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Esta es mi historia

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Vivo con mi madre, y Eduardo mi padrastro. Nací cuando mi madre cumplía 15 o 16, mi padre Biológico, un hombre de negocios en la ciudad, casado, con dos hijos. Hace poco lo conocí por casualidad, una tía mía me lo dijo antes de morir, haciéndome prometer que no lo contaría a nadie, es un secreto familiar, me dijo, pero es justo que tu lo sepas, y no creo que alguien te diga. El es tío de mi madre.

Desde pequeño me di cuenta de mi deseo desmedido por el sexo, no sabia como satisfacerme, me robaba de los tendederos los chones de mi prima Laura, o de mi tía, de quien fuera.. Cuando estaba solo en mi cuarto me encueraba olía las tanguitas, chiquitas, provocativas, muy coquetas, me las ponía, pensando que las tenía a ellas muy cerca de mi, y luego me masturbaba pensando en ellas.

Me escondía para ver a mi prima o a mi tía desnudas, en el baño o en su cuarto, en las reuniones familiares me metía bajo las mesas pera ver calzones, para verles el bultito, eso me ponía nervioso, excitado, caliente, cachondo.

Luego me empezó a gustar mas mi tía Ana, con un cuerpo más voluptuoso, mas mujer, sus tetas, sus caderas, siempre estaba pendiente para verlas cuando por descuido abría sus piernas, veía su tamalito, sabroso, cubierto solo por un triangulito de tela, ella me tenía obsesionado

Una tarde, mi madre organizo una reunión en casa, mi baño servía para que las visitas lo utilizaran ya que se encuentra cerca de la sala. Yo había echo un agujero del closet al baño, así podría ver a mi tía cuando entrara. Me quede pendiente para saber a que hora iría, hasta que dijo voy al baño, me dirigí a esconderme pendiente a que entrara.

No tardo, al entrar, se subió su falda pude admirar su sexo envuelto en su calzoncito muy coqueto, muy provocativo, se lo bajo y se sentó a orinar, cuando termino se limpio y se planto frente al espejo, se subió su tanguita, solo un parchecito enfrente y por detrás hilo dental, le admire el trasero, que hermosas nalgas, se estaba viendo frente al espejo, modelaba para ella misma, no podía ver su cara pero veía lo mejor, sus nalgas, su sexo, la parte más intima de su ser, se estaba tocando, se acariciaba su sexo, sus nalgas, lo hacia con desesperación, se masturbaba, que sabroso, que rico, que delicia ver a mi tía disfrutando de ella misma, hasta que termino. Seguramente mi tío la tenía insatisfecha.

Que hermosas piernas las de mi tía. Toda ella era hermosa, en seguida se acomodo su tanguita, bajo la falda del vestido, y posando ante el espejo se arreglo perfectamente, pude verla al detalle, su falda de tela delgada se amoldaba a su hermoso cuerpo, resaltaba sus caderas y marcaba discretamente la abertura entre sus nalgas. "Que mujer". entonces salió.

En ese momento recordé…. mi tía no traía falda, vestía un pantalón amarillo pegado a su cuerpo, entonces quien era esa dama, Mi pensamiento voló, deseaba tenerla fuera quien fuera la tendría, me la voy a coger, no importa quien sea, desde este momento voy a seguirla, a averiguar quien es, esas nalgotas, ese sexo, toda ella me había dejado impresionado, que hermosa mujer.

Me dirigí a la sala, estaba casi llena de invitados, busque entre las personas a la hermosa mujer, no la ví, donde se habría metido, por allá mire a mi tía, sentada al lado de mi prima, platicando animadamente, mi tía con su pantalón amarillo ajustado, se le notaban los calzones a través de la delgada tela, sentada cuando habría las piernas se notaba su deliciosa vulva. Por ahora solo buscaba a esa hermosa dama, a esa hermosa mujer ….. Se habría ido?

Ahora la reunión me parecía aburrida, insulsa, no le encontraba sentido, nunca sabría quien esa misteriosa mujer, me subiría al cuarto de mi madre, pero antes pasaría a la cocina por unas cervezas.....  al entrar a la cocina, la mire ahí estaba....... la mujer que disparó mi pasión,  estaba agachada, tratando de alcanzar un traste, su vestido estaba estirado, sus nalgas aparecían preciosas, divinas, sus bragas se marcaban en lo delgado de la tela, al estar así agachada enseñaba sus hermosas piernas.

Hola hijo? Me ayudas a sacar esa jarra, para servir unas bebidas.

Me quede helado, Mi madre… mi madre era esa dama misteriosa que entro a mi baño orino y se masturbo. nunca lo hubiera imaginado, fue ella la que me motivo, la que me indujo a pensar en cogerla, en hacerla mía.

Siempre me pareció una mujer hermosa, pero la veía como lo que era, mi madre, ahora mi forma de pensar era distinta, la veía como mujer, con la baba caída, con el deseos de acercarme a ella, de acariciar ese par de nalgotas. de besarla en la boca, de acariciar sus tetas. Sus tetas bajo el escote de su vestido y el brasier pequeñísimo se antojaban ricas, hermosas, mamábles.

Hijito donde estabas,  te busque al bajar de mi cuarto pero no te mire por ningún lado, luego fui al baño de tu cuarto a lavarme las manos, pensé que estarías acostado. No seas aguafiestas, disfruta de la fiesta cariño, baila con las chicas, hay muchas chicas muy hermosas todas ellas, ahora es cuando amor, ya es tiempo de que te conozca una novia.

Claro mamita, hay  chicas muy lindas, déjame estar un rato a tu lado para ayudarte.

Mira hijo solo me falta poner unas bebidas en la mesa, saca dos jarras mas y pon en ellas agua de diferentes sabores. Para que nos vayamos los dos, Eduardo no va a venir así que tu y yo vamos a atender a todos los invitados.

Desde ese momento se acentuó mi gusto por las mujeres mayores, mi prima dejo de interesarme, pero a mi tía la miraba con deseo, con morbo, como una mujer apetecible, pero la mejor de todas era mi madre indiscutiblemente

Mi único pensamiento era buscar la manera de asediar a mi madre, de hacerme presente en sus momentos mas íntimos. De verla en situaciones sexuales, después de la fiesta, le dije que me cambiaría a una recamara, cerca de su cuarto me dijo que si. De esa forma me sentiría mas cerca de ella. Podría espiar sus movimientos,

Ahora durmiendo a unos pasos de su recamara me daba cuenta de muchas cosas, Eduardo ya no se la cogía tan seguido, siempre estaba deseosa desesperada, seguido los escuchaba discutir, ella le reclamaba, que era mujer, que necesitaba ser tratada como tal, le decía claramente, que necesitaba ser cogida, que nunca había buscado un hombre, por respeto a él y a mi hijo….. pero ganas no le faltaban.

Varias veces me había visto mis revistas y mis videos pornográficos y como compartimos la computadora, también se daba cuenta a los sitios que frecuentaba, al principio traté de esconder mis aficiones, ahora ya no me importaba, al contrario, a propósito dejaba sobre mi cama alguna revista, o en la video alguna película porno, o dejaba encendida la PC en algún sitio. mi idea era que las viera, que se entusiasmara, que se le antojara. Cuando estábamos solos, me ponía a ver una película porno, dejaba la puerta abierta para que se diera cuenta de lo que veía, también me paseaba por la casa solo en trusa. Varias veces me encontró sentado en la sala, o en un estudio vestido así.

Conseguí una película porno, llamada TABOO, de una madre que tiene relaciones sexuales con su hijo, ella lo seduce, después de que el marido se va de la casa por desavenencias sexuales, ella demasiado caliente, encuentra satisfacción sexual en su hijo, así que deje esa película en la video, para que la viera, luego supe que la había visto.

Una noche llegue a casa bastante tarde, había conseguido una película buenísima, de una señora con un jovencito, y la iba a ver, pero escuche ruidos en la recamara de mi madre, Eduardo estaba en casa, hacía tiempo que no cogían, Con la confianza que yo no estaba en casa, habían dejado la puerta abierta, se escuchaban risas, y expresiones muy cachondas,

--- Ya papito, ya….. anda no seas así, ándale, tanto tiempo en ayunas y mira, estoy calientísima, te necesito.

--- Claro mi amor, sírvete.. es toda tuya, disfrútala.

Me acerque muy despacio hasta la puerta, desde donde estaba escondido mire directamente a la cama de los dos enamorados, alcanzaba a verlos jugar. Ella estaba ahí, entre las piernas de Eduardo, entre sus rodillas, hincada, agarrándole la verga, lamiéndola, metiéndosela en la boca, yo viéndolos, disfrutando como lo hacían, como se disfrutaban los dos, no miraba la cara de mi madre, pero si miraba su del hermoso trasero parado, que ricas las nalgas de mi madre.

Luego se puso a horcajadas, se acomodo para introducirse ella misma la pija de Eduardo, no veía muy bien, me hubiera gustado como se abría su vulva, la parte mas sensible de su ser, pero si veía como subía y como bajaba, como recibía aquella linda verga, Que sabrosa cogida, nunca había visto su desesperación, jamás la había visto disfrutar de esa manera, con su hombre.

Muy pronto yo sería quien le diera esa satisfacción, no sabía como lograrlo, pero tenia la esperanza que se presentaría la oportunidad, sobre todo con las prolongadas ausencias de Eduardo, ya estaría necesitada, y de eso me aprovecharía. Mientras Eduardo continuaba con sus viajes y mi madre pasaba muchas noches sola, ahí en su recamara, deseando ser tomada, deseando ser cogida.

Después algo pasó, quizá me escucharon, no lo se, apagaron la luz, y ya no pude seguir viendo Solo la escuchaba a ella. Se notaba su calentura, se notaba que lo estaba disfrutando……..

Si, mi rey, siiiiiii,, así dame, cuanta falta me estaba haciendo esto.

Luego silencio, ya no les escuche mas, yo estaba sumamente excitado, el echo de verla en ahí, trepada sobre esa verga,, y ver sus ricas nalgas, subir y bajar, no alcance a ver su cara, pero me la imagine con una cara distorsionada por el placer, por la dicha de sentirse cogida. De descansar después de tantos días de abstinencia.

Después de eso, lo único que me quedaba hacer era espiarla, buscaba cualquier pretexto para entrar en su cuarto, no tocaba, como ella me recomendaba, algunas veces la encontraba vestida con poca ropa, o posiciones muy provocativas, una tarde entre a su recamara, muy lentamente, ella se acababa de bañar, sentada en la cama con una batita muy corta, con una pierna subida sobre la cama, cortándose las uñas, pude ver perfectamente su coño, sabroso, recién lavadito, permanecí parado frente a ella hasta que sintió mi presencia, instintivamente cerro las piernas,

Hijo, cariño, deberías llamar, mira nada mas como me encontraste, debes tener cuidado, respetar mi privacidad.

Si, mamita, disculpa, es que estabas tan entretenida.

Pues si hijo, pero mira como me encontraste.

Me había excitado viendo a mi madre, y ella lo había notado, tenía la verga bien parada, su vista permaneció fija durante un tiempo, mirándome no se que pensamientos cruzaron por su mente, luego desvió su vista y me dijo.

Ahora si, dime que deseas.

Solo te venia a avisar que voy a salir, y que voy a llegar tarde.

No te vayas a tardar mucho, ya ves que me quedo solita y me da miedo.

Claro que no mamita linda, te lo prometo.

Por cierto hijo, debes ser mas cuidadoso con tus cosas, la otra ves dejaste la televisión prendida, tenía una película de esas que te gusta ver. Yo se que estas en edad de la curiosidad, y que tu misma naturaleza te lo exige, pero se mas cuidadoso, también guarda tus revistas.

Claro que si mamita, voy a tener cuidado…. Nos vemos,

cuando no estaba en casa , me metía en su cuarto, esculcaba su buró sacaba sus pantaletas y sus brasieres, los olisqueaba, me las pasaba por mis pene por los guevos, a veces le tomaba prestada una o dos y me las llevaba a mi cuarto, me desnudaba y me los ponía, me hacia a la idea que la tenía muy cerca de mi. Que podía sentirla.

Paso el tiempo, ella continuaba solita pues Eduardo continuaba saliendo, cuando regresaba ni la tocaba, yo notaba su nerviosismo, sus deseos frustrados, su necesidad de que su macho la montara, Muchas noches me despertaba el ruido de la regadera, seguramente se bañaba para calmar sus deseos, mientras yo me encontraba muy cerca de ella, muy excitado, mi verga parada, pensando en ella en su cuerpo, en sus deseos reprimidos, dispuesto a satisfacerla.

Una noche, hacia demasiado calor, yo no podía dormir, ella ahí, muy cerca de mi, separados solo por un muro, pensando en ella, en ir a su recamara, abrazarla, besarla, satisfacerla y satisfacerme yo de su cuerpo, de sus tetas, de su sexo, necesitaba algo de tomar, baje a la cocina con la intención de tomarme una cerveza, mire luz en la cocina, ahí estaba ella, mi corazón latió con fuerza, mi deseo se exalto cuando la vi, vestida solo con una batita muy corta, de tela transparente y unas pantaletas muy pequeñas.

Mamita hermosa, que gusto verte, no, puedes dormir, verdad ?

No cariño, hace calor, me sentía un poco angustiada, baje por un vaso de leche.

Si escuche la regadera de tu baño, estas nerviosa, verdad.

Si, amor, me di un baño, con agua fría.

Me acerque a ella.

Que hermosa estas, mira nada mas que abandonada te tiene Eduardo. Tu necesitas alguien que calme tus deseos.

Cariño, no digas eso que cosas piensas de tu madre.

Es la verdad mi amor, yo me doy cuenta de muchas cosas,

No me contesto, se limito a mirarme, vio que yo apenas estaba cubierto por una trusa muy pequeña, mi pene se había exaltado, y se marcaba en la delgada tela de mi trusa.

Me acerque a ella, la tome entre mis brazos, acerque mi boca a la de ella, le di un beso pequeño, tímido que ella correspondió, abrí mi boca la bese intensamente metí la lengua en su boca, ella correspondió, los dos casi desnudos, yo con una trusa muy pequeña. Y ella con esa pequeña bata transparente, mostraba su hermoso cuerpo.

Mi pene erecto a la máxima expresión, no era para menos, la estaba viendo, la acariciaba, sintiendo a la mujer que tanto tiempo había deseado,. Ella fresca, después del baño, olorosa a jabón, volví a besarla, con mi boca abierta, introduje mi lengua, aceptó mi caricia, correspondió a mi beso con desesperación, puse mi mano sobre su cuello, apretándola con un poco de fuerza, luego fui deslizando mis manos, recorriendo su cuerpo, sintiendo, su piel, limpia, temblorosa, deseosa, la tome por la cintura, mi pene se pegaba a su estomago, baje aún mas mis manos la junte a mi cuerpo. Íntimamente pegados.

Mamita hermosa, que gustos sentirte, que gusto tenerte así, me encanta sentir tu piel, de sentir tu respiración, tus deseos deseo reprimido, tanto tiempo deseándote. mi mano acaricio sus nalgas, esas hermosas nalgas que siempre quise acariciar, esas preciosas nalgas desnudas que ví aquella tarde en el baño de mi cuarto, y después esa noche con Eduardo subir y bajar cuando ella misma se ensartaba, ahora las tenía en mis manos las acariciaba. las abrí con mis dedos, cogí el elástico de su calzoncito, se lo jale, y lo solté, una travesura que siempre quise hacerle.

Estaba a punto de comerme la fruta del árbol prohibido.

Cogí una de sus manos, y separándome un poco la coloque sobre mi pene, ella metió su mano entre mi trusa, lo palpo, lo acaricio, a todo su largo, yo acariciaba su anito, y su pubis, su conchita, ese rincón sagrado, tanto tiempo deseado por mi, entonces me hinque frente a ella, acerque mi cara a su caliente sexo, la cogí cor las nalgas, dispuesto a saborearla, en ese momento ella reacciono.

No! No, Alberto, no lo hagas, Ya basta, déjame y vete a dormir.

No dijo nada mas, se dio la y a grandes pasos alcanzo las escaleras, la mire subir, con el meneo natural de sus nalgas, con esa gracia natural muy propia de ella, regrese al refrigerador, tome tres cervezas y subí, antes de entrar a mi cuarto fui hasta su puerta, accione la manija, estaba cerrada, toque a su puerta, una vez, dos, tres, nada.

Madre….. abre, quiero disculpare contigo, no se que me paso,

Ve a tu cuarto cariño, no paso nada, ve a tu cuarto, y duerme, mañana hablamos.

Mañana te veo mamita, mi reinita, mañana te veo.

Entre a mi cuarto, me tire sobre mi cama, me sentía alterado, excitado, frustrado, ya la tenía, faltaba poco, abrí una cerveza, y bebí media botella, Nada, ella encerrada en su cuarto, tan alterada como yo, había logrado encender sus sentidos, logre calentarla. Yo no podía conciliar el sueño, mis dedos olían a su sexo, al sexo de mi madre, a su excitación a su desesperación. A su deseo insatisfecho. No se a que hora me quede dormido.

Al día siguiente me levante tarde, era sábado, no tenia por que salir de casa, recordé cada detalle de la noche anterior, tenía hambre, pero no me atrevía a salir siquiera de mi cuarto no sabía como afrontar la situación, aunque deseaba verla, sentirla cerca de mi. Cuando bajé al comedor ahí estaba ella, con unos jeans y una blusa muy cubierta, sin embargo se notaba su maravilloso cuerpo,

Hola Mamita, buenos días como dormiste.

Buenas tardes querrás decir cariño, son las dos de la tarde, yo me levante como a las doce, ya hice jugo, corte fruta, y cocine una guisado sabroso, amor, siéntate a desayunar.

Al parecer no quería dar importancia a lo sucedido la noche anterior, se notaba desvelada, su cara triste tal vez por lo ocurrido anoche, quizá estuvo peleando con sus principios, ella estaba dispuesta, caliente deseosa, pero al final nada.

Te pregunté como dormiste mamita,

Bien hijo, caí en la cama y dormí como una bebé.

No era verdad lo que me decía, la había escuchado dando vueltas en la cama, luego escuché el ruido del agua de la regadera, de seguro se metió bajo el agua fría, luego de eso todavía la escuche dar vueltas en la cama. Luego me puse a ver una película, estaba tan excitado, mejor la apague, y me masturbe pensando en ella, en la mujer de mis sueños.

-- Hijo, voy a salir.

-- Espera madre, cierra los ojos, y ven para acá

La tomé de la mano y la conduje al estudio, para que viera lo que le tenía.

-- Que hermosas flores, gracias hijito,

-- Mamita linda, muchas felicidades, quiero festejar tu cumpleaños, ya que Eduardo no va a estar ya hice una reservación en ese restaurante que tanto te agrada, para invitarte a cenar. Que te parece?

-- Oh cariño, te acordaste, yo hubiera querido que estuviera Eduardo, pero ya ves.

-- No te preocupes mamita, yo te voy a agasajar, mejor que como lo haría el fantasma.

Esto lo dije con doble sentido, por una parte Eduardo nunca estaba, y por otra nunca la complacía sexualmente, y yo si estaba en disposición de agasajarla en las dos formas. Claro, que en esta ocasión si la dejaría totalmente complacida.

A las nueve de la noche, mamita, así que debemos salir a las ocho treinta, te pones bien bonita mi reina.

Ya no dije nada mas, intenté darle un beso en la boca, ella volteo la cara ofreciéndome su mejilla.

--- >Hoy vas a caer vas a ver mamita linda, hoy caes a como de lugar, pensé para mi.

A las ocho treinta en punto de la noche estaba listo para salir, esperándola, sentado en un sillón que está precisamente bajo la escalera, quería verla bajar, preciosa, linda, yo desesperado, pensando que se arrepentiría en el último momento, diez minutos y nada, por fin la ví parada en el descanso de la escalera, mirándome, quien sabe que estaría pensando, quizá estaba tomando su última decisión.

Por fin comenzó a bajar el último tramo de la escalera, se veía encantadora, con ese vestido que dibujaba su figura, sus piernas se marcaban perfectamente en la delgada tela, se podía admirar el nacimiento de sus senos por lo descubierto de su vestido,

Mamíta hermosa, te está esperando tu hijo, deseoso de complacerte en todo. Hoy en este día tan importante.

Gracias cariño,

La tomé de de la mano, y caminamos hasta el auto, abrí la puerta, al ocupar el asiento pude ver sus hermosa piernas, su falda tan cortita permitió ver sus muslos, sus deliciosos muslos, tome al volante, conduje entre el transito, hasta llegar al restaurante, nos esperaba una reservación en un lugar agradable, en una mesa alejada de las vistas, con música, buen vino y una buena cena.

La atención por parte de los meseros fue de primera, , un conjunto de cuerdas toco varias melodías en la mesa, mientras una jovencita muy linda se acerco con un ramo de rosas rojas, ordenadas para ella, platicamos de nuestra vida, me contó sobre parte de mi infancia, muy sonriente, estaba feliz, liberada de prejuicios, se veía radiante, hermosa, el vino la había desinhibido y reía alegre, con una risa cristalina, con una sonrisa encantadora, sus hermosas tetas se marcaban contra el escote generoso y la delgada tela de su vestido, mi mirada se fijo en ellas, no podía dejar de admirarlas, ella se dio cuenta que la miraba,

--- Cariño, no mires así a tu madre. No es correcto.

--- Mamita linda estas preciosa.

--- Gracias cariño, y gracias por esta celebración

Me acerque a ella, le ofrecí mis labios, ella correspondió con un beso pequeño, tímido, la tomé por su cuello, abrí mi boca, le ofrecí mi lengua, y la acepto. Nos besamos con pasión, con deseo, dije al oído

--- Vamos mamita, quiero que disfrutes de tu día en otro lugar…..

-- Hay hijito, estoy cansada, me gustaría descansar.

Pague la cuenta, y salimos le dije que la llevaría a un lugar que le iba a agradar y conduje el auto entre el escaso trafico de la ciudad, eran las 11.30 de la noche cuando llegamos a un centro nocturno. Le entregue las llaves del auto al Valet Parking, y me apresure a abrir la puerta para que mi madre saliera, no pude evitar poner toda mi atención a su salida, y como es natural con esas faldas tan cortas, pude ver su cosita linda, enfundada en su minúscula tanguita. Pase la lengua por mis labios, acción que no paso por ella desapercibida. Solo se sonrio.

Entramos al antro, el ambiente apenas se comenzaba a poner bueno, pedí una mesa en un lugar tranquilo, discreto. Un mesero nos atendió y nos pregunto

---- Que va a tomar la señorita? Y se atrevió a decir…. --- con todo respeto joven, que linda está su novia.

Los dos sonreímos por la ocurrencia del mesero, y le pedimos unas cervezas.

Cariño, yo creo que debemos dejar de hacer cosas que nos dañan. Hoy mismo hace un momento, nos besamos, y pues creo que debemos dejar de hacerlo bebe, yo se que estás en la edad de ese tipo de deseos, quizá mas tarde te encontraras una chica con quien estar. También creo que tus revistas y tus películas debes guardarlas en un lugar donde tu sepas, que las disfrutes pero tu solito ya te había echo esa recomendación. No esta bien que mami las vea.

--- A propósito de películas, mamita, viste la película de TABOO, verdad? Te gusto? ….

--- No cariño, nunca he visto una película tuya,

--- Mamita, yo la deje en un punto y la encontré finalizada, te gusto?

Al decir esto, agarre su mano, me la lleve a la boca y mordí sus deditos, luego me acerque a ella y le di un beso pequeño en la boca, ella correspondió con otro igual…

--- Que sentiste cuando la viste? se mojo tu partecita. Te excitaste. Te agrado?

---- Que cosas preguntas hijo, son cosas íntimas solo mías, que a nadie platico.

--- Pero yo soy tu pequeño, tu bebito a mi platícame,

No la deje contestar, ven mi reina, vamos a bailar, le retire la silla, ella caminó delante, mi vista se posó en sus nalgas enfundadas en la delgada tela de su vestido que delineaba perfectamente sus nalgas. En la pista, la tome en mis brazos, la música invitaba a bailar muy juntos,

La miré directamente, mi boca se posó en la de ella, con un beso cálido apenas perceptible, ella me dijo al oído, gracias mi amor por todo. Entonces volví a unir mi boca a la de ella, ahora abierta, ella correspondió cerrando sus ojos, puso ambas manos sobre mis hombros, yo la tomé con mis dos manos por la cintura, pegándola estrechamente a mi cuerpo, solo nuestras ropas nos separaban. Sentí sus senos en mi pecho, su perfume, su piel, la cercanía de su cuerpo todo eso embriago mis sentidos, me excito, ella estaba nerviosa, temblorosa, excitada, nuestras mejillas se pegaron.

Al terminar la melodía nos fuimos a la barra por una copa tomados de la mano, ahí mientras nos atendían nos volvimos a besar, la conduje a nuestra mesa tomándola por la cintura, muy pegada a mi cuerpo, ocupamos nuestros asientos, yo acerque mi silla a la de ella para quedar muy cerca, me dijo que hacía tanto tiempo que no disfrutaba de un momento como ese, que se sentía feliz, que Eduardo la tenía abandonada, Que yo llenaba su vida vacía, continuamente acercaba mi cara hacía ella, y ella cerrando los ojos, me ofrecía su boca, me acerque aún mas a ella, la abrace, y busque su boca, en un beso, profundo, ella me abrazó y correspondió de la misma manera.

Acerque mi mano a su rodilla, trate de meterla entre sus piernas, las cerro, de todas maneras la metí sobre sus piernas bajo el vestido, lentamente sintiendo la tersura de su piel. sintiéndola vibrar por mi caricia, bese su cuello, sentí que se estremeció, fue entonces cuando abrió sus piernas, ¡ que delicia, ¡ introduje una mano, sintiendo lo calido y el temblor de sus muslos, avance en mi intromisión, llegando al punto exacto de su intimidad, que sabroso, que delicioso, nunca como ahora había sentido el palpitar de la parte mas intima de su ser, estaba húmeda, caliente, deseosa.

--- Ho cariño, no le hagas eso a tu madre, no por favor.

--- Mami, se que lo necesitas, y sabes que? Yo también lo deseo.

--- Si mi amor, pero esto no puede ser, por favor no me obligues, no sigas.

Pedí la cuenta, luego que la cubrí, le dije al mesero que pidiera mi auto, y espere un tiempo prudente,

Vamos mamita, abrazados nos dirigimos a la salida, abrí la puerta del automóvil, ella ya no se preocupo mas por la falda, esta permitió ver totalmente sus piernas sus muslos, ella sonreía muy liberada, no quise perder tiempo, me dirigí a casa, al cambiar de velocidad, no perdía la oportunidad de tocar sus muslos, en los altos la besaba abriendo la boca, ardientemente. Todavía alcanzo a decirme.

----- Recuerda amor que soy tu madre..

---- Claro, se quien eres, y metí mi mano entre sus piernas., ella permitió que lo hiciera.

Llegamos a casa, me apresure a abrir la puerta del carro, me agaché y la bese, un beso rápido, pequeño, acepto mi beso como su amante, un luego salió nos abrazamos, ya no tenía prisa, me sentí dueño de la situación, los dos solos en casa, embriagados de pasión, deseosos de tenerse uno al otro, deseos de disfrutar el sexo prohibido, el sexo mas rico.

La tome en los brazos, entre con ella a la casa, pase por la cocina, tome una botella de vino chileno, dos copas, y subí directamente a su recamara. Puse el vino y las copas sobre una mesita y a mi amada sentada en un sillón, ahí se veía hermosa, destape la botella de vino serví dos copas,

--- Salud mi amor, le dije ofreciéndole una copa y ocupando un lugar a su lado

--Por favor querido, me siento apenada…...

--¿Por qué Mi reina? , si los dos nos necesitamos, los dos nos deseamos, tu prácticamente no tienes marido, y yo, solo te tengo a ti y te deseo, y me gustas, no sabes cuanto.

--- Si cariño, lo se, pero esto no puede ser.…….

--- No la deje continuar, selle su boca con un beso húmedo, profundo desesperado, mi lengua buscó su lengua, mientras mi mano acariciaba su gatito.

--- Pero hijo, esto no puede seguir. Yo no se…… me siento…….

--- Si mi reina se como te sientes, te sientes excitada, estas húmeda, deseándome, deseando amarme, deseando sentirme dentro de ti. Verdad mamita? Verdad que me deseas?

Ella solo afirmo con la cabeza, me miro a los ojos, y me beso, a los ojos, un beso interminable, el primero que ella me daba por si misma, sin que yo le lo pidiera, fue entonces cuando me dijo.

--- Si amor, lo reconozco te estoy deseando,

--- Desde cuando mamita, linda desde cuando me deseas.

--- Desde la noche que nos vimos en la cocina. No se como me aguante esa noche, estaba muy excitada.

--- Eso es muy bueno, cariño, eso significa que mis caricias te excitan mucho, verdad?

--- Si, tus caricias, y tus miradas, y tus revistas y las películas, todo eso me tiene al borde de la locura.

Ya no dije nada, cualquier cosa salía sobrando, la mire a la cara directamente, pase mis manos entre su pelo, acaricie su cara, con un dedo dibuje su boca, ella la abrió y me lo atrapo entre sus dientes, me lo mordió y luego como si fuera una paletita lo estuvo lamiendo, chupando.

--- Oh, mi amor, delicioso, me dijo, tiene un delicioso sabor a mi sexo.

--- Si, madre es el sabor de ti misma.

La abrace, con mis fuertes brazos, pero lo mas tierno que pude, toque su nuca, y recorrí su espalda, la tome por su cintura, ahora no tenía prisa, debería ser yo mismo, con pasión, demostrarle mi deseo contenido por tanto tiempo. Nuevamente la bese, ahora con un beso tierno, apenas perceptible, ella correspondió de la misma manera, cerro los ojos, abrió la boca y yo metí mi lengua. Ella la chupo la mamo, la disfruto, todo con los ojos cerrados.

Suavemente, pose mi mano sobre sus rodillas, sin forzarla introduje mis manos entre sus piernas entonces puede palpar sus temblorosos muslos, tibios, deseosos de ser acariciados y después mis manos llegaron al rincón húmedo y sensual de su sexo, tan deseado por mi cubierto por su húmeda pantaleta. La acaricié suavemente, disfrutando, su calor, su deseo, su frenesí, ella cerro los ojos, disfrutando la tan anhelada caricia, tanto tiempo olvidada, tanto tiempo sin ser tocada. Nuevamente bese sus labios, acaricie sus tetas deshice los nudos de su vestido y observe sus senos, cubiertos apenas por el pequeñísimo bra transparente, hermosas, deliciosas. Puse mi boca sobre el pezón de uno de sus senos, ella misma se quito el sostén, entonces pude acariciar con mis dos manos sus hermosos senos. Y lamer, y degustar

---- Oh, si mi amor, que rico, me encanta.

---- A mi más, mucho más madre, me fascina.

---- Lo se tontito, siempre veo que insistentemente pones tu vista sobre ellos. Te he sorprendido muchas veces.

---- Espera mamita, deseo hacer algo, siempre lo he deseado.

Me levante de donde estaba sentado, luego me hinque, con mis manos abrí sus piernas, alce la vista para buscar su aprobación, solo cerro los ojos, y se dejo conducir por mi bese sus piernas sobre sus medias, y luego avance besándola entre sus muslos, hasta que llegue al final de sus medias, más adelante solo su piel, su piel desnuda, el olor de su excitación llegó hasta mi nariz, olía a hembra excitada, a hembra deseosa, a hembra caliente.

Ahí sobre su cosita sabrosa y olorosa, puse mis labios, lamí sobre la delgada tela de sus bragas, solo eso me separaba de mi trofeo, entonces lleve mis manos hasta el elástico de sus micro calzones, ella misma me permitió que lo hiciera levantando sus caderas. Ya, por fin, ahí estaba, su sexo, su delicioso sexo, lo que tanto soñé, lo contemple, lo disfrute con el sentido de la vista, lo veía palpitar, con el sentido del olfato, olía su excitación y con el sentido del gusto, lamí, chupe, metí mi lengua en entre los labios de su sexo, toque con la punta de mi lengua su clítoris, puso sus manos sobre mi cabeza, animándome a continuar, lame, titile su clítoris, metí, me lengua entre los pliegues de sus labios sexuales. Yo disfrutaba de eso, ella también se retorcía, rico, sabroso. Sentí lo húmedo de su sexo, su desesperación, su deseo de terminar en un sabroso orgasmo. Entonces me levante, la tome con mis brazos levantándola y la conduje hasta su propia cama….

--- Oh, amor, que vas a hacer, creo que ya llegamos demasiado lejos, no crees?

--- Claro, ya llegamos demasiado lejos, mi amor, y lo que nos falta vas a conocer.

Ya sobre su cama desabotone su vestido, se lo retire por encima de la cabeza, sacudió su cabellera con esa gracia muy propia de ella, mis manos temblaban cuando desabroche su brasier, sus tetas cayeron con esa gracia natural , esplendidas, adorables, hermosas. El color rojo de sus pezones, denotaban su excitación. Tendida como estaba, me hinque entre sus muslos, mire su cara, su cara expresaba el deseo incontenido por tanto tiempo , así como estaba me incline hacia su cuerpo, bese su cuello, me baje a sus tetas, las acaricie con ambas manos, introduje mi cara entre ellas, restregué sus tetas contra mi cara, lamí sus pezones, y luego los mordí.

Lamiendo su cuerpo me fui bajando, bese su estomago, abrí sus muslos delicadamente, y lamí su pubis, durante un instante me quede viendo su bello púbico ensortijado, con delicadez abrí los labios de su sexo , Por instinto se lo cubrió con las manos, y dijo:

---- No, Alberto No lo hagas, no eso no, hijo por favor no hagas algo que nos podamos arrepentir.

Yo estaba seguro que ella lo deseaba, de no ser así, no me hubiera dicho aquello, hubiera dado por terminado eso. La mire a los ojos, busque su aprobación, no para que me dejara continuar, sino por el morbo de saber que ella quería que continuara con lo que hacíamos. Delicadamente separe sus piernas, en ese momento ella las flexiono y retiro sus manos, si, quería, lo estaba deseando, lo necesitaba urgentemente.

Hincado frente a ella metí mis manos bajo sus nalgas, metí mi cara entre sus piernas flexionadas, y toque con la punta de mi lengua su clítoris. Sentí que su cuerpo se tensó, luego lamí entre sus labios, metí mi lengua en su vagina, lentamente, poco a poco, hasta que se fue toda.

---- cariño, cariño… oh, que sabroso.

Ahora, era el momento, la deseaba, quería sentirme dentro de ella, me levante, me monte sobre ella.

Apunte mi miembro, en la entrada..

----- Eso si no Alberto….. no lo hagas.

Ella lo quería, sus palabras solo eran un reflejo de su deseo, de su angustia por tenerme dentro de ella, … lo deseaba, lo necesitaba, cogí mi verga y la restregué entre sus piernas, la acerque a su sexo, ella misma abrió los labios de su sexo, jugué con el en su entrada, con su clítoris, que rico, ahora estaba ahí dándose a mi, a mi cuerpo, a mi mente a mi deseo. Oh, que hermoso, que linda que sabrosa, lentamente fui entrando en ella, disfrutando de cada instante, disfrutando del calor de hembra caliente, sabrosa, deseosa.

Metí mis manos bajo sus nalgas, para dirigirla, para penetrarla intensamente lentamente me fui introduciendo en ella, mire la expresión de su rostro, era de deseo, de gozo de satisfacción, la jale por las nalgas, la obligue a que mi verga entrara completamente dentro de ella, ya lo había logrado, era mía y yo de ella, de hoy en adelante podría disponer de mi como quisiera, oh, que rico, que sabroso, ella me disfrutaba y yo la disfrutaba a ella.

Nos rodamos sobre nosotros mismo, ahora era ella quien me montaba, abrí sus piernas y la obligue, a ensartarse agarrándola por la cintura la dirigía, lentamente la iba dejando caer, lentamente, se tendió sobre mi y me ofreció su boca nos besamos intensamente, buscamos nuestras lenguas.

---- Alberth me dijo, que rico, estoy a punto de venirme.

---- Yo también mi reina, pero te espero, vente mamita, vente.

Sentí como se tensaba, escuche, su voz, su agitación, su desesperación por venirse, hasta que lo logro.

---- oh, cariño, que rico, me dijo, que sabroso.

---- Mamita, yo también, me voy a venir.

Y de esa manera, me vine, bien rico, bien sabroso, ahí, tensé mi cuerpo, busque su boca en el momento que eyaculaba, eyaculaba dentro de ella…….

Papito, papito sabroso.

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