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Georgina toda una vida de travestismo. CAPÍTULO 24 ME DEJAN CORAZÓN Y CULO ROTOS

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El año de 1970 trajo muchas cosas nuevas para mi algunas agradables y otras francamente horribles.

Para esa época yo contaba ya con 19 años de edad.

Entre lo bueno está el hecho que terminé mis estudios vocacionales e ingresé a la escuela superior de medicina, ahora era travesti full time todos mis documentos oficiales estaban en orden y con mi autentico nombre y sexo.

Lloré de alegría cuando a fin del año 1969 me entregaron mi certificado junto a los demás alumnos de mi generación, organizaron nuestro baile de graduación en un salón de fiestas en el centro de la cuidad yo acudí lo más guapa que pude acompañada de mi amado Raúl, y por primera vez nadie se burló de mi ni recibí comentarios despectivos u ofensivos, yo reventaba de orgullo cuando mis compañeras conocieron a Raúl (ese día Raúl lucia gallardamente su uniforme de cadete del colegio militar ¡se veía guapísimo!) había que ver las caras de mis compañeras cuando lo presenté como “MI ESPOSO” pasé una noche de ensueño.

Después en febrero presenté mi examen de admisión en la escuela de medicina ¡y lo aprobé!

En mi trabajo a pesar de mi edad yo ya era jefa de enfermeras con mejor sueldo y prestaciones

Pero… nunca falta el pelo en la sopa: mi relación con Raúl no marchaba tan bien como antes a últimas fechas Raúl pretextaba cualquier cosa para ausentarse de casa, antes era puntual como reloj, salía del colegio militar siempre un lunes e inmediatamente venía a casa y durante dos semanas permanecía cerca de mí me acompañaba a la escuela diario y a veces iba por mí al trabajo, en mi ausencia salía con sus amigos a tomar la copa o al deportivo a nadar y jugar basquetbol  pero siempre venía a cenar y a dormir en casa y el tercer lunes se presentaba puntual en el colegio militar y quedaba “encuartelado” no me causó extrañeza que primero me dijo era que se iba a su tierra unos días a visitar a sus hermanos, no vi ningún inconveniente y le dije que estaba bien…

 

se fue durante tres días, cuando regresó lo vi un poco distraído pero no quise agobiarlo así que no pregunté nada, nuestra rutina continuó más o menos normal me seguía culeando como lo hacía normalmente me cogía fuerte y profundo metiendo su verga en mi culo hasta los huevos haciéndome desfallecer de pasión, pero… cuando Raúl o cualquiera de mis pocos amantes ocasionales me estaba enculando no podía apartar de mi mente la súper-culeada que me había dado Ernesto, estando enculada con mis efímeros picadores no me causaba ningún trauma evocar la estupenda culeada recibida por Ernesto, pero… cuando Raúl me culeaba y venían a mi mente las imágenes de Ernesto cogiéndome me invadía un sentimiento de culpa y remordimiento.

Lo peor de todo era que cuando cogía exclusivamente con Raúl para mí era el amante perfecto, pero desde que comencé a andar de nalga-suelta y le daba el culo a quien me pidiera las nalgas comencé a comparar a Raúl con mis esporádicos y escasos picadores, y siempre Raúl resultaba mejor que cualquiera de ellos… excepto Ernesto, comparando a Raúl con Ernesto ya no estaba tan segura que Raúl fuera el amante perfecto, pero Ernesto quedaba fuera de mi alcance él era un hombre casado y con hijos y seguramente no iba a renunciar a su familia por mi… así que me prometí a mí misma dejar de lado mis puterías y dedicarme por completo a mi marido.

Pero al final resultó n vano pues Raúl continuaba ausentándose de casa durante sus periodos libres cada vez inventaba una excusa diferente para irse varios días: “que lo habían castigado y tendría que quedarse encuartelado tres días”, “que lo habían comisionado y tenía que viajar a algún lugar por tantos días” “que iba a visitar a algún familiar” y así por el estilo siempre tenía una excusa para ausentarse al principio no me preocupé demasiado pero sus últimas ausencias se habían prolongado demasiado la última estuvo fuera de casa durante ¡12 días! Estuvo conmigo solo 2 días de 14 y me cogió como a desgana, por obligación en ese momento supe que nuestra relación se iba a la chingada. Además Raúl ya no me daba dinero yo cargaba con todos los gastos de la casa, yo pagaba la renta, la luz, el gas, la comida, lavado y planchado de ropa y hasta los gusto de Raúl ya que yo compraba las bebidas, cigarrillos etc.

Tomé la decisión de investigar que pasaba y arreglar nuestra situación o cortar por lo sano aunque me doliera el corazón, pues después de todo yo amaba a Raúl pues él me había estrenado, él me había desvirgado y fue mi primer hombre y no podía negar que me había enamorado de él, a pesar de mis puterías, seguía amándolo.

Como dije anteriormente las salidas y entradas de Raúl al colegio militar eran exactas así que yo sabía perfectamente la fecha en que debía venir a casa, así que decidí esperar mientras pensaba que hacer.

Sin embargo 2 días antes que Raúl saliera “franco” me llamó por teléfono al trabajo para decirme que lo habían comisiona a no sé qué lugar y que se iba a marchar por 6 días, me dijo que no iba a venir a casa sino que se iba a marchar a su comisión saliendo del colegio… le dije que estaba bien y despidiéndome le deseé suerte en su comisión. ¡Ya estaba! Era ahora o nunca en esos últimos dos días pensé y pensé hasta que decidí enfrentar la situación… esperaría a Raúl a la salida del colegio y trataría de aclarar las cosas con él.

 

El lunes siguiente me presenté en la puerta del colegio militar más o menos media hora antes de la salida de los cadetes, afortunadamente justo enfrente hay varios restaurantes, así que me dirigí al más cercano y ocupé una mesa desde donde podía observar la puerta del colegio… exactamente a las ocho en punto abrieron el portón y los cadetes comenzaron a salir ¡se veían tan hermosos todos con sus uniformes! ¡Hum…papacitos! Había mucha gente fuera esperando a sus familiares pero la mayoría eran mujeres  supongo que algunas podrían ser madres de algún cadete pero la mayoría eran jóvenes así que seguramente eran novias de algunos, esperé impacientemente hasta que pude distinguir a Raúl… se dirigió directamente hacia una mujer rubia muy guapa y elegante y se fundieron en un apasionado abrazo mientras se besaban… ¡así que Raúl tenía una amante! Sentí que se me caían los calzones de la impresión, nerviosamente pagué y salí del bar tratando de no llamar la atención, afortunadamente había mucha gente y mi presencia no llamaba la atención, por lo que pude acercarme a ellos para no perder detalle la rubia y Raúl abrazados por la cintura caminaban besuqueándose hasta llegar un auto estacionado más adelante, era un auto de lujo y la mujer iba muy bien vestida se podía apreciar que sus ropas eran de la mejor calidad y la verdad es que ella era preciosa rubia, alta y elegante, yo me sentía en estado de shock, solo atiné a seguirlos muy discretamente la chica entrego a Raúl las llaves del lujoso auto entonces Raúl caballerosamente le abrió la puerta del acompañante y la chica subió elegantemente hasta que Raúl cerro la portezuela y rápidamente caminó alrededor del auto y se instaló en el asiento del conductor para finalmente poner en marcha el motor y alejarse.

Yo estaba pendeja de la impresión   solo atiné a caminar sin rumbo en realidad no prestaba atención a  mi alrededor yo parecía caminar entre sueños … después de caminar sin rumbo algo llamó mi atención… sin saber cómo llegué al deportivo donde 5 años atrás me reunía con mi amigo de la secundaria Sergio “el pollo” sin saber cómo llegué exactamente a la entrada  de “la guarida secreta” inmediatamente vinieron a mi mente los recuerdos agridulces de mi niñez, recordé perfectamente cuando “el pollo”, su hermano me llevaron ahí para fumar mi primer cigarrillo a escondidas, recordé el truco del candado para entrar  a la bodeguita, recordé como nos divertíamos ahí escondidos y a salvo de miradas reprobadoras de los adultos, recordé también el triste momento cuando acudí ahí para esconder mis ropitas de niña, y el día muy feliz cuando fui a recuperarlas ¡ah… que recuerdos tan claros venían a mi mente.

 

Saqué un cigarrillo de mi bolso y fumando ahí de pie frente aquella bodeguita tan añorada traté de ordenar mis pensamientos, en mi mente tenía muy claro que yo no tenía derecho moral para reclamarle a Raúl su infidelidad ya que yo también le “había puesto los cuernos” y no una sino varias veces, pero… no podía negar que me dolía en el alma la traición de Raúl, ahora después de todo Raúl había sido mi primer hombre él fue quien me estrenó, a el entregué la virginidad de mi culo, gracias a él me había lanzado de lleno a mi actual vida y Raúl siempre estuvo a mi lado apoyándome, pensé que por mi putería había orillado a Raúl a cambiarme, me sentí culpable y sucia… después de todo estaba recibiendo mi merecido por ser tan puta.

No pude ignorar lo irónico de mi situación: SIMPLEMENTE, EL HOMBRE QUE ME ROMPIÓ EL CULO A VERGAZOS HACIÉNDOME LA MUJER MÁS FELIZ DEL MUNDO… AHORA ME ROMPÍA EL CORAZÓN HACIÉNDOME LA PUTA MÁS INFELIZ DEL MUNDO… ¡vaya ironías del destino!

Perdida en mis pensamientos pude ver por el rabillo del ojo a un tipo que estaba recargado en un auto a unos 10 metros de distancia aprovechando que saqué un kleenex de mi bolso para secarme los ojos lo miré directamente y pude darme cuenta que el tipo no disimulaba que me estaba mirando, tenía sus ojos clavados en mi como analizándome y en su rostro había una mirada divertida y picara.

Me puse un poco nerviosa y decidí regresar a la avenida México-Tacuba para abordar el metro y regresar a mi casa pero tendría que pasar delante de él, tomé aire y encaminé mis pasos hacia la avenida, cuando pasé delante de el de reojo noté que me observaba con más atención… seguí de largo y cuando había dado 10 pasos escuché claramente cuando me llamó: ¡Jorge! Me quedé helada…  el insistió ¡eres Jorge verdad?!

Como diablos sabía este cabrón quien era yo?... me di vuelta lentamente y al encararlo vi que sonreía abiertamente e insistió: eres Jorge… verdad?, no me reconoces? Soy Sergio “el pollo”

Entonces lo reconocí efectivamente era “el pollo” mi mejor amigo de la secundaria… ya más calmada decidí saludarlo y me acerqué a él y le tendí la mano saludándolo: hola Sergio como estás?

Bien y tú? Estas muy cambiado o cambiada? No sé cómo llamarte…

Puedes llamarme Georgina ese es mi nuevo nombre, pero dime como me reconociste? Creo que he cambiado un poco no crees? Como supiste que era yo?

Mira… es un poco largo de explicar… tienes prisa? o podemos ir a  algún café para platicar con calma…

De acuerdo contesté vamos a tomar un café.

 

Abrió la portezuela del auto donde estaba recargado y caballerosa mente me ayudó a subir noté que vio mis piernas mientras me sentaba ya que la falda se me había subido cuando se instaló frente al volante volvió a mirar mis piernas detenidamente, entonces yo le pregunté en serio Sergio como me reconociste?.

Sonrió y me contestó recuerdas cuando salimos de la secundaria y cada uno tomó su camino? Pues bien yo ingresé al equipo de atletismo, quería participar en los juegos olímpicos de 1968… aprovechando que yo vivo a 2 cuadras de aquí, recuerdas?  Me inscribí aquí en este deportivo y como me quedaba muy cerca el deportivo siempre llegaba muy temprano antes que todos para calentar un poco, recuerdo claramente cuando un día muy temprano estaba yo solo en la pista calentando cuando te vi pasar llevando una maleta rosa, te iba a llamar cuando noté que venias llorando y me pareció muy extraño que anduvieras tan temprano por aquí, llorando y cargando una maleta rosa, me entiendes? … yo solo asentía mientras el continuaba: pues bien intrigado por tu comportamiento decidí espiarte, vi cuando retiraste el candado de la bodega y entraste sigilosamente, aguardé un rato y te vi salir llorando sin la maleta, cuando pusiste el candado en su lugar y te marchaste esperé un rato y entré y de inmediato descubrí que habías movido la tapa de un tambo al fondo y cuando lo destapé vi tu maleta rosa la abrí y vi que estaba llena de ropa y zapatos de mujer pero lo que más me sorprendió fue ver un consolador entre ellas, ahí confirmé mis sospechas de que eras jotito.

Espera lo interrumpí sospechabas que yo era joto?

Continuó si la verdad si… pero eras tan buen amigo que la verdad me valía madres, me interesaba más tu amistad que tus gustos sexuales, por eso nunca te dije nada para no incomodarte, bueno el caso es que unos meses después se repitió la misma escena solo que esta vez venias vestida de mujer y no venias llorando, vi claramente cuando entraste por tu maleta y te vi cuando saliste cargándola y te fuiste, debo aclararte que todo el tiempo que tu maleta estuvo oculta en el tambo yo checaba para ver que no te la robaran.

Imagínate y hoy precisamente vine a entrenar y estaba estacionando mi auto cuando te vi parada frente a la bodega llorando otra vez imagínate mi sorpresa, así que como vez no es ningún misterio que supiera exactamente quién eres, ok?

Ok respondí entiendo perfectamente cómo me descubriste y que te parece mi nuevo aspecto?

Pues la verdad te ves muy atractivo… perdón atractiva…. Te puedo hacer una pregunta?

Respondí: si de acuerdo pregunta lo que quieras…

Te… te… te cortaste el pito? Y te pusiste una panocha o todavía tienes verga? Jeje.

 

Pues la verdad es que mi pito sigue ahí y no pienso cortármelo, así soy feliz.

Se quedó pensativo unos instantes y luego me dijo: bien … entiendo… ¡bueno! Y adonde quieres ir?

En ese momento decidí jugarme el todo por el todo, de mi respuesta dependía saber hasta dónde podría llegar con “el pollo” así que con toda malicia le respondí: “vamos a donde tú quieras”

Volteó a verme y me dijo: segura que a donde yo quiera? No te vas a rajar?

Segura que había conseguido mi objetivo remarqué: puedes llevarme a donde tú quieras para hacer lo que tú quieras y no me voy a rajar “pollito”.

Ya no se dijo mas manejó hasta un motel cercano de esos en los que entras con tu auto hasta la habitación pagó un cuarto y entramos.

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