fueron unas pocas bombeadas y lo puso en mi vagina y se corrió dentro de mí, que rico sentir su eyaculación!.

Esa fue la primera vez que me folló, porque a la segunda ya nos fuimos a un motel donde ya tuvimos mucho más tiempo, tranquilidad y comodidad en la que me hizo mamarle su verga por mucho tiempo y me dio otras instrucciones claras de cómo hacerlo para conseguir su excitación total, me hizo sexo oral luego me puso en el 69 y como nos dio la gana, metiéndome dos, tres y cuatro dedos en mi vagina y unos, dos y tres en mi culo que cada vez se habría y dilataba con más facilidad, me pidió que me pusiera en cuatro, y accedí y me puse como sabía, al verme mi posición empezó a corregirme de mi mala postura en cuatro, y ahí recibí otra catedra de como hacerlo, me dijo:

Mi amor, retrocede un poco las rodillas, abre un poquito las piernas, levanta el culito, hunde la espalda, levanta la cabeza, muy bien y ahora haz que tus senos lleguen al piso, eso ahí estas perfecta

Imagínense como quede, recién ahí había aprendido a ponerme en cuatro, sentí que me mamaba mi vagina y el ojito de mi culo en esa posición tan rica y al sentir su penetración que su verga se me fue hasta el fondo fue algo tan delicioso que sentía que su verga me estrujaba mi punto G en cada bombeada, todo era nuevo para mí, al final del primer palo me hizo la paja rusa y me eyaculo que la cara haciéndome sentir su semen en mi boca, en ese mismo día en el segundo palo un poco antes de terminar me puso de espaldas y me hizo penetración anal, me puso boca abajo y me daba primero despacio y suave porque me dolía un poco, hasta que sintió que me entro bien y mi culo estaba completamente dilatado y mojado con toda su verga adentro ahí me puso boca abajo y me siguió dando por mi culito dio por más tiempo, al inicio me sentía como una puta haciendo todas esa cosas que yo nunca había hecho y que creía que eso solo se hacía en la películas porno, luego sentí que gustaba que lo hiciera de tal manera que le permití seguir dándome por el culito en unos 10 minutos saco su pene y eyaculo su semen en mi espalda, así termino esa sesión de sexo. La tercera vez fue después de otras dos o tres semanas, esa fue en un hotel en el que mi profe luego del primer palo en el que hicimos de todo vaginal y oral hasta el cansancio, en el segundo palo vino lo más esperado, el sexo anal!

Minutos después de haber terminado el primero, mi profe me cogió boca abajo, aprovechándome que estaba muy mojada ya que me había terminado todo su semen dentro de mi vagina, empezó a puntearme su verga en mi culo que al inicio quise decir no porque aún no me volvía a excitar pero solo fue cuestión de minutos y ya la cabecita de su verga estaba dentro y se mojada muy rápido y disminuía el dolor y aumentaba el placer porque su verga resbalaba y entraba con facilidad hasta el fondo, ahí comenzó la primer verguiza bien dada que me dio por el culo, su verga estaba cada vez más dura y grande que se sentía más rica porque el dolor ya había terminado y yo solo quería que me diera más y más a cada entrada ahí boca abajo como me tenía sometida cada vez me excitaba más, luego me puso patas al hombro, en cuatro, me hizo montármele de frente y de espaldas, y su verga entraba y salía de mi culo con una facilidad tremenda que ni cuando me daba en 4 patas me dolía, fueron como 50 minutos de sexo anal en todas las posiciones que pudimos hacerlas y hasta inventarlas, yo quedé completamente sorprendida ya que nunca me había imaginado que todo eso era posible, y mientras sentía que su verga entraba y salía de mi culo yo solo repetía “jamás me imagine que así se podía disfrutar por el culo” y cuando terminamos esa rica verguiza le agradecí habérmelo hecho y haberme enseñado todo. Y desde ahí sentí que el sexo anal era parte de mi vida que me la había estado perdiendo por culpa del inútil de mi marido que nunca aprendió a follar como a las mujeres nos gusta. Hasta ahora nos seguimos viendo cada dos o tres semanas y los seguimos haciendo igual de rico. Espero les guste mi relato y disculparan pero me excite contándolo.

(9,38)