Nuevos relatos publicados: 11

Fui follada por todos los asistentes (parte lll)

  • 7
  • 22.390
  • 8,68 (40 Val.)
  • 0

Luego de la mamada matinal, que terminó con la lefa de Jo en mi boca y que golosamente yo tregara, descansamos un ratito, dandole posibilidades a que mi macho recuperara fuerzas. Mis manos acariciaban lentamente su pene, que poco a poci fue recuperando su potencia, sus manos me recorrian toda mi entrepierna, haciendo que mi vulva estuviera empapada de mis jugos sexuales. Mi clara y definida intención, era gozar a fondo esos días que hibamos a permanecer en el casco de estancia y lo estaba logrando. Intención que nació en mi la vez que lo vi desnudo y aprecie en toda su magnitud la medida de lo que colgaba en su entrepierna. Diriamos que me enamoré de semejante trozo, que imaginé que me hiba a ser inmensamente feliz. 

Ya cuando su pene adquirió la rigidez necesaria, lo hice poner acostado boca arriba, con su mastil enhiesto, me acomodé arrodillada encima, tomé su pija y la apunté a la entrada de mi vagina y lentamente me fui dejando caer, ensartandome esa belleza hasta los testiculos, que diría ¿no se por que no me entraron también en mi supeer mojada concha?. Lo empece´a cabalgar, con la intención de cogerlo yo a él. Subia y bajaba ritmicamrnte, comenzando a sentir orgasmo tras orgasmo. Me sentía esplendida cogiendo a mi partener. Sus manos estrujaban mis tetas incansablemente, aumentando mi placer a límites inverosibles. En esos momentos hubiera deseado tener otro Jor por detras, una doble penetración me rondaba la cabeza y másme calentaba. Si hay algo que me emputece y mal, son las dobles penetraciones ya sea anal y vaginal, o doble vaginal (Nunca probé una doble anal, tengo miedo al dolor, pero nunca he de decir que no la he de probar, tal vez me anime). 

Pero no me podía quejar, aunque sea un solo macho, me estaba sacando lo mejor de mi, en lo que a orgasmos se refiere, todo ello piel a piel. Ya estaba convencida quel la noche anterior me había preñado, tal cantidad de leche en el fondo de mi vagina, estando yo ovulando, no podía tener otro desaenlace. Me encantaba la idea de un hijo de Jor, mi marido se haría cargo de un hijo más "suyo". Llegó el instante supremo, en el cual me preguntó "donde te acabo". Resueltamente le conteste "Adentro mio" y lanzo dentro de mipanocha un torrente de lechecita calentita, al tiempo de sentir todo su manantial de semen adentro mio, exploté en un super orgasmo, al tiempo que emitía un agudo gemido, que más que ello fue un grito interminable de gozo. Cuando me levante y  caminé hasta el baño, la leche de Jor me corria desde adentro de mi entrepiera por todos mis muslos, llegandome a mojar los pies, de tan abundante que fue la corrida.

Nos bañamos juntos, entre besos y caricias y dejamos de común acuerdo, continuar esa noche con el aspecto sexual. Ya cuatro acabadas entre bla noche y la mañana les fueron suficiente para calmar su ardor y yo con infinitas corridas, estaba medianamente satisfecha.

Me puse la parte únicamente la parte de abajho del micro bikjini, él su sunga y bajamos a tomar el desayuno, que estaba servido en una parte de sombra del solarium, vestidos de la misma manera (o devestidos de la misma manera) estaban dos de las parejas y el compañero de Silvya, la que no se encontraba y sabiamos que estaba y había compartido el lecho con Carlos. Nadie, que yo sepa, desde que llegue hizo mención de la rubia despampanante. Poco a poco se agregaron las dos parejas restantes y como una hora después lo hizo Silvya, seguida de Carlos.

Tomamos sol, algunos después de un rato buscaron la sombre bienechora de los arboles que rodeaban la casa. Con las mujeres, incluida Silvya nos pusimos a hablar de temas triviales, hata quer lleggó la hora del almuerzo. Ya ninguna se preocupo del pareo ni del soutien. Así en bombachita del micro bikini, nos fuimos a la mesa. Los hombres nos dejaron pasar, dandonos cada uno algunas palmadas generosas en las nalgas, anticipo de lo que sucedería días más tarde.

Habirndo almorzado, luego a la sombra de los árboles, el concebido cafecito con amaretis y cada cual eligió su destino para la hora de la siesta, alguno/as fueron a su dormitorio, especialmente Silvya, que se advertia por sus ojeras, que no había dormido en la noche. Su marido permaneció a la sombra, no la acompañ+o. Seguro querría que se recupere de las cogidas de Carlos. Las mujeres en general se adormecieron en las playeras.Jor se fue a descansar al dormitorio y yo me tire en una tumbona a gozar de los efectos de Febo.

Nuvamente la merienda  y luego los hombres se retiraron al escritorio a tratar los temas laborales. Nosotras nos quedamos en el solado, repartiendo nuestro tiempo en tertulias y zambullidas en el agua refrescante de la piscina. Ya oscureciendo cada una a la habitación a prepararse para la cena. Yo opté por un baño de sumersión con espuma.Estaba en ello, cuando Jor llegó, entro en el baño y se sent+oa al borde de la bañera, introdujendo un brazo en el agua, dijo "a ver que encuentro y me tomó y acarición entre risas, mis labios inferiores. A lo que yo contesté, "lo que estas acariciando no da para risas". Me beso con un piquito muy tierno y se fue a recostar en la cama. Mientras yo me duché para sacarme eljabón del cuerpo y envuelta en un toallón, me recoste a su lado. Charlamos brevemente de lo que estaba sucediendo en el escritorio, de que Silvya había pasado la noche con Carlos y de mil cosas de poco interes.

Jo se sacó la sunga que traía y mis ojos pudieron deleitarse mirando su entrepierna, que tantas satisfaccciones me habia dado la noche anterior y a la mañana. Me volvió a dar un beso, esta vez de lengua y fue a bañarse.

Salió desnudo, ya seco del baño y me permitió solazarme de ver aquello que me iba a hacer feliz esa noche.

Se vistió muy sport. Yo me puse un conjuntito muy reducido de short y top, nos perfumamos como correspondía y bajamos a hacer sociales con el resto de los concurrentes.

Cena, alguna berbida espirituosa y cerveza y no nos quedamos demasiado, estabamos cachondos y queriamos aprovechar el tiempo para coger, coger y coger. Nos fuimos toqueteando por el pasillo, la escalera y caundo llegamos a la puerta del dormitorio, ya teniamos las prendas a medio sacar. Lo primero que quizo Jor, aduciendo que lo volvía loco, fue mi culo. Me volvió a sodomizar y mis gemidos, creo que alertaron hasta los empleados de la casona. Realmente, como me penetro, con las ansias que lo hacía, encontraron eco en mi, que volví a tener orgasmo tras orgasmo ininterrumpidamente, terminaba uno que ya me llegaba otro. Quería, si por mi fuera que nunca me la sacara de adentro. La gozaba como una puta (creo que en eso me había reconvertido). Su corrida dentro de mi fue salvaje y los dos aullabamos en nuestro conjunto orgasmo.

 Un buen 69 y el consabido garche vaginal. Más orgasmos, y cuando llegamos a dejar de amarnos era más de las 5 am. Exquisito record de tiempo   .Más de6 hs. cogiendo a lo loco. Tiempo hacía que no disfrutaba de un buen macho-

A dormir hasta las 11 am que nos despertamos. Nos bañamos juntos, tanga micro bikini únicamente, bajamos y volvimos a saber que Silvya había pernoctado  en la habitación de Carlos por toda la noche.

 

Sigue parte lV

(8,68)