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Con mi mejor amiga (casada)

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Hola:

Me llamo Raúl, y quería contar una historia que tuve hace varios días.

El caso es que fui a la casa de mi amiga como hago siempre.

Al entrar, como de costumbre, cuando voy a visitarla, me invita a que me siente al gran sofá de cuero que tiene en el salón con suelo de parquet, y me ofrece algo para picar o alguna bebida, después de lo cual se sienta a mi lado y charlamos de cosas.

Me senté en el sofá, hundiéndome en el acolchado y un ruidito típico de la piel al sentarte, cuando ella me ofreció una copa de vino italiano que le habían regalado hace poco. Al venir con las dos copas, que puso en una mesita redonda al lado del sofá, se sentó y en ese momento vino su aroma de su perfume mezclado con el olor de su piel bronceada y, me hizo verla con otros ojos, desprendía un atractivo irresistible. Llevaba un vestido corto ajustado con unas medias que se ajustaban al contorno de sus piernas. Ella empezó a hablar pero yo solo podía escuchar el tono de su voz, que era dulce y a la vez profundo. No podía apartar mi mirada de ella sobre todo de sus ojos. No pude resistir e intente besarla, pero ella aparto sus labios diciéndome ¿"pero que haces?" pero yo no le hacia caso, por lo que empecé a acercarme a su oreja rozando su piel con mis labios carnosos agarrándola suavemente de su cintura. Al besarla detrás de su oreja sentí como su respiración se hacia mas frecuente y fuerte y la fuerza de la mano con la que me empuja contra mi pecho cesaba poco a poco. Inhalaba el olor de su sedoso pelo mientras me deslizaba con los labios y la punta de la nariz por su frágil cuello, ella forzada intentaba decir que parase pero su cuerpo me decía lo contrario, su mano cedió y me agarro la espalda mientras la otra pedía que acariciase sus piernas. Sentía que mi corazón latía cada vez mas fuerte y su respiración se hacia mas fuerte y profunda cada vez que la besaba, yo seguía bajando de su cuello acercándome a su pecho y con la gran palma de mi mano deslizaba lentamente su fino vestido por su muslo.

Oía como me decía a través de gemidos que no deberíamos seguir pero sabia perfectamente que lo deseaba. Me agarraba la espalda y el pelo mientras se erguía y doblaba su cuello hacia atrás, pero ahora me pedía que siguiese. Notaba que su piel se erizaba cuando me acercaba a sus senos desnudándolos del vestido y de su sujetador rojo. Notaba como sus músculos temblaban tímidamente mientras acariciaba apasionadamente el interior de sus piernas, Cuando toque sus braguitas, de donde asomaban sus hinchados labios, note que estaban mojaditas para mi lo que me excito mucho más. Empecé a masturbarla suavemente a través de sus braguitas que cada vez se empapaban más y más. Ella me besaba y no quiera soltarme. Mi pene se puso duro y largo y se mostraba con un enorme bulto en mi pantalón vaquero que rozaba con fuerza contra sus caderas. Estaba ansiosa por que la penetrara, pero la hacia esperar a posta para que se pusiese mas excitada. Pero los suaves tactos se hacían cada vez con más fuerza. Nuestros cuerpos se rozaban con fuerza el corazón palpitaba, hasta que le di bruscamente la vuelta la apreté fuerte contra la pared cogiendo su mandíbula y cuello con mi brazo musculoso y la penetre profundamente sorprendiéndola con mi erguida y enorme verga haciéndomelo saber con un fuerte y largo gemido " ahhhhmmmmmmm". En aquel momento fue como si nuestras almas se fundiesen y el tiempo no existiese solo éramos ella y yo.

¡¡Desde entonces me invita todos los días!!

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