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La prima de mi madre XI

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La prima de mi madre XI

Quinto día con Blanca

Tercera parte

 

Vamos cariñin me dijo saliendo de el probador con los sujetadores en la mano con una sonrisa como si no hubiera pasado nada, yo la seguí. Nos volvimos a sentar mientras la dependienta ya nos estaba esperando, que tal le sientan los sujetadores a la Señora guiñándole un ojo, -y ahora que pasa, la dependienta le tira los tejos o es lesbiana, y Blanca como si nada, empezaba a estar un poco confuso- muy bien, me pondrá este conjunto (refiriéndose al que se había probado) también quiero un conjunto blanco, otro negro, otro azul, otro rojos todos del mismo modelo y también seis pares de medias del color que me llevo siempre y también seis pares de pantys también del mismo color, muy bien Señora enseguida estará todo listo mientras le volvía a guiñar el ojo -otra vez me dije pero que esta pasando hoy, tengo un día de lo mas extraño no entiendo absolutamente nada-. Aquí tiene señora, entregándole la bolsa con la compra mientras Blanca le entregaba la tarjeta, unos segundos después la dependienta le devolvía la tarjeta diciéndole: vuelva cuando quiera Señora, que tengan un buen día mientras nos habría la puerta la dependienta le acaricio con una mano el bonito trasero de Blanca, realmente no entendía NADA.

Te apetece dar un paseo le pregunte? claro por supuesto. La dependienta de la lencería te quería tirar los tejos primero te guiña dos veces el ojo y después te toca tu encantador trasero, todo tiene una explicación cariño, veras hace tiempo que voy siempre a esta lencería y la dependienta pierde aceite vamos que es lesbiana un día fui a comprar como siempre mis cosas y me dijo a palo seco: me apetece follar con usted, fue muy contundente le dije a Blanca, tienes toda la razón, pero yo le conteste: el conejo no es mi plato favorito prefiero un buen plátano es mi fruta favorita, un diez para ti Blanquita, gracias, sabes lo que me contesto, dime, pues si aceptara su propuesta tendría toda la lencería gratis que quisiera, supongo que aceptaste, callate no digas tonterías me dijo riendo, quedamos como amigas y siempre que voy me guiña el ojo y me toca mi trasero lo hace sin mala intención, creo que tendría que ir al oculista y a un traumatologo por lo de la mano, que divertido que eres me dijo riendo. Fuimos mirando escaparates de zapaterías de mujer con unos tacones maravillosos, ropa, complementos y nos paramos a ver una lencería que tenia unos conjuntos muy bonitos comentando que elegantes que eran los conjuntos.

De pronto cogí una mano de Blanca y mientras se la besaba le dije: aun puedo oler en tu mano la fragancia y el agradable dulce aroma de tus encantadores suaves y generosos pechos Blanquita, nunca había visto unos pechos tan hermosos y bellisimos, no lo olvidare nunca, nunca había conocido una joven mujer como tu. Blanca permaneció unos segundos sin decir nada, después me dijo: cariño es lo mas hermoso y agradable que me han dicho dándome un dulce beso en la mejilla, permanecimos en silencio unos segundos pero nos dijimos muchas cosas. Los conjuntos que compraste de lencería son muy bonitos también las medias y los pantys, gracias también ay para ti, cuando lleguemos a casa te lo daré no quiero que te falte de nada, gracias Blanca no se como agradecértelo, no tienes que agradecerme nada lo hago con mucho gusto.

Cuando termino de hablar le puse la mano en la cintura sin que ella dijese nada como la vez anterior, fui deslizando la palma de la mano hasta tocarle el duro pero blando a la vez trasero acariciándolo, seguía sin decir nada como llevaba falda el contacto con su trasero era mas directo, de pronto retire la mano, no quites la mano cariñito me gusta sentir el contacto de tu mano en el trasero no te de vergüenza.

Nos dirigimos hasta el coche, nos acomodamos poniendo yo la bolsa de la lencería atrás, mientras Blanca me daba como siempre con una sonrisa sus tacones poniéndolos yo en el salpicadero se puso las manoletillas que le había dado, hemos pasado un día agradable verdad cariñito? por supuesto Blanca muy agradable, toma me dijo quitándose la chaqueta roja ponla atrás por favor iré mas cómoda, inconscientemente o no la falda se le había subido mas de la cuenta insinuando el principio de las braguitas a través de los pantys -pero a estas alturas que voy a decir- sentada como estaba se le marcaba un bonito tesoro, no hizo ningún movimiento para taparse, hablamos de todo un poco mientras íbamos a casa volviendo a salir el tema de la dependienta lesbiana y por supuesto la escena de el probador. También inconscientemente o no el botón de la blusa que estaba en medio de los pechos se había desabrochado abriéndose bastante la blusa y enseñando los sujetadores y el encantador canalillo, - lo vuelvo a repetir, a estas alturas que voy a decir, hacia solo unas horas que casi le veo desnuda solo me faltaba verle su escondido tesoro, pero conduciendo con la blusa desabrochada la falda corta subida casi hasta la cintura y viéndole el perfil del tesoro y con los tacones casi en mis narices es otra cosa-.

Cuando llegamos a casa decidimos ponernos cómodos y comer un poco. Tuve que darme una ducha de agua fría lo confieso. Baje yo primero a la cocina, estaba preparando algo ligero cuando ella se reunió conmigo como siempre iba muy bien arreglada llevando un chándal azul claro mas estrecho de lo normal y como no conjuntado con la camiseta, lencería y las zapatillas llevando mas de lo normal bajada la cremallera de la chaqueta enseñando lo que tenia que enseñar, marcandole su esbelto cuerpo, los pechos, los muslos, su trasero y insinuando mas de lo normal su tesoro.

Comimos con apetito lo que había preparado y después de comer hablamos como no de como nos había ido el día. Después Blanca me quiso dar las cosas que había comprado para mi. Un conjunto de sujetadores y braguitas color blanco, otro negros y otro rojo, tres pantys y tres pares de medias, le di las gracias y un besito en la frente, ella estuvo muy contenta, que te parece si nos vestimos con la lencería y los tacones y te dejo un vestido mio me dijo, estoy un poco cansado que te parece si lo dejamos para mañana y así estaremos mas descansados y frescos, tendremos todo el día no importa que salgamos, que opinas? vaya no se me había ocurrió sabes que es una buena idea tendremos todo el día para nosotros sabes que aun te funciona la materia gris así lo aremos dándome un beso en la mejilla y enseñándome por enésima vez sus encantos.

Nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones dándonos un beso de despedida. Antes de meterme en la cama tuve que darme otra ducha de agua fría había sido un día muy ajetreado pero que muy ajetreado, dormí toda la noche.

Continuara

(9,14)