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Una historia más

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Me llamo Liliana y tengo 49 años soy Argentina pero desde hace dos años, vivo en Italia, cuando me separe de mi marido y se repartieron los escasos bienes, no pude conseguir trabajo, puesto que toda mi vida fui ama de casa y juré no volverme a casar ni loca, como no tenia hijos emprendí la aventura de vivir en Italia tierra de donde vinieron mis abuelos a hacer la América, como decían ellos.

Lo cierto es que recale en Italia, en Palermo, Sicilia, no gano mucho dinero en mi trabajo, cuido niños, pero se vive de otra manera

Cierto día me encontraba en una plaza, leyendo un libro y se me acerco una mujer de unos 35 años, llamada Martha, conversamos un rato en mi italiano básico y al rato la conversación tomo un giro sexual, m e decía que yo era muy linda y que le gustaría que fuéramos amigas y acto seguido me dio un beso en la boca, yo reaccione sorprendida, nunca había besado a una mujer, pero ese beso inesperado realmente me había sensibilizado, le di a entender que ella no era el problema , que eso era nuevo para mi y que necesitaba tiempo, me dio su numero telefónico y me sugirió que la llamara cuando estuviera segura.

El beso recorrió mi mente toda la semana e inclusive soñé que Martha recorría mi vagina con su lengua, mientras sus ojos se clavaban en los míos, en busca de aprobación

Me sentía voluptuosa, deseada y en cada pensamiento, mi vagina se humedecía más, la llamé por teléfono y me invito a su casa, al llegar me regaló una rosa y me besó profundamente, nuestras lenguas se encontraron y la llama del deseo aumentaba con cada caricia, cada beso, nuestras ropas cayeron una a una, su boca recorría mi cuerpo, suavemente, con ternura, su lengua rozo mis pezones que se endurecieron, como en mis mejores tiempos, me sentía joven, deseada cuando su lengua se poso en mi vagina, mi clítoris estaba hinchado de tanta excitación, su lengua se movía en círculos arrancándome gritos de placer y tuve un tremendo orgasmo, como nunca lo había tenido con un hombre.

Mi boca recorrió la suavidad de su cuerpo y mi lengua se hundió en su vagina, su sabor impregnaba mis sentidos, era la primera vez que lo hacia y me gustaba y lo disfrutaba, sus gritos de placer aumentaban mi excitación era la primera vez que sentía que alguien se ocupaba de mi placer y lamente no darme cuenta antes pero creo que aun estoy a tiempo de disfrutar del sexo.

Por eso me gustaría que las mujeres más jóvenes, no repriman sus sentimientos y si se sienten atraídas por otra mujer, no pierdan el tiempo, que es una experiencia única, sensual e imperdible un beso a todas.

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