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La Feria

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Historia verdadera vivida durante un fin de semana increíble,  relatada ente mi esposa y yo acontecida en un  pintoresco pueblito en las afueras de nuestra ciudad.

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Baile de tres

Era vienes ya anocheciendo, cuando mi esposa y yo nos disponíamos a salir de viaje a pasar el fin de semana en un pequeño pueblo cercano a nuestra ciudad, allí se  realizaba una vez al año las ferias  patronales y todo el pueblo estaba de fiesta  ese fin de semana, había como todos los años música en vivo en casi todas las calles, comida rápida de todo tipo, ventas de ropas casual, zapatos y artesanías, venia gente de todos las ciudades y pueblos cercanos, se pasaba un buen fin de semana allí, era la segunda vez que íbamos.

Llegamos como a eso de las 8 de la noche. Las calles estaban abarrotadas de gente bailando, había música para todos los gustos,  distantes unas de otras para que cada quien pudiera compartir  y bailar a su gusto.

Somos una pareja joven, apenas tenemos 4 años de casados, mi esposa se llama Victoria pero yo le digo Viky, tiene 24 años  y yo Mauricio y ella me dice Mauri y tengo 27 años.

Caminamos a través de las angostas calle, nos metíamos entre la gente y tropezábamos  muy a menudo ya que todo estaba full, dejaba a Viky caminar adelante de mi para  estar pendiente de ella y para admirar su bello cuerpo, como siempre era el centro de las miradas, esa noche se había vestido muy deportiva, llevaba puesto un Botas largas tipo vaquera, Jean a la cadera que moldeaba sus gruesos  muslos y esculpían sus grandes o redondos glúteos  y una camisa blanca un poco descotada y corta amarrada a su delgada cintura que dejaba ver un poco sus bellos senos redondos y firmes,  su perfecto y plano vientre quedaba casi al descubierto,  al caminar se apreciaban muy sexy  dos pequeños ollitos que se hacían detrás de sus caderas, se formaban  entre el final de su espalda y el nacimiento de sus glúteos, su piel blanca y su cabello negro azabache largo y liso realzan su esbelta figura, es todo una hembra muy hermosísima en toda la extensión de la palabra.

-¿Quieres tomarte una cervecita para acompañarme mi amor?, le dije al oído a Viky.

-Esta bien mi amor te voy acompañar,  me voy a tomar una porque está haciendo mucho calor. Sabes que no me gusta tomar y cerveza menos.

-Gracias por complacerme. Yo también estoy muy acalorado, debe ser por tanta gente, hay mas que el año pasado.

-Bueno Mauri, brindemos por nuestro amor y que siempre estemos juntos.

-Brindemos mi amor y que siempre seas mi compañera para todo, salud.

Nos tomamos esa primera cerveza, luego nos  tomarnos otra y luego otra, charlamos de todo un poco, criticábamos a los que pasaban y nos reímos un buen rato de las cosas que veíamos, hasta que la vi un poco mareada y decidí caminar con ella para que se le pasara un poco.

Caminamos hacia un conjunto que estaba tocando muy animado.  Había mucha gente bailando, tocaban una mezcla de Calipso con Samba. Nos metimos entre la gente para acercarnos a un circulo donde bailaban dos chicos y una chica  en el centro y los demás aplaudían y bailaban a su alrededor. Viky caminaba delante de mí y casi me arrastraba muy emocionada por ver de cerca lo que estaban haciendo dentro del circulo. Viky estaba muy animada, las cervezas la habían puesto un poco inhibida y muy alegre, tenia ganas de bailar, ella baila al compás de la música y yo la abraza por detrás, con mis manos en su cintura y moviendome con ella al compás de la música.

-Mira Mauri que bien bailan, la chica se mueve muy bien y los dos chicos ni se diga, se ve que están en buena forma.

-Se ve que saben bailar bien los tres, pero se que tu lo harías tan bien o mejor que ella, yo si no me puedo comparar con los dos muchachos por que sabes que no bailo.

La chica era muy bella y de muy buen cuerpo, los dos jóvenes también estaban en muy buena forma, la chica bailaba y los dos muchachos la seguían y restregabas sus cuerpos contra el de ella, uno por delante y el otro por atrás, el baile era como una persecución en la cual la chica bailaba y trataba de escaparse de un bailarín y era interceptada por el otro, los dos rozaba sus cuerpos con el de ella de forma muy sensual, era un baile muy excitante y atrevido.

-Hay Mauri para mi que la chica no aguanta mucho tiempo, se ve muy cansada sin embargo los dos chicos están como si nada.

-Si mi amor es verdad, la tienen muy cansada, son dos contra ella solita y me inmagino que también debe estar muy excitada, con tanta recostadera, dije yo en tono malicioso.

-Bueno Mauri no es para menos los chicos están muy bien físicamente y son muy bien parecidos, claro no tanto como tu mi amor, no te pongas celosos, mi corazón es solo tuyo, giro su cabeza y me dio un beso muy suave.

Estábamos distraídos  besándonos cuando sentí que halaban a Viky del brazo hacia el centro del círculo, la muchacha y uno de los muchachos que estaba bailando eran quienes tiraban de ella hacia el centro del círculo, ella miro a los jóvenes que la halaban del brazo y me vio a mí con cara de asombro sin saber que hacer.

-¿Mauri que hago? Me da pena ponerme a bailar allí.

No había terminado de hablar cuando Viky fue prácticamente arrancada de mis brazos y llevada casi a rastras hasta el medio del círculo, desde allí me miro y su expresión era de gracia y un poco de nervio, la gente gritaba "que baile, que baile, que baile".

-Baila le grite y le hice un gesto "tu sabes hacerlo bien"

La chica que esta bailando anteriormente se retiro cansada dejando a Viky sola con los dos jóvenes.

Viky comenzó a bailar con uno de los muchachos, el otro se alejo un poco para esperar a ver como se desenvolvía, Viky bailaba muy bien tambor, Calipso y samba, sabia mover muy bien sus cadera, sus movimientos eran muy sensual, ella culeaba y movía muy bien sus caderas, la gente comenzó aplaudir y azuzar al joven ya que Viky prácticamente se lo estaba llevando, al ver esto el otro joven se unió al baile y entre los dos comenzaron a culearla, uno bailaba delante y el otro detrás, entre los dos frotaban sus cuerpos contra el de ella, aprisionándola y casi no la dejaban mover, era como hacer un sándwich bailando, Viky no se dejaba acorralar y seguía bailando y moviendo sus caderas, se escabullía hacia un lado para tratar de escapar de la encerrona pero era casi imposible, ella comenzó a moverse entre los dos como pudo, sus movimientos se hicieron mas sensuales, con una mano recorría el pecho del que estaba adelante y con la otra acariciaba la cabeza del que esta detrás de ella, los dos jóvenes bailarines se veían muy entusiasmado por el espectáculo que le estaba haciendo Viky, ahora ellos se veían muy excitados y para ser sincero ella también lo parecía, la gente gritaba eufórica cuando los jóvenes la trataban de acorralar entre los dos al mismo tiempo, esto me daba mucho celos, antes con la otra muchacha me pareció muy excitante pero ahora era a mi Viky a la que tenían frotándole su cuerpo con el de ellos.

Viky se dirigió hacia una joven que estaba en el borde del círculo y la tomo del brazo jalandola hacia el centro como hicieron con ella, cuando la joven entro, ella regreso a mi lado.

-Fue increíble Mauri, que bien bailan esos jóvenes, ¿no estas molesto conmigo verdad?

-No Viky por que habría de estarlo. Dije un poco serio.

-¿No se por la forma en que baile, o mejor dicho como ellos bailaron conmigo?

-No estoy molesto, un poco celoso si, me pareció que te iban a violar bailando y lo peor es que creo que te agradaba.

-Ja, ja, ja, ja, no seas exagerado Mauri, no es para tanto, tú sabes que ese baile es así.

- Si pero no me vas a negar que esos muchachos se pasaron un poco.

-Bueno a decir verdad tienes razón, se me pegaban mucho, pero ninguno de los dos me falto el respeto, solo fueron roses corporales nada mas.

-¿Y no te excitaron eso roces corporales como tu dices?, pregunte en tono burlón y serio a la vez.

-Para serte sincera, estaba más asustada que excitada, aunque no te voy a negar que me gusto mucho el baile y los aplausos del público.

-Bueno Viky vamos a tomar algo  y buscamos un Hotel antes qie se agoten las habitaciones.

Nos tomamos dos cervezas en el mismo kiosco mientras conversábamos, Viky me contaba con lujo de detalle lo que había sentido durante el baile.

Buscamos hospedaje en varios hoteles sin conseguir, decidimos preguntar en un Motel que habia a las afueras del pueblo.

Cuando íbamos llegando al Motel había un vehiculo llegando a la recepción, se veía la sombra de tres personas dentro del vehiculo, dos adelante y uno atrás.

-Vistes lo que yo vi, le pregunte a Viky.

-Si claro que vi, van tres personas y una se escondió antes de llegar a la recepción, por que abra hecho eso.

-No tengo idea, pero es muy extraño, me inmagino que las habitaciones son solo para dos personas, y quieren pasar los tres pero sin que el encargado sepa, le respondí a Viky.

-Mira Viky nos toco la habitación 22 y es al lado de los ocupantes del vehiculo que venia delante de nosotros, que casualidad.

-Si que casualidad mi amor, bueno así es la vida. Dijo ella pensativa.

Cada habitación tenia un estacionamiento interno para el vehiculo. Entramos a la habitación,  era una construcción muy vieja pero estaba todo muy limpio y bien acomodado. Nos bañamos juntos, me gusta mucho enjabonar Viky, recorrer su suave cuerpo con la espuma del jabon y en especial sus bellos senos, redondos y duros.

Salimos del baño y nos metimos en la cama.

-Que rica me haces sentir Mauri, me has exitado mucho con esas caricias jabonosas ahora te voy a comer por completo, dijo esto empujándome de espaldas a la cama.

Viky se subió sobre mi quedando sentada sobre mis caderas, comenzó acariciar mi pecho y mis hombros suavemente, mis manos también comenzaron acariciar su suave piel, masajeando sus bellos, firmes y erectos senos, sus caderas comenzaron a balancearse sobre las mías, su espalda se arqueo hacia atrás, sus movimientos de cadera se hicieron más intensos, estábamos muy excitados, la levante un poco para poder meter mi polla ya que estaba por acabar sin arbela metido,  sus manos  aferraron mis muñecas y sin soltarlas descendió su cuerpo sobre el mío sus labios buscaron los míos en un beso caliente, lento y muy excitante, evitando la penetración.

-Aun no lo metas mi amor, todavía no, quiero alargar el placer lo más que pueda, quiero comerte lentamente, dijo Viky con la voz muy roca por la excitación.

De pronto escuchamos unas voces y un alarido que venia de la habitación de al lado, donde estaban hospedados el trío misterioso.

-“Hay, hay, no por favor espera, oh, así no ya va, me duele, hay”.

-Escuchaste eso me dijo Viky asombrada, algo esta pasando en la habitación de al lado, es la voz de una chica y parece que la están obligando a hacer algo que no quiere y la están maltratando.

-Si, escuche la voz de una mujer quejándose, le dije a Viky un poco asombrado.

-Algo raro esta pasando allí, por algo venia esa persona escondida en la parte trasera del auto será un secuestro, me dice Viky un poco asustada.

Nos quedamos un rato sin hablar y pendiente a ver que escuchábamos y a los poco minutos volvió a gritar.

-! Ya va!  !ya va! Dejen el desespero, poco a poco, ah, ah, ah, no, ya va, ya va, ahí, ahí con, no sean rústicos.

Viky se paro sobresaltada de la cama.

-Algo malo esta pasando allí, vamos a llamar a la policía Mauri, están maltratando o violando a una mujer.

-Tengo una idea Viky, voy a rodar esa mesita de noche hacia esa pared para ver si puedo alzar el techo raso y poder oír mejor lo que esta pasando.

-Ok. Mauri pero ten cuidado puede ser unos criminales peligrosos o violadores, no nos vallamos a meter en problemas.

-No te preocupes tendré mucho cuidado, le dije a Viky dándole un beso.

Recosté la mesita de la pared y me monte sobre ella, levante y con mucho cuidado una lámina del techo raso, estire la mano y alce un poco una lamina que daba hacia la habitación de al lado y lo que vi me dejo impresionado y con la boca abierta. Me quede un rato observando lo que pasaba. Baje de la mesita y me senté en ella.

-Que pasa Mauri, me pregunto Viky extrañada.

-No vas a creer lo que te voy a decir. ¡Es increíble!

-¡Que pasa Mauri, me estas poniendo nerviosa! Que fue lo que vistes.

-Esta bien, siéntate en la cama por que te vas a caer para atrás, allí están nada más y nada menos que el trío bailador.

-¿A qué te refieres con eso Mauri?

-Están los dos muchachos que estaban bailando contigo y la joven que bailaba con ellos cuando llegamos.

-No puede ser dijo ella asombrada. ¿Pero como es posible y porque chilla? ¿Qué le están haciendo?

-Le quieren hacer un sándwich entre los dos. Y parece que los chichos están un poco desesperados y la maltratan.

-No te creo Mauri, quiero verlo yo misma, ayúdame a subir, por favor.

-Bueno si quieres ver ven conmigo, vamos te ayudare a subir pero ten cuidado y no te vallan a ver.

A Viky se le iban a salir los ojos al ver lo que estaba pasando, los dos jovenes devoraban prácticamente a la chica. La vista era perfecta, Viky estaba como hipnotizada, no apartaba su mirada del grupo,  se escuchaban claramente exclamaciones de excitación y placer.

Aproveche la situación para ver que tanto estaba excitada, subí mis manos por sus piernas hasta llegar a su sexo, estaba muy mojada, sus labios vaginales estaban muy hinchados, al sentir mi mano inmediatamente abrió las piernas dejándome acceso completo a su sexo.

Un sonido ronco escapo de sus labios al meter mis dedos en su vagina, estaba muy mojada, comenzó a  mover sus caderas suavemente, sin dejar de observar lo que hacían los vecinos.

-“Hay, hay  con calma, mételo suavecito mi amor, me duele un poco, no quiere entrar”, dijo la joven de la habitación de al lado, Viky estaba como hipnotizada viendo lo que hacían.

-“ ! Oh!, ¡sí!, ¡sí!  Ya entro, ¡oh!, que rico que divino, denle suave por favor, ah, ah, ah! Que divino, que rico, me van a matar de placer”.

Era lo que podía oír que exclamaba la chica, parecía muy excitada y yo no podía ver, no sabia que estaba pasando pero me lo imaginaba, Viky no se quería perder ni un instante, su vagina me estaba succionando los dedos, los chorros de flujo ya bajaban por sus piernas,  se comenzó agacharse un poco sin dejar de moverse para que mis dedos entraran más profundamente dentro de ella, estaba muy excitada.

En la habitación del lado se seguían oyendo las exclamaciones y gritos de placer, cada vez más fuerte, se notaba que lo estaban pasando muy bien.

Viky aun sin bajarse y sin moverse de su posición volteo para mirarme, su mirada esta turbia por la excitación y el placer, sus ojos se veían vidriosos.

-Quiero que me hagas acabar así mi amor, sigue masturbándome con tus divinos dedos, después te prometo que hare lo que tú quieras, dijo Viky muy roca, excitada y jadeante. Me daba cuenta que le excitaba mucho lo que estaba viendo y no quería perder detalle.

-Está bien mi amor lo que tú quieras, pero espero me cumplas esa promesa.

Seguí masturbando su vagina y comencé a meter un dedo en su bello y apretado culo, cuando lo sintió comenzó a moverse más agresivamente, yo también me excite mucho y metí un segundo dedo, esto la estaba enloqueciendo, sus movimientos eran cada vez más fuertes.

-Más, más, quiero mas, destrózame a mí también por favor. ¡Ah!. ¡Ah!. ¡Ah!. Dijo bajando su mirada hacia mí. Aferrándose fuertemente al techo.

No termino de pronunciar sus palabras, su cuerpo fue sacudido por deliciosos espasmos, síntomas inequívocos que estaba acabando.

-No pares mi amor, sigue quiero mas mucho mas, destrózame como a ella, hazlo mi amor, hazme llorar de placer.

No reconocía a Viky, nunca me había hablado de esa forma, siempre fue muy recatada pero ahora parecía otra persona.

Comencé a subir y bajar mis manos con movimientos un poco rudos esperando a que ella me detuviera cuando sintiera que la estaba maltratando, pero no fue así, ella comenzó a moverse con más furia, movía sus caderas como nunca.

-¡Voy acabar otra vez! ¡Voy acabar! ¡Ah! ¡Ah! Huy que rico mi amor.

Comenzaron nuevamente sus espasmos, sus piernas comenzaron a temblar, casi se cae de la mesa, tuve que cargarla y llevarla a la cama, allí quedo como en el limbo por unos minutos, hasta que reacciono diciendo;

-Ven mi amor, ahora me toca a mí hacerte acabar, te haré estremecer como nunca. Dijo esto jalándome fuertemente hacia ella.

Y así fue, Viky esa noche me hizo el amor como nunca antes lo había hecho, se había transformado en una mujer muy sensual  y ardiente.

 

Un despertar de nuevas emociones.

Un ruido me despertó, era Viky que estaba acomodando el techo raso de la habitación.

-Buenos días Mauri como amaneciste mi amor

-¿Muy bien y tu como dormiste?

-Dormí muy bien, me levante un poco estropeada y adolorida, me destrozaste anoche como te dio la gana, dijo Viky sonriendo pícaramente.

-Ja, ja, ja, recuerda que fuiste tú la que me pedias a grito que te destrozara.

-Si ya lo sé Mauri, pero era en sentido figurado. Te confieso que me éxito mucho lo que vi anoche creo que altero mis sentidos, será porque nunca había visto nada igual y que casualidad que hayan sido los mismos con los que baile.

-Sí, tienes razón, bueno las cosas siempre pasan por algo, el destino está escrito mi amor. Nunca te había sentido tan excitada como anoche. ¿De todo lo que vistes que fue lo más te éxito?

Viky se sentó en la cama a mi lado, cruzo sus hermosas piernas, quedando pensativa unos minutos y respondió:

-Todo me éxito, como la acariciaban, como la besaban, como la chupaban, como le hacían el amor, en si todo me gusto Mauri.

-Pero sé que algo se excito demasiado  no podías dejar de mirar,  ni notabas mi presencia, estabas como en otro sitio o para ser más preciso creo que tu mente estaba en la habitación de al lado.  ¿Qué te llamo tanto la atención?

-¡Todo Mauri ya te dije!, dijo Viky un poco molesta por mi insistencia.

Se levantó de la cama nerviosa, como si ocultara algo, no estaba siendo totalmente sincera conmigo.

-¿Por favor Viky por que no eres sincera y me dices la verdad, que me ocultas porque te pones nerviosa?

Viky volvió a sentarse a mi lado, pero esta vez de frente a mí.

-Es que no quiero que vayas a pensar mal de mí Mauri, no sé qué me paso anoche, ahora lo pienso y me avergüenzo.

-Sino me dices estarías ocultándome un secreto y entre nosotros no deberías existir los secretos.

-Es cierto Mauri, no debo ocultarte nada te amo mucho y he de ser sincera contigo, pero no pienses mal de mí, sabes que tú has sido  y eres el único hombre en mi vida.

-Está bien mi amor te prometo no pensar mal de ti.

-Bueno Mauri ya casi al final le estaban haciendo el amor entre los dos al mismo tiempo, uno la penetraba por delante y el otro por detrás, ella sufría un poco pero a la vez le gustaba,  uno de ellos el que estaba debajo de la chica miro hacia el techo y noto mi presencia pero no me delato ni se inmuto, al contrario parecía que le gustaba que lo viera y no dejaba de verme, me veía muy sensualmente y yo no podía dejar de ver su cara de excitación, me hacia la idea que era a mí a la que le estaban haciendo el amor. Luego el otro también me vio y actuó igual que el primero, ahora los dos me miraban fijamente como invitándome hacer el amor con ellos y yo quería hacerlo y me imaginaba que eran ellos cuando tú me masturbabas con tus dedos.

Bajo la cara apenada, estaba sonrojada y un poco temblorosa.

-Nunca me imaginé que eso te iba a excitar tanto, le dije tomando su barbilla alzando su cara.

-Mauri, te juro que jamás me paso por la mente algo así. Dijo Viky apenada.

-¿Y te gustaría hacer el amor con dos hombres al mismo tiempo Viky, esa es tu fantasía?

-¡No pero que dices, eso me éxito en el momento pero jamás ha pasado por mi mente realizar semejante acto, Mauri, una cosa es que me  existe verlo y otra diferente es hacerlo!, dijo Viky con tono alto y un poco molesta.

-Está bien mi amor no te molestes, solo quiero saber lo que te gusta, anoche me echaste el mejor polvo de mi vida y quisiera que se repitiera más a menudo.

-Claro que se repetirán Mauri, yo también espero que si mi amor, me excite mucho y fíjate que acabe varias veces, en mi mente se han despertado un erotismo y una pasión que no conocía hasta hoy, está bien procurare ser más abierta y te diré como excitarme más, eso sí de acuerdo a la ocasión para que sea siempre igual.

-Bueno vamos a desayunar y luego damos un recorrido por el pueblo. Le dije a Viky.

-Mauri y que te parece si después de desayunar vamos a la playa a relajarnos un poco, la feria comienza nuevamente al atardecer.

-Es cierto mi amor, está bien, así lo haremos, vamos a desayunar.

Después de desayunar llegamos a la playa, no había mucha gente a esa hora, paramos el vehículo en la orilla bajo la sombra de un gran árbol, nos tomamos de la mano y caminamos por la orilla, nos abrazamos y besamos muy apasionadamente.

-Mauri nuevamente te pido que no vayas a pensar mal por lo que te conté y por lo que hice, bueno por lo de anoche, no quiero que pienses que soy una puta, a veces quisiera decirte muchas cosas que me gustan pero me da miedo lo que puedas pensar de mí, no te quiero perder.

-No digas eso mi amor, te conozco bien y sé que no eres así, pero me gustó mucho como lo hiciste anoche quiero que se repita y que siempre seas muy ardiente, así tenga que buscar a ese trio del hotel, quisiera verte nuevamente drogada de placer y lujuria.

-Bueno Mauri nunca nada vuelve a ser igual, pero podemos hacer cosas nuevas para excitarnos, podemos inventar cosas nuevas  y experimentar con juegos sexuales, yo estoy dispuesta a complacerte con todo mi cuerpo en lo que tú quieras mi amor.

Nos volvimos a besar, comencé a recorrer sus caderas, mis manos bajaron por sus glúteos redondos y duros.

-Vamos a bañarnos Mauri, el agua se ve muy rica, hasta podemos hacer el amor en el agua,  aún estoy muy cachonda, tengo las imágenes de ayer clavadas en mi mente, vamos quiero hacer el amor.

Viky comenzó a quitarse la ropa lentamente, su cuerpo quedo al desnudo, solo lo cubría su diminuto traje de baño, su bello cuerpo se veía imponente a la orilla de la playa.

Camino con la elegancia de un ángel entrando al agua. Sus bellas formas desaparecieron en una zabullida. Yo me lance detrás de ella.

-¡Te agarre! le dije abrazándola, sentía su suave piel rozando con la mía y la fría agua envolviendo nuestros cuerpos, sus  pezones erectos por el frio casi querían salirse de su brasear.

-Quiero que me hagas el amor aquí mismo, quiero que acabemos juntos al vaivén de las olas, me dijo ella sin dejar de verme a los ojos.

La abrase y la bese, fue un beso muy lento y caliente a la vez, ella se abrazó a mi cuelo, levanto sus piernas y me rodeo la cintura con ellas, la sujete por sus duros glúteos,  rodé la parte inferior del traje de baño hacia un lado y le introduje mi pene muy lentamente, ella me abrazo más fuerte, su cabeza descendió hacia mi hombro, sus labios comenzaron a chupar mi cuello,  sus pezones erectos se estrellaban contra mi pecho.

-¡Hola!  ¿Cómo están?,  ¡veo que la están pasando bien!

Nos sorprendió  y nos cortó la inspiración, la voz que nos saludaba desde la orilla, era una chica que maneja un vehículo rustico.

-¿Hola como están, como está el agua? Grito la joven recién llegada.

-Muy bien gracias, el agua esta divina, le conteste yo.

Nos acomodamos rápidamente los trajes de baños disimuladamente.

No podía ver bien su cara por que cubría su cabeza con un sombrero vaquero y llevaba puestos unos lentes para sol.

-¡Espero no interrumpirlos! Este es mi sitio preferido, aquí es donde siempre vengo a bañarme, espero no ser inoportuna, volvió a gritar.

-No por favor, la playa es de todos.

La chica se bajó del rustico y  se acercó a la orilla, era alta y delgada,  casi de nuestra estatura, vestida con un pantaloncito de Jean muy corto y una franelilla  ajustada a su cuerpo también corta a la altura del ombligo que definían su fenomenal figura,  su cuerpo era muy parecido al de Viky, se quitó el sombrero dejando al aire su cabello castaño claro, luego se quitó los lentes muy lentamente sin apartar la vista de nosotros, lo metió en el sombrero y lo lanzo al asiento del rustico, camino hacia la playa, justo a nuestro encuentro, casi me da un infarto cuando comencé a reconocer sus facciones, Viky casi lo hizo al mismo tiempo, nos miramos asombrados y fue Viky la que rompió el silencio.

-¿Mauri te das cuenta de quién es? ¡No lo puedo creer!

-Es la chica del baile en la feria y la misma que estaba haciendo el amor con los dos muchachos en el hotel anoche.

No pudimos seguir hablando por la joven ya estaba muy cerca.

-En verdad lamento si soy inoportuna, pero en verdad esta es mi parte favorita.

-No te preocupes ya nos íbamos ¿verdad Mauri?, dijo Viky lanzándome una mirada fulminante.

-¡Ha! ¡Sí! dije yo sin dejar de ver a la joven, era muy bonita y estaba súper bien.

-Mi nombre es Vanesa y ya nos habíamos conocido antes, creo que es la tercera vez que coincidimos en un mismo sitio y creo que tenemos los mismos gustos y el destino quiere que seamos amigos.

-Mucho gusto, dije extendiéndole mi mano,  Mauri  y mi esposa Viky.

-Que bella pareja hacen, los vi muy emocionado cuando llegue, espero en verdad no haber interrumpido.

-No te preocupes no interrumpiste nada que no podamos haces después, dijo Viky abrazándome y marcando su terreno.

-¿Perdona mi curiosidad Vanesa por qué dices que hemos coincidido en el mismo sitio por tercera vez?, pegunto Viky.

-La primera vez fue en el baile, la segunda en el Motel y la tercera aquí.

-¿En el Motel?, dijo Viky apenada.

-Si amiga en el Motel, yo te vi cuando nos observabas, yo pase una noche estupenda y me imagino que tú también con tu esposo, sé que estabas muy excitada viéndonos, lo notamos todos en tu mirada y no podías dejar de vernos, dijo esto abrazando a Viky como si fuera una vieja amiga. ¿No es así?

La cara de Viky enrojeció, me miro como diciendo "que digo que hago, ayúdame Mauri"

-Yo no tuve oportunidad de ver mucho,  pero me imagino que la pasaste muy bien o mejor dicho la pasaron muy bien tus amigos y tú, fue lo que se me ocurrió decirle a Vanesa.

-En verdad la pase divino, una experiencia única,  siempre me gusta experimentar cosas nuevas en el sexo, soy muy abierta para el sexo, no tengo tabú, uno de ellos es mi esposo Cristian y el otro un amigo de ambos llamado Juan y también la pasaron súper bien,  los mismos que bailaron contigo Viky dijo con mucha naturalidad.

-¿Y tu esposo acepta que te entregues a otro hombre así como así?, pregunto Vicky extrañada.

-Siempre y cuando estemos de acuerdo los dos, yo jamás me he acostado con nadie si él no está de acuerdo y él tampoco lo hace con ninguna chica si yo no estoy de acuerdo, así no hay traición ni infidelidad.

-Bueno será como dices, no puedo decir lo contrario porque nunca lo he hecho, no he de negarte que se veía muy excitante, pero además sé que Mauri jamás lo aceptaría.

-Es cierto mi amor, yo no podría compartirte con otro hombre, eso sería demasiado para mí.

-¿Pero si te gustaría estar por ejemplo con Viky y conmigo, los tres en una divina cama haciendo el amor?, ¿dime la verdad?  ! No mientas Mauri!, pregunto Vanesa mirándome fijamente.

Las dos se quedaron paralizadas mirándome fijamente y esperando mi respuesta.

-Bueno eso es diferente, así si me gustaría, eso sí lo podría hacer. Y en verdad lo disfrutaríamos mucho. Dije en tono malicioso.

Viky se quedó con la boca abierta por mí respuesta y reacciono.

-Es un tema muy fuerte en verdad, cada quien con su forma de ser y de pensar, creo que es mejor irnos, tengo que pasar comparando un regalo, gracias por compartir tus vivencias con nosotros Vanesa, fue un placer conocerte, dijo Viky.

Viky me jalo por el brazo sacando prácticamente a rastras de la playa.

-¿Esperen que van hacer esta noche?, pregunto Vanesa.

Yo me adelante a contestar, antes que Viky lo hiciera.

-No tenemos nada en especial, pensamos darle un recorrido a la feria. Para bailar un poco y aprovechar para que mi esposa me de unas clasecitas ya que no soy muy diestro que digamos.

-Eso tiene una mejor solución, te podemos enseñar entre las dos.

Cristian no va estar esta noche aquí así que voy a estar solita, me gustaría mucho acompañarlos. ¿Qué dicen?

-Por mí no hay problema, nos vemos esta noche en la feria, dije yo adelantándome a Viky nuevamente.

-Está bien es un compromiso entonces,  pero mejor los paso buscando por el Motel a las siete, nos vamos en mi carro, aquí me conocen todos y no hay problema donde lo deje estacionado.

-Bueno está bien, dije bajo el asombro de Viky, nos vemos a las siete.

No habíamos subido a nuestro carro, cuando Viky me comenzó a reprochar.

-¿Mauri porque aceptaste esa invitación? A mí no me cae mucho esa mujer. ¿No será que te gusta?

-Ya por favor mi amor, no seas desconfiada, se ve buena persona y es muy sincera, eso vale mucho, me agrada en verdad,  mi corazón es tuyo y de nadie  más, la abrase y le di un beso muy suave.

-Si pero no vas a negar que es muy bonita y tiene un buen cuerpo.

-Tu eres más bella y tu cuerpo es más bonito y  yo te amo es a ti Viky, no seas insegura, eso no está bien, la abrace y la acurruque en mi pecho.

-Es cierto Mauri, perdóname, tienes toda la razón, no debo comportarme así ni pensar mal, yo confió en ti mi amor.

 

Clases de baile

Llego la noche, Viky se vistió casual y muy sexy a mi forma de ver  para competir con Vanesa.

Sonó el timbre del teléfono de la habitación. Viky salí corriendo a responderlo.

-Hola Vanesa como estas ya me imaginaba que eras tú. Ya salimos.

Me extraño la simpatía con que Viky saludo a Vanesa, pensé que estaba celosa de ella y que no le había caído bien y la iba a tratar pedantemente, pero algo cambio en su mente.

-Vamos mi amor Vanesa ya está aquí.

Viky diciendo esto se encamino a la puerta y yo la seguí viendo sus lindos glúteos balancearse de un lado al otro al caminar.

Al llegar a la recepción me deslumbro Vanesa estaba bellísima en verdad, se había vestido casi igual que Viky, como si se hubiesen puesto de acuerdo. Yo me sentía alagado de estar acompañado de dos hembras tan bellas y me imagino que iba a ser la envidia de muchos. Nos montamos en su rustico y nos dirigimos a la feria.

-Bueno Mauri y Viky, vamos a tomarnos unas copas y a bailar, la primera ronda la brindo yo.

-Recuerda que yo no sé bailar mucho así que tendrán que ensenarme entre las dos, dije yo.

-Tranquilo Mauri te enseñaremos a bailar entre Viky y yo, bailaras con nosotras toda la noche. Como bailo Viky con Juan y con mi esposo ayer en la feria, pero con la diferencia que ahora seremos nosotras dos contra ti, te aseguro que te gustara mucho, esta noche puede ser inolvidable para los tres, ¿qué dices?

-En verdad me gustaría aprender a bailar con tan bellas profesoras pero me da pena con tanto público, le dije con cara de apenado a Vanesa.

-Pero no tengas pena Mauri yo estoy de acuerdo con Vanesa, tienes que aprender a bailar bien, siempre he querido que aprendas y creo que este es el momento indicado.

-Se me ocurre una idea, por qué no vamos un momento a mi casa, está cerca, allí también tengo un buen equipo de sonido y podemos entrenar a Mauri un rato, nos tomamos unos tragos y luego nos venimos a la feria nuevamente  ¿qué dicen?

-Yo no tengo ningún problema la noche es larga y apenas está comenzando, dijo Viky muy alegre.

-Bueno manos a la obra dije yo, vamos entonces.

La casa de Vanesa estaba situada en el centro del pueblo  era muy grande y bonita,  pasamos a la sala, era amplia y cómoda con grandes muebles, tenía un pequeño bar  muy surtido y un potente equipo de sonido.

-Bueno están como en su casa, ¿quieren tomarse un Whisky?

-Yo si quisiera uno y tu mi amor, te animarías a tomarte uno le pregunte a Viky.

Viky no respondió solo encogió sus hombros en señal que estar de acuerdo.

-Ponte cómodo Mauri, Viky y yo vamos a buscar los vasos con hielo y hacer unos páspalos a la cocina, pon la música que quieras estás en tu casa.

Vanesa la tomo de la mano y algunas ideas morbosas pasaron por mi mente al verlas caminar así.

-Que bella pareja hacen Mauri y tú, se ve que se aman mucho, Mauri está muy chévere y tu ni se diga Viky eres muy hermosa y tienes un bello cuerpo.

-Gracias Vanesa, tú también eres muy bella, sensual y también tienes un bello cuerpo y tu esposo también está guapo.

-¿Amiga cuéntame en privado que fue lo que más te éxito cuando nos vistes haciendo el amor en el Motel?

Sentí que mi cara cambio de color,  se puso roja, me ruborice completamente.

-¿Por qué me preguntas eso?, fue lo mismo que me pregunto Mauri, le dije con voz nerviosa.

-No tengas pena amiga mía, dijo Vanesa tomándome de las manos, Cristian me aviso que estabas viendo y yo misma te vi, y te notabas muy excitada, ¿no es cierto?

-Me da mucha pena admitirlo pero es cierto, si los vi y si me éxito mucho, te confieso que cada vez que lo recuerdo me excitó.

-No tienes por qué sentirte apenada, a mí no me dio pena que me vieras más bien me excitó mucho, el destino así lo quiso y mira ahora nos conocemos personalmente y somos amigas.

Dijo estas últimas palabras abrazándome tiernamente. Con una mano acaricio suavemente mi espalda y con la otra acaricio mi cabello, sin dejar de abrazarme me pregunto al oído:

-No te gustaría hacer lo que nos vistes haciendo, tener dos hombres para ti solita, sentir cuatro manos acariciándote, dos bocas besándote y chupándote por todas partes, tener dos pollas para ti solita, sentirte penetrada por los dos al mismo tiempo, es una sensación extraordinaria, es sentir dos placeres al mismo tiempo, me atrevería a decir que es el máximo placer que puede sentir una mujer. ¿Dime no te gustaría?

Me separe un poco de Vanesa pero aun tomadas de las manos, su rostro frente al mío a escasos centímetros , nuestras miradas fijas y penetrantes como si cada una quisiera estudiar a la otra en profundidad de la otra y saber sus secretos más íntimos.

-Como te dije anteriormente, me éxito mucho lo que vi, nunca había visto en persona nada igual, pero de allí a que yo quiera hacerlo está muy lejos, además amo mucho a Mauri y sería incapaz de traicionarlo.

-Oye,  espera quien ha hablado de traición, yo nunca he traicionado a Cristian, lo que hacemos es de mutuo acuerdo, jamás lo he traicionado yo lo amo mucho, lo que hacemos es solo un juego de sexo, solo sexo, Cristian está de viaje y sin embargo él sabe que ando con ustedes yo nunca le oculto nada.

Yo no apartaba la mirada de los ojos de Vanesa, sus palabras estaban abriendo una puerta que hasta ahora nadie había abierto.

-Pero Mauri tampoco aceptaría hacer algo así y menos que yo lo hiciera, le dije en voz baja y temblorosa. Así yo quiera él no lo aceptaría.

-¿Y tú Viky dejarías a Mauri hacer el amor con otra mujer?.

-¿Por qué me preguntas eso?, dije un poco molesta y desconfiada, ¿te gusta mi esposo verdad?

-Tranquila Viky cálmate, no te alteres, los celos son malos concejeros, no he de negarte que me gusta tu esposo, soy sincera, siempre lo he sido, pero en esta vida para pedir hay que dar, te lo digo por experiencia propia, cuando mi esposo y yo comenzamos nuestros juegos sexuales yo tuve que dar el primer paso ósea tuve que aceptar compartirlo y que él hiciera el amor con otra mujer o mejor dicho con otra y conmigo al mismo tiempo, me sentí insegura pero era una prueba que necesitaba superar para llegar donde quería, eso le gustó mucho a él y lo repetimos varias veces hasta que me toco a mi pedirle hacerlo con él y otro hombre y el no pudo oponerse aunque en un principio lo veía receloso y desconfiado, estaba en juego su machismo pero cuando lo hicimos y comprobó que era solo sexo y que yo no había cambiado con él, comenzó a confiar más en mí y nuestra relación se hizo más fuerte y ahora lo hacemos de la forma que sea y cuando queremos.

-Bueno eso que dice tiene sentido, Mauri me dijo hace poco que le gustaría hacer el amor con dos mujeres al mismo tiempo, dice él que es el sueño de todo hombre, pero yo no me atrevería hacerlo, no quiero perder mi matrimonio por un capricho sexual.

-No vas a perder nada, más bien puedes ganar mucho, tienes un bello cuerpo, aprovecha tu juventud mientras puedas no dejes pasar los años sin disfrutar de la vida a plenitud.

Vanesa se acercó más a mí, me abrazo con una mano por la cintura atrayéndome hacia su cuerpo y con la otra mano acaricio mi rostro con ternura. Sentí que mi cuerpo comenzó a vibrar.

-No sé qué decirte Vanesa, en verdad estoy confundida, me dices tantas cosas al mismo tiempo que no puedo asimilar tan rápido, esto es nuevo para mí, ¿entiendes?

Vanesa me atrajo aún más hacia ella, su cuerpo ahora estaba totalmente pegado  al mío, nuestras respiraciones se tornaron agitadas, sus labios  rozaron los míos.

-Claro que te entiendo y tú también me entiendes, aunque no lo des a entender, te pareces mucho a mí y sé que te gusta lo mismo que a mí, eres como yo, lo presiento, me dijo Vanesa.

No siguió hablando sus labios se unieron a los míos en un suave beso, su cálida lengua se introdujo dentro de mí, jugueteando con la mía al compás de la excitación, el beso que había comenzado suave ahora iba tornándose salvaje, sus labios soltaron los míos para buscar mi cuello, chupándolo de una forma muy excitante hasta hacerme soltar exclamaciones y gemidos roncos de placer.

Nuestras  manos recorrían nuestros cuerpos, lo hacían desesperadamente, nos apretábamos las nalgas, los senos, nos acariciábamos el rostro y nos besábamos con mucha pasión.

-Disculpa. Estoy muy apanda nunca había hecho nada así, nunca me había pasado por la mente besar a otra mujer, no sé qué me paso, mejor volvamos con Mauri.

-¿Pero no te gusto? ¿Por qué te niegas el placer de sentir, porque no te dejas llevar por la pasión?, no pienses, déjate llevar y veras lo divino que es.

-Lo siento Vanesa pero yo no soy así, me deje llevar pero no volverá a pasar, por favor regresemos con Mauri debe estar preocupado esperándome.

-No digas eso mi amiga, sé que tu cuerpo pide placer a gritos, complace a tu cuerpo y veras la vida de otra forma, sé que te gustara.

Vanesa  volvió a tomarme por la cintura con una mano y con la otra se apoderó de mi cabello obligándome prácticamente a besarla nuevamente. Yo me reúse al principio poniendo un poco de resistencia pero luego me deje llevar por ella, las manos de Vanesa eran muy hábiles, mientras una masajeaba mis senos, con la otra acariciaba mi vagina, sus dedos estaban entrando en mi interior, yo estaba muy mojada. Por mi parte también comencé acariciarla salvajemente, mis manos se apoderaron de sus glúteos masajeándolos y apretándolos fuertemente y respondía de forma muy apasionada a sus besos,  así estuvimos varios minutos.

-Que apasionada eres Viky, no sabes lo que te has perdido hasta ahora.

-Tú también eres muy apasionada, pero en ti no me sorprende ya lo sabia cuando te vi haciendo el amor, eres fuego puro, le dije  aun jadeando por la excitación.

-Si continuamos aquí vamos acabar, estamos muy excitadas además debemos pensar en Mauri también, el también debe disfrutar de nuestros cuerpos y nuestra excitación, dijo Vanesa ya mas calmada de la excitación.

-No, no me atrevería, que va a pensar Mauri de mi, pensaría que soy una loca, hay disculpa Vanesa no quise decir eso.

-No te preocupes Viky, déjalo de mi parte, solo tu sígueme el será él quien de el primer paso y hazle saber que estas de acuerdo en complacerlo y que lo haces por él, por la confianza que le tienes y por el amor que sientes.

-Esta bien, pero sigo pensando que es una locura.

Las vi llegar a las dos muy sonrientes cada una con una bandeja de pasapalos en las manos, jamás imagine que se harían amigas tan rápido eso era extraño en Viky, ella siempre fue muy selectiva con sus amistades.

-Por fin llegaron ya me estaba poniendo nervioso, pensé que se habían escapado a la feria sin mi.

-¿Eso jamás mi amor, tu siempre estarás a mi lado en todo, verdad?

Viky me abrazo y me beso tiernamente, vi en sus ojos un brillo extraño  y sus labios estaban hinchados, rojos, húmedos y sensuales.

-Epa, epa. No coman delante de los pobres, dijo Vanesa con una sonrisa en sus bellos labios, por que si lo hacen tendran que compartir conmigo, donde come dos comen tres,  lo dijo en tono malicioso y sensual pasándose la lengua por los labios.

-Por mi no hay problema estoy a la orden dije yo en tono jocoso.

-Preparanos algo de tomar a Vanesa y a mi, dijo Viky tratando de desviar el tema.

Yo fui directamente al bar a preparar las dos bebidas.

-¿Que ocurre Viky, por que cambiaste la conversación, estas insegura?

-No creo que pueda hacerlo, no creo poder soportar vea a Mauri haciendo el amor con otra mujer, es demasiado para mí, soy muy celosa.

-Amiga los celos son inseguridad, si estas segura del amor que siente por ti no debes dudar, sino estas segura piensa que algún día se ira de tu lado, es la hora de probar, es preferible que sea ahora que estas joven y no dentro de muchos años cuando ya estés vieja, no crees?

-Tiene lógica lo que dices pero es muy difícil hacerlo, en verdad no creo resistir.

-Bueno déjame actuar a mí, mantén la mente positiva y veras que todo saldrá muy bien y dará pie a nuevas experiencia, tu vida cambiara para bien.

Prepare las bebidas y coloque un disco de Calipso, me acerque a las dos que seguían charlando como dos viejas amigas.

Charlamos los tres de diferentes tópicos, les serví otra ronda más y luego Vanesa comenzó a sonsacarme.

-Bueno Mauri te toca tu hora de clase, ven párate, seré tu profesora de Calipso hoy.

Le hice seña a Viky que si no había ningún problema en bailar con Vanesa, pero Viky de la más natural me hizo señas que fuera con toda confianza.

Vanesa era una diabla bailando sé movía muy pero muy bien, su cintura, su vientre y sus caderas se movían al compás de la música, ella me tomaba de las manos y me indicaba como moverme, pero yo solo estaba pendiente de sus curvas, su cuerpo se pegaba al mío, sus senos rozaban mi pecho de una forma muy sensual, sus caderas se movían rítmicamente y sus glúteos rozaban de vez en cuando mis genitales, ya esto me estaba poniendo a millón.

-Puedo ayudarla profesora, dijo Viky dirigiéndose hacia nosotros muy sonriente.

-Claro que sí, me gustaría una ayudita tuya así lo enseñaremos entre las dos y aprenderá más rápido.

Las dos se miraron pícaramente y se sonrieron, yo no entendía que se traían entre mano.

-Te vamos a enseñar a moverte como nunca lo has hecho mi amor y ojala no te pierda por ello.

Dijo esto último abrazándome, sus labios buscaron los míos en un beso muy intenso,  hasta ese momento no había entendido lo que quiso decirme, sentí el cuerpo de Vanesa pegarse a mi espalda, restregándome su cuerpo de forma muy sensual, sentía sus senos acariciar toda mi espalda.

-Uy que beso tan rico, dijo Vanesa aun detrás de mí, me están despertando el apetito y no respondo.

Viky seguía besándome apasionadamente cuando sentí los labios de Vanesa en mi cuello, esto no lo podía creer, estaba con dos bellas mujeres abrasada una adelante y la otra atrás, estaban haciendo un sándwich conmigo y Viky lo aceptaba.

-Te amo mucho mi amor y esto lo hago por ti,  porque sé que siempre ha sido tu fantasía como la de la mayoría de los hombres y quiero complacerte, confió en ti y espero que esto no dañe nuestra relación. Me dijo Viky mirándome fijamente.

Diciendo esto se despegó un poco de mí, tomo de la mano a Vanesa para darle su puesto y ella tomo el suyo detrás de mí.

-Espero que te guste lo que te pensamos hacer, dijo Vanesa acariciando mi rostro y uniendo sus labios con los míos en un fogoso y ardiente beso.

Viky desde atrás me acariciaba el pecho, una de sus manos bajo hasta mi pene acariciándolo, mi excitación era bárbara, nunca pensé que podía estar en esta situación, ni en mis sueños.

-Que rico besas Mauri, tienes una boca muy dulce y muy divina, así debe ser todo tu cuerpo.

Viky desde su posición detrás de mi comenzó a desabrocharme el pantalón, Vanesa me seguía besando. Mi pantalón y mi bóxer cayeron al piso, una de sus manos se apodero de mi pene.

-Ven Vanesa te lo voy a prestar por un ratico, no me lo maltrates por favor, trátalo con cariño es todo lo que tengo, dijo entregándole mi pene a Vanesa.

Vanesa se arrodillo y  lo tomo con ambas manos besándolo suavemente, sentí su lengua caliente lamiendo mi glande, luego bajo lentamente hasta el tallo de mi pene, su cálida boca lo absorbió completamente, lo sacaba y volvía a introducirlo hasta que desaparecía completamente en su interior, luego comenzó a chuparlo fuerte y desesperadamente, Viky no aguanto y se colocó a su lado de rodillas también,  ahora le tocaba a ella, se tomó un trago de Whisky y aun con el líquido frio aun en su boca metió mi pene dentro de ella, el frio de su boca me hizo estremecer y gemir de pasión, Viky ahora me lo mamaba,  su lengua recorría todo mi pene y se lo introducía todo hasta casi ahogarse como lo hacía Vanesa. Las dos competían por hacerlo mejor.

-Te gusta cómo te lo estamos haciendo mi amor, pregunto Viky con mi pene en sus labios.

-Me encanta mi amor, me tienen a punto de acabar.

-Ni se te ocurra dijo Vanesa, tienes que aguantar para satisfacernos a las dos, sino tendremos que hacerlo nosotras dos solas.

Vanesa se agacho  aún mas metiéndose entre mis piernas y mamo mis bolas mientras Viky seguía tragándose mi pene, volvía a tomar whisky frio y me lo mamaba nuevamente, era muy placentero, Vanesa volvió a arrodillarse frente a mí al lado de Viky y comenzó a recorrer con un lengua un lado de mi pene y Viky el otro lado, mientras una subía la otra bajaba, sus labios de vez en cuando rozaban,  esa visión me excitaba aún más, jamás pensé ver a mi Viky así. La excitación era demasiada ya no podía más debe caer mi cabeza hacia atrás y sentí los espasmos de la evacuación, grandes chorros de semen eran expulsados por mis testículos al exterior, incline la cabeza hacia adelante y pude ver como Viky y Vanesa se disputaban los chorros de semen, tenían sus caras, bocas y cabellos bañados de mi semen caliente y espeso. Pero lo que vino a continuación fue algo inimaginable para mí, Vanesa y Viky se estaban besando muy suavemente, jugando con el semen que tenían aun dentro de sus bocas, cada una limpiaba con su lengua el semen adherido a la cara de la otra.

Me quede petrificado al ver esta escena, no sabía que pensar ni que decir, me excitaba y la  vez me sentía extraño aun no creía lo que veía.

-¿Te gusta lo que estás viendo Mauri, te excita ver como beso a tu mujer? ¿Y cómo nos peleamos tu rico semen?

-No sé qué pensar esto ha pasado muy rápido aún no he asimilado lo que está pasando....

-Mauri si te molesta no lo sigo haciendo mi amor, ¿dime?

-No mi amor, disculpa, no me molesta en lo absoluto, más bien me excita, la fantasía de la mayoría del hombre es hacer el amor con dos mujeres al mismo tiempo y si son tan bellas como ustedes mejor.

-¿Entonces no te molesta mi amor, te veo muy serio?

-Es por que todo ha sido muy rápido, pero sigan por favor, no se detengan por mí.

-Esta noche será inolvidable, dijo Vanesa pasando la lengua por la boca de Viky, de forma muy erótica apoderándose de sus labios en un beso apasionado, sus manos comenzaron a desvestir a Viky, a los pocos segundos ya su blusa y falda estaban en el suelo, Vanesa también se desvistió rápidamente, sus dos bellos cuerpos estaba desnudos ante mí, que envidia me tendrían muchos pensé en ese momento.

Viky estaba acostada en la alfombra boca arriba y Vanesa montada sobre ella comiéndole prácticamente la boca con besos desesperados llenos de lujuria.  Las manos y los labios de Vanesa se operaron se sus senos, los apretaba y los chupaba muy fuerte.

-¡Ah!, ¡ah!,  que rico me gusta mucho como me las chupas Vanesa.

-Me encanta tu cuerpo Viky, estas en muy buena forma, tú también estas bien  Vanesa.  No te pongas celoso mi amor.

Dicho esto Vanesa comenzó a bajar lentamente hacia el vientre de Viky, chupando cada centímetro de su abdomen hasta llegar a su vagina, se arrodillo entre sus piensa y comenzó a chuparla suavemente abriendo sus labios y metiendo su lengua profundamente dentro de su ser. Desde donde estaba yo sentado podía apreciar el bello culo de Vanesa inclinado al aire libre por la posición de su espalda.

Me acerque aquel bello culo lo acaricie con suavidad, su piel era muy tersa, ella al sentir mis manos abrió más las piernas e inclino más el culo para que de abrieran sus nalgas y darme un bello espectáculo de su pequeño y negro agujero.

-¿Te gusta lo que vez Mauri?

-Claro que me gusta Vanesa, es muy bello y muy redondo, tienes unas nalgas preciosas y tu piel es muy suave.

-Entonces cómelo todo, es  tuyo mientras yo me como el bollo de tu mujer, que esta riquísimo.

Abrí sus nalgas y pase mi lengua por aquel bello agujero, mordisquee sus bellas nalgas, esto la excitaba mucho, introduje dos dedos dentro de su vagina moviéndolos hacia adentro y hacia afuera mientras lamia suavemente su culo.

-¡Oh!, ¡Oh!  Mauri que rico me vas hacer acabar, que rico, Viky también va acabar, ¡oh! voy acabar ¡ah!, fuertes sacudidas recorrieron su cuerpo, señal inequívoca que estaba acabando, chorros de flujo chorrearon sus piernas al sacar mis dedos de su vagina.

- No pares Vanesa no pares. ¡Ah!, ¡ah!, ¡oh!, ¡uy!,  que rico era Viky que también estaba acabando, también su cuerpo comenzó a estremecerse.

-Que rico Mauri, tienes una lengua y unos dedos divinos y tu Viky tienes una vagina muy rica, sentí tu acabada en mi cara.

-Ven Mauri acuéstate en el centro de nosotras, caliéntanos con tu cuerpo, dijo Vanesa.

Me acosté en el medio de las dos, cada una apoyo su cabeza en mis hombros, así transcurrimos unos minutos charlando hasta que Vanesa tomo nuevamente la iniciativa.

-Viky con tu permiso voy a cabalgarme a ti esposo, voy a meterme ese bello pene dentro de mí.

Vanesa se montó sobre mí, acaricio mi pene con sus manos y lo dirigió a su vagina, este entro lentamente, ella se dejó caer completamente para sentir la máxima penetración, sus movimientos comenzaron suaves pero enérgicos, Viky se arrodillo sobre mi cara con sus piernas abiertas para que pudiera chupar cómodamente su vagina, las dos estaba frente a frente montadas sobre mí, ambas se acariciaban sus senos y se besaban muy apasionadamente, yo me seguía moviendo bajo el compás de sus cuerpos.

Las caderas de Vanesa querían destrozar mi pene con sus movimientos, no se podía negar que culeaba muy bien, a su vez Viky también movía sus caderas sobre mi rostro, yo  apretaba sus nalgas y devoraba su sexo con mi lengua y labios.

-¡Uy!  ¡Uy!  ! Ah! Voy acabar dije yo, ya no aguantaba más la embestida de Vanesa.

-Yo también voy acabar   ¡no pares por favor! dijo, Viky.

-Yo también yo acabar dijo Vanesa, quiero sentir tus chorros calientes dentro de mí, vamos así, así, bésame Viky ¡Ah!, ¡ah!

Los gritos y las exclamaciones de placer recorrían todas las esquinas de la casa, el olor a sexo era muy excitante, sus dos cuerpos sudados cayeron a mi lado exhausto y se abrazaron a mí, nuestros sudores se confundían, nunca Viky y yo habíamos  disfrutado tanto del sexo como hoy.

Nos quedamos un rato los tres abrazados sin decir nada, cansados y pensativos.

-Bueno los invito a ducharse y nos vamos a la feria, aún queda mucha noche por delante, hay que disfrutar, síganme.

Vanesa se encamino por un pasillo, Viky y yo nos pusimos de pies y la seguimos hasta el baño.

Nos duchamos los tres juntos, nos vestimos y regresamos a la feria.

 

La piscina

Ya estaba amaneciendo cuando sonó el teléfono móvil de Vanesa.

-Hola mi amor, aún estoy en la feria ya está amaneciendo, estoy acompañada de Mauri y Viky, hemos hecho buena amistad, son muy bellas personas, ¿a qué hora llegas?......a ok. Nos vemos allá, chao, te amo.

-Era mi esposo, dijo Vanesa, le dije que estaba con ustedes, ya está en la casa, quiere que vallamos para allá, quiere hacernos un sancocho para almorzar.

-Lo siento Vanesa pero estamos cansados en verdad, necesitamos descansar un poco.

-Hay no seas así Mauri, Cristián es muy buena gente y tiene muchas ganas de conocerlos, hasta va hacer un sancocho para almorzar, si gustan allá pueden descansar un rato, hay una habitación para huésped disponible, además no pienses en ti solamente, Viky no se ve cansada y la opinión de ella también vale Mauri, que dices tú Viky?

-A mí me gustaría ir para complacerte a ti y a tu esposo y descansar un poco, además Cristian lo puede tomar a mal, pero Mauri es el que tiene la última palabra.

-Anda Mauri, no seas malo, te prometo que la vas a pasar bien, dijo esto guindándose de mi cuello y rosando su nariz con la mía.

-Está bien iremos pero sinceramente me da pena ver a la cara de tu marido por lo que hicimos hace rato y en tu misma casa.

-Mauri, no sientas apenado de nada, nosotros nos amamos mucho, no tenemos secretos, él sabía que iba a salir con ustedes y sabía lo que podía pasar, nunca le miento ni lo engaño él sabe todo lo que hago y yo todo lo que él hace.

-Bueno ahora menos para verlo a la cara dije yo muy serio y preocupado.

-Mauri no seas arcaico, ellos son una pareja liberal, ya Vanesa me comento, disfrutan de los placeres del sexo sin traicionarse, siempre diciéndose la verdad y eso me parece ser muy honesto, cada quien con sus cosas y sus ideales, además tu siempre me has dicho que cada cabeza es un mundo, ¿no es cierto?

-Es cierto Viky y me doy cuenta cuanto has cambiado en este fin de semana, te veo más desenvuelta y segura de ti misma.

-¿Te molesta que sea así Mauri?

-Al contrario me gusta esta nueva faceta tuya, así me gustas más, celebro que hallas cambiado tu forma de pensar en algunas cosas.

-Ahora pienso diferente Mauri, quiero complacerte en muchas cosas que sé que te gustaría hacer pero que nunca quise hacerlas, de ahora en adelante te complaceré en lo que quieras y cuando quieras, seré siempre de mente abierta así como hoy y espero que lo volvamos a repetir muchas veces más, me abrazo y beso tiernamente.

-E pale,  acuérdense de no comer delante de los que tienen hambre, dijo Vanesa muy sonriente. Bueno vamos a mi casa.

Cristian salió a recibirnos con una sonrisa muy cordial. Abrazo y beso muy ardientemente a su esposa.

-Hola Mauri, hola Viky, bienvenidos, pasen adelante, les estoy preparando un sancocho de gallina para almorzar que se van a chupar los dedos y les va a dar mucha energía  y ponerlos como nuevo. Ya puse a llenar la piscina para bañarnos  un rato, ¿qué dicen?

-A me parece Magnifico, se adelantó a decir Viky muy sonriente, así relajamos y refrescamos un poco nuestros cuerpos.

-Pero tenemos que ir al hotel a buscar la ropa y los trajes de baño, les dije yo.

-No hace falta vamos en la tardecita, dijo Vanesa, yo te presto ropa y Cristian a ti Mauri, que bueno es que somos la misma talla.

-Le prestaremos lo que quieran, con toda confianza, suban a nuestra habitación y escojan lo que quieran ponerse.

Ante la insistencia de ambos aceptamos y también por que vi a Viky muy entusiasmada en quedarse, no quise ser agua fiesta y acepte cordialmente.

Fuimos a la habitación y Viky  escogió un pantaloncillo corto y una también muy corta quería estar muy cómoda, yo por mi parte escogí pantalón corto tipo bermuda y una franela sin mangas.

Nos duchamos Viky y yo juntos como siempre lo hacíamos.

-Te noto muy contenta Viky, tu cara irradia felicidad, ¿te sientes cómoda aquí con nuestros nuevos amigos?

-Claro que me siento bien mi amor, la hospitalidad de esta gente es increíble, mi mente y mi cuerpo están felices, esto me parece un sueño del cual no quiero despertar, estamos amanecidos y sin embargo  no siento sueño quiero seguir viviendo este momento al máximo, las cosas que nos llegan a la vida por sorpresa son las mejores.

-Yo también me siento bien pero en realidad eres tú la que me preocupa, te veo muy desenvuelta has cambiado mucho en este fin de semana.

-Bueno Mauri no te entiendo siempre quisisteis que fuese de mente más abierta y ahora que estoy cambiando te preocupas, te asustas y no te gusta, no te entiendo.

-Es cierto debería alegrarme en verdad mi amor, el que parece no ser de mente abierta ahora soy yo, pensé que estaba preparado pero parece que me equivoque. No es igual llamar al diablo que verlo llegar.

-Lo que pasa es que dudas de mi amor Mauri, yo también dude cuando estábamos haciendo el amor con Vanesa, pensé que te podías enamorar de ella y te podía perder, pero me arriesgue porque te amo y confió en tu amor  y dentro de mí sé que no me vas a fallar, además quiero complacerte en lo que te gusta y para eso debemos confiar mucho el uno en el otro. Pero te pregunto ahora yo, ¿estás seguro de mí Mauri? ¿Confías en mi amor?

-No, no es, bueno si, yo confió en ti, te amo y sé que me amas y en verdad no te quiero perderte, nunca he sentido celos por ti, ni dudas, yo también confió en ti y sé que nunca me traicionaras, estoy tranquilo por esa parte y espero que volvamos a repetirlo con ella o con otra chica. ¿Pero eso te complace a ti? o ¿quieres hacer otra cosa? Lo digo porque vi como mirabas a Cristian. Nunca había visto esa mirada en tus ojos. Pienso que lo deseas.

Nuestra conversación fue interrumpida por alguien que tocaba la puerta.  Era Vanesa  y se había puesto una blusa muy corta y un pantalón jean corto muy parecido al de Viky para andar vestidas iguales.

-Hola vine a buscarlos para que tomen café. Ya está listo y para que desayunemos algo.

-Gracias Vanesa ya Viky esta lista como puedes ver pero yo aún no me he afeitado. Estaré listo en 10 minutos.

- Bueno Viky vente conmigo para que me ayudes con el desayuno  y te tengo una sorpresa. Vienes cuando estés listo Mauri. Estamos en la cocina.  Estas en tu casa.

A los pocos minutos salí de la habitación y fui en busca de Viky y Vanesa, a lo lejos se oían sus voces, estaban en la sala donde la noche anterior habíamos hecho el sexo con Vanesa.

Cuando llegue estaban sentados y tomando café, riendo y contando anécdotas, mi sorpresa fue ver al lado de Viky a otro hombre que reconocí inmediatamente era el otro bailarín y el mismo del hotel.

-Mauri te estábamos esperando, ya te iba a ir a buscar, te presento a Juan, es uno de nuestros mejores amigos, de toda nuestra confianza.

-Un placer conocerte Mauri, dijo el extendiendo su mano muy cordialmente, tienes una bella esposa, en verdad te envidio, además es muy buena bailarina.

-Gracias Juan, disculpen la demora pero me estaba afeitando.

Cristian se levantó y me sirvió una taza de café.

-Bueno ya que llego Mauri desayunemos y bajemos a la piscina hasta que el sancocho esté listo.

La piscina quedaba en el fondo de la casa, era hecha de pura piedra y lajas de rio de varios colores, había un bohío de palmas, varios muebles de cuero muy acolchados tipo sofá cama, la cerca que rodeaba la casa era muy alta, a prueba de curiosos, era sin duda una casa muy bonita y acogedora.

Vanesa fue la primera en lanzarse, luego le siguió Viky, Cristian y luego yo, Juan se disculpó por no meterse con nosotros pero él tenía que estar a cargo de la cocina.

-Que rica está el agua Mauri, esta calientica.

Los senos de Viky y Vanesa se veían casi transparentes a través de la blusa.

-Vamos a Jugar a lucha libre, dijo Vanesa, yo voy con Mauri y tu Viky vas con Cristian, el que pierda pagara la penitencia que el otro equipo ponga y no hay límites, puede ser lo que sea, ¿están de acuerdo?, juran cumplir su palabra, dijo Vanesa mirándonos a todos.

Yo no estaba muy de acuerdo que Viky fuera en pareja con Juan pero no quise parecer inmaduro, además por lo visto Viky estaba muy complacida, tampoco me agrada lo de la penitencia sin límites.

Vanesa se me acerco por detrás y me dijo al oído.

-Mauri, sujétame bien las piernas tenemos que ganarles a toda costa, sino quien sabe que nos pondrán hacer.

Vanesa subió sobre mis hombros, sus piernas quedaron muy cerca de mi cara, sentía el calor de su sexo en mi nuca, Viky también subió sobre Cristian, el aferraba sus piernas como un trofeo.

Comenzó la lucha entre las dos bellas hembras, la primera en caer fue Viky. Vanesa contenta saltaba sobre mis hombros sus bellas piernas apretaban mis mejillas muy contenta.

-La penitencia es que Cristian se quite el pantalón, dijo Vanesa.

Cristian sin pensarlo dos veces la cumplió la penitencia quedándose completamente desnudo con toda naturalidad. Viky y yo nos quedamos asombrados.

Viky disimuladamente veía el pene erecto de Cristian debajo del agua.

-Ahora hay un mástil en el cual puedes apoyarte para subir, dijo Cristian graciosamente.

Todos sonreímos, Viky volvió a ver disimuladamente aquel mástil antes de subirse nuevamente a los hombros de Cristian, esta vez la lucha duro más tiempo, Cristian y yo nos veíamos las caras  y sonreíamos por las locuras y los gritos de ellas, Viky cayó nuevamente al agua.

-Ahora te toca a ti decir la penitencia Mauri, dijo Vanesa aun montada sobre mi victoriosa.

-Mejor te la dejo a ti Vanesa, tienes más imaginación que yo, dije sonriendo.

-Bueno Viky ahora te toca a ti cumplir la penitencia, quítate la blusa.

Viky abrió los ojos asombrada igual que yo. Nos quedamos mirando asombrados sin saber qué hacer. Vanesa viendo su indecisión exclamo:

-Cristian ya no tiene nada que quitarse. Dijo sonriendo.

-Está bien lo hare dijo Viky quitándose lentamente su blusa debajo del agua, luego se paró con medio cuerpo fuera del agua, sus senos se veían hermosos y más con el agua deslizándose sobre de ellos.

-Con todo respeto Mauri, que bellas tetas tiene tu esposa, debes estar muy orgulloso de ella verdad, dijo Cristian con mucha naturalidad.

-Si es cierto estoy muy orgullosa de ella, tiene buen cuerpo y es muy buena chica.

-Bueno vasta de charla seguíamos jugando o paramos dijo Vanesa aun montada sobre mí. Si vamos a seguir pongamos una penitencia más fuerte. ¿Qué les parece?

-Me parece bien pero me gustaría cambiar de pareja, dijo Viky. Creo que con Mauri tendría mas posibilidad de ganar y no lo tomes a mal Cristian.

-Claro que no amiga. Estas en tu derecho. Súbete encima mi amor le dijo a Vanesa.

-La apuesta será la siguiente. El que pierda hará el amor con la pareja contaría.  Si yo pierdo hare el amor con Mauri y me someteré a todo lo que quieras hacerme y si pierdes tu Viky lo harás con Cristian. Están de acuerdo.

Viky y yo volvimos a quedarnos sorprendidos.  No sabíamos que decir. Nos mirábamos sin saber qué hacer.

-Bueno si no están seguros mejor dejamos el juego hasta aquí, dijo Cristian.

- Hay no por favor. No sean aguafiestas.  Y yo que pensaba perder. Dijo Vanesa sonriendo.

Todos nos echamos a reír.

-Yo no quisiera darme por vencida, ¿qué dices Mauri, jugamos? Sé que esta vez voy a ganar así que vas a disfrutar mucho mi triunfo con Vanesa.

-¿Y si pierdes? Le dije un poco serio a Viky. ¿Y tú Cristian estás de acuerdo con que tu mejer tenga sexo conmigo si pierde? ¿No te incomodaría esa situación?

-Estoy totalmente de acurdo amigo mío, solo será sexo, su amor y su corazón están conmigo, confió en ella  y no me incomodaría para nada, más bien disfrutaría verla disfrutando.

-¡Te preocupa si yo pierdo verdad, por tu inseguridad y por tu machismo, pero si gano estarías feliz, ¡que injusto eres Mauri!, yo pienso igual que Cristian, me gustaría ganar para verte disfrutar, eso me haría feliz porque yo si confió en ti, pero ya veo que tú no en mí!  Dijo Viky muy molesta dándome la espalda.

- Esta bien Viky. Pero ojala no nos arrepentimos de esto.

-Seguro que te arrepentirás si yo pierdo pero si gano estarás contento, disfrutando tu premio, dijo Viky mirándome fijamente.

-Está bien aceptamos, dije en voz alta y recia.

-No perderé mi amor. Tendrás tu disfrute con Vanesa y yo te veré complacida porque te amo mucho y tu felicidad es la mía, me dijo Viky dándome un dulce beso antes de subirse a mis hombros.

Las dos hembras lucharon fuertemente. Cristian sostenía fuertemente a la suya y yo a la mía.  Pero un descuido hizo resbalar a Viky perdiendo el equilibrio. Trato de enderezarse pero fue imposible. Cayendo de espalda al agua.

- Gane para ti mi amor. Ahora disfrutas tu premio. Le dijo Vanesa dándole un intenso beso a Cristian.

Viky salió del agua y me quedo viendo con cara de niña regañada. Estaba muy apenada y avergonzada.

-Ahora que hacemos Mauri. Qué pena. No debí haber apostado. Dijo abrazándose a mí.

Cristian y Vanesa se acercaron a nosotros.

- Si no están seguros olvidamos la penitencia aunque si nosotros hubiésemos perdido la hubiésemos pagado. Pero no hay problema,  lo que decidas así será.

Yo estuve a punto de oponerme pero espere que Viky lo hiciera pero para mi sorpresa pasaron varios minutos angustiosos para mí y ella no dijo nada, solo me miro largamente como esperando a que yo dijera algo, camino hacia atrás, pego su espalda del borde de la piscina, abrió sus brazos en forma de cruz apoyando sus manos en los bordes de la piscina, sus senos quedaron fuera del agua, era una imagen de película, Cristian me miro un instante como pidiéndome permiso y se acercó a Viky.

-Si Viky está dispuesta yo la apoyo. Dije muy serio.

- Si no te molestas conmigo Mauri. Cumpliré mi palabra.

- No me molestare mi amor. Nadie nos obligó a jugar y sabíamos los riesgos.

-Está bien Cristian.  Soy tuya. Haré lo que quieras. Una apuesta es una palabra dada así que hay que cumplirla.

Yo no quería ver lo que se avecinaba, era demasiado para mí, nunca pensé esto me pasaría a mí.

Cristian acaricio mis mejillas suavemente y busco mis labios, no opuse ninguna resistencia en verdad me sentía muy excitada, las manos de Cristian bajaron  a mis senos y comenzaron acariciarlos, mis pezones se pararon como  impulsados por un resorte, sus labios recorrieron mi cuello y bajaron a mi pecho hasta llegar a mis pezones, una mano se encargaba de acariciar mientras su boca chupaba y succionaba con desesperación el otro pezón, deje caer mi cabeza hacia atrás y de mi garganta comenzaron a salir sonidos roncos de placer.

-Mauri, ¿que sientes viendo a tu esposa disfrutando con otro?, me pregunto Vanesa rosando sus labios con mi oreja.

-Siento celos, muchos celos y una desesperación interna, el corazón lo tengo muy acelerado y mi cabeza me quiere explotar.

-¿Pero a la vez te excita verdad?

-Si es cierto, es un sentimiento muy confuso.

-¿Y tú no sientes nada al ver a tu esposo con ella?

-Claro que siento celos, pero a la vez me alegra ver como disfruta, además es solo sexo, el amor es otra cosa, nuestro amor es muy fuerte.

-No sé qué pensar, en cierta parte te entiendo y estoy de acuerdo contigo, pero me faltan asimilar algunas cosas.

-Se nota que este muy excitado, dijo metiéndome una mano entre las piernas,  tu pene quiere romper el pantalón y buscar un hoyuelo caliente donde meterse. ¿Quieres unirte a ellos?

-En verdad no sé qué quiero estoy muy confuso.

-¿Qué puedo hacer para ayudarte en tu confusión? dijo sonriente, dándome un suave mordisco en la oreja.

-Ni yo mismo  lo se Vanesa, discúlpame pero me gustaría poner mis ideas en claro aunque sea unos minutos.

-Está bien te comprendo, en verdad que te comprendo, yo también pase por eso, voy a la cocina a ver qué hace Juan, ya vuelvo, me dio un beso muy cálido en los labios y salió de la piscina caminando en dirección a la casa, moviendo sus glúteos y sus caderas de una forma muy sensual.

Yo seguí observando la escena de Viky y Cristian.

Viky abrazaba a Cristian por el cuello y sus piernas se entrecruzaban  alrededor de su cintura como lo habíamos hecho conmigo en el rio el día anterior.

Las manos de Cristian prácticamente arrancaron mi pantalón, ahora acariciaban y  apretaban mis nalgas,  estaba totalmente desnuda y Cristian también. Baje una de mis manos y tome el pene de Cristian, con el acaricie los labios de mi vagina de arriba abajo tratando de buscar el camino para entrar en mi caliente orificio, rápidamente encontró su camino, Cristian se cimbro hacia arriba como un toro, yo me aferre a su cuello mientras él hacía presión hacia abajo sobre mis hombros para  poder ensartarme lo más profundo posible,  sentía su completa penetración, luego se aferró a mis caderas y comenzó a bajarme y a subirme sobre su fuerte y duro mástil.

Gemidos roncos de placer brotaban de mi garganta.

Estaba súper excitada con Cristian, el me volvió a recostar del borde de la piscina para disfrutar nuevamente de mis senos, comenzó a chupárselos fuertemente, los apretaba muy duro y mordisqueaba sus pezones. Pero no dejaba de ver a Mauri y me preocupaba lo que estuviese pensando de mí.

-¿Cristian podemos invitar a Mauri para que se una a nosotros? Le dije jadeante al oído.

-Claro si tú lo quieres, me agradaría mucho. Me dijo el chupando mi cuello.

Me baje lentamente del mástil de Cristian afincándome sobre sus hombros. Lo tome de la mano y lo lleve hacia Mauri que no apartaba su vista de nosotros.

-Mi amor quiero que te unas a nosotros, Cristian está de acuerdo. Le dije abrazándolo y besándolo.

- Preferiría ver si no les importa. Me respondió un poco seco.

- Anda Mauri no te pongas así. ¿Estas molesto?

Baje mi mano hasta su pene notando la tremenda erección que tenía.

- Anda Mauri estas muy excitado porque no nos acompañas.  Ven ágamos el amor los tres. Eso me gustaría mucho.

Dije esto buscando sus labios.  Cristian desde atrás acariciaba mis senos y mi vientre. Sin darme por vencida abrí mis piernas rodeando con ellas a Mauri por la cintura... Cristian aprovecho mi nueva posición para abrir mis nalgas y guiar su pene hacia mi pequeño agujero. Sentí la presión de su mástil abriéndose paso en mi culito.  Bese más apasionadamente a Mauri,  mis uñas se enterraron en su espalda. Ya aquel duro pene había profanado mi pequeño agujero.  Cristian comenzó a bombear lentamente pero profundamente.

-Hay Mauri que rico placer. Le dije al oído. Que divino. Cristian se apodero de mi culito y me está dando duro. Me lo quiere romper. Házmelo tú por delante. Destrózame tú también mi amor.

Pero viendo que no reaccionaba baje mi mano y me apodere de su pene, lo acaricie fuertemente y busque introducirlo en mi vagina. Pero las embestidas que me estaba dando Cristian no dejaban meterlo. Mi mano lo aferraba fuertemente, estaba desesperada buscando que entrara en mi cálido orificio, pero  estaba casi cerrado por la presión que ejercía el pene de Cristian en mi ano. Seguí intentando meterlo con un nano mientras que me aferraba a su cuello con la otra para sujetarme fuerte por los  movimientos de Cristian. Mauri no me ayudaba en nada. Estaba excitado pero no quería participar. Cristian comenzó arreciar sus movimientos con mucha fuerza,  sus manos apretaban con fuerza mis senos, yo gemía y giraba desesperada por la fuerte penetración anal, trate nuevamente a toda costa de meter su pene nuevamente  pero cuando casi estaba entrando  choco con el de Cristian que no detenía sus arremetidas.

- Ayudarme por favor mi amor mételo dentro de mí.  Quiero sentirte también a ti. Quieto saber que se siente teniendo dos dentro de mí.  Pero no pude terminar de hablar.  El clímax invadió mi cuerpo como una oleada comenzando a estremecerme.

-Qué rico estoy acabando, no aguantaba más.  Entre gritos y jadeos mi cuerpo se vibraba de placer.

Cristian seguía dándome  duro  y más duro, me estaba destrozando, el culito.

Varios  escalofríos recorrieron su cuerpo, señal que también estaba acabando pero sin embargo seguía moviéndose y ahora lo hacía más rápido, el agua se agitaba por sus  fuertes movimientos.

Me abrace fuerte al cuello de Mauri, la piscina se había convertido en un mar de olas por sus fuertes movimientos. Sentí el pene de Mauri chocando entre mis piernas sin poderme penetrarme. Quise intentar agárralo nuevamente para tratar meterlo pero las fuertes envestidas de Cristian no me dejabas.  Mi brazo ya no respondía, lo subí para aferrarme al cuello de Mauri mientras gritaba como loca.

-¡Ah!  ¡Ahí!,  Cristian que rico eres, me estás haciendo acabar otra vez, hay que rico eres, ¡oh!, que sabroso pene tienes.

-Yo también estoy acabando Viky, tu también eres muy rica ¡ah!,  ¡ah!

Nuestros cuerpos  se estremecieron al mismo tiempo los espasmos eran muy intensos, gire mi cabeza hacia él y nuestras bocas se buscaron desesperadamente. Así tuvimos varios minutos, devorándonos nuestras bocas y yo aún abrazada a Mauri, quien no sabía qué hacer.

Mauri estaba como bloqueado  sin saber que hacer o decir,  todo en él era confusión.

-¿Mauri estas molesto conmigo?

Cristian se vistió y  paso a mi lado y colocándome una mano el hombro me dijo:

-La primera vez es fuerte Mauri, pero después que lo asimiles veras un nuevo mundo de placer y lujuria junto a tu bella esposa, voy a  darle una vuelta a Juan y Vanesa que están en la cocina, ya vuelvo.

Viky me abrazo fuertemente, me acaricio la cabeza, me dio varios besos y me susurro en el oído:

-Estas bravo mi amor, dime la verdad estas molesto, no te quedes callado háblame.

-No estoy molesto, me siento extraño es todo, no sé ni que pensar.

-Ha sido solo sexo Mauri, no te he dejado de amar más bien ahora te amo más porque me has dejado hacer lo que quería, mi amor por ti es muy fuerte.

Viky bajo una mano hasta mi pene y se dio cuenta que aún estaba parado.

-Hay mi amor, lo tienes muy parado mi vida, no te voy a dejar así, ven y veras como te hago gritar de placer.

-No estás cansada de la larga sesión de sexo que acabas de tener mi amor.

-Si estoy un poco cansada pero no te voy a dejar así Mauri y si no te hecho una buena mamada y acabas en mi boca, ¿qué dices?

-En verdad me gustaría pero mira quienes vienen allí.

 

La sorpresa

-¿Que te pareció Mauri, como te sentiste?

-Bueno Cristian he de confesarte que un poco mal. No pensé que iba a llegar a tanto este fin de semana. Todo ha pasado demasiado rápido para poder asimilarlo.

-No pienses mucho y disfruta las cosas como te las pone el destino, tienes una bellísima mujer que te ama, tú la amas también, disfruten el sexo al máximo y siempre serán súper felices como Vanesa y yo.

-En verdad fue experiencia única,  Para Viky fue la primera vez con otro hombre, observe que estaba muy excitada, este fin de semana hemos tenido mucha actividad sexual,  me imagino que no va a querer saber de sexo por una semana.

-Estoy de acuerdo contigo en que fue una experiencia única, pero que no va a querer más sexo en una semana no lo creo, ella ahora es cuando quiere más amigo mío, su cuerpo pide más sexo a gritos, ella se parece mucho a Vanesa, son insaciables por eso congeniaron tan bien.

-Yo estoy totalmente de acuerdo con Cristian, dijo Juan que estaba cerca oyendo todo, su cuerpo en este momento de estar pidiendo más sexo, tanto sexo que un solo hombre no podría satisfacerla completamente.

-Perdónenme que no esté de acuerdo con ustedes pero yo tengo viviendo varios años con ella y sé que no es así, yo la conozco bien.

-Bueno Mauri hagamos una apuesta, vamos a mi habitación y te apuesto que en este momento Vanesa y ella deben estar haciendo el amor y si es así nos dejaras a nosotros dos satisfacerla, ¿está de acuerdo? Si tu ganas nos pondrás una penitencia a nosotros dos la que tú quieras así sea caminar desnudos por las calles del pueblo y te prometemos que la cumpliremos.

-Ya está demostrado para mí que sus apuestas son muy peligrosas, pero confío en mi mujer así que está bien como ustedes quieran pero sé que ya perdieron, yo conozco mucho a mi mujer y sé que tengo ganada esa apuesta. Así que prepárense a caminar desnudos por el pueblo.

En mi interior la inseguridad era tremenda, mi corazón latía desesperadamente. Y si ellos tenían la razón, conocerán en tampoco tiempo más a mi mujer que yo. Si estaban en lo cierto entonces se las entregaría a los dos para que hagan con ella lo que quieran.  Porque si es puro sexo lo que ella quiere que lo haga entonces. Eran los pensamientos que se venían a mi mente, celosos, traición, engaño y venganza.

Caminamos los tres hacia la habitación ya llegando oímos unos sonidos y nos detuvimos en silencio, eran gemidos de excitación y placer, la piel se me erizo, sería posible que unos extraños conocieran más que yo a mi mujer. No lo podía creer esta perplejo.

Cristian tomo la delantera, entreabrió la puerta y pudo ver el bello espectáculo en su interior, me hizo seña para que me asomara en silencio, al llegar a la puerta pude ver a las dos metidas el Yacusi, besándose y acariciándose todo su cuerpo, era un espectáculo muy sensual, Vicky se veía muy excitada, se besaban mientras sus manos masturbaban sus genitales fuertemente.

-Ahora que dices Mauri, quien tiene la razón, ¿quién gano la apuesta?

-Estoy asombrado en verdad, se nota que no conocía a mi mujer, no sé qué  decir.

-No pienses mal de ella es natural, así mismo actuaría Vanesa por eso lo supuse.

-Está bien ganaron la apuesta, pueden hacerle el amor, claro si ella está de acuerdo, yo lo espero en la sala.

-Pero no tienes que irte podemos hacerlo todos, así le gustara mas, dijo Juan.

-No en verdad prefiero esperar en la sala, si ella quiere que lo haga con ustedes, tienen mi permiso.

Me fui a la sala, dentro de mí tenía la esperanza que Viky no aceptara hacer el amor con ellos y regresara a buscarme a la sala, pasaban los minutos y ella no venía.

-Conque haciendo cositas escondidas, dijo en tono jovial Cristian.

Cuando escuche la voz a mi espalda me zambullí apenada y asustada en la bañera, sacando solo mi cabeza a flote. Mi cara estaba muy colorada por la vergüenza.

-Hola Cristian, hola Juan, dijo Vanesa con naturalidad, estamos jugando, si quieren jugar pueden pasar, dijo Vanesa haciendo en espacio en la ducha para ellos.

Me moví rápidamente a una esquina del Yacusi sentada, abrazando mis piernas con ambos brazos para cubrir mi cuerpo, estaba muy apenada por la presencia de Juan.

-Pero que dices Vanesa, estas como loca. Qué vergüenza. ¿Y Mauri dónde está?, le pregunte extrañada de no verlos con ellos.

-Se quedó en la sala escuchando música dijo Juan.

-Bueno yo voy acompañarlo entonces dije tomando una toalla.

Vanesa se arrodillo a su lado,  la abrazo y le dijo al oído:

-Amiga no seas agua fiesta, esta es la oportunidad que estabas esperando, no la dejes pasar, sé que quieres tener esa doble experiencia, aprovecha ahora que puedes y disfrútala al máximo.

-Pero así no amiga, sin su consentimiento no voy hacerlo, seria traicionarlo. Tu misma me lo has repetido siempre que debe ser de mutuo acuerdo.

-Pero él nunca te dejara tener esa experiencia ya lo sabes, vistes lo que paso en la piscina, no quiso participar y eso que estaba muy excitado, si fuese con dos mujeres si lo permitiría tranquilamente porque es un poco machista y tú tienes que pensar también en lo que te gusta a ti, no solo lo que le gusta a él. Las reglas son, tú lo complaces y él te complace. Así funciona todo en la vida. Esta es tu oportunidad amiga, no la dejes pasar, quizás no se presente otra vez.

-Es cierto tienes toda la razón, pero y si viene a buscarme y me encuentra ensartada por dos hombres, se enfurecería mucho. Sería capaz de dejarme.

-Amiga, yo voy y me encargo de él, déjalo de mi cuenta, le diré que te fuiste a bañar y vas a tardar un poco porque te vas a secar después el cabello. Mientras tanto te dejo en buenas manos, pásenla bien.

Dijo Vanesa saliendo completamente desnuda de la bañera sin inmutarse.

No dije nada, seguí en mi posición, Juan entro y se sentó en el borde de la bañera detrás de mí, Cristian se arrodillo fuera de la bañera frente a mí. Mirándome tiernamente.

-Quieres que te hagamos el amor como nunca lo has hecho mi bella Viky, me dijo Juan a su oído.

Yo volteé y lo mire fijamente sin decir nada, luego baje mi mirada hasta la bragueta de su pantalón y observe el tremendo bulto de su pene excitado. Luego volví a ver a Cristian.

-Estoy muy apenada y avergonzada Cristian, no sé qué estén pensando ustedes de mí. Nunca había estado con otro que no fuera mi marido hasta hace poco que estuve contigo.  Y no sé si está bien lo que hemos hecho hasta ahora.

-No debes avergonzarte ni apenarte no pensamos nada malo de ti, al contrario solo cosas buenas, eres una hembra súper bella con un cuerpo demasiado perfecto y adoras el sexo tanto como nosotros, eso no es malo, estamos muy contentos y complacidos que el destino allá unido nuestros caminos para compartir como lo hemos hecho hasta ahora.  No queremos que te sientas obligada hacer nada que no quieras, si no lo desea realmente no lo hagas, el sexo debe ser placentero y de mutuo acuerdo para que pueda ser perfecto, nunca por obligación.

Baje mi cabeza apoyando mi rostro en mis rodillas, cerré mis ojos meditando las palabras de Cristian me sentía muy alagada y deseada. Estaba deseando hacer esa locura, sentirlos a los dos como el recuerdo que tengo clavado en la mente y que no deja de excitarme, quería saber lo que se siente, si es tan excitante como parece serlo. Y la única forma de saber era haciéndolo y esta era mi oportunidad, pero no le quería ser infiel a Mauri y a la vez estaba casi segura que él jamás me permitiría hacerlo.

Cristian  levanto mi  rostro por la barbilla, me dio un beso en la frente y se puso de pie.

-Nos vamos Viky, creo que es lo mejor, termina de báñate y reúnete con Mauri en la sala.

-Pero no te sorprendas si está haciendo el amor con Vanesa. Dijo Cristian sin dejar de mirarme.

-¡Eso no lo creo!  ¡Yo conozco a Mauri!, confió en él. Quizás Vanesa lo intente seducir pero sé que él no lo haría sin mi consentimiento. Confió plenamente en mi esposo y por eso no puedo hacerlo tampoco sin su consentimiento, dije un poco molesta.

-Ven levántate, me dijo Cristian ofreciéndome una toalla grande para cubrirme. Asomémonos a la sala y veremos quién tiene la razón.

Me levante rápidamente envolviéndome en la toalla y sigilosamente nos acercamos a la sala sin que notaran nuestra presencia. Mi sorpresa fue mayúscula al ver que era cierto lo que decía Cristian. Los dos estaban totalmente desnudos haciendo el amor. Mauri me había traicionado. Aun aturdida por la escena recosté mi cabeza a un muro de la casa, mis ojos se aguaron, así permanecí varios minutos, Juan y Cristian estaban detrás de mí sin decir palabra. Le extendí una mano a cada uno y sin soltarlos los lleve nuevamente a la habitación. Al llegar solté sus manos y deje caer la toalla al piso quedando completamente desnuda. Camine hacia el centro de la habitación, di media vuelta y me pare frente a ellos desafiante totalmente desnuda. Juan quedo con la boca abierta, Cristian lo observo y sonrió.

-Quiero que me den una buena despedida, mañana temprano regreso a casa y no sé cuándo podamos vernos nuevamente, hagan lo que sepan hacer pero háganlo muy bien. Para que valga la pena recordar siempre este momento.

-Así será mi muñeca, dijo Juan desnudándose rápidamente. Se gastaba un descomunal pene, muy grande y grueso.

Cristian también se desnudó acercándose a mí.  Los labios de Cristian se apoderaron de los de los míos, fue un beso muy apasionado, Juan se colocó detrás de mí y comenzó a morder suavemente mi espalda y hombros luego fue descendió hasta mis nalgas mordiéndolas  y besándola, Cristian chupo mis senos suavemente y mordisqueaba mis pezones, Juan introdujo sus dedos en mi vagina sin dejar de mordisquear mis nalgas, su lengua se metió entre mis nalgas para lamer mi ojete, yo abrí más mis piernas para que siguiera su divino trabajo, sentía ya varios dedos dentro de mi vagina y su lengua recorriendo mi ojete en forma circular . Cristian a su vez no soltaba mis tetas, desde un principio he sospechado que le excitaban mucho y ahora me lo estaba demostrando, parecía un niño con mucha hambre pegado a la teta, Juan comenzó a

mover sus dedos dentro de mi vagina  salvajemente arrancándome gritos de dolor mezclado con placer, esto pareció excitar más a Cristian quien apretaba y exprimía cada vez más duro mis senos, ya los pezones me dolían de tanto chuparlos pero también era una sensación de dolor y placer a la vez.

Juan abandono su posición y se puso de pie frente a mí al lado de Cristian ofreciéndome su enorme pene, Cristian soltó mis senos e hizo lo mismo, yo me arrodille entre los dos y comencé a mamar aquellos bellos y erectos penes, gruesos largos y fuertes, el de Juan casi no me entraba en la boca, era más grueso y largo que el de Cristian y Mauri. Los chupaba muy excitada, mi lengua los recorría completamente de arriba abajo, los exprimía fuertemente y chupaba sus glandes hinchados y brillantes, arrancándoles exclamaciones y alaridos de placer, ellos se retorcían y yo chupaba con más fuerza quería hacerlos explotar en mi boca, me gustaba ver sus expresiones de dolor y gozo al mismo tiempo.  Así estuvimos por varios minutos hasta que Juan le hizo seña a Cristian, los dos retrocedieron un poco alejando sus rojos penes de mí.  Cristian me extendió una mano paraqué me levantara, tomo mis brazos y los llevo a su cuello, me tomo con ambas manos por los glúteos  y me indico que subiera mis piernas hasta su cintura y lo abrazara con ellas y así lo hice, Cristian dirigió su pene hacia mi vagina y me penetro completamente, de esa posición la penetración era muy profunda, sentí como nunca que aquel bello pene que quería destrozar mis entrañas, Juan comenzó a deslizar desde atrás su pene entre mis nalgas, yo estaba muy excitada, jadeaba y gemía, Cristian abrió bien mis nalgas y le hizo señas a Juan para que la penetrara.

Sabiendo lo que se avecinaba me aferre fuerte al cuello de Cristian, Juan puso aquel enorme mástil en la entrada de mi ojete y empujo con fuerza abriéndolo un poco, sin poder entrar,  un gritos roncos salió de mi garganta por el dolor, mis uñas se hundieron en la espalda de Cristian, Juan me acaricio la espalda y los glúteos mientras Cristian me besaba desesperadamente para hacerme olvidar el dolor, sentí nuevamente a Juan tratando de meter aquel monstruo en mi pequeño agujero pero no entraba, era demasiado grande para mi pequeño culito.

Juan dejo de insistir y se dirigió al closet mientras Cristian camino conmigo cargada en la misma posición que estaba hacia la cama. Como pudo se sentó en la cama aun sin salirse de mí, yo también colabore para ayudarlo,  quede de rodillas en la cama sobre él.  Juan regreso con un pequeño envase en las manos y enseguida me imagine  que era un lubricante.

Cristian me atrajo hacia su pecho y comenzó a besarme muy rico mientras su pene entraba y salía. Juan comenzó su tarea nuevamente, unto el lubricante en mi orificio anal y comenzó a meter sus dejos suavemente, Cristian seguía moviéndose sin parar. Mi culito me dolía un poco pero quería sentir esa doble sensación que tanto llamaba mi atención desde que los observe haciéndolo con Vanesa.

La lengua de Cristian recorría toda mi boca salvajemente, mordía y chupaba mis labios con mucha fuerza casi haciéndomelos sangrar. Se notaba que estaba súper excitado.

Juan subió un pie en la cama para buscar un buen ángulo para tratar penetrarme. Sentí nuevamente su enorme monstruo  tratando de profanar mi culito. Cristian dejo de moverse y levantándome un poco saco su pene para facilitarle la entrada, Juan se afinco nuevamente y esta vez sí entro pero mis ojos se me iban a salir de las orbitas, pegue un grito tan fuerte que creo se escucho está en la plaza del pueblo. Su enorme monstruo había  penetrado profundamente mi ano, el dolor era muy intenso, trate de sacarlo, trataban de empujarlo hacia atrás pero Cristian y Juan me aferraban por las caderas y no me dejaron mover,  mi cuerpo estaba temblando, ya el dolor iba pasando, mi culito se estaba adaptando a aquel monstruo.  Cristian me levanto suavemente para volver a penetrar mi vagina, ahora era el de el que no podía entrar por la presión del monstruo de Juan dentro de mi culito. Cristian aferro con fuerza su pene y lo dirigió a la entrada de mi vagina, yo apreté mis piernas contra su cuerpo porque ahora era el de el que no podía entrar y me dolía por la presión que ejercía el enorme pene de Juan en mi ano, la entrada de mi vagina estaba casi bloqueada.

Yo estaba tratando de relajarme cuando Juan me tomo desprevenida por los hombros afincándome con fuerza hacia abajo, mis rodillas flaquearon y mis piernas se  abrieron de golpe, caí con fuerza sobre el pene de Cristian el cual se abrió paso forzadamente dentro de mi vagina, volví a gritar pero esta vez el sonido no salió ya que Cristian topo mi boca con fuerza, las lágrimas corrían por mis mejilla, sentía un intenso dolor en todo mi sexo, no podía moverme, hasta mis brazos flaquearon cayendo mi cuerpo pesadamente sobre Cristian.

-Ya bellísima no llores, lo peor paso, siempre al principio duele un poco pero después el dolor se transforman en placer.

Yo no respondí nada, no quería ni hablar, si hubiese sabido que me iba a doler tanto no lo hubiese hecho.

Cristian me levanto un poco por los hombros y busco mis labios, me reúse al principio para demostrarle que estaba un poco molesta pero luego accedí, no he de negar que besaba muy rico. Sus movimientos comenzaron suavemente debajo de mí, Cristian era un experto moviéndose, Juan también comenzó a moverse rítmicamente, mientras uno entraba el otro salía. Cristian me pidió que me levantara un poco, enderece mi cuerpo para quedar con la espalda recta sentada prácticamente sobre su pene, así la penetración de ambos era más profunda, Juan aprovecho para chupar mi cuello, morderme la nuca y masajear mi espalda mientras Cristian se apoderaba nuevamente de mis senos, masajeándolos y estrujándolos fuertemente. Yo me estire hacia atrás hasta que mi espalda choco contra el pecho de Juan, ahora era yo la que quería moverse y esta posición era perfecta, comencé a culearlos a los dos por igual, tanto Cristian como juan dejaron de moverse ya que yo había tomado la batuta, los dos penes chocaban dentro de mí, sentía ardor adelante y atrás, pero a la vez me excitaba el dolor, movía fuertemente mis caderas, mi vagina y ano exprimían fuertemente  sus penes, ahora eran ellos los que gemían, de vez en cuando yo miraba sus caras y estaban muy rojas y su miradas desencajadas por el placer.

-¡Ah! ¡Ah! Me estás destrozando el pene, me lo vas a partir en dos, que buena eres haciendo el amor Viky.  ¡Ay!, ¡ay! ¡Uy! estoy acabando, gemía Cristian, su cuerpo comenzó a estremecerse fuertemente.

Ahora le toca a Juan dije dentro de mí, afincando mis movimientos de cadera hacia atrás, comencé a exprimírselo apretando fuertemente mi ano.

-Caramba Viky, quien te enseno esto, ¡uy!, ¡uy!,  que rico siento como me lo exprimes, nunca había sentido nada así, que ricura, voy a llenarte el culo de leche ¡ah! ¡Ah!. Juan también comenzó a estremecerse ya mi cuerpo no aguantaba más y también llegaron a mis nervios divinos corrientosos de placer. Me estremecí un buen rato hasta quedar todos inmóviles y jadeantes, lentamente me salí de ellos bajándome de la cama, grandes chorros de semen bajaban por mis piernas por mis dos agujeros.

Fui directo a la ducha, casi no podía caminar, me dolía todo el cuerpo. Me estaba enjabonado cuando llegaran los dos a ducharse conmigo.

-Te juramos Viky que jamás ninguna hembra nos había hecho disfrutar tanto como tú, lo acabamos de comentar antes de venir, eres un hembra muy salvaje y súper divina.

-Gracias muchachos, ustedes también son muy buenos amantes. Disfrute mucho, lástima que ya se acabaron mis vacaciones.  Pero espero que volvamos a vernos nuevamente.

-Pero aún no tenemos que despedirnos. Dijo Juan sonriente, aún tenemos que enjabonarnos.

Cristian y Juan tomaron cada uno un jabón y comenzaron a recorrer mi cuerpo, era una sensación muy placentera, sentir cuatro manos acariciándome y metiéndose por todos lados.

Juan tomo mi brazo izquierdo  y lo coloco sobre su cuello, Cristian hizo lo mismo con mi brazo derecho ahora estaba en el centro de los dos, sujetada con un brazo del cuello de cada uno, mientras seguían enjabonándome.

Cristian tomo el brazo con el cual me sujetaba a su cuello y lo llevo al cuello de Juan, ahora mis dos brazos abrazaban a Juan. Este comenzó a besarme, suave y luego apasionadamente, no he de negar que también besaba muy rico, ya me imaginaba lo que querían hacerme, querían hacer la posición que no pudieron hacer la primera vez. Juan tomo las piernas y la levanto a su cintura y yo lo abrace con ellas, Cristian me abrazo por detrás chupo todo mi cuello y espalda mientras Juan seguía comiéndome la boca. Cristian abrió un poco mis nalgas y sentí su pene abriéndose camino en mi ano aun adolorido, lo hizo muy lentamente logrando su cometido. Ahora le tocaba a Juan meter el suyo y yo sabía que allí iba a ver un poco de dificultad y dolor nuevamente, le pedí que lo pusiera en la entrada de mi vagina y yo me iba a encargar de meterlo para que no me doliera.  Así lo hizo Juan, lo puso en la entrada de mi vagina y ya la presión de los dos era enorme, apoye un mano en el hombro de cada uno y alce mi cuerpo un poco, poca a poca fui descendiendo moviendo mis caderas suavemente y entro casi sin dolor. Ellos se quedaron sorprendidos por lo rápido que estaba aprendiendo. Comenzaron sus movimientos suavemente, en esta posición casi no podía moverme, estaba en sus manos.

Sus envestidas se fueron haciendo más fuerte, se oían los impactos de los cuerpos sudados al chocar, mientras uno entraba en su vagina el otro salía de su ano, Juan me besaba apasionadamente y chupaba mi cuello y garganta como un desesperado, Cristian desde atrás seguía obsesionado con mis senos, los apretaba y estrujaba con mucha fuerza, abecés casi me hacía llorar pero irónicamente eso me excitaba mucho, ya no dominaba mi cuerpo, ellos me subían y bajaban a su antojo, sus penes entraban hasta mas no poder, chocaban dentro de mí y revolvían completamente mis órganos, me sentía ensartada en el aire y que mi cuerpo se apoyaba solo sus dos penes. Ahora me daba cuenta que esta era su especialidad.

-¡Ah! ¡Ah!  ! Ah! ¡OH!  ¡Uy!, Era todo lo que se escuchaba.  Mi cuerpo ya no respondía a mi fuerza, me están destrozando prácticamente.

-Voy acabar dijo Juan.

-Yo también dijo Cristián.

-Entonces démosle con lo que nos queda, dijo Cristian moviéndose ferozmente detrás de mí.

-Ya por favor. No aguanto más me voy a desmayar, agárrenme ya no tengo fuerza, voy acabar. ¡Ah! ¡Ah!  ¡Ah!

No aguante más, sentir un nuevo orgasmo igual que Juan y Cristian, los chorros de semen invadieron nuevamente mis agujeros. Me bajaron con cuidado y casi cargada me llevaron a la cama y me recostaron en ella, de mis órganos  volvían salir  chorros de semen.

-No vuelvo hacer el amor hasta el próximo año dijo Viky en tono de broma, Juan y Cristian se echaron a reír.

Viky venía muy alegre acompañada de Cristian y Juan, al llegar se abrazó a mí, me dio un beso muy tierno y nos despedimos de Nuestros anfitriones prometiéndonos que pronto nos visitarían en la ciudad.

Vanesa nos llevó al Motel para recoger nuestras pertenencias y regresar a nuestra casa el otro temprano después de haber vivido un fin de semana único e irrepetible.

 

FIN

(9,65)