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(ALBA) LA FAMILIA DE RODRIGO

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Carmina se internó rápido a la alcoba de su padre, aun no dormía, en sus manos tenía un libro y al mirar la figura de Carmina junto a la puerta arrojo el libro lejos de él y se levantó impulsado por un resorte.

La miro en silencio sin saber que decirle.

Al fin se animó se acercó  hasta ella.

--- ¿Cómo estas princesita?---

---no muy bien, abandonada, despreciada por su adorado rey---

--- ¿aun sigues molesta conmigo?---

---Un poco….pero muy triste porque su rey no ha querido hacerle su noche de despedida---

---no digas eso linda porque me rompes el corazón---

Rodrigo avanzo hasta ella y la estrecho amoroso en sus brazos.

--olvidemos todo esto cariño y si realmente deseas tú noche de despedida te la voy a dar y te juro que será inolvidable---

Le dio un beso tierno en su boquita y la condujo hasta su lecho.

--ven bien mío que yo estoy tan deseoso como tú de disfrutar de tus caricias y de tu hermoso cuerpo, no te imaginas cuanto lamentaba que te fueras de la casa sin poder saborear4 de tus lindos encantos, mira hermosa nena lo que papa tiene listo para ti.---

Bajo la bata Rodrigo no traía prenda alguna basto abrirla para que surgiera su potente macana roja e hinchada.

Mira preciosa cuanta inquietud has despertado en tu impetuoso caramelo.

La puchita de Carmina estaba ya húmeda la contemplación del enorme dardo tan solo acelero su apetito.

La pequeña Carmina bufaba su respiración era sofocada por su febril estado, sus lindos ojitos brillaban de lujuria y sus manitas frotaban una contra otra conteniendo con dificultad su ansiedad de amar y ser amada.

La recostó sobre la cama y la beso como nunca lo había con suavidad con ternura con incontenible deseo no importaba el tiempo ambos juntaron sus bocas y permanecieron durante mucho rato lamiendo mordiendo acariciando y chupando sus labios con frenética pasión, esto era a propósito con toda intención se abstuvo de tocar otra parte de su cuerpo que no fuera su dulce y fresca boca, Carmina temblaba ante tanto estimulo los besos que le procuraba su padre eran deliciosos por necesidad su mortal y deseoso cuerpo era sacudido en oleadas de  deseo y su puchita palpitaba esperando su anhelado turno.

Sin embargo Rodrigo seguía empeñado en  saborear sus labios y retardar el momento de la copula.

Abandono momentáneamente sus labios y dirigió sus caricias al terso cuello de su hija Carmina gimió mas esta vez mas fuerte incluso Rodrigo tapo su boca para ahogar su lamento, era innecesario prolongar por más tiempo la tortura Carmina estaba cerca del orgasmo y Rodrigo tenía la verga a punto de estallar, en cuanto sintió que su padre intento acomodarse abrió sus piernitas para hacerle espacio, Rodrigo abrió la bata y miro con ternura la espesa mata de pelos que cubría la estrecha brecha de su hija, los rizados pelos lucían húmedos y brillantes. El banquete comenzó Rodrigo estaba de rodillas frente a la ardiente y peluda panocha de su hija,  ansioso y tratando de pasar saliva, pero su seca garganta no lo permitía del todo.

Apunto el duro dardo en la entrada de su apreciado resquicio, Carmina  grito al percibir la presencia de su ansiado trofeo, Rodrigo la atasco hasta el fondo de su húmeda panochita ella volvió a gritar de inmenso placer.

---que riquísimo me coges papa  y que delicioso tormento---

Rodrigo inicio un inclemente mete y saca siempre hasta el fondo de su oquedad sin dejar rastro cada vez se sumergía en aquel delicioso ardiente y hueco. Después del tercer hundimiento Carmina se vino escandalosamente Rodrigo aprovecho que gracias a su abundante lubricación el recto de Carmina estaba encharcado e hizo presión sobre el con el dedo pulgar esa nueva sensación termino por avasallar a la linda chica desatando un nuevo orgasmo que propicio que atrapara con sus nalgas el travieso dedo de su padre, Rodrigo no podía más sentía que su mano se acalambraba y su verga a punto de explotar le propino como 4 estocadas más y expulso su lechoso contenido al interior de su grata funda, la emoción había sido suprema y Rodrigo sentía que se ahogaba sudaba y respiraba con dificultad antes de dejarse caer pesadamente encima de la hermosa chiquilla. Todo este rito fue escuchado  por Alba tras la puerta de la habitación sudaba copiosamente mientras frotaba ardientemente su panochita, con paso vacilante se fue a su habitación su padre roncaba casi al instante  en que había hecho su descarga de vida dentro de su hermana.

La mañana los sorprendió en la alcoba de Rodrigo, Alba había preparado el desayuno y se asomó discretamente varias veces a la habitación de su padre pero este seguía montado encima de Carmina sin visos de volver a la realidad.

Iba a asomarse de nuevo y fue que se encontró con Carmina saliendo de su lecho de amor.

--- ¿Contenta hermanita?---

---calla papa ya está despierto---

Bajo el tono y volvió a preguntar

---contenta---

---feliz muy feliz---

---te escuche bramabas como una perra ¿te envidie sabes? me hubiera gustado estar en tu lugar---

---en serio ---

---te lo juro estuve a punto de entrar y unirme a la fiesta---

---me voy a ir y quien sabe que pueda pasar pero te veo tan rara que no doy un peso por tu panocha---

---no como crees que tendría que pensarlo demasiado coger con papa no está bien eso lo sé---  

---Pues no sabes lo que te pierdes porque papa coge delicioso, te lo juro que si no fuera porque él lo ordeno no me caso con Nico, y me quedo a coger con el toda la vida, la verdad no sé cómo le voy hacer pero tengo que seguir cogiendo con él temo no aguantar sin sus caricias, me va hacer mucha falta su vergota.

---estás loca Carmina---

---el me volvió loca y no sabes cómo se lo agradezco---

La plática se interrumpió cuando Rodrigo entro al comedor.

---Alba hijita como estas---

---Bien papa no como tú que te notas muy contento---

Carmina pateo a su hermana por debajo la mesa y le dirigió una mirada de desaprobación.

--- ¿porque dices que me notas contento hija?---

---pues porque te ves como si estuvieras enamorado pero tal vez sea por la boda de Carmina---

Alba logro hacer ruborizar a su padre.

---Qué cosas se te ocurren hija pero si estoy contento por la boda de tu hermana---

--- ¿estas desvelado papa?---

Carmina volvió a patear a su hermana sin voltear a verla.

---hay---

--- ¿qué te pasa hija?---

---es que sentí una punzada en mi pie---

---no dormí bien hija, la verdad---  

---hasta parece que no dormiste en toda la noche traes una ojeras enormes como si hubieras trabajado sin parar---

Rodrigo volvió a sonrojarse tal parecía que su hija supiera lo que había hecho esa noche pero no, era imposible ¿Cómo iba a darse cuenta?

Esta vez Carmina no le golpeo, reía internamente al ver como su hermana jugaba con el temor de su padre.

Alba salió con destino a casa de su abuela, esto fue muy favorable para Rodrigo pues el momento propicio para instruir a Carmina respecto a su noche de bodas.

---hija llego el momento que esperábamos no tenga miedo no pasa nada, tienes que fingir lo mejor que puedas y no será nada difícil cuando sientas que te está entrando gritas algo  fuerte y le dices que te duele mucho pero que puedes soportarlo eso es todo en este frasquito hay un líquido rojo que conseguí pones unas cuantas gotas 2 o 3 no mas eso es todo después intenta disfrutar de sus  caricias será lo mejor.

Como nos vamos a ver muy sencillo ya que nos voltearon la tortilla dile que vendrás a visitarme y te quedaras y aquí con tu hermana y conmigo lo demás es cosa nuestra.

Confió en que Nicolás no te haga sentir todo lo delicioso que te hago sentir yo para que nunca me abandones---

---eso no lo voy hacer aunque me guste estar con Nico te lo prometo---

Por la tarde Carmina salió de su casa vestida con un imponente y hermoso vestido blanco engalanado regiamente.

La chica lucia realmente bella y al despedirse de su padre unas lágrimas resbalaron por sus mejillas muestra de pesar y desconsuelo.

Rodrigo también conmovido dijo unas palabras a su oído.

---Estas preciosa princesita no sabes cuánto daría por ser el novio, te amo corazón es algo que no puedo evitar---

-Yo también te amo siempre te voy amar mi queridísimo rey.

Los padres de Nico fueron muy desprendidos en cuanto al festejo comida y bebida en abundancia el festejo duro más allá de la medianoche.

Rodrigo tomo más de la cuenta y tuvieron que llevarlo casi a rastras a su casa.

Alba permaneció hasta que el festejo concluyo.

Carmina y Nico despidieron hasta el último invitado antes de retirarse a su alcoba a disfrutar de su luna de miel.

Una vez en la intimidad de su habitación

Nico se despojaba de su ropa dentro de la mayor naturalidad, Carmina sentada en la cama lo observaba expectante.

Nico dio cuenta de ello y después de quitar su camisa se dirigió donde se encontraba su ahora esposa.

--- ¿estas incomoda?---

----si---

La verdad era que no, más bien estaba inquieta, conocía el trozo de carne descomunal de su esposo y esto le estaba provocando excitación.

-No tengas pena mi amor soy tu marido y tienes que acostumbrarte a que te vea sin ropa no sabes cuánto me excita eso.

Ven te voy ayudar Nico le quito cuanto adorno traía puesto y enseguida se ocupó de despojarla del vestido de novia.

Nico cada vez se excitaba más al ir desnudando a su mujer se veía tan excitante era la primera vez que la veía semi desnuda con su sostén, pantaletas, liguero y medias blancas.

Propio de su ansia y poca experiencia Nico casi arranco la ropa de su esposa dejándola desnuda en un instante.

Carmina cubrió con su brazo sus redondos pechos y con la otra su peludo tesorito.

Nico la miraba lleno de lujuria el momento que tanto tiempo había deseado, por fin estaba a su alcance,      le empujaría su garrote hasta lo más profundo de su puchita y ahora no habría prenda o ser humano que lo evitara. Sentado en una silla quitaba sus zapatos se hiso un lio y termino haciendo nudo las agujetas los arrojo aun lado y pronto se quitó el pantalón y su trusa.

Nico realmente anhelaba ese momento y su tolete estaba estirado a su máxima extensión.  

Carmina no pudo evitar abrir demás sus ojitos al contemplar el enorme trozo que destacaba impresionante al frente del delgado cuerpo de su marido.

La chica de pronto sintió temor una cosa era chuparlo y otra muy distinta que se lo metiera en su panochita, de veras sería capaz de soportar semejante trozo. Nico le dio un empujón y Carmina cayó de espalda sobre la cama, esto estaba saliéndose de control esperaba algo tierno romántico de parte de Nico pero no era así, el muchacho se lanzó sobre ella apretando de mal forma sus tetas y besándola bruscamente, Nico deslizo su mano entre sus piernas, primero froto el empeine de su bizcochito y enseguida tomo sus pelos entre su mano y los jalo fuertemente hasta lastimarla.

---hay espera me estas lastimando---

El no contesto y se montó encima de ella,

Carmina abrió sus piernas para permitirle acomodarse esto cada vez le causaba más miedo y su excitación se había esfumado.

Más tardo Nicolás en acomodarse que en intentar penetrarla debido a la nula lubricación la verga de Nicolás no avanzo un solo centímetro, levanto un poco las piernas de Carmina y volvió apuntar su tremendo badajo, esta vez utilizo el peso de su cuerpo y empezó a empujar firmemente, Carmina se frunció al sentir como aquel duro trozo desgarraba sus pliegues al invadir su feminidad, Nicolás era un auténtico semental enardecido con tan solo la misión de profanar aquel delicado huequito como si se tratara de una yegua con el único objetivo que los dota la naturaleza y que no es otra que la reproducción.

No fue necesario fingir la siguiente envión casi alojo la mitad del enorme trozo en el estrecho ducto.

 Carmina emitió un grito desgarrador como desgarrado era su ducto vaginal ante las impetuosas y burdas embestidas de Nicolás.

Ultimo empujón y el enorme tolete por fin anclaba en la profundidad de su desgarrada panochita.

La infeliz chamaca clavo las uñas en la espalda de Nicolás tan fuerte como tan fuerte era el dolor en su puchita.

Carmina se sentía partida en dos su vagina sangraba por la brutal penetración.

Nicolás respiraba apresuradamente su urgencia superaba cualquier rasgo de delicadeza para Carmina

 Sin embargo la irritación también había hecho mella en Nicolás, para fortuna de Carmina pues incapaz de controlar su ímpetu descargo su lechoso contenido bañando las secas paredes de la vagina.

Carmina no quería moverse creía que su suplicio había terminado mas no era así.

La cuerda que traía Nicolás le traería grandes molestias jamás abandono su sitio dentro de sus entrañas su potente aguijón no perdió dureza un solo instante afortunadamente para la asustada Carmina el semen que había expulsado Nicolás le sirvió de lubricante y la enorme verga de Nicolás resbalo en su interior sin causarle más molestia. Aun con todo eso el enorme pistón laceraba su desgarrada carne provocándole gran desagrado.

Nicolás volvió a venirse después de no más 5 estocadas descargando de nueva cuenta una increíble cantidad de semen las nalgas de Carmina lucían encharcadas por la enorme cantidad de esperma, entre la nívea descarga de leche se mesclaban algunas gotas de sangre que seguían escurriendo del lacerado sexo.

Todas sus expectativas se fueron al suelo  esperaba algo mejor en su noche de bodas y su marido se había convertido en un auténtico terrorista.

Cuyo torturante instrumento lo usaba no para dar placer si no para causar dolor, dolor que no había desaparecido del todo y le obligaba a estar quieta esperando que Nicolás al fin se hubiese cansado y se quedara dormido.

Esto si ocurrió pero después de que Nicolás  completó 5 increíbles y abundantes descargas, las sabanas estaban mojadas y ensangrentadas.

Cuando lo oyó roncar le dio un empujón para quitárselo de encima pero no midió el hecho de que la gorda tripa de Nicolás permanecía dentro de ella y al zafarse de su huequito la lastimo de nueva cuenta. Apretó sus ojos intentando aguantar el dolor.

Hay papa si supieras lo que estoy pasando que en nada se parece a lo que tú me haces, como iba a imaginar que este desgraciado me iba a lastimar tanto.

Pero juro que no me vuelve a meter su chingadera en cuanto amanezca me voy para mi casa.

En otro lugar muy cerca Alba intentaba convencer a Rodrigo de acostarse su borrachera ya era demasiada sin embargo insistía en seguir bebiendo.

---ya papa ya acuéstate ya es demasiado---

---está bien ayúdame a quitar mis zapatos—

Rodrigo estaba muy cerca de la inconciencia pero aun tuvo fuerza para deshacerse de su pantalón con tal mal tino que la bajarse el pantalón arrastro con ellos sus calzones, no pudo sostenerse trastabilló y cayo de espalda en su cama.

Alba quedó quieta sin perder de vista el flácido órgano de su padre.

¿Ahora que hago como lo acomodo como le subo su calzón? Está muy pesado no creo poder  moverlo.

Los calzones de Rodrigo quedaron casi a la altura de sus rodillas era imposible ponerlos en su lugar.

En realidad eso distaba de ser una preocupación para la curiosa chica.

Parada frente al lecho no quitaba la vista de la verga de su padre las ocasiones que había visto a ese poderoso dardo desaparecer en las entrañas de su humana, le excitaron si poder evitarlo volvió a sentir en su bizcochito aquel tormentoso furor.

Hincada frente a su inconsciente tutor su rostro estaba cada vez más cerca de sus genitales.

Alba sentía como crecía la  fiebre en entre pierna, jamás había estado tan cerca del órgano que le procuro vida, y que en este momento le causaba tanta excitación, pasaba una y otra vez su lengüita sobre sus labios reprimiendo el deseo inmenso que sentía por chupar ese delicioso caramelo.

Poso sus manitas en su sexo y lo apretó fuertemente buscando consuelo a su estado febril.

Interminables ocasiones recorrió con sus ojos los enormes genitales, desde los huevos hasta la punta de la verga.

El silencio en la habitación hacia más evidente la agitada respiración de la chica los ronquidos de Rodrigo semejaban un potente camión foráneo.

Alba seguía metida en sus pensamientos, la verga de su padre estaba representando una tentación demasiado difícil de superar.

Y cuando menos pensó estaba acariciando las peludas pelotas de Rodrigo Alba hecho un vistazo para ver alguna reacción de su padre mas era inútil seguía sumergido en su etílico sueño.

Las suaves y calientes manos percibieron la frescura de las enormes bolas y amorosamente las abrigo, las froto suavemente y atrapo con ellas el dormido fusil.

No puedo creer lo que estoy haciendo pero esto deseaba hacerlo desde hace tiempo, Alba humedeció sus labiecitos antes de tocar la verga de Rodrigo con su lengua, suspiro y sus ojos miraron borroso al contacto con la suave piel de la imponente tranca que aun dormida lucia impresionante.

Abrió su boquita y atrapo con ella la punta del ariete y la chupo suavemente, como si temiera lastimarlo con sus caricias.

Dentro de la embriaguez Rodrigo empezó sentir las afanosas caricias de su inocente y curiosa hija.

Un suspiro de delicia dejo escapar Rodrigo y al instante su poderoso fusil comenzó a levantarse. Alba apreció como aquel poderoso gigante empezó a engrosar entre sus labios y a estirarse generosamente entre sus manos.

Al contemplar el fruto de sus afanes amplió la intensidad de sus caricias hasta que el poderoso coloso estaba totalmente firme frente a su rostro. 

Todo indicaba que esa noche perdería su virginidad y que todo estaría en sus manos pues a pesar de la dureza de su ariete Rodrigo permanecía aparentemente inconsciente.

Alba presa de excitación continuaba estimulando con ahínco aquella poderosa Arma.

Más firme no podía estar aquel poderoso ariete ya no necesitaba el soporte de sus delicadas manos, extrajo de su boquita la roja testa y observo una gota transparente que escapaba de la “boca” del enhiesto proyectil.

Alba intuyo que el momento había llegado sudorosa y suspirante soltó su presa y se desnudó completamente, Alba estaba más desarrollada que Carmina su cuerpo había sido dotado más generosamente, Rodrigo se perdió el contemplar aquella divina joya esculpida por la naturaleza.

Sus aun no tocadas tetas danzaban libremente, los capullos que eran sus ricos pezones lucían erectos como una corona sombreada por su rosada aureola.

Su hermoso y llano vientre, palpitante y llamativo ensalzado por la presencia de su ombligo como faro indicador de su oculta intimidad.

Alba llevo una mano a su resquicio y froto fuertemente su pubis.

Su excitación era inclemente y su sexo amenazaba con desbordar su fluido lubricante.

Acostado como estaba Rodrigo, solo podía aspirar a cabalgarlo a montarse sobre el duro poste, pero este le causaba ciertas reservas, su panochita estaría capacitada para albergar semejante trozo, sin embargo se dio cuenta que su deseo era más grande que su temor. Subió a la cama y se paró sobre ella con una pierna en cada costado de su padre, observando fijamente el firme trozo con que iba profanar su intimidad.

Se lo que deseo y lo voy a tomar no pude evitar suspirar nerviosa enseguida flexione mis piernas y descendí lentamente tome la tranca de mi padre y la guie a la entrada de mi deseoso orificio, que calor más grato emitía su deliciosa barreta, la punta de aquel ariete parecía enorme ante el pequeño orificio de mi vagina.

Sin embargo di inicio a mi deseada horadación, debido a mi estrechez la enorme testa  parecía imposible que lograra penetrar, esto no me desanimo por el contrario me impulso a dar más fuerza a mi cometido. Muy  pronto vi recompensado mi esfuerzo pues dada mi abundante lubricación la dura testa logro colarse a mi interior, contrario a lo que imaginaba no sentía dolor alguno pero sentía claramente la invasión de aquel duro tronco y como separaba mis suaves carnes en su firme pasó.

A estas alturas papa percibía como mi panochita húmedamente había dado posada a su vigorosa tolete no tenia del todo conciencia de lo que ocurría pero actuó de acuerdo a sus sentidos y de un empellón termino de perforar las virginales paredes de mi vagina. Sensación más grata no podía sentir en aquel momento, me deje caer rodillas sobre la cama papa y yo estábamos unidos pelo a pelo confundiéndose todos en una sola maraña. Papa comenzó a hablar de forma inteligible algo que no alcanzaba a entender y tampoco me importo, comencé a elevar mis nalgas de la misma forma que había visto a Carmina hacerlo y a deslizar el delicioso tronco de mi padre en mis verijas, papa tenía sus manos aferradas a mis nalgas y apretaba con fuerza mis carnosos cachetes a la vez levantaba sus caderas provocando que su estocada fuera más profunda.

---bésame chiquita anda dale un besito a papa ---

Lo bese yo también tenía deseo de besar en aquel momento cuando papa sintió la frescura de mis labios en los suyos sostuvo los costados de mi rostro y me beso con desesperación pero era un beso ardiente motivante y yo respondí a ese beso que logro que mis fluidos brotaran con más fuerza de pronto mis piernas empezaron temblar se apodero de mí una sensación indescriptible después era todo mi sudoroso cuerpo el temblaba y exploto mi cuerpo en fuertes sacudidas en ese mismo instante mi padre me sostuvo de  las caderas y empujo con fuerza descomunal su ariete y baño con su caliente leche hasta el último rincón de mis entrañas, mi clítoris seguía contrayéndose parecía que aquella sensación avasallante jamás terminaría y grite desfogando todo  la inclemente tortura de mi delicioso orgasmo.

Permanecí a lado de papa casi toda la noche no pude dormir después de quedar deslechado durmió como tronco su rostro parecía sereno y de repente suspiraba para finalmente roncar dentro de un apacible sueño. Casi entrada la mañana, recogí mis pantaletas y toda mi demás ropa y me fui a mi habitación seguramente papa se daría cuenta de lo ocurrido pero eso no me inquieto no tenía nada que reclamar después de todo yo era tan mujer como Carmina y podía ofrecer lo mismo que ella y se trataba de competir estaba dispuesta a ello, la ventaja era mía yo estaba en casa y Carmina no.

Papa y yo desayunábamos cuando Carmina llego.

--- ¿qué pasa hija como estas desayunas con nosotros?---

--no papa vengo a platicar contigo pero a solas te espero en mi recamara---

Carmina se dirigió a su antigua recamara y papa tras ella, no pude evitar sentir celos, era demasiado pronto para venir buscar a papa encerrados en la recamara todo podía pasar la sangre me hirvió al pensar que papa se la cogiera. Fui hasta la recamara pegue el oído a la puerta pero no logre escuchar de que hablaron, regrese la comedor al darme cuenta que salían de la recamara, supuse que no habían estado lo suficiente para que papa se la hubiera cogido, eso me tranquilizo,

Papa se sentó al comedor y Carmina permaneció de pie.

---toma algo hija ---

---no papa tengo que arreglar algunas cosas, después regreso---

---si hija está bien te espero---

--- ¿Qué pasa papa?---

---problemas de alcoba que la verdad no me atrevo a comentar contigo---

No tenía idea de lo que sucedía pero todo indicaba que Carmina quería regresar a casa no sé por qué motivo pero yo no estaba dispuesta a permitirlo, mire a papa medio raro al terminar el desayuno.

--- ¿te pasa algo papa?---

--no se me siento incomodo creo que tomare un baño---

Rodrigo sentía la comezón que producida por la resequedad de los fluidos sexuales, estaba familiarizado con esta situación pero en este momento era imposible a menos que haya tenido un sueño húmedo del no se acordaba pero era lo más cercano a la realidad. Por el momento papa había interrumpido aquella charla pero yo la recobraría en cualquier oportunidad. La realidad había surgido una rivalidad entre mi hermana y yo  quien sabe de que magnitud, tenía un problema que reconocí al instante mientras Carmina había sido ya tomada por mi padre yo era la amante desconocida pero me propuse que lo iba seducir a cualquier precio.

Por la tarde se presento la oportunidad de retomar el tema a la hora de la comida. Trate de convencer a papa de que Carmina debía permanecer a lado de su marido.

---piensa que no la puedes apoyar cuando apenas tiene un día de casada debe haber otra solución---

---si ¿pero cuál?---

---habla con Nicolás entérate bien de lo que pasa aconséjalo supongo que es lo que sigue---

---Tienes razón voy hablar con el ahora mismo---

Aquello surtió el efecto esperado porque papa hablo con Nico tengo idea de que y obligo  Carmina a permanecer a su lado. Esto funciono más de lo que hubiera esperado porque Carmina nunca volvió a compartir cama con papa el campo quedo libre sin enemiga al frente.

 A partir de aquel momento dedique todo mi esmero en atender a papa quería tenerlo bien mimado sin que buscara en otro lado lo que conmigo tendría de sobra.

Papa noto la deferencia que tenía con el sobre todo porque procure siempre estar arreglada y perfumada para él.

Sin  embargo no lograba acaparar su atención no como yo deseaba. Algunas veces al darle de cenar lo hacía con mi bata de dormir la más transparente que tenía, fue entonces que me di cuenta de que no le era indiferente claro que fue provocado con intención de mi parte pues además de transparente estaba muy corta y me agache a recoger un servilleta que a propósito tire al piso dejando al descubierto gran parte de mi trasero papa me miro lleno de codicia por eso no se dio cuenta de que vi perfectamente su expresión, debía tener paciencia quizá no tardaría en tomar la iniciativa al menos eso deseaba con todo mi ser.

Esto no ocurrió tan pronto como esperaba papa seguía resistiéndose lo sé por qué cada vez lo sorprendía mas menudo mirándome con deseo.

Esto se volvía cada vez más desesperante la verdad es que deseaba volver a copular con papa y el tiempo se me hacía eterno, cada vez me veía más cerca la necesidad de tomar la iniciativa.  

Aquella noche me recosté después de tomar un baño papa llego algo tarde, pero estaba al pendiente para levantarme a darle de cenar.

Salí con mi provocativa y transparente bata, papa ya me esperaba en el comedor no tenía ganas de cenar me lo dijo pero decidió que le diera un vaso de leche sabia su intensión quería verme caminar del comedor a la cocina sentía como si sus miradas se convirtieran en dos manos y me apretaran con fuerza las nalgas eso me hacía orgullosa el sentir que acaparaba su atención y provocaba su excitación.

---Albita nena mía eres un ángel conmigo siempre tan atenta tan gentil. ¿Qué puedo hacer para compensarte?----- ¿Qué te parece mimándome un poco?----

Papa sonrió de mis palabras sin pensar que ellas encerraban otra intención.

---no sabes cuánto me gustaría que volvieras estar cerca de mí como cuando era niña---

Volvió a sonreír pero esta vez más ampliamente.

--- ¿de veras te gustaría que me quedara contigo hasta que te venza el sueño?---

---por supuesto que sí lo estoy diciendo en serio---

---bueno pues ve a prepararte para dormir y enseguida estoy contigo---

Sentí mucha alegría cuando papa acepto “dormirme” cambia la vida y las costumbres de la gente y esa era una costumbre que realmente extrañaba.

Entre a mi alcoba y rápidamente me metí en la cama, bajo la bata traía mi sostén el cual me quite dejando mis pechos libres  lo único que conserve fueron mis pantaletas que por cierto eran muy transparentes muy convenientes para mi propósito, acomode mi bata en mis costados de tal forma que dejara al descubierto mi zona genital,  enseguida me cubrí con las sabanas.

Todo estaba listo ahora solo faltaba que papa se hiciera presente en mi alcoba.

Me sentí nerviosa por eso la espera se me hizo eterna la expectativa era demasiado tentadora.

Eran tantos mis nervios que no lograba amarrar temperatura en mi lecho. Mis pies helados y las sabanas parecían de metal.

Momentos después papa toco e ingreso en mi habitación llevaba puesta su bata y en sus manos un libro.

---mira nena quiero leerte estas líneas a mi parecieron muy bellas a ver que te parecen---

---si papa lo que tú quieras, pero ya tu sola compañía me hace sentir bien recuéstate aquí a mi lado---

Papa se sentó y comenzó a leer.

---Aquel hombre hacia guardia frente a la habitación velaba celosamente comía y bebía muy poco  su semblante cansado y sus labios lacerados por la sed muestras inequívocas de días largos y pesados pero su voluntad férrea por custodiar a su amada princesa le permitía permanecer firme en su encomienda, ella era lo más importante había sido instruido bajo situaciones difíciles pero aquello era aún más difícil, aún faltaba  mucho tiempo para ser relevados de su encomienda el alimento era muy escaso, su compañeros habían enfermado y uno a uno fueron muriendo hasta quedar solo el, tenía un dilema difícil de resolver seguir custodiando o abandonar su misión e ir a buscar alimentos que estaban por terminar, la princesa seria víctima de en todo caso dejándola desprotegida por un lado o dejarla morir de hambre.

Intente poner atención a lo que leía papa pero esto contravenía lo que había planeado cerré mis ojos y fingí dormir.

Era linda la lectura pero en este instante yo era la princesa que necesitaba su atención y también tenía “hambre”, aunque mi hambre era muy distinta.

Papa me quedo viendo y acaricio mi frente, como podía adivinar lo que pasaba por su mente deslizaba su mano por mi rostro como dibujando cada línea, era el momento tenía captada su atención fingí tener calor y arroje lejos las sabanas asegurándome de que cayeran al piso, pasaron algunos segundos  que a mí se me hicieron eternos no podía abrir los ojos y no sabía que estaba haciendo, me tranquilicé al notar que no se movía de mi lado, suspiro y empezó a descender su mano primero por mi cuello hasta rosar levemente mis pechos aún no estaba del todo decidido y yo no sabía qué demonios mi intuición decía que debía dejarlo avanzar un poco más parecía buena idea sin embargo no lo fue tanto cuando papa insistió en frotar mis desnudos pechos y frotar mis pezones con la palma de su mano quería moverme por la grata sensación que me estaba asaltando sin embargo permanecí pasiva haciendo un gran esfuerzo para no emitir quejido, su respiración se había acelerado casi podía sentir su aliento sobre mis pechos.

---Alba chiquita ¿porque pasa esto porque a mí? Ustedes son mi más grande tesoro y soy quien las tiene que mancillar ¿Por qué?---

Papa intento que aquello fuera un murmullo pero yo escuche muy claro su  delirio. No supe que hacer de momento si hacer que había escuchado y animarlo a continuar o el riesgo de que saliera corriendo de mi habitación.

Pero papa seguía ahí manoseándome a su antojo para mi buena fortuna. Calentándome más y más con su inseguro avance sobre mi ansioso, casi grito cuando su mano llego a mi pubis papa continuaba deslizando su mano de manera casi imperceptible, de momento era lo único que juzgaba poder hacer, pero mi paciencia llego a su fin, de súbito con ambas manos apreté su mano contra mi panochita, sorprendido papa intento zafarse pero yo se lo impedí, él tan solo atino a buscar mi rostro como queriendo encontrar un respuesta.

---no estoy dormida papa y no tienes idea como estoy deseando esto, no te resistas dame felicidad como tú lo sabes hacer---

--- mi pequeña nena no sabes lo feliz que me haces, me estoy muriendo deseo---

No sé si papa pensaba hacer lo que estaba por ocurrir pero lo que si me sorprendió fue el hecho de que se quitó su bata y no  portaba prenda alguna, su poderosa verga apuntaba grotescamente hacia el frente.

Se recostó junto a mí y me abrazo con ternura poso sus labios en mi mejilla al tiempo que se estrechó fuertemente contra mí su caliente barra hiso contacto con mi pierna.

---Mi linda muñeca me vas el privilegio de ser el primero en tu vida---

---si papito has de mi lo que quieras---

Su rostro cercano al mío irradiaba un inmenso cariño había desaparecido el amor fraternal y hacia presencia el ansioso amor carnal que lo consumía por mí.

Recorría todo mi cuerpo con codicia,  avistaba cada  una de mis partes deteniéndose en cada una para hurgar cada detalle de mí anatomía.

Esto me excitaba quería sentir sus manos tocar mi cuerpo mi febril estado demandaba más acción.

Sin embargo papa sabía lo que hacía quería llevarme poco apoco pensando que aún era virgen y de esa manera intentaba conducirse, lo primero que hiso fue despojarme de mis pantaletas y ahí mismo hincado como estaba sentí como aproximaba su rostro a mi panochita percibí como inhalaba el aroma de mi intimidad, soplo levemente o al menos fue lo que sentí pero empecé a sentir mucha ansiedad no sabía que intentaba pero la proximidad de su boca en mi puchita me estaba sacando de quicio, iba a protestar pero en ese momento  papa hizo a un lado mi resguardo capilar, enseguida sus tibias manos separaron con mucho cuidado mis gruesos labios, entonces distinguí más cercano su aliento al momento en que su lengua hizo contacto con mi capullito.

¡Diablos! Esto era para volverse loca era increíble y arranco mi primer quejido, papa lamia mi rendija y estimulaba mi clítoris de forma extraordinaria creí morir de placer mientras el no cejaba en su afán taladrando sin piedad mi húmeda vagina.

Escurría lo se mi panochita derramaba su jugo bañando el rostro de papa. Me queje sin recato no me importaba si era escuchada  o no.

En seguida, seguramente papa considero que estaba lista para recibir la visita de su campeón. Abandono aquella grata tarea y tomo posición, hiso que elevara mis rodillas apoyando las plantas de mis pies sobre la cama ahora sé que se llama misionero la más común pero deliciosa posición que me encanto pues permite el contacto total donde “mis dos bocas son” acariciadas simultáneamente. Papa se veía sumamente excitada me miro interrogante como preguntando si estaba mi sacrificio comprendí a la perfección y también con mirada suplicante le indique que estaba totalmente dispuesta.

Papa introdujo dos en mi vagina como midiendo el espacio en el que había de sepultar su tremenda verga, extrajo sus dedos y los observo un instante y pudo constatar mi excitación pues yo misma me sentía encharcada.

Aproximo su tolete hasta la entrada de mi puchita, lo sentí ahí duro, potente, caliente y delicioso, al menos confieso que aquel contacto removió todos mis sentidos y anhelaba ferviente que consumara su misión.

Papa se portaba muy cauto en su proceder, veía su rostro sudoroso preocupado estaba seguro de mi virginidad y no quería lastimarme.

Empujaba su ariete con temor mi ducto aún tenía mucho uso y permanecía estrecho a más de que yo apretaba los músculos de mi vagina más de deseo que de temor.

Tuvo que emplear más fuerza y ayudado por mi abundante lubricación logro internar la testa en mi interior lance un ligero grito que papa interpreto de dolor, pero en realidad era un grito desesperado de inmensa dicha qué momento más indescriptible apenas pude escuchar la voz de papa.

---Te está doliendo mucho---

Le mentí.

---un poquito pero también siento rico—papa no quería moverse  seguía temeroso, por eso tuve que animarlo a continuar.

---vamos papi dámelo todo ya paso lo difícil—

Vi la reacción de papa como por arte de magia su semblante cambio de la preocupación al anhelo de la imperiosa grata copula.

Se recostó encima de mí y empezó a besarme yo continuaba ansioso pues papa nada había avanzado en su invasión, intentaba mover mi cintura en busca de mi ansiado trofeo pero el peso de papa me lo impedía estaba sujeta a su voluntad a que me diera la cantidad que se le antojara sin poder protestar pues sus labios no permitían decir una sola palabra sin embargo tengo que hacer justicia y confesar que esos besos también los estaba disfrutando mi lubricación creció estimulada por sus gratos ósculos, de pronto papa parecía abandonar aquel contacto sentí como alejaba un poco su cintura, sentí desesperación como era posible que en lugar de avanzar me la fuera a sacar, definitivamente iba a protestar, cuando al instante sentí que el movimiento se tornó inverso y papa inicio mi invasión lenta y firme, cerré mis ojos y me dispuse a disfrutar aquella incursión, centímetro a centímetro, note como aquella gorda tripa se deslizaba y tomaba posesión de mi oquedad, hasta quedar instalado en la profundidad de mis entrañas, gruñí ronronee como gatita acorralada, llena de inmensa dicha papa y yo estábamos más unidos que nunca.

Permaneció varios segundos con su pubis pegado al mío respirando acompasado disfrutando su estancia en mi interior no sé qué sentía pero se notaba complacido, yo misma sentía en mi interior su ardiente barra como quemaba con su calor las paredes de mi vagina.

Fue entonces que conocí el verdadero paraíso, era algo tan grandioso tan placentero que me sentí flotar entre las nubes, papa inicio un delicioso bombeo despegando no más dos centímetros su cintura y regresándola hasta chocar de nuevo con mi vientre, este deslizamiento papa lo prolongo no sé por cuanto tiempo y tampoco me importo el tiempo en esos momentos, lo único que me importaba era la deliciosa sensación que me provocaba el deslizamiento de su garrote en las húmedas paredes de mi vagina, no cabía duda papa era todo un maestro para coger lo estaba constatando.

Todo mi ser estaba concentrado en aquellas deliciosas caricias que papa me estaba prodigando ahora besaba mi cuello después me di cuenta que con aquel estimulo buscaba provoca mi explosión y vaya que lo logro de pronto mi mente me abandono mi cuerpo empezó vibrar de menos a más hasta que mi cuerpo sintió el rigor de un orgasmo delicioso que me hiso gritar y sacudir mi cuerpo en incontables ocasiones, instantes después papa inundo mi interior con una generosa descarga de líquido de vida.

Carmina si intento tener relaciones con papa pero yo lo impedí, me volví dueña y señora de la casa técnicamente me convertí en esposa de papa hasta que falleció 10 años más tarde, sentí enormemente la muerte del amor de mi vida. No tuvimos hijos él nunca quiso, fue un error porque ahora confieso que me hubiera encantado perpetuar su existencia con un hijo que hoy día seria mi mayor consuelo, soy muy joven y cualquier cosa puede pasar pero jamás voy amar con la intensidad con que ame a Rodrigo.

 

 

FIN

(9,40)