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mi esposa y su novia compartieron una segunda noche conmigo

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Hola, esta es mi segunda aportación en un relato muy especial.

Ya les había comentado que me esposa tenía una amante mujer o mejor dicho su novia e igual para esta ocasión acapara gran protagonismo, mi esposa se llama Claudia y su novia se llama Ana, ya he descrito que ambas son unos verdaderos forros de mujer, son hermosas, divertidas, amantes y buenas amigas.

En un viernes tan común a cualquiera or la mañana antes de irme a trabajar mi esposa me dijo que para esa noche tenía algo reservado exclusivamente para mi. No era el cumpleaños de nadie, no era nuestro aniversario y no teníamos ningún tipo de compromiso, ella sólo dijo que en este tiempo había sido un gran hombre, esposo y padre y quería compensarme.

A lo que me extraño y penesé que seguramente quería darme algo de sexo slvaje y porno con tal de que le comprara algo de ropa o dejara salir con sus amigas, sólo algo así pude pensar esa mañana y me dispuse salir rumbo a mi trabajao como cualquier día.

Por la tarde me llamo y me dijo que ya todo estaba organizado y que me la pasaría más que excelente por lo que nuevamente se me hizo difícil no imaginarme, me dijo que los niños ahora se encontraban con su madre y que todo marchaba de lo mejor.

Dos horas despúes salí de la oficina rumbo a mi casa, mi esposa me había pedido que le marcara a la mitad del camino para apurarse, dandome a entender que tal vez saldríamos a algún lugar y así lo hice, después de veinte minutos yo por fin estaba estacionando el auto para dirigirme a mi casa pero ansioso de saber porque había sido tan insistente en mi sorpresa.

Al momento de abrir la puerta principal del departamante lo primero que veo es en la sala con una luz tenue que daba una lámpara veo a dos hermosas mujeres, vestidas de medias de red, ligueros, tangas, sin bra, arregladas, cada una con un par de zapatillas, las más sexosas que pudieron haber encontrado, se veían hermosas, recien bañadas y lo mejor, ¡¡que ambas se estaban metiendo un faje delicioso!!

Yo me quede inmovil, sorprendido y extaciado de un solo golpe, el sueño de todo hombre estaba ahí enfrente de mi y para mi solito.

Son de los placeres más grandes que he podido disfrutar en mi vida, nada más erótico que ver a tu mujer tan bella, tan sexy, deleitandose de lo lindo con otra mujer igual de hermosa y sexy.

despues de unos segundos mirarron hacia mi y cada una con sus dedos me hacían la señal de que fuera con ellas, di unos pasos hacia las dos y empezaron a tocarme a desvestirme, yo no podía dar crédito a ese regalo divino, seguramente me lo habían mandado los mismos dioses, por mi mente sólo pensaba en lo afortunado que era en este mundo y que cualquier hombre daría mucho por estar en mi lugar en esos instantes.

Como le digo, yo sólo me deje llevar, mi erección fue inmediata, fue como si una grua levantara un poste de luz, fue rápido y empeze a actuar, yo sabía que estaba teniendo mis recompensas por no haber sido tan atascado veces anteriores, cuando mi esposa estaba experimentando su lado les, su curiosidad por las mujeres le había encantado y en ese momento me estaba compartiendo por segunda vez a su novia, yo era nuevamente el centro de atracción, ambas me seducian y empezaban a besarme todo el cuerpo.

Quede desnudo y ellas me sentaron, tenía una a cada lado mío, me besaban los labios, me besaban el cuello, me tocaban y empezaban a jalar mi verga que para ese momento la tenía a su máximo nivel, como si fuera a explotar pero firme y dura como un tronco; seguíamos besandonos llenos de lujuria y de deseo, excitados como animales, ellas empezaban a jadear mientras yo las apretaba, les agarraba las tetas, les jalaba los pezones, las besaba y les metía mis dedos por donde podía.

me dijeron que tenían varios minutos cachondeando antes de que llegara y para ese momento me pedían que se las metiera de lo caliente que estaban, yo preferí hacer uso de mis desdos y manos mientras ellas para esos momentos se alternaban los turnos para mamarme la verga a todo, parecía aquello como si me verga fuese la ultima del planeta, se la querían acabar a puras mamadas, una se la tragaba y gemía mientras la otra con la boca la volvía a buscar y una vez que se apoderaba de mi verga la otra me lamía los huevos y de vez en cuando se besaban con lujuria, mi verga era testigo de ello, eran como dos perras en brama.

Ya he platicado y sin afan de presunción que si algo tengo de bueno en el sexo, es que puedo tardar un buen rato sin eyacular, y puedo cojer y cojer, le voy midiendo el ritmo y cuándo siento tanta excitación me doy un brake para volver a continuar, eso le encanta a Claudia mi esposa, ella ha llegado a tener hasta doce orgasmos sin que yo me haya venido.

Ana propuso irnos a nuestra recamara y estando ahí, las dos empezaban a cojer, se restregaban sus vaginas escurriendo de lo excitadas que estaban para esos momentos, me puse entre sus caras y les di más verga, mientras yo pensaba en no dejar desaprovechar tan grande oportunidad, luego agarre a Ana por atrás y le metí mi verga, completita y la empezaba a cojer con ritmo intermedio mientras se quejaba un poco y gemía  del placer. Ana tiene la vagina muy estrecha y eso me pone a mil porque la pepa de mi esposa es todo lo opuesto, es profunda y ancha, lo sé porque le he metido en otras ocaciones mi verga y un vibrador, le he metido casi mi mano completa y pepinos gigantes realmente.

Bueno, cojerme a Ana es cojer con una mujer super sexy, cachonda y altamente erótica, me saque la verga y fue con Claudia para que me limpiara los jugos de Ana y una vez lista mi verga busque la rica panocha de mi esposa y que se la meto toda, la abri de piernas miesntras Ana sacaba el juguetito de mi esposa y lo accionaba para frotarle su clitoris, ufff!!! yo estaba peor que burro en primavera, caliente y no daba credito a todo lo que estaba sucediendo.

Me salí de mi esposa y deje que jugaran y disfrutarán ambas de ese juguetito maravilloso mientras yo me bajaba un poco de nivel para poderles dar a esas hembras el mismo nivel de exigencia que pedían, despues de unos minutos me reincorpore y como un animal, busque el culo de mi mujer, Ana ya lo había dejado mojado para mi y poco a poco se la metí, a mi esposa le duele pero sé perfectamente que le encanta que me la coja opr el culo de vez en cuando, y ahí fue cuando explote, mis chorros le bañaron la espalda que se mezclaba con el sudor de los tres.

Yo quede exausto, ¡que nivel de venida! ¡cuánto esperma! la había mequeado con tanta intensidad que al mismo tiempo y despues de varios orgasmos de ellas, quedamos tendidos en la cama, rendidos, agotados, a los poco minutos me reincorpore para salir de la recamara y tomar una copa, mientras pensaba lo afortunado que era de tener y disfrutar de dos mujerones, al poco rato salio mi esposa de la recamara diciendome que Ana se había quedado totalmente dormida y cansada, yo aún sentía el poder, el vigor de un macho alfa, jajajajaja!!! tanto que obligue nuevamente a mi esposa a que me la mamara, así se la paso unos veinte minutos hasta que me vine de nuevo en su cara, la moje de mecos.

Fue de lo mejor aquella noche, totalmente real, pero eso no fue el final, porque a la mañana siguiente habría más para mi de esos dos culos de mujer, forros de viejas, les contaré la tercer parte y la última antes de que Ana se fuera a vivir en Guanajuato.

(9,00)