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Por primera vez

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No todo se consigue de la noche a la mañana. 

Llevaba más del año saliendo con mi novia y no habíamos tenido nuestra primera vez. La amo y siempre la he respetado. 

Obviamente nós hemos tocado y jugado sucio, pero no hemos llegado al grado de hacerlo. Ella aun no tenía su primera vez

Una noche en el parque, estábamos platicando y, entre temas salió el de nuestra primera vez. Siempre he tratado de entenderla y más que nada  ella necesitaba estar segura de que yo me merecía ser el primer hombre en su vida. 

Ella me dijo que estaba segura y que confiaba mucho en mi. Y que ya era el momento de hacerlo, por que ya estaba segura de que quería hacerlo conmigo. 

Claro me emocione muchísimo al saber la noticia, que hombre no se emociona por saber que va a tener el placer de hacerlo con la chica que le gusta.

Siempre he sido muy detallista así que mi objetivo era sorprenderla. Rente un cuarto en uno de los hoteles de mi  municipio, no el más caro pero tampoco el más barato. Le cocinaría su comida favorita, y me llevaría una botella de vino tinto para brindar por nuestro amor. 

Llego el día. Aparte de la emoción tenía unas ganas inmensas de comerla a besos, fantaseaba mientras daba el toque final a los detalles de la habitación. Los pétalos de rosas sobre la cama en forma de corazón, la mesa donde estaba la comida, las copas y la botella de vino  y unas velas para poner ambiente romántico. 

Quedamos de vernos a las 4 p.m. Solo le pedí una cosa, que se pusiera uno de sus vestidos. Ya que cuando lo hacía se miraba muy hermosa. Tiene un cuerpo fascinante, no exactamente de modelo pero si esta dotada de belleza. Una piel blanca y cabellos negros. 

Cuando la vi, me di cuenta de que no estaba soñando, portaba un vestido negro con rallas blancas, que dejaba ver sus hermosas piernas. Yo vestían una camisa de botones y un pantalón que daba juego a mi vestimenta. 

De camino hacia el hotel bromeamos mientras conducía. La miraba y a parte de que el corazón se me salia del pecho de la emoción, mi miembro ya quería salir del pantalón. Supongo que ella también estaba emocionada, por que le notaba cada vez que se sonrojaba cuando le decía lo que quería hacerle. 

Antes de abrir la puerta le tape los ojos con un paño que traía, entramos y conté asta tres antes de quitárselo. Al ver lo bien que me había quedado la habitación se dio media vuelta y me abrazo, me dio un beso de lengua que me fascinó, pero antes de entrar en acción teníamos que comer. Le mencionaba lo hermosa que se veía mientras nós deleitabamos con la comida, serví el vino y le propuse brindar por nuestro amor y por qué nós la pasáramos de lo mejor.

Cuando terminamos, bebí el vino de mi copa, cruzamos la mirada y se mordió el labio. Sabia que eso me prendía ganas de comerla a besos, y sin pensar me lancé como un tigre a su presa. 

El beso fue tan profundo que podía saborear las ganas que ella tenía de hacer el amor, la estaba agarrando de la cintura y fui bajando la mano para apretarle el culito, cuando sintió el apretón me mordió el labio,!wow! En se memento no  supe quien de los dos estaba más caliente. Le toque el regaso asta llegar a su cosita, ya estaba mojadita y me prendió cuando sentí la humedad, ella me toco el pene ya erecto pues, ya quería darle duro, pero quería ser tierno con ella. 

La puse de espalda contra mi para besarle el cuello y las orejas, las mujeres se vuelven locas con esos besos. Mientas la besaba ella meneaba la cadera rozando mi pene que quería romper el pantalón y salir a la acción. Subí las manos para acariciarle sus pechos y lentamente fui bajando por su abdomen asta llegar al límite del vestido para despojarla de el. ¡Dios mio que mujer! Su lencería negra me cautivo, su cuerpo se veía divino. La volteé frente a mi para besarla y acariciar su culito y darle unas mordidas en los labios. 

Me aventó sobre la cama y se me subió en las piernas, me beso el cuello que hizo que se me pusieran los pelos de punta. Desabrocho mi camisa para quitármela mientras le acariciaba las nalgas y la espalda, me indicó que me colocará más arriba y comenzó a desabrochar el pantalón mientras me agradaba la verga. Cuando me quito el bóxer dejo al descubierto mi pene erecto que moría de ganas por penetrarla, lo jalo de arriba abajo con sus suaves manos y lentamente fue acercandoce a el y se lo metió en su boca.  Sentía como su lengua jugaba con el mientras estaba adentro, me hacia suspirar cando lo saca y lo metía, de lo caliente que estaba sentía que iba a prender fuego en mi cuerpo. 

Cuando termino me miro y se acercó a mi boca para depositar un beso, la acerque hacia mi, le acaricie el culito y desabroche su sostén, la recosté en la cama para indicarle que era mi turno de darle placer. La besé mientras acariciaba su vagina. Baje a sus tetas para besarlas lo cual hizo que emitirá un gemido, las chupaba y mordía con unas ganas de comerlas. Tomé la botella de vino, y eche un chorrito a su ombligo y este escurrió por su pubis. Besé su ombligo absorbiendo el vino para bajar a su cosita. Le besé las piernas acercándome poco a poco a su sexo, lo besé por encima de la tela estaba muy mojada dando señal de su excitación. Le quite suavemente el calzón y nuevamente besé sus piernas asta llegar a su cosita para besarla. Cuando sintió mis labios y mi lengua sentí como se retorció gimiendo, metí la punta de mi dedo para tocarle el punto G. Ella gemía como diosa, y yo no para de chupársela. Un sabor agridulce invadía mi boca. Ella no me dejaba de agarrar la cabeza supongo que no quería que parara. 

Cuando llego el momento de la penetración le indique que se pusiera de perrito. Comencé a jugar rozandole el pene en la vagina. Le empecé a meter la cabecita lentamente para acostumbra la zona, despacio la metía y la sacaba y cuando ya iba más de la mitad del pene se lo hundí asta el fondo, sentí un tope y después se adentro más. Ella echo un gran gemido y apretó la sábanas, le pregunte si están bien y me dijo que lo hiciera despacio, siempre procure no lastimarla para que no se perdiera el éxtasis. Penetrandola lento y muy rico mientras gemía y apretaba las sábanas yo apretaba su culito. Me acerqué a chupar su espalda con mi lengua de abajo hacia arriba y ella se retorció. Le indique que cambiaremos de posición, esta vez yo me recosté y ella se me subió encima. Era su turno de tomar el control y el ritmo de la penetración, veía como sus tetas se movían al ritmo de ella, con mis manos en su culito apretando mientas ella se mordía el labio, después toque sus tetas y las apretaba mientas sentía lo rico que la estaba pasando mi pene ahí adentro, podía sentír la humedad y lo apretado que estaba. Cuando sentí ganas de venirme la recosté, la penetre en un ritmo medio, saque mi pene rápidamente para venirme en su abdomen al terminar me recostó y me comenzó a chupar el bebé aun con semen en el. Me retorcía de placer y así siguió unos minutos asta que me vine por segunda vez, de lo exitado que estaba olvide decirle que ya venia y acabe en su boca. 

No podre olvidar jamás lo que viví ese día.

Las nuevas travesuras que ahora hago con ella se las contaré luego... 

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