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El Internado de Sandhurst, 02

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Al final de lo que me parecio una eternidad llegue ante la pesada puerta de caoba, tras la cual se encontraba el despacho de la Directora, la Señorita Ernestina. Pase un buen rato temblando ante la puerta, tratando de reunir el valor necesario para llamar. Por dos veces alce mi diestra, que parecia estar envuelta por un guante de plomo, acercando los nudillos a la negra madera, pulida y reluciente. Y por dos veces baje la mano, prolongando mi agonia mental pero retrasando un poco mas... lo que era inevitable.

Sentia un regusto metalico en el fondo de la garganta, la primera vez en mi vida que era capaz de captar con mis papilas gustativas lo que era el sabor del Miedo. Aun era muy joven e inexperta, entiendalo, y la certeza de acabar en un campamento sin la mas minima comodidad, lejos de familia y amigos, sin tener ni el triste consuelo de una llamada telefonica o recibir un mail era algo que me llenaba de la mas negra aprension. Miraba la puerta frente a mi, fijandome en las diminutas marcas y los tenues arañazos que deja en la madera el paso de las decadas, incluso de la mejor cuidada... y pensaba que tenia que levantar la mano y llamar a la puerta, que unos segundos de diferencia no suponian nada, pero a la vez sin la voluntad de hacer ese gesto.

Lo que al final me decidio fue algo tan sencillo como que oi ruido de pasos en una de las habitaciones que comunicaban con el pasillo. Si alguna de las profesoras me sorprendia alli, pasmada ante la puerta, desatendiendo todas las lecciones recibidas sobre Urbanidad y Buenos Modales, como una simple campesina asustada de llamar a una puerta, eso no iba a mejorar mi posicion precisamente... asi que di dos debiles golpes en el marco, y espere una respuesta. Paso lo que se me hizo un lapso eterno, y cuando pensaba que debia volver a llamar, oi la voz de la Directora, un simple "entre", pero dicho en un tono de tal severidad glacial que me parecio sentir una oleada de frio atravesar la puerta, y helarme hasta la medula de los huesos.

De todos modos, no habia sido una alumna demasiado mala, la fuerza de la costumbre de cumplir sin chistar las ordenes recibidas del profesorado hizo que girase la manilla, y entrase en la habitacion, aun antes de que mi mente consciente se diese cuenta de lo que mi cuerpo hacia. Y en cuanto a voces acostumbradas a mandar y ser obedecidas, la Señorita Ernestina no estaba mal dotada, eso se lo puedo asegurar.

Su despacho estaba acorde a lo que una podria esperarse en una institucion de tan rancio abolengo, una estancia que superaba los cien metros cuadrados, con muebles de oscura madera labrada que seguramente habia sido sacada de arboles en peligro de extincion, cuando las gentes no reparaban en cosas tales como el peligro de extincion, sino la belleza y la clase que podria aportar a su hogar ese material. Alfombras de un palmo de grueso color Burdeos, cortinones de raso a juego, Libros con encuadernacion de lujo como para tener ocupado durante decadas al mas ansioso de los lectores, y un techo tan alto que parecia el de un pabellon deportivo. Bueno, era una estancia para impresionar a los tutores de las candidatas a alumnas, y para meter el miedo en el cuerpo a cualquier infortunada que fuese llamada a ese lugar. Y cumplia a la perfeccion ambas misiones. En cuanto a la Directora, la Señorita Ernesti-

na, merece en este momento que les haga una somera descripcion. No era que en ese momento tuviese para mi la menor importancia su figura,el tamaño de sus pechos o su color de ojos, por muy bien grabadas que se me quedasen esas imagenes en las semanas venideras. Simplemente sire que era una mujer que, sin resultar hombruna, rezumaba fuerza y autoconfianza. Una persona que no parecia nunca fuera de lugar, dotada de un aplomo que ya quisieran para si muchas figuras publicas. Nunca, jamas, ninguna de nosotras la habiamos visto reir, ni tan siquiera sonreir. De unos cuarentaytantos años, pelo moreno recogido en un severo moño alto ( muy fuera de las tendencias de la moda ). con un rostro dotado de un cierto atractivo clasico, de nariz aristocratica y unas cuantas arrugas alrededor de los ojos, pero que no afeaban el aspecto de su rostro. De aproximadamente un metro setenta y cinco de altura, era un poco rellenita si n llegar a ser gorda, y debajo de sus ropas se adivinaba sin dificultad la presencia de un busto notable, asi como de un trasero de los que no lucen las anorexicas modelos de pasarela.

En resumen, una mujer que si hubiese dedicado su vida a ejercer de Domina profesional hubiese tenido legiones de hombres ricos e influyentes suplicando sus servicios, y habria hecho un bien a la Humanidad, en lugar de dedicarse a putearnos en su papel de educadora ejemplar. Asi es la vida. De todos modos, insisto en que en aquel momento su aspecto me importaba tres pimientos, que nunca habia tenido ideas lesbicas mas alla de la tipica fantasia tonta, ni tenia idea de sus apetitos.

Y la tia... no me hacia ni caso. Estaba tomando notas a pluma en el exclusivo papel con membrete que utilizaba el profesorado de la escuela, y mientras la pluma se deslizaba sin pausa sobre el papel satinado, no me miro ni hizo ningun gesto. Tal como se suponia que debia hacer por las clases que habia recibido, me acerque despacio, sin hacer ruido al caminar sobre la alfombra ni cometer vulgaridades como toser o procurar llamar su atencion. Sabia que era perfectamente consciente de mi presencia alli, y no deseaba enojarla aun mas de lo que sabia que ya estaba, pese al ferreo control de sus emociones.Me coloque pues tras una de las sillas acolchadas situadas frente a su mesa ( ni pensar en sentarse sin haber sido invitada ), y espere, mirando las nubes teñidas por los ultimos tonos naranjas del sol moribundo del atardecer. Con todo el miedo que habia pasado desde que me pillaron con las revistas porno, me sentia extrañamente tranquila ahora.

Casi todo el miedo habia desaparecido, me echaria la bronca y patada. Estaba convencida de que no tenia manera de librarme de una estancia en Escocia, maldita fuese el alma de mi tio, mas negra que su sotana. Pero pese a todo, el sabor a metal se mantenia en el fondo de mi garganta, molesto y desagradable.Y me parecia que no tenia una gota de saliva en toda la boca. Al final la arpia cerro su pluma, guardo los documentos en los que habia estado trabajando, y me miro fijamente. Pueden ustedes suponer el tipo de mirada del que se trataba, una mirada de rayos X que parecia querer decirme, "pequeña viciosa, se todo lo que hay que saber de las que son como tu". Por supuesto yo me esperaba un numerito asi, pero pese a todo acogotaba.

No mantuve su mirada, sino que tras un par de segundos la baje, con gesto timido y avergonzado, hacia la superficie de su mesa. Me sentia enrojecer, y apretaba mis manos la una contra la otra, unidas tras mi espalda, para que no se notase que me temblaban un poco. La bruja no abria la boca ni se movia, tan solo me miraba, creo que pensativa.... siempre he creido que todo lo que hube de sufrir a sus manos paso por su mente en esos segundos, mientras me miraba fijamente a la ultima luz de la tarde, en pie ante su escritorio. Yo decidi esperar a que ella tomase la iniciativa, y a procurar que la bronca pasase sobre mi lo antes posible, en lugar de ponerme chulita y cagarla aun mas. Al final, se decidio a hablar, en un tono altamente formal y sin mostrar cariño precisamente. Tampoco ira.

"Muy bien, señorita, segun han asegurado dos de sus profesoras se le ha encontrado cierto material indecente cuya posesion o entrada en el recinto de esta institucion no esta permitia. Teniendo en cuenta que la profesionalidad y dedicacion a la tarea educativa de las susodichas profesoras, no ira a negar lo dicho, ¿verdad?". Yo simplemente nege con la cabeza....lo cual fue mi primer fallo. "Acaso se te ha comido la lengua el gato, Teresa, ¿ya no recuerdas como se debe responder a una pregunta?". Calma Tere, pense para mi misma, no la hagas cabrearse contigo, recuerda que esa es la clave, que esto no se convierta en nada personal. "Esta usted en lo cierto, Señorita Ernestina, yo entre de tapadillo esas revistas en mi cuarto, y las mantenia alli ocultas porque sabia que no esta ni permitido ni es aceptable que una persona tenga en su posesion semejante material".

Negar lo evidente solo hubiese empeorado las cosas, un poco de falsa sinceridad siempre viene bien en momentos de apuro, ¿no?. "Muy bien Teresa, al menos tienes la decencia necesaria como para aceptar lo que has hecho y no escudarte tras mentiras infantiles y banales. Ahora dime... ¿ esas revistas eran algo de lo que solo estabas tu al tanto, o las hacias circular entre tus compañeras?. Ese era un asunto delicado. Las habia prestado a las dos chicas con las que tenia mas confianza, pero no me parecio que iba a ganar nada si me chivaba, y una fama de delatora era precisamente lo ultimo que queria en mi cartera cuando llegase al que estaba segura iba a ser mi nuevo colegio. "No, Señorita Ernestina. Las revistas eran de mi unica propiedad, y ni recibi ayuda de nadie para introducirlas en mi habitacion, ni jamas las mostre a nadie." Yo estaba convencida de que no habia colado, y sabia tambien que ella era consciente de que yo lo sabia. La bruja tenia la experiencia mas que suficiente como para saber que si una de sus pupilas tenia las hormonas tan desatadas como para arriesgarse al castigo por tener ese material, no iba a resisitirse a compartirlo con sus amigas. Tan seguro como que dos y dos son cuatro.

Pero han de tener en cuenta todos ustedes que la Escuela de Sandhurst formaba perfectas futuras esposas de abogados, banqueros y politicos, asi que la discreccion y sobre todo no delatar a otros para salvar el pellejo era una de las "virtudes morales" que se nos introducian en las cabecitas dia a dia. ¿ Como quedaria que una graduada en Sandhurst largase ante el juez donde estaban las cuentas secretas de su esposo, o que relatase a la prensa asuntillos que debian ser privados?. Asi que Ernestina asintio despacio, como si la conversacion fuese exactamente por el camino que pensaba. Mejor, pense yo,que sea puuuuura rutina y a hacer las maletas cuanto antes.

"Y dime, Teresa, ¿de que modo conseguiste esas asquerosas revistas?. Acaso tenias dinero no declarado para adquirirlas, alguien te las dio, las encontraste.... Quiero saber de que artimaña te valiste. Habla, niña, y se sincera. Intente tragar saliva...pero no tenia. Le conte mas atropelladamente de lo que hubiese querido como, tras echar un vistazo a los escaparates de las tiendas de ropa del pueblo ( unos escaparates de mierda, por cierto), repare por casualidad en unas revistas que estaban situadas junto a un cubo de la basura. Alguien debia haberlas dejado alli, no tenia ni idea de quien podria haber sido por supuesto, y el viento abrio una de ellas... vi la imagen de un hombre de gran belleza vestido muy ligeramente y..... la tentacion me pudo. Le conte como disimule las revistas bajo mi abrigo, y como las escondi en mi habitacion debajo del colchon, donde habian permanecido hasta el registro. Le jure que tenia grandes tentaciones de mirarlas,pero sabia que era unpecado muy grave contra la moral y la religion. No tenia la fuerza de voluntas para tirarlas, pero no las habia mirado.

No me quedo del todo convincente, luego pense que tenia que haber empleado otro argumento, sobre todo cuando me di cuenta de que no habia colado lo de que no se las habia enseñado a nadie. Pero era lo que habia ensayado antes y..... ocurria una cosa curiosa con mi mente. A veces es curioso como nos engañamos. Pensaba que estaba menos asustada que antes de entrar, lo creia sinceramente, cuando en realidad estaba aterrorizada. Tan agarrado me tenia el panico,que no era ni consciente de ello, con la impresion erronea de que tenia un control sobre mis actos y pensamiento, que no era tal. De todos modos, la Señorita Ernestina no dejo traslucir aun ninguna sospecha ni recelo, actuando como si me creyese, pausadamente."De acuerdo, solo para estar seguras las dos de que no ha ahbido ninguna confusion y de que no queda mas de ese asqueroso material suelto por mi colegio, quiero que revises lo que ha sido encontrado en tu habitacion, verifiques que es tuyo y me comuniques si esta todo". Jodeeeeer, iba a tener que mirar esas revista...delatede la Ernestina. No contaba con eso, imaginaba que ya habrian acabado en el incinerador de basuras, y que las dos perras estiradas que me las habian encontrado estarian aun lavandose las manos con lejia por haber tocado una revista x. No tuve que fingir turbacion, porque la sentia de verdad. Pero bueno, cuanto antes acabase, mejor. Asi que tome el sobre que me tendia, abriendolo con cuidado, y dejando que resbalase sobre la mesa su contenido.

Tres revistas, tres. Si hubiese sido por las dos primeras puede que la cosa no hubiese sido para tanto, ya que eran dos numeros de la relativamente inocente "Playgirl", bien dotadas de musculitos, culitos apretados, torsos depilados y algun que otro relato erotico. Pero, amigos y amigas, la tercera...jajaja. Esa era una publicacion alemana, de las que vienen en formato cuartilla, con grueso papel satinado a prueba de salpicones inoportunos, de las de sexo duro y descarnado. Como no, cuando las puñeteras revistas quedaron sobre la mesa, esa tenia que ser precisamente la de encima. "Dime, Teresa, ¿estas tres muestras de inquinidad son todo el material que escondias en tu habitacion, o ha quedado algo mas que no haya sido descubierto... aun?. Yo no ignoraba que mi habitacion habia debido ser registrada a conciencia, mas por fortuna no habia nada mas que pudiese comprometerme. Ese habia sido mi unico "desliz", pero un resbalon que me habia llevado directa a la fosa. De un "Sin faltas" en todos los partes semanales, a la expulsion directa. Toma record, señor Guinnes. Asi que pude decir con total sinceridad que no habia mas. La Directora parecio relajarse un poco y yo pense que ya estaba acabando ... cuando en realidad aun ni habia comenzado.

"Estas colaborando y eso es bueno para todas, niña, ahora quiero que revises esas revistas, por si alguna pagina se hubiese perdido durante el registro o el traslado aqui. No podemos permitir que quede no rastro de esas.....cosas..... ¿verdad?. Yo asenti, anonadada, sin poder creer que esa tia me hiciese revisarlas asi, ante ella.... pero pense que esa humillacion era parte del castigo. Asi que...manos a la obra. Las ojee rapidamente, esas fotos que tan bien conocia, esos relatos que habia memorizado, procurando que no se notase lo mucho que las conocia, y apreciaba. Pronto me di cuenta de que algo iba mal.... la revista alemana ( esa tenia que ser ) era mas delgada....faltaba el poster central. Y, sin pararme a pensar ni medio segundo, como la mayor de las imbeciles que hubiese pisado el colegio, me apresure a indicar que faltaba el poster central. La Directora se limito a mirarme, con una tristeza ( fingida toda, maldita hija de puta, que bien preparado lo tenia todo), mientras me decia lentamente en voz baja.... "Teresa, ¿si no habias abierto jamas las revistas, te importaria explicarme como sabes que falta el poster central?". Yo me quede callada, muy callada, notando como el color huia de mis mejillas, como me temblaban las piernas y me entraba una subita necesidad de orinar que a duras penas podia contener. Cagaaaaaaada. Pero como podia haber sido tan rematadamente imbecil.

No tenia escapatoria, la mentira era meridianamente clara y descarada. Me limite a mirarme los pies, deseando que la tierra me tragase. Si hubiese confiado en mis piernas, habria salido corriendo. "Niña, de todas las ofensas que pueda recibir de una alumna, nada me molesta mas que el que una listilla... como tu... se crea que puede engañarme sin tan siquiera molestarse en buscarse una coartada coherente. Ya ves lo facilmente que tu mentira ha sido descubierta .No haces sino añadir oprobio a tus faltas, Teresa. Te dire algo ademas para tu informacion, el registro de los cuartos no ha sido algo casual. Nuestro colegio reporta pingues beneficios a las gentes del pueblo, lo pasarian mal sin nuestra colaboracion, con lo que gastamos en los comercios, los empleos que damos... El vendedor de prensa reparo en que le faltaban varias revistas... esas revistas... y que vosotras erais las unicas personas que no pertenecian a la comunidad que habian pasado por alli, y eso que hacia ya dias de vuestra visita. Nadie del pueblo le habria robado. Ese humilde vendedor de periodicos es mucho mas inteligente y sensato que tu, Teresa. Se dio cuenta del lio en el que podia meterse, y aviso a la escuela. De ahi el registro".

Se levanto despacio, y yo temi que fuese a darme un golpe, pero la Señorita Ernestina era una mujer muy disciplinda, y siempre anunciaba los castigos antes de aplicarlos, para que una pudiese anticipar el dolor, antes de sufrirlo. Esa espera era en muchos casos peor que el castigo en si, de lo que era muy consciente. Se dio la vuelta, y alejandose de mi, miro por los ventanales hacia el exterior. Mi corazon latia a 200 pulsaciones por minuto, sin poder pensar coherentemente. Volvio a hablar....muy despacio. "Robo, contrabando, posesion de material pornografico, mentiras repetidas.... eres una autentica verguenza para este colegio, Teresa, temo incluso que tu libertinaje sea excesivo hasta para nuestra institucion de correccion. Eres la manzana podrida que puede estropear el cesto entero. No me dejas mas alternativa que llamas a tus padres y ponerles al corriente de todo, para que envien alguien a buscarte a la mayor brevedad posible, con el fin de que vuelvas con ellos. No seras castigada por mi, Teresa, ni seras enviada a Escocia. He decidido que seras expulsada inmediatamente de todo lo que Sandhurst representa. Dudo mucho que te acepten en otro colegio privado, al menos no en uno que merezca respeto." Me quede con la boca abierta....mi castigo era... la ausencia de castigo.

La expulsion ignominiosa, el que mis padres supiesen que habia sido la unica alumna en toda la historia de ese internado que habian puesto de patitas en la calle sin castigar, por incorregible. O mataba a mi padre de la impresion, o el me mataba a mi a correazos. Pese a tener mas dinero que muchos pequeños paises, me veia friendo hamburguesas o trabajando en la limpieza de portales, mi padre podia ser muy duro e implacable suando se sentia traicionado. Y para alguien de su mentalidad, que su hijita querida se corriese usando una revista alemana en la que un negro le metia su misil en el culo a una Gretchen rubia, mientras hundia un consolador adornado con pinchos tamaño Chicholina en el conejito, era un buen ejemplo de traicion imperdonable que mereceria un sorrectivo ejemplar. Asi que hice lo que Ernestina sabia que iba a hacer, lo que deseaba que hiciese, y lo que hice en definitiva.

Me postre de rodillas ante su mesa, y fijando la vista en su espalda le suplique, le rogue, le llore que me diese una oportunidad, solo una, que no la defraudaria, que me dejase una via para no tirar mi vida a la basura, que mis padres no podrian asumir algo asi.... unas palabras que debieron hacer que la tia mojase las bragas, vamos.

Desde ese momento ya estaba a su merced, y yo aun no lo sabia. Como ya he dicho, aun era demasiado joven. Gruesos lagrimones corrian por mis mejillas, lloraba a moco tendido, sin acordarme de las normas de etiqueta ni conducta, comportandome como lo que era, una cria asustada y muerta de miedo, que deseaba con toda su alma que hubiese una salida. Sin pararse medio segundo a pensar que la salida bien podia ser peor aun.... pero ya se habran hecho ustedes a la idea de que no era yo la mas lucida de las pensadoras en esos momentos. La Señorita Ernestina se dio la vuelta despacio, mirandome por encima de sus lentes sin montura, ocultando cualquier expresion de su rostro. Yo debia parecer una de esas chicas del comic japones, con mi uniforme de colegiala , de rodillas y con las manos juntas implorando una oportunidad. Me miro largamente, guardando silencio, hasta que al fin me calle, y espero lo que fuese a decir... muy consciente de que sus proximas palabras sellarian mi destino

"Veo que pese a todas las lecciones recibidas te sigues comportando como una cria, Teresa. Es posible que tras tus actos no se oculte una mente corrompida por el pecado y la lujuria, sino solo una niña descarriada que aun puede ser devuelta al redil. Es algo de lo que muy probablemente me arrepienta, pero no podria considerarme una cristiana si no agotase todas y cada una de las posibilades de redencion que pueda ofrecerte. De todos modos, hija, hay cosas que a veces las mujeres a veces hacemos en la vida, y que ya no tienen arreglo. Mucho me temo que tu hayas hecho ya algo asi , a juzgar por las cosas que has hecho, y por tu aficion el uso continuo de la mentira y de las medias verdades". Yo la miraba sin entender por donde iba, aferrandome a la posibilidad de una salida, de que mis padres no se enterasen de lo ocurrido, aunque tuviese que fregar los suelos de la escuela con la lengua. Asentia como una boba a todo lo que me decia, poniendo la carita mas compungida y arrepentida que podia.... lo que no me costaba demasiado, ya que era precisamente lo que sentia.

Nunca jamas en la vida habia odiado tanto con la misma intensidad como odiaba a esas revistas. Aunque parezca increible, aun no odiaba de verdad a la Directora, aun pensaba que me habia metido en ese fregado yo solita, y que ella solo cumplia con su trabajo. Entonces me solto la primera bomba que iba a salir de su boca esa noche, con expresion de total seriedad y preocupacion. "Teresa, mi alumna descarriada, mi cordero perdido, te pido que escuches atentamente mis palabras, y reflexiones antes de contestarme, solo con la verdad". Yo la escuchaba, como la mas aplicada de las alumnas, y asentia. "Quiero que me digas sinceramente, en el sentido medico de la palabra, se que sabes a que me refiero, si has conservado tu virginidad. No te pregunto si te has besado cin un chico o practicado.... actos impuros con el, eso no deseo saberlo, temo demasiado la respuesta que puedas darme. Ese es un asunto que ha de quedar entre tu conciencia, tu confesor y Dios. Yo me refiero a si conservas el himen intacto, o si debido a ti misma o las manipulaciones de algun chico has perdido la condicion de pura".

Yo no creia lo que oia.... la escena parecia surrealista, pero no carecia de logica por completo. Trate de meterme en su mente, y pense, claro, si he follado me va a dar la patada, pero si aun no me han dado tranca esa se creera que puede conservarme asi hasta el matrimonio con sus estupidos discursos moralistas, y asi tener una posibilidad de que no me "pierda". Me crei salvada. La mire a los ojos fijamente, levantando la mirada, aun de rodillas. Tome el crucifijo de oro finamente labrado que me habian regalado el dia de mi Primera Comunion, y con la mayor de las sinceridades le dije que coservaba mi virgo intacto, y que asi seria hasta el dia de mi matrimonio. Lo que me cuide muy mucho de decirle era que no habia necesitado romperlo, que para correrme me bastaba con acariciarme los labios vaginales y los alrededores del clit. Una compañera de clases de ballet se habia dejado quitar las bragas por su novio cuando ella tenia14, y como el tio no se pudo controlar le echo un polvo a pelo y la dejo preñada. Yo aprendi de su triste experiencia, y decidi que de jugarmela nada, que nada se descubre mas facil que un coñito usado, ya sabia como las gastaba mi familia.Ahhhh, mi amiga hizo lo que todas las hijas de clases altas catolicas de España cuando se quedaban preñadas... irse a Londres a abortar.

Ella no queria pero su padre, de misa diaria, la obligo. Si los vecinos no se enteraban no debia ser pecado, je. Asi que puse la carita mas sincera que pude de arrepentimiento y verguenza, evitando mirarla a los ojos. "Niña, has demostrado una notable capacidad para la mentira y el engaño, asi que aunque yo deseo fervientemente creerte, has de comprender que en mi faceta como tu tutora, y siendo esta tal vez la ultima oportunidad de que dispongas para volver al camino recto, he de comprobar por mi misma la veracidad de tus palabras. Por favor, ponte de pie". Yo asi lo hice, tras unos segundos de vacilacion... ¿no iria esa tia a examinar mi conejito, verdad?. Pues al menos parecia que tenia toda la intencion. Me dio la verguenza que se pueden imaginar, a la vez que mil imagenes pasaban atropelladamente por mi cabeza. No me costo mas que el tiempo que se tarda en decir "amen" decidir que ese era un precio muy pequeño a pagar para evitar mi vuelta a casa. Si, seguro que despues de aquello me llenarian de trabajo extra, y me tocaria alguna tarea domestica como castigo adicional, pero saldria bastante bien librada. Asi que obedeci, con la cabecita baja en señal de que aceptaba su decision.

"Si eres tan amable, colocate de cara a la pared, a un metro aproximadamente de ella, si, eso es, sin pisar la alfombra... entre los retratos del Santo Padre y el del Santo fundador del Opus Dei, muy bien. No, un pelin mas atras, eso es. Ahora te ruego que te quites las braguitas, Teresa. No es necesario que te saques nada mas, el examen durara tan solo un par de minutos. Comprende que es algo necesario, no puedo permitir que una libertina que haya entregado su Esencia conviva con las demas alumnas". Bueno, si habia que hacerlo... pues lo haria. De cara a la pared, sin volver la cabeza ni saber donde estaba exactamente la Señorita Ernestina. me subi un poquito la faldita plisada de cuadros, tomando mi prenda intima por el elastico superior. Me las baje sin entretenerme demasiado, hasta la altura de medio muslo. "No, Teresa, no me he debido explicar bien, Necesito que te las saques, por favor, dejalas en el suelo a tu lado".

Asi lo hice, y con los nervios casi me caigo de costado, al engancharseme en un zapato. Al final me los quite tambien, conservando mis calcetines blancos, y me quede alli, mirando la pared. "Excelente , veo que te esfuerzas y que deseas sinceramente seguir mis instrucciones, y volver a la senda de la luz. Ahora separa bien las pierna, eso es... mas separadas, los pies bien plantados en el suelo, no quiero que resbales. Veo que tus pies patinan en el parque encerado, quitate los calcetines, no queremos que te lastimes. Muy bien. Ahora colocate como te he indicado, e inclinate hacia delante sin mover los pies, los brazos estirados y apoyados en la pared. Las manos no tan juntas. Se que es incomodo pero acabaremos en seguida. No es facil, pero procura relajarte todo lo que puedas, sera lo mejor". Ahi estaba yo, descalza y sin bragas, en una postura de los mas humillante, expuesta al examen de mi tutora. Al menos tenia el consuelo de que sabia que el examen iba a ser de su agrado, ya que aun era mocita. Lo que no sabia era cuan de su agrado iba a resultar, de haberlo sabido hubiese salido pitando de alli, sin pararme ni a recoger las bragas.

Se habia acabado el tiempo de las palabras, la Señorita Ernestina se acerco a mi, y suavemente me subio la falda por encima de la cintura, sujetandola a mi blusa con lo que creo fue una aguja se sujetar su moño, para que dejase mis nalgas al descubierto. Oi un pequeño gruñido, que interprete como de desaprobacion, ya que en verano habia tomado el sol, cuando mis padres no estaban, claro, con un bikini de reducidad dimensiones, y al conservar aun parte del bronceado se notaba que era muy escasa la piel de mi trasero que no habia estado expuesta al sol. Pero no dijo nada, gesto que yo agradeci en ese momento. Sus manos se acercaron a mi, tocando la parte interior de mis muslo, haciendo algo de fuerza para que separase un poco mas las piernas, y pese a lo incomodo de la postura asi lo hice. En verano me habia recortado bastante el vello pubico, pero por fortuna en los meses pasados habia vuelto a crecer, y me vi libre de dar mas explicaciones aun. Yo lo unico que queria era que acabase cuanto antes, aceptar el castigo que me impusiera con unas lagrimitas de falso arrepentimiento, y vuelta a la rutina diaria.

De todos modos... esas manos eran mas calidas de lo que suponia, y pese a dar una sensacion de fuerza, no eran en absoluto unas manos toscas o bruscas. Por supuesto que no me tocaba para darme placer ( ja ), pero la cara interna de mis muslos siempre ha sido una zona muy erogena, y en mas de una ocasion me habia corrido simplemente apretando los muslos y frotandolos despacito el uno contra el otro. No me daba el placer de la manipulacion de mi zona genital externa, pero no estaba nada mal para pasar el rato. Primero examino mis labios exteriores, separando los pelillos, y pasando la yema de un dedo por su superficie, como buscando algo. "Hay chicas de tuedad que, aunque te resulte, dificil de creer, someten su cuerpo a praticas paganas para aumentar su atractivo ante los hombres, con practicas tales como la perforacion de zonas de su sexo para adornarse con arosy pequeñas joyas. He de asegurarme que no es tu caso. Vas muy bien, Teresa, no te preocupes". De hecho... me estaba preocupando mucho mas de lo que ella podia pensar. Por supuesto, ya sabia lo que eran los piercings, ¿que se habia creido esa mojigata?. El problema era que entre la manipulacion de mis muslos, y ahora ese dedito que pasaba por mi rajita, buscando marcas de tatuajes o los agujeritos de los piercings,estaba comenzando a calentarme, y ese no era precisamente el momento en que una queria humedad apareciendo en su sexo, no señora. Aprete los labios, sin desviar la mirada de la pared, sin respirar agitadamente, y aunque comence a ponerme roja, espere que esa bruja lo tomase por una señal de verguenza. Y ese dedo que no se detenia, con una mano me apartaba los pelillos y con la otra, examinaba mis labios. Hasta que llego el momento de la verdad.

"Muy bien, ahora he de introducir un dedo en tu vagina, suavemente, para comprobar que tu virgo sigue intacto, que a fin de cuentas es el proposito de esta exploracion. Lo lamento pero sera desagradable para ti, mas espero que si en algun momento del futuro tienes tentaciones, recuerdes que no es agradable insertar nada en elsexo, que es una obligacion de la esposa para con su marido, nada que se haga por gusto". Comenzo a introducir lentamente su dedo medio en mi rajita, despacio, muy despacio.... demasiado despacio para mi, que se me hacia eterno, y temia delatarme, notaba una gotita de humedad en los pelillos, mierda, poca aun pero... que acabase pronto por favor. Entonces movio un poco la mano, para conseguir un mejor angulo para su exploracion, Y se me escapo un gemidito.

La Señorita Ernestina, al oirme, saco el dedo de mi interior, y se dirigio a mi. "Lamento haberte lastimado, niña. No me es sencillo acceder a tu interior para llegar a tu himen. Eso es bueno, porque creo que has sido una buena chica, pero hace esta tarea algo molesta, sin duda." ¿Molesta?, si no era capaz de haberse dado cuenta del sentido de mi gritito, era que la pobre solterona no habia conocido nunca los placeres del orgasmo. Y ella, que se creia una mujer culta y un model, pensaba yo, y no sabe lo que es estrujar las sabanas mientras te corres. Yo disimulando, claro. "He sido buena, Señorita Ernestina, comprendo que usted lo hace por mi bien, se que no desea hacerme daño. Me doy cuenta de lo mal que me he portado, haga lo que usted deba hacer". Me dio una palmadita en la cabeza, y saco de su mesa un pequeño recipiente con crema liquida hidratante para las manos. "Con esto se facilitara nuestra tarea, niña". Se acerco de nuevo a mi, colocandose entre mis piernas, y procedio a darme un poco de esa crema en la entrada de mi sexo, sin tocarme con los dedos,solo rozandome con la boca del recipiente de la crema.

¡Que fria estaba!. Me estremeci ante su contacto, no reaccionando mi Tutora ante ello. No me vino nada mal, ya que asi la cremita disimularia la humedad de mi sexo, Dios aprieta pero no ahoga. Despues escuche como la Señorita Ernestina se aplicaba crema en un dedo, dejaba el bote en el suelo y volvia a mi las andadas. En esta ocasion, el dedo se deslizo con mayor facilidad, gracias a la ayuda de la crema hidratantr, y hurgo un poco en mi interior, solo con la yemita, antes de seguir adelante, hacia mi himen. "Se que esto es duro para ti, pero algunas degeneradas llegan a perforarese el interior de sus sexos, no solo el exterior, veo que este no es tu caso, todo es normal... ". Para entonces yo ya iba mas que un poco cachonda, y me mordia los labios con fuerza, agradeciendo que mi Tutora no pudiese verme la cara. Entonces el dedo avanzo mas profundamente, avanzando cada vez mas apretado, hasta que llego a la Zona Prohibida, Cuidado Minas, No Pasar. La resistencia hizo imposible que avanzase mas, habia llegado a la puerta de mi virginidad. Entonces oi algo que no entendi al principio... "Est, querida, te va a doler a ti mas que a mi".

No me dio tiempo a asimilar lo que acababa de decir, un segundo despues de acabar esa frase, empujo de repente con toda la fuerza de su brazo, y ese malhadado dedo se hundio profundamente en mi interior, tanto que note claramente, en medio de un destello de dolor que irradiando de mi conejito se expandio por todo mi cuerpo, como mi himen se rasgaba ante su acometida. Presa de ese repentino y cegador dolor, di un salto en el aire y proferi un monumental aullido, en el que no habia nada de placentero. En medio de ese movimiento involuntario, la muy cerda saco parcialmente el dedo... solo para volver a hundirlo profundamente antes de que me hubiese dado tiempo apartarme de ella, volviendo a arrancarme otro chillido. En esta ocasion movio la muñeca para hacer girar ese dedo en mi interior, aumentando el destrozo en mi virginidad, como queriendo asegurarse de que me habia perforado a conciencia. Yo separe mis manos de la pared, intente separarme de ella, pero todo lo que consegui fue caer al suelo, dandome un buen trastazo de costado.

Al menos, con la caida el dedo se la Directora salio de mi cuerpo, y me vi libre de sus embates, sin aliento, trate de ponerme en pie, pero el dolor que sentia en los mas hondo de mi se impuso a todo, no podia moverme apenas, debia luchar para respirar y estaba medio ciega del dolor y la sorpresa, lo veia todo blanco, aun no comprendia del todo lo que habia ocurrido, ni sus consecuencias, solo podia pensar en ese dolor, en la sangre que notaba como descendia por las paredes de mi vagina, en la ardiente sensacion de penetracion. Cuando gire la cabeza, vi como la muy puta cogia mis bragas del suelo, y se limpiaba tranquilamente los restos de crema hidratante y de sangre que habia en su mano. Sonreia del mismo modo que un tiburon cuando se dispone a devorar a su presa, enseñando los dientes. No era la sonrisa de alguien que hubiese practicado mucho el gesto de la risa, era mas bien el gesto de victoria de alguien muy, muy sadico que oculta su condicion a cada minuto de su existencia, excepto en ocasiones especiales, como esta

Me arrastre como pude por el suelo, ayudandome de mis manos, procurando poner mas distancia entre ella y yo. La Señorita Ernestina no decia nada, solo terminaba de limpiarse los humedos restos de su mano, antes de tirar las braguitas hacia un rincon. El aire volvio a entrar en mis pulmones, y recupere parte del dominio sobre mi misma. Esa mujer... me habia usado de una manera brutal, privandome de mi virginidad, que tanto habia parecido importarle, de un modo como jamas habria soñado. Mi ser se lleno de odio, y lo escupi como pude. "Maldita zorra hija de puta, ¿que me has hecho?. ?Que te he hecho yo para que me hagas semejante guarrada?. Ella no contestaba, no decia nada. Note como la sangre llegaba a la boca de mi vagina, y puse una de mis manos en mi sexo, note como se humedecia por algo caliente... mi sangre. No parecia haber demasiada, pero con el trato que me habia inflinguido no me extrañaba notarla alli. Alce la mano, extendiendola hacia ella. "¿Ves lo que has logrado?, tanto hablar de la importancia de la virginidad... ¡y mira!.

No tenia control sobre mis actos ni mis emociones, me sentia engañada, usada, estafada, por no hablar del dolor... La Directora se limito a apartarse lentamente de mi, levantar el auricular del telefono y pulsar el boton de una linea interna. La oi hablar claramente, aunque por supuesto no podia saber lo que le contestaba la persona al otro lado de la linea. "¿Señorita Boldbricker?. Lamento molestarla a estas horas... si, soy consciente de que esta ocupada haciendo inventario, si.... no la llamaria si no fuese algo importante.... si, una urgencia medica, una alumna ha sufrido un...accidente mientras se encontraba en mi despacho. Si...aqui estamos aun. Venga con su maletin de urgencias si es posible... aja...si .... se trata de uno de esos tipos de urgencias, si. La esperamos, apresurese se lo ruego. No sabia el juego que se traia esa marrana conmigo, lo unico que sabia era que iba a denunciar a esa cabrona, y que se iba a arrepentir de esto, mil veces maldita bollera reprimida. La Señorita Boldbricker era la enfermera del colegio, no la habia tratado en persona pero decian que era una persona muy humanitaria, una especie de madre temporal para las chicas enfermas o accidentadas, de la que solo habia oido buenas palabras hasta entonces. Un accidente... se atrevia a llamar a lo que habia hecho un accidente. Estaba decidida a contarle a la enfermera todo lo ocurrido, y la Señorita Ernestina iba a tener ocasiones sobradas de arrepentirse de lo que me habia hecho.

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