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Viaje en el Tiempo 2

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Muy temprano en la mañana, Lorena me despertó temprano besando mi pecho, con besos continuos.

―Buenos días, métemela despacio. ¡Por favor!

¡Cómo negarme a tal solicitud! Dejé que me monte. Le cogía su culo para ayudarla a subir y bajar de forma rítmica.

¡Fue espectacular! No había sentido tal sensación. La joven que iba a ser mi madre subía y bajaba, gemía y gozaba conmigo. El frenesí y el éxtasis eran inconmensurables. Una vez leí en un foro que el tener sexo con tu madre era el mejor orgasmo para ambos porque en un tiempo ambos fueron uno solo.

Lo hicimos en diferentes posiciones hasta que una de sus amigas nos tocó la puerta para indicarnos que debíamos irnos.

Mi mamá se puso un camisón sensual y salió a la puerta para hablar con ella. Había algo diferente, se veía más feliz y confiada. Mientras lo hacía yo entré al baño para tomar una ducha. Unos minutos después ella entró al baño se quitó el camisón, la prenda se deslizó por sus piernas siguiendo las curvaturas de su cuerpo. Se veía hermosa con su cabello largo tapando parte de su pecho, sus tetas erectas su coño peludo y sus piernas contorneadas. Hicimos el amor mientras nos enjabonábamos con el agua cayéndonos por el cuerpo mientras arrinconaba a Lorena a la pared, la agarraba de las nalgas, ella se agarraba de mi cuello y se la clavaba manteniéndola en el aire hasta que me corrí dentro de ella. Ella cayó, sus piernas temblaban del orgasmo y se corría, mezclándose el agua de la ducha con los fluidos que salían de ella y su cuerpo se contorsionaba entre jadeos y gemidos. ¡Fue una experiencia maravillosa!

Le ayudé a levantarse y le sequé su piel, ella hizo lo mismo mientras me cepillaba los dientes y afeitaba.

Luego se vistió, mientras entonaba una canción.

Subimos al vehículo para tomar desayuno. Luego, fui al centro de alquiler para pedir un vehículo más veloz y saber si lo podía dejar en otra sucursal para regresar a la ciudad.

Durante el camino, Lorena se pegó a mí. Al cambiar de chofer, dándole el volante a uno de sus compañeros ella colocó su cuerpo sobre mis piernas. Ambos nos quedamos dormidos tratando de recuperar el sueño. Ya no era la chica tímida que temieran el qué dirán, ahora parecía más abierta y asertiva.

Decidí abrir una cuenta bancaria a nombre de mi mamá y colocar en ella el dinero de las acciones. Con el pasar de los días fui a recoger a Lorena a la salida de sus clases de la universidad y luego íbamos a un hotel para hacer el amor, para luego llevarla a su casa. Hasta que con el correr de las semanas no le bajaba la regla. Al comunicármelo hice lo que tenía que hacer: pedirle matrimonio.

Vendí algunas acciones, compré un departamento y hablé sus padres, los cuales eran mis abuelos. Aunque me quedé con la consternación de haber cambiado el tiempo y vivo fuera del tiempo. La boda fue íntima solo algunos amigos

Aún con su pancita hacíamos el amor todos los días. Incluso hacerla con sus mamas grandes llenas de leche y su barriga era más excitante. Según cálculos este bebé nacería dos meses después de mí, pero no contaba con que el semen tiende a acelerar el parto así que la llevé al hospital donde el bebé nació el mismo día y hora que yo.

Inventé una máquina del tiempo para conocer a mi padre y descubrí que soy yo mismo.

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