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Mi mujer entregada a mi empleado (y 3)

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Mi mujer y yo a partir de ese día ganamos en cuanto a relaciones sexuales, aunque a mi, tengo que reconocer que cada vez que la follaba me venia a la cabeza si pensaba en el sexo con migo o con Luis, lo cual me producia una sensación entre celos y excitación. ¿Que pasaba si ella se enamoraba mas de Luis que de mí?, o tal vez queria mas su polla que la mia... Tuvimos tiempo para hablar sobre esos temas que me asaltaban y creo que esos dos días (lunes y martes) los dedicamos casi en exclusiba a reafirmar nuestro amor y dispersar nuestras dudas. Si que ella me confeso que tenia la fotografía de la polla de Luis todo el día en la cabeza, pero que al ser novedad y una experiencia reciente hasta sería normal. Llegado el miércoles le dije a mi mujer que me acompañase a nestra sede de Zamora, pues tenia que hablar con Luis sobre todo lo relativo a la distribución y logística, pues se hacercaba el verano y crecian considerablemente los pedidos y con ello el reparto de mercancias tanto en España como fuera. Aprobecharía tambien para hablar con Luis sobre lo sucedido, lo cual en un principio a mi mujer no le hacia gracia pues podia ser contraproducente contarle nuestro secreto, a lo que yo le dije que una vez satisfecha mi curiosidad inicial viendo a mi mujer follando con otro, no me conformaba ya con ser un mirón, sino que queria ser partícipe. "o sea me dices que seria follada por los dos" me dijo mi mujer. "¿No te parece bien?" le pregunté. "Por supuesto que sí. me encantaria, siempre y cuando me prometas que no será Luis quien me de por el culo, no aguantaría esa polla en mi trasero". "Eso está hecho, a no ser que tu lo pidas...y mucho me temo que la querras probar". "No, esa polla no la quiero en mi culo me destrozaría".... Estas conversaciones nos excitaban a ambos y era normal que despues de mantenerlas acabáramos follando como cosacos.

El miercoles tal y como habiamos acordado nos desplazamos a Zamora (tengo que aclarar que no es a Zamora capital, sino a un pueblo bien comunicado por autovias a diferentes puntos de España). Luis al vernos se alegró y tras los saludos de rigor con un par de vesos en las mejillas a mi mujer, Luis y yo nos fuimos a revisar las naves aprobechando la visita y organizar ciertas cosas, espacios y almacenaje, así como informarle para que contratase mas personal en las próximas semanas, con ciertas características y perfiles. En fin cosas del negocio que nos ocuparon mas de una hora. Mi mujer entretanto paseaba por las naves observando. Me dí cuenta que Luis no le quitaba el ojo de encima, lo cual me exccitaba. Al final le dije que iríamos a su oficina y allí acabariamos de hablar mas tranquilamente sin ruidos y sin alboroto. Allí los únicos que tenían oficina eran Luis como encargado y un despacho al lado con un par de oficinistas.

Luis nos hizo pasar, y pretendia que yo me sentase en su silla, lo cual decliné. Observé que su despacho era bastante simple, no tenía sillones, ni mesa para reuniones informales, ni tan siquiera cafetera y un mueble bar, lo cual tenía que resolver tan pronto como llegase a casa, así se lo hice saber.

Observaba como miraba a mi mujer y como esta se sonreia ante sus miradas, se le veia muy cortado al estar delante de mi mujer y de mí.

Nos sentamos en aquellas incómodas sillas y sin mas rompí aquel silencio forzado. "Bueno Luis... Y ahora dime "¿Que tal te lo pasate con mi mujer?". Observe como Luis se puso totalmente rojo que creo que casi le da un ataque al corazón "¿Seras bruto?" me contestó mi mujer dandome con su bolso en el brazo, yo me reí y continue "Verás Luis, no pasa nada, lo que hicisteis mi mujer y tu el sábado pasado, fué consentido, y yo estaba allí viendoos", dicho esto creo que  Luis comenzó a respirar de nuevo y con una sonrisa contesto "a bueno, si es así ya quedo mas tranquilo, te gusta ser un cornudo mirón", mi mujer y yo nos quedamos sorprendidos al ver con que desparpajo soltó tal aseveración y mas cuando mirando para ambos se sonrió. "¿no te sorprende?" le pregunto mi mujer. "Pues la verdad es que no, si me ha sorprendido que me hubieseis engañado, pero por lo demás no... vereis una de las causas por las que yo nunca me he casado ni he tenido pareja normal es por que desde hace años yo me gano muy bien la vida siendo corneador"... Mi mujer y yo teniamos cara de paletos pues no sabíamos de lo que nos hablaba "¿Os sorprendeis?... Corneador es el que se monta a la mujer de otro mientras su marido el cornudo mira, participa, o simplemente consiente. Como habreis visto tengo buena herramienta para ejercer ese oficio y tengo varios clientes fijos, lo que pasa que casi todas las mujeres son ya mas metidas en años, pero bueno tambien me va bien de puto, en ese mundillo tengo cierta fama... Lo que no me esperaba es que vosotros formaseis parte de este mundo"..."Pues no la verdad", dijo mi mujer saliendo aun de su asombro "el sábado fué la primera vez que lo hicimos", "Bueno el hecho es que la experiencia nos gustó y quisieramos repetir, pero ahora ya sin tapujos y queriendo yo participar en la fiesta" continué explicando yo "pero bueno si tu eres un profesional de esto, me imajino que no tendrás tiempo o no tendrás ganas de tener mas matrimonios en tu ajenda"... Mi mujer puso cara de tristeza, creo que soñaba con volver a tener aquella polla y no se planteaba otra alternativa.

"Todo lo contrario" continuó Luis, "ahora sabiendo que es algo consentido y buscado, me satisface el saber que no te puse los cuernos a escondidas, pues esto no me satisfacía nada. Tu mujer es una gran mujer en todos los sentidos y folla de 10, con lo cual yo estaría dispuesto incluso a cancelar todos los demas compromisos, con tal de poder follarmela sin tapujos, pues me encantais ambos, tu como amigo y jefe y tu mujer como amante"... Dicho esto nos incorporamos, nos fundimos en un profundo abrazo los tres y quedamos para el sábado. Luis nos acompañó hasta el coche, no sin antes tener una larga conversación, que nos excitó a los tres. Cuando ya estábamos en el coche Luis por la ventanilla nos dijo "Bueno pues lo dicho, el sábado nos vemos" y dirigiendose a mi mujer "preparate para gozar como nunca lo as hecho, te vamos a dejar exausta, vas a vivir experiencias que ni habias soñado y tú (dirigiendose a mi), no te la folles hasta el sábado, por muchas ganas que tengas, que vas a necesitar fuerzas para aguantar varias corridas"... Los tres no reimos y yo como despedida dije "si pero guardando las distancias tu y yo, nada de mariconeos, solo follandonos a mi mujer". "No aceptaría lo contrario, te lo aseguro... Ahí que ganas que llegue el sábado"... "¿Y por que no puede ser antes?" preguntó mi mujer... "Imposible, hay mucho trabajo aquí y ahora mismo me sería imposible abandonar mi puesto, y si no que te lo diga tu marido"... "Así es, hay mucho trabajo y no podemos abandonar la empresa por los placeres, pero si ves que el trabajo lo permite puedes venirte el viernes"... "Ya veremos, pero va a ser dificil".

Y  así fué, el trabajo no permitió que Luis pudiese abandonar su puesto antes del sábado, para entonces mi mujer ya habia dispuesto todo para pasar un fin de semana de fábula, le habia dado permiso al servicio hasta el lunes, dejando eso si la despensa y la nevera bien probistas de comida y otras viandas. El bar bien repleto, yo por mi parte le hice caso a Luis y no habia follado a mi mujer pese a que los dos teníamos unas ganas locas, aunque mi mujer si que se hizo alguna que otra paja, aunque procuró que no estuviese yo delante para no excitarme.

Y llegó el sábado. A las 10 de la mañana ya estaba Luis tocando el timbre. Le abrió mi mujer y lo introdujo hasta la salita donde yo estaba leyendo el periodico mientras desayunaba. Nos saludamos y mientras tomábamos nuestras viandas se hizo un silencio sepulcral, los tres sabiamos por que estábamos allí,  pero por un momento nadie se atrevía a dar el primer paso. "parecemos niños en la primera cita" dijo mi mujer y los tres nos reimos a carcajadas. "No tengamos prisa, por que de lo contrario estaremos agotados hantes de haber disfrutado todo lo posible" dijo Luis, y continuo "si me haceis caso, ahora podiamos salir a tomar algo los tres justos, hasta la hora de comer y ya despues veremos lo que hacemos". Mi mujer y yo nos miramos casi extrañados pues contábamos con entrar ya a saco, a mi incluso me dolian los huevos de tanto reprimir mis espermatozoides y no darles salida, pero así lo hicimos.  Recorrimos tres bares, yo abrazado a mi mujer y Luis a nuestro lado de forma discreta sin hacer el mas mínimo ademán de cariño con mi mujer. La discrepción era total.

Comimos y despues nos tomamos un café y unas copas, a verdad que la sobremesa trascurrio de lo mas normal del mundo, no hicimos ninguna mención al sexo ni a lo que se abecinaba, estábamos tan entretenidos que se nos pasaron un par de horas sin darnos cuenta. Fue Luis quien comenzó a romper el hielo, se sentó junto a mi mujer poniendole una mano en la pierna y frotandosela de arriba a abajo mientras seguiamos conversando. Tengo que decir que mi mujer se habia puesto una minifalda piselada, una camisa amplia que le dejaba ver el canalillo de las tetas. Poco a poco Luis iba subiendo mas hacia la entrepierna de mi mujer, mientras con la otra mano le rodeo por encima del hombro dejando colgada la mano a la altura de su teta izquierda la cual comenzó a magrear al poco rato, como quien no quiere la cosa, siguiendo con la conversación como si tal cosa. Yo ya me empezaba a empalmar, mi polla ya pedia ser liberada, pues no entraba entre el pantalón y el calzoncillo.

Mi mujer le tomo la mano que tenia en su teta y le acompasaba en los movimientos, mi mujer quiso darle un veso en la boca a Luis, pero este se retiro diciendole "tranquila zorrita, aquí no tienes tu la iniciativa" mi mujer y yo nos quedamos cortados "¿como me has llamado?", "¿Es que estas sorda?... Hoy serás nuestra zorrita, nuestra puta particular y nos vas a servir en todo lo que te pidamos...  y sin rechistar" Ni mujer no salia de su asombro, yo por mi parte me estaba excitando a mas no poder "Pero es que... esas palabras me parecen muy groseras" le dijo a Luis casi ofendida "Mira la putita que refinada nos salio, grosero va a ser el ver tu boca llena de mi polla, tu culo y tu coño cubierto por dos pollas que te van a taladrar hasta que grites de placer, o ver como te vas a atragantar cuando me corra en tu boca" y dicho esto la apretujo contra él metiendole la lengua hasta la garganta. Yo ya no me pude contener mas, baje la cremallera del pantalon y mi polla salio como si tuviese un resorte por fin estaba libre. Comencé a tocarla y Luis al verme cogio a mi mujer por los hombros, la puso de rodillas junto a mi y sin mediar palabra la cogio por la nuca haciendo que mi polla entrase en la boca de mi mujer de una sola embestida. "Por el momento vete haciendo boca, chupandole la polla a tu maridito" mientras mi mujer mi chupaba la polla, Luis detras de mi mujer comenzó a magrearle las tetas, le quitó la camisa y despues muy despacio el sujetador que dejaron libres aquel par de tetas con unos pezones bien hinchados y que denotaban el estado de excitación de mi mujer.

Luis con una mano en la nuca la empujaba hacia mi polla la cual se perdia por completo en su boca, lo que le produjo un par de arcadas y le hizo soltar un par de lágrimas. Con la otra mano libre le apartó el tanga y comenzó a frotarle el clítoris. Al poco le retiró la boca de mi polla "ya basta no valla a ser que se nos corra ya el patriarca". La puso de rodillas mirando hacia el quien en un momento se habia desprendido de su pantalón y clazoncillo dejando aquel cacho nabo al descubierto, bien erecto y dispuesto para la batalla. Lo cogio con una mano y comenzó a azotar a mi mujer en la cara, esta intentó meterselo en la boca pero Luis se lo impidió "tranquila, sin prisa que ya tendrás tiempo de gozar de él". contunuo dardele golpecitos en la cara mientras le manoseaba las tetas. Le puso una mano sobre mi polla y comenzó a masturbarme "despacito, hazle una paja pero despacito, no se balla a correr". Al poco cogio a mi mujer y la sentó en el sillón yo me quedé solo en el otro, Luis se puso a su lado, mi mujer le cogio la polla y comenzó a masturbarlo con ambas manos. Luis  la apartó "vamos poco a poco, no os preocupeis, y no desespereis, el placer al final será mas salvaje. La pena es que no tengamos juguetitos para seguir con los preambulos". Mi mujer se lebantó y al poco regreso con un par de consoladores de los del culo y un par de dildos, que son consoladores pero de mayor tamaño, asi como lubricantes de sabores... "¿Te sirve esto?" dijo poniendo su mercancia encima de la mesilla. "Uaaau estupendo, mira tu mujer que bien servida está, como disfrutarás con estas pollas de plástico zorrilla, Con esto y nuestras pollas vas a correrte mas veces de lo que piensas".

Mi mujer se sento de nuevo y Luis comenzó a magrearle las tetas con una mano mientras con la otra le comenzó a hacer un masaje en el clítoris. Mi mujer cada vez se abria mas de piernas. "Lubrica bien esos consoladores" me dijo Luis mientras seguia excitando a mi mujer, Yo me puese a la tarea y lubrique todos, pues no sabia los  que queria usar. La tumbo en le sillón y comenzó a meterle uno de los pequeños, mi mujer comenzaba a tener espasmos, pero cuando Luis notaba que se iba a correr se lo retiraba. Esperaba unos instantes y retomaba ahora con otro de mayor tamaño, hasta que lo tenia totalmente metido en su coño. Le dio unas sacudidas para dentro y para afuera y despues cogio otro de los pequeños, yo creí que se lo iba a meter por el culo, pero nada de eso, se lo introdujo tambien en el coño. Dejó los dos bien adentro, luego se hecho lubricante en llos dedos y comenzó a magrearle el culo hasta que le metió un par de dedos, cogio el otro consolador pequeño y poco a poco le lo insertó en el culo hasta el fondo y ahí se lo dejo. Cogio el otro consolador mas grande y sin mediar palabra le lo metio en la boca. "Que fotografia mas guapa tiene tu mujer ahora" así estuvimos contemplándola unos instantes, mientras los dos nos la meneabamos viendo a mi mujer con todos los consoladores en todos sus agujeros. Poco a poco y con calma le comenzó a retirar los consoladores dejando el mas grande que tenia en el coño con el cual comenzó un mete-saca cada vez mas rápido hasta que mi mujer tuvo un orgasmo. Luego la sentó de nuevo y nos quedamos mirándonos. "¿Por que no nos tomamos unos cubatas?" dijo Luis. Tanto mi mujer como yo no dabamos crédito ¿Como ibamos a parar ahora que estábamos tan excitados?, "No os preocupeis, la recompensa será mayor y de mejor calidad, hacerme caso, no tengais prisa, tenemos toda la noche para disfrutar. Dicho esto así lo hicimos, nos relajamos yo me tomé un barcardí con coca-cola, Luis un gin tonic y mi mujer una copa de Baileys.

Hablamos un rato y Luis nos contó algunas de sus experiencias sexuales, como la vez que lo contrataron en una despedida de solteras para follarse a la novia y acabó follándose a las cinco, incluida la madre de la novia, todas juntas queriendo chuparle la polla a la vez y compitiendo por cual seria capaz de meterse aquella polla mas adentro. La que ganó fué la madre de la novia, la cual le pidio discretamente el número de teléfono para otras ocasiones, pero se negó a dárselo hante los ruegos de su hija. Esto nos puso de nuevo a tono, decidimos irnos a la cama para estár mas cómodos. Retomamos los preambulos y ya por fin Luis se tumbó debajo, poniendo a mi mujer encima le comenzó a introducir aquel nabo en su coñó, comenzó a follarla rizmicamente mientras mi mujer hacia un juego de caderas  para que se la metiese toda. Luis me dijo que le lubricase bien el culo y así lo hice introduciendole dos dedos. cuando ya estaba bien lubricado comence a meterle mi polla poco a poco, mi mujer gemia, creo que mas de dolor que de placer. Juan se quedo quieto con su polla totalmente dentro del coño de mi mujer y me dijo que comenzase el metesaca yo, así lo hice, pronto aquellos genidos de dolor se convirtieron en gemidos de placer. Estaba a punto de correrme y Luis al notarlo me mando sacarsela comenzando el un rapido mete-saca que hizo que mi mujer tuviese un intenso orgasmo. Luis quitó a mi mujer de encima y la hizo ponerse a cuatro patas. La cogio por detras y de un empujón le metio la polla entera en el coño. yo me tumbe a la altura de la cara de mi mujer y esta comenzó a hacerme una mamada de capeonato, que hizo que toda aquella leche acumulada durante estos dias saliese toda a la vez, tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, y la corrida fué impresionante, mi mujer no fue capaz a tragarse todo lo que yo le descargué en la boca. "Joder, si te descuidas hechas mas leche que la central lechera asturiana, nunca habias tenido semejante corrida" dijo mi mujer. Luis tambien se corrio encima de la espalda de mi mujer esta vez mi mujer no se llegó a correr, Yo despues de aquello necesitaba un descanso, estaba exausto y no daba respirado de lo agotado que habia quedado. Luis se puso de espalda e hizo que mi mujer se la chupara.

El ver aquella polla que cubria toda la boca de mi mujer me daba placer, y pronto Luis estaba de nuevo dispuesto al juego. Tumbó a mi mujer en la cama y abriendola bien de piernas le metio la polla en el coño de una sola embestida. Mi mujer comenzó a suspirar de placer, no se reprimia y sus gritos no los disimulaba como otras veces, sabia que nadie la podia escuchar asi que dio rienda suelta a sus suspiros. Sus piernas comenzaron a conbulsionarse sintoma que tenía un gran orgasmo. Luis se sacó la polla y cogiendo la mano de mi mujer hizo que lo pageara, al momento se corrio encima de las tetas y la cara de mi mujer. De nuevo estábamos los tres tumbados boca arriba en la cama. Luis hizo notar que se nos habian quedado los juguetes en la salita, asique yo me lebante y fui a por ellos, cuando regrese vi que Luis y mi mujer estaban dandose un buen morreo mientras este le metia los dedos en el coño. Al verme llegar Luis cogió el lubricante y se lo hecho en la mano, continuando con el masaje de coño de mi mujer. yo me tumbé viendo bien de cerca como Luís le metia tres dedos en el coño, al momento cuatro, al poco cinco dedos. Luis luchaba por conseguir meter el puño, mientras mi mujer suspiraba entre dolorida y placentera. Comenzó un mete-saca algo mas rápido y al momento Luis forzó el puño y se sintio un plof, viendo como aquel puño se perdia dentro del coño de mi mujer la cual se conbulsionaba de forma esagerada, de nuevo gritaba de placer mientras Luis aceleraba mas y mas y yo de nuevo estaba ya bien armado. Pero no quería perder detalle de aquel coño y aquel puño. Mi mujer tuvo de nuevo un orgasmo, veia como un líquido blanquecino salia del coño de mi mujer, despacio Luis comenzó a sacar el puño y mi mujer hecho un buen chorro de líquido blanquecino y espeso devido al líquido orgásmico mezclado con el lubricante. A penas Luis acabó yo le puse la polla a mi mujer en la boca y esta comenzó a darme una mamada como nunca antes lo abia hecho. "¿Aguantas muchas corridas?" me pregunto Luis. "que va, apenas dos"... "pues entonces no te corras, reservate para mas tarde". Mi mujer se incorporó y dijo "Chicos no se vosotros pero yo estoy exausta, necesito un descanso".

Así lo hicimos, en pelotas nos fuimos a la salita y nos tomamos otra ronda, entretanto mi mujer se dió una ducha pues decia que estaba muy pegajosa, cosa que no era de extrañar. se presentó totalmente en pelotas. Luis me hizo notar lo buena que estaba mi mujer y lo bien que follaba. "¡Tienes una jolla". Mientras bebiamos Luis nos contó otra de sus experiencias. Como aquella vez que lo llamo una señora de Madrid, de alto nivel económico, recomendado por otra amiga. Esta mujer estaba dispuesta a pagarle lo que fuese, con tal que le sirviese en todos sus caprichos. La mujer ya tenia cierta edad (pasaria de los 60 años). Primero le hizo que le comiera el coño, luego que la follara como a una perra y después de correrse lo hizo esperar desnudo en una salita. La mujer al poco entró acompañada por un pastor alemán,  se puso a cuatro patas delante de él, al momento el perro se le subio encima y le metio la polla en su coño, mientras ella le chupaba la polla. Luis se corrio en su boca, pero ella le dijo que no se la sacara mientras el perro permanecia inmovil encima de ella, así estuvieron diez minutos hasta que el perro pudo separarse pues estaba enganchado por el nudo. La mujer le dijo despues que ella estaba bien servida con sus dos pastores alemanes pero que de vez en cuando necesitaba una polla humana. Le pago bien pagado y hasta hoy no ha sabido mas de ella. Aquella historia nos volvio a poner a tono y de nuevo volvimos a la cama. De nuevo ambos le metimos la polla a mi mujer yo por el culo y Luis por el coño, de nuevo llenamos a mi mujer de esperma y de nuevo yo tuve una corrida de campeonato.

Decir que en aquella noche no dormimos, yo aun conseguí correrme otra vez a eso de las 5 de la mañana, pero Luis y mi mujer aun tuvieron sexo y orgasmos varias veces, nunca conocí a ningún hombre con tal potencia, se corrio 5 veces en toda la noche. Contra la mañana nos dormimos, pues mi mujer ya no podía mas, decia que le dolia el coño de tanto follar. Yo me desperté tarde a las 12:30 de la mañana, estaba solo en la cama, me lebanté y sentí el ruido de la ducha, allí estaban duchándose juntos mi mujer y Luis, enjabonándose mutamente y besándose sin parar. Yo me fuí a la cocina a preparame un café bien cargado, al poco veo que pasan por el pasillo ambos, Luis portaba a mi mujer cogiendola por las piernas y suspendida por encima de sus caderas, mi mujer bien abrazada a el por el cuello para no caerse y con la polla metida en el coño de ella, allí en medio de la salita Luis estaba follando a mi mujer de pie, yo me hice notar,  aquella escena me puso a cien, Luis al verme dijo "aprobecha y métesela por el culo y allí los tres de pié le hicimos un sangüis a mi mujer la cual se corrio de inmediato. Yo me corri en su culo y Luis bajandola hizo que le chupara la polla hasta que se corrio en su boca "ala otra vez a ducharme" dijo mi mujer.

El domingo a partir de ese polvo transcurrio mas tranquilo, andábamos en pelotas por la casa, desayunamos, comimos, Luis nos conto un par mas de sus aventuras, después de comer nos hechamos una pequeña siesta y a eso de las 5 de la tarde yo desperté, ellos seguian dormidos asique no los desperté, me fuí a ver la televisión, al rato siento los suspiros de mi mujer y muy despacio me fui al dormitorio, desde la puerte pude ver como Luis le estaba clabando la polla a mi mujer, yo me escitaba viendo la escena. Luis abrio las piernas todo lo que pudo a mi mujer, se las puso por encima del hombro y así lo mas abierta posible le metia unas embestidas bestiales. La polla se perdia totalmente en el coño de mi mujer, al estar en esa posición y mi mujer con las caderas subidas pude observar que a la vez que le metia la polla en el coño, le masajeaba el culo con uno de los consoladores grandes. Mi mujer tuvo un gran orgasmo, Luis le sacó el consolador del culo y yo que ya no aguantaba mas me dirigí a la cama y le metí la polla en la boca, la cual comenzó a subcionar con gran boracidad. Luis se corrio dentro del coño de mi mujer y tras sacar la polla sin mediar ni un segundo le comenzó a meter el puño, pues al estar tan lubricado entró en un minuto, Luis le quiso introducir a tope hasta que gritara y así se lo inrodujo hasta medio brazo. Mi mujer de nuevo se corrio y yo en su baca al mismo tiempo. Ya no ubo mas sexo mi mujer ya no podia mas, le dolia el culo, el coño, la boca... Desde entonces nuestros encuentros son habituales, solo los fines de semana y no todos, pues el volumen de trabajo no nos permite estar disponibles todos los fines de semana. Decir que Luis hoy es director general de una parte de mis empresas y cobra un sueldo mas que justificado, no solo por buen amante, sino tambien por buen trabajador, dejo de servir a los demás para dedicarse en exclusiba a mi mujer, pero solo cuando estamos los tres (o eso creo)

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