Nuevos relatos publicados: 13

Las aventuras sexuales de Madame Pussy Capitulo 2

  • 8
  • 21.757
  • 9,16 (44 Val.)
  • 6

Cuando llegué al aeropuerto la cara del profe denotó sorpresa primero y luego evidencia de haber entendido algo en lo que había estado pensando.

-"con razón ese nombre nuevo en la lista me sonaba tan familiar", me dijo al acercarme a saludarlo.

-"Le sorprende mi presencia acá?"

-"Bueno, si y no.  Quisiera que en algún momento me cuentes como llegaste a la lista de invitados, pero conociendo a mi socio...sé que la respuesta pueder ser perturbadora jajaj" se río con una risa que me hizo sentir calambres en la panza.

-"Pero le parece mal que haya venido?"

-"Noo, todo lo contrario.  Me parece encantador y refrescante. Y deja de llamarme de usted que acá no estamos en universidad"

Después de un breve viaje en avión llegamos a la ciudad de destino.  Nos trasladaron a un hermoso hotel de una conocida cadena donde dejamos el equipaje, nos refrescamos un poco y luego nos juntamos para la primera de las varias conferencias a las que asistiriamos.  El socio, al que llamaremos Sergio, para facilitar las cosas, no me quitaba los ojos de encima y no perdía oportunidad de pasar cerca de mi y rozar "sin querer" alguna parte de mi cuerpo o susurrarme al oido "no veo la hora de que esta charla termine para meterte mano".

De noche, salimos todo el grupo juntos a cenar.  Mientras comiamos el ambiente estaba muy animado, buena comida y muy rico vino ayudaban a las ganas de pasarla bien.  Alguien propuso ir todos a un lugar a bailar y ahi mismo todos menos dos, dijeron que si.  Un hombre mayor y mi profe, al que llamaremos Ramiro, dijeron que se volvían al hotel porque estaban cansados.  Que decepción, yo que pretendía utilizar la penumbra del boliche para conseguir un acercamiento.

Una vez en el boliche, comenzamos a beber y a bailar y lo estábamos pasando genial. Pero la verdad es que yo había ido a ese viaje con un objetivo muy claro y no podía perder mi tiempo.  Para empeorarla, Sergio se estaba chamuyando a una rubia con pinta de trola en la barra de bebidas.  Decidí tomar el toro por las astas.  Me acerqué a la barra y ante la atónita mirada de la rubia le dije a Sergio: "No entiendo para que perdés el tiempo con ella, si conmigo tenés sexo asegurado"...

No dijo nada, ni siquiera se despidió de la mina. Me tomó de la mano, fuimos a donde estaba el resto del grupo, les avisamos que nos ibamos, salimos a la calle y paró un taxi.  Le dio la dirección del hotel pero le pidió que parara antes en alguna estación de servicio.  Cuando el taxista divisó una paró, el se bajó y entró corriendo. A los pocos minutos volvió al auto, me dió una bolsa de compras y le dijo al chofer que continuara.  En la bolsa había una buena cantidad de preservativos.

Llegamos al hotel y me dice: "adonde? vos con quien compartis la habitación?" le digo: "Con Mariana.  Tiene muy poca onda.  No podemos ir ahí.  Si nos encuentra juntos cuando vuelva del boliche es capaz de montar un espectaculo"

Me dice: "yo comparto la habitación con Ramiro. No te molesta?"

Molestarme??? pensé, nooo, no me molesta, es lo que quiero, ir a la habitación de Ramiro!

Pero solo conteste: "No, no me molesta para nada."  Me miró divertido y dijo: "vamos, entonces"

Cuando entramos en el ascensor ya estabamos los dos en llamas.  Me apretó fuerte contra él y empezó a besarme de forma ruda.  Su mano bajó por mi espalda hasta mi cola y luego más por mis nalgas y comenzó a levantarme la minifalda para explorar mi piel bajo la tela. Me pone la mano sobre la tanga y me mira maravillado. "estas empapada, no sabés como me calienta eso".

Entramos a la habitación.  Estaba a oscuras.  Sergio se las arregló para llegar al baño y prendió la luz.  Con esa penumbra pude ver que la habitación era tipo suite.  A la derecha se vislumbraba una puerta abierta y dentro dos camas.  Ahi estaba durmiendo Ramiro!..luego el resto de la habitación armada como sala de estar, con dos cómodos sillones de dos cuerpos.  Me arrastró hasta el baño y empezamos a desnudarnos y tocarnos mutuamente.  La calentura que me daba saber a Ramiro durmiendo tan cerca me mataba.  Sergio me sacó la camisa y la minifalda mientras sus manos recorrian mi piel caliente. me besaba el cuello, yo le mordía el labio inferior, el me susurraba al oido como me iba a llenar mis agujeros de leche...con las tetas desnudas y los pezones doliendo me puso frente al espejo, me hizo inclinar sobre el lavabo apoyando mis manos en el borde y comenzo a pasar su lengua por mi zanja, desde el culo hasta el clítoris por encima de mi tanga.  Esto me hizo estremecer de placer mientras él susurraba que no aguantaba más las ganas de partirme en dos esa concha totalmente jugosa. Apuntó su pija, que estaba dura y erguida como un mástil, hacia mi vagina y embistió contra mi abertura.  Nuestras respiraciones se hicieron más fuertes y yo gozaba como loca del roce de su pija en mi vagina por el costado de mi tanga, que estaba para tirar a la basura de tan impregnada de mis jugos.  Y hozaba aún más porque fantaseaba que de pronto la puerta del baño, que ni siquiera nos habiamos dignado a cerrar, sino más bien sólo arrimarla, se abriría y Ramiro me vería desnuda, mojada y ensartada por la pija de su socio.

Sergio parecía un autómata, violento, rápido y sin parar...pero el psio del baño no era cómodo para la siguiente ensartada que tenía en mente..."vamos a coger al sillón, total Ramiro ni se entera"... dejamos la luz del baño encendida para que la penumbra nos marque el camino y empujándome sobre el sillón me levantó las piernas y las empujó hasta que las rodillas me quedaron a la altura de las orejas...la elasticidad es una de mis virtudes sexuales..."que hermosa concha" me dijo relamiendose y poniendo una rodilla sobre el sillón para aformarse me la clavó hasta el fondo.  Bombeó como loco y cuando estaba por correrse, se serenó y me la sacó..."todavía no, golosa, quiero que me la pidas a gritos"...se sentó y yo me ubiqué sobre él boca abajo y con mi boca sobre sus huevos.  Se los comencé a lamer y mordisquear mientras el se entretenía con un dedo en dilatar mi culito.

Estábamos con el control totalmente perdido cuando se escuchó: "No me dejan dormir con tantos gemidos"...Fue como si su voz me violara. Me corrí.  Sin poder evitarlo.  Entonces con la voz cascada y melosa de mi excitación le dije "si no podés dormir vení a coger con nosotros"...Sergio me miró incrédulo.  De verdad querés que venga "si, quiero que venga, siempre quise tener su pija dentro de mi"...y empecé: "veni, Ramiro, vení que me disculpo por haberte despertado"...Sergio me sentó sobre él, con mis piernas a cada lado y su boca mordiendo mis pezones duros.  De esa forma quedé de espaldas a Ramiro que ya se acercaba a nosotros en canzoncillos.  "Veni, boludo, mirá lo que es esto! mirá la concha hermosa que tiene".  Ramiro se acercó por detrás y poniendo sus manos sobre mis nalgas las abrió para deleitarse con el panorama.  "ah bueno, esta es una concha que merece una buena exploración. Y el culito, me lo guardo de postre"...yo creí que iba a reventar de placer cuando las manos y la lengua de Ramiro comenzaron a recorrerme entre las piernas.  Llevé una mano hacia atrás y busqué su bulto.  Sobre el calzoncillo se dejaba asomar media verga enorme y tiesa. se la toque y el gimió.  Sergio se acomodó para meterme la pija en la concha, asi como estaba, yo cabalgando sobre el y se agarró muy fuerte de mis nalgas, lo cual hizo que mi culo se empeza a dilatar ante la vista de Ramiro, que no lo pensé ni un segundo y me penetró también. Al fin!! esa pija tan soñada, por la cual me había masturbado tantas veces estaba adentro de mi culo, partiéndomelo, inflingiendome un dulce dolor mezclado con placer. No sé cuanto tiempo bombearon ambos dentro de mi.  Un tiempo delicioso.  Entonces Ramiro aferrado a mis tetas y enloquecido en mi culo me susurra "quiero acabarte en la cara".  Sacó su pija de mi culo y me hizo tirar la cabeza hacia atrás para recibir su leche en mi cara y mi boca.  y acabó en una catarata de delicioso semen que corrió por mis mejillas, mis labios y se metió por mi garganta.  Se sentó junto a Sergio, exhaustos ambos en el sillón y yo, arrodillada antes los dos, tomé una pija en cada mano y turnándome se las fui limpiando de toda actividad sexual.  En eso estaba cuando Sergio le dice a Ramiro "quiero verle la cara de puta mientras me chupa la pija, encendé el velador"...de inmediato cambié y me metí la pija de Ramiro hasta adentro.  Quería que el shock fuera una sorpresa que impactara...La luz se encendió, lo miré fijo a los ojos y se quedó boquiabierto. "vos..."

(9,16)