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Una amiga con derechos

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Por el 2010 empecé una relación amistosa con una chica que me gustaba de otro salón de la universidad, era ella tan hermosa, con ojos de color verde, una piel blanca como la nieve, cabello rubio y una sonrisa que me cautivaba cuando la veía. Ella tomó la iniciativa de agregarme al msn para ser buenos amigos, sin embargo, las platicas eran extensas, todos los días esperaba verla para saludarla e iniciar una conversación, de esas que duraban horas y horas.

En una ocasión las cosas se tornaron mas coloradas de lo normal, a altas horas de la madrugada iniciamos juegos subidos de tono, para no hacerla tan larga, se quitó la ropa y me enseñó sus atributos, yo también me la quite y nos conocimos mas allá de lo que esperabamos, jajaj era muy divertido también.

Un día decidimos pasar la barrera del internet y salimos a pasear, la verdad es que con ella las cosas se daban muy naturales, teniamos mucha conversación e incluso los silencios no eran incomodos, era como estar con una persona de mucha confianza. Nos estacionamos en una plaza, pues comenzó a llover muy fuerte y no podía conducir. Ella me dijo mi nombre y me pidió acercame a ella, pensé que solo me quitaría una basura del ojo como gesto cariñoso, me quitó los lentes y me besó muy apasionadamente, a partir de ahí me di cuenta que eso llevaba otro rumbo.

Después de varias salidas y besos así un día la invité a mi casa, sabiendo los dos hacia donde llevaba esa invitación. Ese día hacía mucho frío y tuve que tapar las ventanas de mi cuarto con cobijas muy gruesas, lo que causó una oscuridad muy interesante. La recibí en la sala de mi casa, acercandose a mi me abrazó y nos besamos, recuerdo que había un espejo grande que le daba a la espalda de ella. Comencé a besarle el cuello y fui bajando mis manos a su trasero, que por cierto, lo tenía bastante pronunciado. Mirando despistadamente desde el espejo como mis manos apretaban sus nalgas, me empecé a encender, ella hacia unos pequeños ruidos con su boca que me prendian como nadie lo había hecho antes. Inmediatamente la invité a mi cuarto, lo mas sorprendente fue que al llegar ella comenzó a quitarse la ropa, me aventó sobre la cama y me hizo un sexo oral que bueno!! nunca había sentido algo así. Ella me dijo que es algo que nunca había hecho y que quería probarlo conmigo, algo que definitivamente no le creí para nada.

Después de un rato le pedí intercambiar papeles y como decimos acá en México, "Me bajé por los refrescos" jaja...comencé a besarle el cuerpo, sus pechos, su estomago hasta llegar a la parte mas sensible, debo confesar que no es una actividad que me guste, pero había algo en ella que me hacía querer experimentar, no podía yo con sus gemidos, me prendian mucho, así duré unos 5 minutos comiendomela, hasta que ella me pidió que parara, me puso el condó y se sentó sobre mi. Parecía como si realmente necesitara eso, hacia unos movimientos muy intensos y gritaba muy alto, como si fuera la última o primera vez. La verdad es que poco me dio oportunidad de cambiar de posturas. En un rato mas la quite de encima, al parecer ella no era tan versatil, la recosté dandome la espalda y la penetré de esa manera, tocandole sus pechos y besandole la espalda, estabamos tan conectados.

Mi amigovia, como le decía yo, se colocó en posición de perrito, la mejor forma de demostrarme su seguridad y confianza, para lo que no dude en seguir con mi odisea, fue esto último lo que me impidió continuar conteniendome y arrojé toda mi furia mientras la penetraba, ella me confesó que había terminado al menos unas tres veces mientras lo haciamos, la verdad es que fue magno ese acercamiento. Al terminar nos abrazamos y besamos un rato, ella me pidió que no pensara que así era con cuanto hombre conocía, confesó que después de su novio de 5 años, nunca había estado con nadie mas, por eso ese furor que traía.

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