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El deseo de querer ser su hombre

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Cursabamos juntas nuestro ultimo año y nos sentabamos detras de todo a la izquierda.

Ella, que recién la habia conocido ese año que fue en el que entró, era lesbiana. Era media hippona y tenia toda la onda.

Yo, una chica normal, no sabia lo que queria pero me gustaba probar cosas nuevas.

Para que nos imaginen un poco: Mariela tenia ojos verdes, pelo rubio, con un cuerpo espectacular. Ya a sus 18 años se habia desarrollado y era envidiable como tenia sus tetas paradas y un culo tremendo. Además el uniforme del colegio consistía en una chomba y pollerita le quedaba pintado.

Yo soy morocha, pelo cortito, ojos negros y tengo un cuerpo normal, y soy alta. Todo lo mío va normal hasta que me sacas la bombacha y observas que mi clitoris no es como en de todas las niñas. Desde los 12 años, que es cuando me empecé a dar cuenta, he tenido en mi desarrollo adolescente una malformación ahí abajo que creció un poquito bastante de lo normal. Tengo un clítoris de mas o menos 4-5 cm. Y cuando me excito llega a medir 8 cm. Si, me lo medí.

A decir verdad, me gusta mucho ya que me da muchisimo placer. Basta con tocarlo, subir y bajar mi mano un par de veces que ya esta erecto como si fuese un micropene, cuando le bajas la pielsita se ve la cabeza pequeña de mi gran clitoris. Los doctores, tras varios estudios, llegaron a la conclución de que no se trata de hermafroditismo ni nada por el estilo, solo malformacíon. Me masturbo en cualquier lugar, eso no ayuda mucho a su achicamiento ya que gana mas masa muscular. Me toco el clitoris por lo menos una vez por día, siempre y cuando no me vean, esque me exito mucho a lo largo del día y cualquier bulto, tetas, culo que alla mirado o rozado sin querer ya me mojo.

Con Mariela nos llevamos bien desde el primer día, nos hicimos muy amigas y nos gustan casi las mismas cosas. Varias veces senti que me tiro onda o me dice cosas alagadoras, a decir verdad, ella me gusta mucho, a veces me pongo a pensar en sus tetas y como serian desnudas, si las podria llegar a tocar y si ella me tocaria. Hasta que un día...

Paseando por unos negocios antes de entrar al colegio nos paramos enfrente de una vidriera de sex shop, y ahí estaba el pene de goma más grande que había visto, muy realista con huevos y todo.

-Mirá, tiene hasta 5 modos de vibración, ¡eso sí que es tecnología!

Mariela sorprendidisima me explica el funcionamiento de esa maquina.

-Te lo comprarías y lo usarías? - Pregunte curiosísima.

- Mmmm, no lo sé. Por algo soy lesbiana, me gustan mas las conchas que los penes. Si voy a deshonrrar mis ideales me gustaria que sea con algo carnoso, y no con un pedaso de goma.

- Muy bien dicho.

- Y vos? 

Me puse nerviosa, nunca habiamos hablado de una intimidad mía antes. Enrrealidad cualquiera que me pregunte me pone incomoda, ya saben, por mi gran clítoris y el miedo a que sepan.

- No lo sé.

-Vamos, siempre hablamos de mi pero nunca de vos.

- Esque, nunca lo eh hecho con nadie. Me da miedo.

Abrió grande los ojos:

-Enserio? pensé que si! 

-Me da verguenza mi cuerpo.

-No te hagas, si tenés un cuerpo re lindo, que te da verguenza?

Miré para abajo y me fui caminando rapido, corriendo casi y entré al colegio. Sentia como me seguia pero la perdí.

Hablar de eso con ella de verdad me puso incomoda pero por alguna razon yo queria que ella se enterara. Sabia que no iba a decir nada, y que capaz me podía ayudar.

Me encontró en el aula sola, ya que era temprano. Se sentó a mi lado y me puso una mano sopre mi pierna.

- Ey, perdón si te ofendí, sebe que es un tema delicado, y no sabía.

- Perdoname vos a mí, esque esto me pone muy sensible y seguir ocultandolo me pone peor.

- Pero que es? - Me dijo algo impaciente.

Sin nada mas que decir, preferí que lo viera con sus propios ojos y no con palabras ya que no entendería nunca.

Me bajé mi bombacha blanca, me subí mi pollera y me pare frente a ella, y ahí estaba mi clitoris colgando, asomado sobre mi vello pubico negro.

- A la mierda, tenes un cacho de clítoris!

Me reí alzando la vista por si venía alguien. 

-Es re incomodo, me molesta mucho cuando me excito en publico ya que se erecta.

- De verdad? como un pene?

- Asi es. Tengo un micro-pene.

- Ami me gusta, al masturbarlo debes sentir mucho mas placer, no?

Me puse coloradisima y senti una especie de cosquilleo en mi clitoris. Esta charla me estaba poniendo caliente!

-Si, una vez al día por lo menos me masturbo, eso esta mal?

- Esta perfecto! yo también me masturbo seguido. 

Miré mi clitoris y estaba a medio parar. No podia creer lo cerca que tenia su cuerpo de mi clitoris, debía parar de imaginarme cosas porque sino se iba a dar cuenta.

- Dime, ya tubiste la masturbacion del dia o todavía no?- mientras me decia eso colocó la yema de sus dedos sobre la cabecita de mi clitoris. Yo no podia creer lo que estaba pasando. Fué muy de golpe, y mi clitoris lo sentia asi que se puso al palo.

- Oh dios mio mirá como se puso. Parece un glande!

Esta vez lo agarro con seguridad y empezo a hacer movimientos lentos subiendo la pielsita y bajandola. El calor que me agarro, no se imaginan...

Me sento en la silla y ella se agacho entre mis piernas.

-Estoy nerviosa - le dije

-No lo estés, soy yo tu amiga. No se lo voy a contar a nadie. Será un secreto.

Me relajé, tire mi cabeza para atrás y empecé a disfrutar.

Con la punta de su lengua me mojo mi "glande" y bajo hasta mi agujero. Despues abrió los labios y me comió todo el clitoris, de abajo para arriba y asi unos 10 segundos hasta que sentimos pasos. Nuestros compañeros iban a entrar a clase. Cajaro! que caliente me quedé. Nos acomodamos rapido y la clase empezó.

Nos mirabamos sonrriendonos. Me ponia su mano en mi pierna y luego mas y mas y yo se la sacaba.

- Dale, no nos ve nadie!

Puso su mano sobre mi pollera y me empezo a acariciar. Mi bulto empezó a crecer.

Corrió mi pollera y con la punta de su dedo me empezó a masajear la puntita de mi clitoris erecto. Dios mio que bien se sentia.

No aguanté mas y puse mi mano sobre su culo, que redondo y duro era.

- Señorita Cortez, le hice una pregunta.

La profesora corto mi climax con su voz rechinada y la odie.

- Perdón, que?

- Digame en que año fué la Batalla de Pavón, y no se lo vuelvo a repetir más.

Era el recreo y yo no aguantaba más, queria deborar a mi compañera, sentir sus tetas en mis dos manos y apretarlas fuertes, que me chupe el clitoris como antes.

-Vamos al baño del tercer piso que no va nadie.

Que gran idea.

Mientras subiamos las escaleras para llegar al tercer piso nos reíamos y yo le subía la pollera y ella me rozaba mi bultito.

Cerre la puerta con traba, ahora si nadie nos iba a interrumpir.

Me saco la poyera y la bombacha, y yo la desnude completa, quería verla toda!

Me puso en la pared y empezo a bajar continuando con lo que estaba haciendo en el aula. 

Dios mio esta chica me estaba haciendo maravillas con esa boca. Lo succionaba, lo lamía, se lo pasaba por los labios, se lo metía, se lo sacaba. Me lo estaba chupando como a un hombre, y sí que sabía.

- Quiero intentar algo- me dijo curiosa- Quiero que me cojas como si fuera una verga.

Mis ojos se abrieron y mostre una sonrrisa.

-Queres que te lo meta como un pene?

- Tenes miedo?

La agarre la puse contra la pared a la fuerza y baje a su culo. Ahí lo tenia frente ami, para chuparmelo todo. abri la boca lo más grande que puse, saque mi legua le chupe de la vagina al culo, todas lamidas seguidas. Parecia una sedienta de su flujo, una desesperada por su ano.

Lo tocaba, le pegaba. Me pare y agarre sus tetas con fuerza, que paradas estaban, durisimas. Cuantos hombres quisieran estar en mi lugar. Pero ahí estaba yo, a punto de hacer algo casi imposible para la naturaleza humana: que dos mujeres hagan el amor. Pero la naturaleza me habia dado un don, y era ese clitoris gigante que se lo queria meter ya en su vagina.

Me acomodé para que entrara con facilidad e hice presion para que entrara en su agujerito. 

La sensación que senti en mi pene fué unica, nunca me haba sentido tan caliente y morbosa.

Que lindo tener verga, pensaba, queria metersela toda, hacerlo toda la tarde, todos los días, hacerle hijos! Que culo tenía esa mujer.

-Ahhhhhh, siii! La quiero toda.

Le tapé la boca y empece a moverme rapido y fuerte. Ella apretaba el culito y lo paraba para que yo pueda hacercelo mas rapido.

La empecé a besar toda, su espalda, su oreja, le apretaba las tetas. No me reconocía, era otra. Había encontrado lo que buscaba.

Le pegaba en el culo, le decía cosas al oído:

-Te gusta? Queres más fuerte?

-Hay si quiero duro, cojeme como hombre.

Es me dió mas fuerzas y me puso loca, la agarre de las caderas y empecé a bombearla.

Era una maquina, no paraba. Hacia mil movimientos por segundo.

-Te voy a acabar todo adentro- Le dije entre gemidos.

Termine de decirlo y senti el orgasmo mas fuerte de mi vida.

-Haaaaaaaaaaay siiiiii, que rico.

Mariela me tubo que sostener porque me marie. La dos nos reimos.

Toco el timbre y me moleste mucho porque me habia quedado con las ganas y siempre habia algo que nos interrumpía.

-Siempre hay algo que nos interrumpe! yo te quiero seguir cogiendo, hacertelo bien, de muchas maneras! Que me trates como un hombre.

Se rió

-Quedemosnos, no vallamos a clase.

-No, Mari, no podemos faltar.

Mientras decía esto, fue bajando y empezo a mamarme mi micropene.

-Dale, enserio, es tarde.

Siguió chupandome la verguita y yo caí.

-Ahhhh si, asi, chupamela toda.

Me hizo la mamada de mi vida, lo chupo con tantas ganas que enseguida se vino el segundo orgasmo.

-Ahhh, si si si acabo

Empezó a chuparlo cada vez mas rapido hasta que no aguante más y empecé a largar todos mis fluídos en su cara. Era medio blanco, parecía semen asi que era como si habia eyaculado un hombre.

Me acorde que ella no habia tenido un orgasmo todavía asi que la puse de espaldas y empece a chuparle el culo. Que rico era, no me cansaba de meterle la lengua.

-Que culo que tenes, como te meteria mi verga.

Esto ultimo que dije me desperto el clitoris y se me puso al palo otra vez. Me sorprendía de mi misma!

-Ay si dale, metemelo por el culo!

La puse en cuatro arriba del inodoro y empeze a rozarle mi micropene por todo el ano. Metia mi glande en la vagina y lo sacaba y en su ano tambien. Hasta que hice presión y logre meterselo todo. Que lindo que era, todo aprretadito, aunque me dolio un poco. No me importo, la cabalgué como una loca, como su fuese un animal macho. 

-Haceme toda tuya, haceme tu mujer, ahhh.

- Y yo soy tu hombre?

- Sisiii, todo mio y tu verga es toda mía.

Empece a bombearle el culo brutalmente.

-AAAAAAAAAY SISISISII, me vengo- me dijo entre gemidos.

Yo no paraba, ese culo era mio y yo estaba marcando territorio.

Enseguida senti sus contracciones en mi pene, seguido por sus fluidos.

-Te la quiero chupar como loca!

Me sentó en el inodoro y me hizo otro pete.

Esto era un sinfin de orgasmos!

Estubo chupandome la berda unos 25 minutos hasta que por fin le eyacule en las tetas. Que lindo era ver su carita mientras me mamaba el clitoris.

-Ahora tu pene me pertenece y me vas a cojer cuando yo quiera.

-Soy tu hombre, y te quiero hacer el amor en una cama cuando salgamos del colegio.

Nos fuimos al aula y muy satisfechas.

 

Hoy en día tengo 34 años y  Mariela es mi esposa. Adoptamos 3 hermosos bebés y formamos una familia muy unida.

Sigo haciendole el amor con mi hermoso pene que ella adora. Somos una pareja de lesbianas comunn y corriente, sin perder nuestras caracteristicas femeninas, excepto en la entimidad, cuando mi pene se erecta y me trata como su marido, y yo la hago mía.

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