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Grata Sorpresa 3

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Estuve toda la noche dándole vueltas a la transformación de Laura, supongo que el problema realmente era que no sabía expresarse en letras, pues el castellano lo hablaba medio bien, y esto sumado a su timidez era lo que había agotado mi paciencia con ella, pues luego en persona fue todo muy diferente, la verdad no me esperaba lo que ocurrió esa tarde, supongo que ahí ya influyó bastante toda la correspondencia que me había cruzado con ella durante casi un mes, pues había sido siempre bastante amable y cordial con ella, y eso debió haberle cogido confianza conmigo, me contó muchas cosas sobre ella, que sus padres eran bastante severos y posesivos con ella, hasta el extremo de que no podía hacer nada sin consultarles absolutamente todo, incluso estando ella aquí la controlaban a través de su casera, pues esta era una conocida de ellos.

Laura me dijo que necesitaba llevar con ella algo mío, lo necesitaba para saber que me pertenecía, que jamás había sentido lo de esa tarde y que necesitaba de mí.

La conmine a que reflexionara unos días sobre todo lo ocurrido, pues no era el momento, y más después de haber descubierto lo que había descubierto esa tarde conmigo, para mí era fácil en aquel instante comprarle un collar de perra y ponérselo, pero siempre he considerado que nunca se debe aprovechar una circunstancia así para hacerlo, que pensara si quería seguir aprendiendo a mi lado, que la convertiría en puta perra para usarla a mi antojo y deseo, que meditara en todo ello y que cuando lo hubiera hecho me lo dijera.

Durante el fin de semana no tuve contacto alguno con ella de ningún tipo, pero si estaba presente en mi pensamiento, el lunes por la mañana al abrir el correo me encontré un correo suyo diciéndome,

“Amo, sabe que solo estaré aquí unos meses, pero me gustaría sentirme su perra, Amo necesito descubrirme a mí misma, necesito su ayuda, si no lo consigo ahora a su lado creo que nunca lo conseguiré, siempre he sido muy tímida, con usted me he sentido diferente, he estado antes con otros chicos, pero nada comparable a lo que usted me dio en una sola tarde, usted me ha dado más de lo que nadie me había dado antes, y casi no hicimos nada, aunque para mí fue muchísimo, quiero que me enseñe, necesito aprender a su lado, quiero ser su puta y que me use como usted desee, deseo sentir como me toca, como me mira, como me habla, por favor señor déjeme ser su perra, no le defraudare”

Este correo le debió costar horrores escribirlo, pues yo sabía de la dificultad que ella tenía para escribir, aunque debo reconocer que algo he tenido que corregir, aunque la esencia y lo que me intentaba decir es lo mismo que os transmitido en el relato.

Después de leerlo, decidí no responderle aun, luego por la tarde cuando salí del trabajo le compre una pequeña esclava de oro, para que así pudiera llevarla puesta siempre. Le llame por teléfono y le dije que quería verla, le di una dirección de una cafetería no muy lejana para ella y le dije que en media hora la quería ver entrar por la puerta, no le di ningún tipo de instrucción más y colgué.

Me acaba de sentar en una mesa cuando la vi entrar, tenía la cara como asustada, la note como agitada, como si hubiera venido corriendo. La hice sentarse a mi lado, le ofrecí el refresco que me acaban de servir, y sin decirle nada le metí la mano dentro del pantalón corto que llevaba mientras ella bebía, vi que no llevaba ropa interior, y que ya estaba toda mojada, a lo que le dije “veo que esta perra aprende rápido, sin decirte nada, has venido a reunirte con tu Amo como debes, ( mientras se lo estaba diciendo, la estaba masturbando ) por ello quiero decirte que acepto tu entrega a mí, que quiero usarte mientras estés aquí, y para que no se te olvide quién es tu Dueño debes llevar siempre puesto lo que le voy a dar”  una sonrisa se le apareció en su rostro cogió la cajita que le entregaba con la otra mano y como una cría se puso a desenvolverla y a mirar que contenía, cuando vio el contenido no se pudo reprimir y se abalanzó sobre mí, me abrazó con fuerza, y me empezó a besar, estaba exultante, contenta, se la veía feliz.

Se puso mi regalo y me dijo que lo llevaría con mucho orgullo, pues ahora ya sabía a quién pertenecía, la verdad que la note muy emocionada con aquello, para recordarle su posición le pregunté “recuerdas que tienes un castigo pendiente por haberte corrido el viernes sin mi permiso?” a lo que rápidamente su cara cambio, bajo su mirada y me respondió “sí mi señor, dijo que debería castigarme por ello”  por lo que le mande que se pusiera de rodillas en el suelo y se sentara sobre sus piernas a mi lado, que no era digna de estar sentada a mi lado por no haber respetado mi petición, más que castigarla en ese momento lo que deseaba era humillarla, todo el mundo que entraba en la cafetería nos miraba, esta estaba toda sonrojada, se sentía humillada por la situación, pero a la vez estaba contenta y feliz, la tuve en esa posición hasta que acabe mi refresco, luego le mande ponerse de pie, pague la cuenta y salimos del local.

Había visto una pequeña tienda de ropa de barrio antes cuando me dirigía a la cafetería, por lo que le dije “ ahora vamos a entrar a una tienda, quiero que cojas varias faldas y blusas para probarte, quiero que en el probador no cierres la puerta, la cortina o lo que tengan, quiero que vean lo guarra que eres, que vean que vas sin bragas, ahora quiero exhibirte”  Laura asintió con la cabeza sin decir nada más a mi petición, entramos en la tienda, en ella solo había una mujer de unos 30 años, supongo que debía ser la dueña, por lo que enseguida nos atendió muy amablemente, Laura le pidió que le enseñara alguna falda y alguna blusa, yo me aparté un poco de ellas, quería que se desenvolviera sola, y me senté en un pequeño banco que había enfrente del probador, una vez tuvo varias prendas seleccionadas en la mano, se metió en el  probador, me miró como suplicándome, a lo que yo con la cabeza le dije que no, por lo empezó a desnudarse con la cortina abierta, empezó quitándose el top, dejando al descubierto sus pechos, la dependienta que estaba a un par de metros de ella giró la cabeza como queriendo darle intimidad cuando vio que no llevaba el sujetador puesto, fue a probarse una de las blusas cuando nuevamente le dije no con la cabeza, le indique que primero la falda, se giró dándonos la espalda, dejando caer su falda al suelo quedándose totalmente desnuda, a lo que la dependienta cuando la vio así exclamó!!!,

chiquillaaaa así vas por la calle, como sois las jóvenes de ahora!!!!!!

A lo que Laura se giró muy colorada, sin decir palabra y tapándose con los brazos, a lo que intervine yo al ver la reacción de Laura, “señora cada uno va por la calle como se siente a gusto, y ella prefiere ir así cuando va conmigo, pues es una manera de no tener que cambiarse de bragas varias veces al día porque se le mojen y a la vez me facilita a mí el trabajo por sí deseo tocarla”  la dependienta al oírme decir eso y con el tono de voz con que se lo dije se quedó sin palabras, se le subieron los colores de golpe, y balbuceando empezó a decir que visto así era verdad, y la dependienta se alejó un poco de nosotros.

Por otra parte mientras tuvimos este intercambio de palabras Laura se había quedado como embobada mirándome fijamente, como alucinada, a lo que tuve que decirle con voz firme “te vas a probar eso de una puta vez o no?”  rápidamente se puso una falda y le mande salir del probador, la gente que pasaba por la calle si miraba hacia el interior de la tienda nos podía ver perfectamente, yo seguía sentado en el banquito que había enfrente del probador, y ella se acercó a mí para enseñármelo, tenía sus brazos tapándose los pechos, a lo que a una mirada mía, los bajó rápidamente, dejándolos accesibles a la vista, la hice girar para verla bien, la dependienta mientras está atendiendo una llamada de teléfono que había recibido, esta estaba metida detrás del mostrador, la oíamos, pero no la veíamos, por lo que cuando se quedó Laura enfrente mío, lleve mis manos a su sexo y empecé a masturbarla, estaba empapada, la notaba nerviosa, la masturbación a la que la estaba sometiendo, el lugar, el morbo de la dependienta al lado, de la gente pasando por delante de la tienda, y lo inesperado que eso había sido para ella pues no se lo esperaba, todo eso junto hizo que explotara rápidamente en un nuevo orgasmo, y nuevamente sin pedirme permiso para ello, y aunque Laura se estaba mordiendo el labio, no pudo evitar dar un gemido final, y la dependienta por supuesto la debió oír perfectamente, puesto que aunque seguía al teléfono esta asomo su cabeza para mirarnos y ver que estábamos haciendo, realmente no vio nada, pues al correrse Laura yo retire mi mano de ella, solo escucho el gemido final de Laura y vio mi mano retirarse hacia atrás toda húmeda, a lo que yo me saque un par de kleenex del bolsillo para secármela, mientras fije mi mirada en la dependienta, la cual retiró su vista de mí y continuó con su conversación telefónica detrás del mostrador.

Mientras todo esto pasaba, Laura recuperaba su aliento dentro del probador, pues hacia allí se dirigió cuando vio a la dependienta asomar la cabeza para mirarnos, le pregunté si le gustaba la falda, a lo que ella contesto que sí, y como por mi parte no había ningún problema pues le quedaba bien, le dije que se la quedara, Laura se vistió, y le dijimos a la dependienta que nos la quedábamos, la dependienta estuvo sin mirarnos en ningún momento mientras la doblaba, la metía en la bolsa y nos cobraba la Falda, estaba ella más sofocada por lo que suponía que le había hecho a  Laura que la propia Laura, tampoco no nos hizo ningún tipo de comentario al respecto, aunque si lo hubiera efectuado no me hubiera importado responderle, pues seguro que el morbo de haber oído el gemido, ver mi mano retirarse mojada y como me la secaba delante de ella mirándola fijamente a los ojos, no le desagrado en absoluto, pues de ser así creo que nos lo habría reprobado, le pagamos los 20 euros que valía y nos largamos de allí dándole las gracias a la mujer por su atención y amabilidad, mientras yo le puse mi mano entre la espalda y el pantalón de Laura metiéndola hacia abajo para tocarle el culo, girándome al salir para mirar nuevamente a la dependienta y guiñarle un ojo, la pobre chica se puso nuevamente colorada pues estaba alucinando con nosotros.

Laura me acompañó hasta el parking donde había dejado el coche, este ya lo había dejado yo a propósito en la segunda planta en un rincón al final, y con todo lo ocurrido, yo estaba que explotaba, me apoye sobre él, y no hizo falta decirle nada, ella sabía lo que yo quería, desabrocho mi pantalón, bajo mi slip y se metió mi polla en su boca, empezando a comérsela con ansia y acariciar mis huevos, aunque le ponía bastante empeño, aún tenía mucho margen para mejorar, pues no me acababa de gustar, así que la cogí del pelo y la levante, la gire, la apoye en el capó del coche, le baje el pantalón y empecé a meterle mis dedos en la boca, mientras jugaba con mi polla en ella, y le sacaba los pechos por debajo de su sudadera, comencé a pellizcarle los pezones con mis dedos y empecé a comerle el cuello, estuve así un par de minutos, notaba mi polla cada vez más mojada por sus flujos, necesita probar su coñito, así que con una mano la cogí por la cintura y con la otra se la encare en su agujero, empuje lentamente y noté como su coño absorbía mi polla hacia dentro, pegando Laura un pequeño chillido cuando noto mi polla dentro suyo, me paré ahí, tenía un coño prieto, notaba como este aprisionaba mi miembro, y quería disfrutarlo al máximo, nuevamente empecé a pellizcarle sus erectos pezones y empecé a follármela, era mi primera vez que me la estaba follando, y la verdad que lo estaba disfrutando y saboreando al máximo, Laura estaba conteniendo sus gemidos, pero estos eran perfectamente audibles para mí, estábamos ambos a punto de explotar, y enseguida empezó a pedirme permiso para correrse, “por fin pensé!!!” y la verdad como yo también estaba a punto de estallar y sabía que no aguantaría mucho más, le di permiso para que se corriera, al instante de oírme autorizarla, note como se contraían sus músculos vaginales y su respiración se desboco, pare el ritmo y me quede quieto dentro de ella, para que pudiera saborearlo plenamente, a lo que le dije “para no haberte corrido en 25 años llevas una buena carrera en los últimos días, no te puedo hacer casi nada cuando te me vas al momento”, pero la verdad era que me encantaba esa precocidad que ella tenía, cuando ya se relajó un poco, y su intención era responder a mi comentario, aumente nuevamente mi ritmo y cuando note que estaba a punto de estallar me salí de ella corriéndome en culo, y mi semen estaba resbalándose por su piernas, a lo que le dije, “Laura, debes terminar tus deberes, así que gírate y límpiame bien” a lo que rápidamente se puso a lamerme y limpiarme, cuando acabó, fue a coger algo para limpiarse de su bolso, cosa que no le permití, la gire hacia mí, le di un beso y le dije que no quería que se limpiara hasta que llegara a su casa, pues quería que sintiera como se le resbalaba por la piernas mi semen al andar.

Continuará...

 

Lord Alex Bcn

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