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Se dio lo que creía imposible

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Hace unos años, conocí a la nueva novia de mi hermano... una despampanante mujer de 1.67 con un trasero y unos senos imposibles de no quedarse viendo.

Me cayó muy mal en principio, pero no podía negar que me encantaba y yo era feliz masturbándome imaginándome con ella en mil posiciones (y aún sigo haciéndolo). Con el paso del tiempo empezó a generarse cierta amistad, y cierta confianza; hasta que un día, en un pequeño periodo de vacaciones me invito a una finca de unos familiares de ella, y allí me tocó dormir con ella en la misma cama, en una habitación completamente oscura... ella tenía puesta como pijama una camiseta mía, y descaradamente toque toda su tanga con mis dedos sin hacer más, tuve miedo, ella fingió hacerse la dormida, al tiempo me di cuenta.

Con el paso de los días, fuimos acercándonos mas, hasta que llego un día donde ella con un par de cervezas en la cabeza, me confeso que yo le gustaba y nos dimos un súper beso, yo no lo podía creer y a los pocos días ella sorpresivamente me propuso ir a un motel, donde quede muy mal al venirme en tan solo un minuto. Mi reacción en esos días fue de rechazo al ver que ella se burló de mí, pero no podíamos negar el gusto, y fue así como un día, de la manera más descarada, ella le pidió el apartamento prestado a una de sus amigas para hacerlo conmigo, a una hora inusual nos vimos (8am), me apliqué algo en el pene para poder durar las casi 4 horas que lo hicimos de manera descarada, recuerdo como si fuera ayer cuando la tenía en 4 y mi hermano la llamó y ella decía que estaba en la calle haciendo unas diligencias mientras con señas me decía que no lo sacara y siguiera haciéndolo con fuerza.

Desde ese entonces las cosas tomaron otro rumbo, a la vez que nos íbamos enamorando, y haciendo un amor clandestino, y sentía celos de toda la gente que la molestaba... nos volvimos más y más descarados, al punto de que yo en cualquier momento sacara mi pene en la casa de mis padres para que ella me diera el mejor sexo oral de toda mi vida. Fueron muchos los momentos en los que vivimos muchas aventuras, y es imposible no tener unas increíbles erecciones y las mismas ganas de masturbarme al recordarlo.

Muchas mamadas de afán, rapiditos, manoseadas, besos robados, metidas de dedo, en la cuales yo sentía que mi pene y mi cabeza iban a explotar de tanto placer. Recuerdo un día que nos tomamos unos tragos, y al llegar a la casa a las 5am y con mi papá y un tío durmiendo en otras habitaciones, la penetré de una manera tal que decía cosas que no olvido: "párteme" "métemela toda" "quiero que te vengas dentro de mi" "dame toda esa leche" "quiero mamártela toda" "dame más"... palabras que cualquier hombre sueña, palabras que la hacían totalmente irreconocible y que como dicen por ahí, una dama ante la sociedad y una puta en la cama.

Con el paso de los años, fuimos distanciándonos, pero el gusto seguía, hoy; varios años después de conocernos, sigo tratándola bien delante de mi familia, pero con el mismo morbo en mi cabeza, con el mismo deseo de hacerle el amor, este año, por cosas de la vida, volvimos a hablar de manera seguida, y empezamos a enviarnos fotos calientes, yo le enviaba de mi pene, masturbándome, y ella de sus partes íntimas, en ropa interior y hasta llegamos a estar totalmente solos pero ella no quiso hacer nada y me dijo que prefería evitar.

Hoy, ella con dos hijos, y yo con esposa, sigo esperando el momento de poder volver a hacer algo así, extraño esos momentos de pasión y deseo donde mi pene la aclamaba a ella a gritos, mis brazos desean tenerla y vivir de nuevo, mi mente solo la invocaba para tenerla cerca, mi boca solo quería hablarle y besarla; y mis ojos la buscaban todo el tiempo... no puedo negar que en este momento vuelvo a sentir la misma emoción de hace un tiempo al saber que puedo relatar algo de lo que paso y quizá alguien pueda leerlo y agradarle.

(9,23)