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Una relación incestuosa

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No sé qué hago aquí nunca he sido partidario del alcoholismo.

De hecho tomo un par de copas y no soporto una más, eso de que te ayuda a disipar o a resolver problemas es falso, muy al contrario es causal de más problemas porque te da valor de hacer cosas que estando sobrio no serias capaz de hacer.

Mujeres alegres hombres tristes decepcionados, mujeres metidas en su casa fieles golpeadas resinadas a un destino infame e injusto.

Todos viven su historia justa o no.

Esta historia se vio afectada por los efectos del alcohol sin embargo no lo miro culpable, solo sé que la circunstancias así se presentaron.

Mi padre hombre trabajador dedicado y culto a pesar de no tener un título, con principios y normas muy estrictas, tan estrictas que al dejar la escuela me trato como un desconocido, casi no me hablaba y si alguna cosa debía debía me lo mandaba decir con mi madre. Mi madre la obediencia y sumisión pero también como el ejecutor de los designios del juez.

Rosalba el motivo del nepotismo exacerbado de ambos, estudiosa y dedicada se le daba el estudio, para mí el estudio fue una tortura, un invento de la sociedad para desgracia de tipos como yo.

Me convertí en algo así como el mozo. Mi padre me consiguió trabajo hasta parece que se empeñó en buscar el que me hiciera sentir más miserable, eso me favoreció debo agradecerlo, porque aprendí que debía esforzarme al máximo con estudios o sin ellos.

Pronto me acostumbre aquellas fajinas, descubrí que no era flojera la mía simplemente no nací para estudiar.

Llegue a posicionarme bien en el empleo por fortuna no a toda la gente le caes mal, logre la estima de un compañero le aprendí y ahora soy encargado junto con el de la producción de la empresa.

Aun con mi empleo tenia obligaciones que cumplir en la casa y una de ellas era pasar por mi hermana a la universidad, en ocasiones aquello me costaba mucho trabajo sobre todo cuando se atoraba algo en las máquinas de producción. Varias ocasiones llegue tarde por ella, sin embargo ella nunca se quejó a pesar de que una vez fueron más de dos horas de retardo. Aquella ocasión pensé que todo estaba bajo control pero al llegar a casa mi padre me armo una bronca fenomenal, por más que le explique que había tenido problema con una maquina no logre hacerlo entender. Como nunca lo había hecho me dio un puñetazo en el rostro, me sentí humillado con ganas de contestar a su agresión, Sin embargo logre controlarme.

Luego de aquel incidente pensé salirme de la casa, debí haber respondido a aquel impulso ahora lo lamento.

Mi día transcurrió lleno de ajetreo fin de semana, máquinas trabajando a tope y algunas dando una lata de mil demonios.

Mantenía la esperanza de salir a tiempo por Rosalba. La voz de mi padre fría flagelante retumbaba en mis oídos:

---voy a salir con tu madre llego tarde espero que hagas lo que tienes que hacer sin contratiempos, por una vez en tu vida demuestra que eres capaz y no un idiota.

Aun hoy en día no comprendo porque esa actitud tan arbitraria de mi padre.

Por suerte todo salió bien en el trabajo y Salí con 15 minutos de retraso, nada en realidad de hecho llegue a la escuela antes de que Rosalba saliera.

Tome un refresco mientras esperaba a mi hermana.

Acompañada de varias compañeras Rosalba salió del colegio con su radiante alegría.

Al llegar a mi lado sus compañeras se despidieron y partieron juntas.

--- ¿tienes mucho tiempo esperando? ---

--- después de todo lo que tú has tenido que esperar pecaría de quejarme---

--- no me gusto como te trato papa---

---olvídalo no quiero siquiera tocar el tema---

---Osy me invitaron  a una reunión mis amigas  nunca he ido a una llévame ---

--- ¿estás loca? Se da cuenta papa y me mata---

---no tiene por qué darse cuenta, será por una hora nada más---

---no pues si de que eres valiente lo eres---

---ándale no sea así---

--- mira Ros yo sé de qué se tratan esas reuniones y no está bien que vayas, no me quedaría tranquilo dejándote sola en esa reunión---

--- ¿y si me acompañas? Ándale por favor papa y mama van a llegar tarde no se darán cuenta---

---está bien pero solo un rato---

--- ¡si hermanito gracias!---

La dichosa reunión estuvo muy buena nunca pensé que me iba a integrar tan fácil con sus compañeros y compañeras Rosalba estaba feliz enrojecida por algunas copas que había tomado a pesar de mi advertencia de no hacerlo, cuando me di cuenta era cerca de las once, pegue un salto imaginando que mis padres ya habrían regresado de su reunión.

--- ¡Rosalba vámonos ya se hiso tardísimo!---

Llegamos a casa afortunadamente papa y mama no habían llegado aún, pero tenía otro problema tal vez fue el aire o no sé qué sería  pero Rosalba estaba ebria, y tuve casi que cargarla hasta su cama.

Tuve hacer acopio de todas mis fuerzas para poder auxiliarla.

La deje sobre su cama y fui por un vaso de agua, había bebido un par de copas no me sentía ebrio en realidad. Sentado frente a la mesa tome un gran vaso de agua sin pensamientos solo descansando. De pronto Rosalba estaba en la entrada de la cocina, parecía repuesta aún conservaba su ropa, digo aún no se vestía para dormir.

Sonreía como de alguna travesura.

---Mira lo que encontré---

Traía consigo una de las botellas de papa, cuando de pronto sonó el teléfono.

--- hola eres tu Osvaldo---

---si mama---

---qué bueno que ya llegaron a casa, todo bien hijo---

---si mama todo bien---

Quise evitar que hablara con Rosalba y mentí.

---Ros ya está dormida---

---está bien hijo llame para decirte que no llegamos, mañana temprano nos vemos.---

---si mama está bien---

---ya duérmete hijo---

---si mama hasta mañana---

Rosalba soltó una carcajada.

---eres un mentiroso  vamos a tomar otra copa---

---Deberías mejor de dormir ya bebiste demasiado---

---una más, solo una acompáñame---

Rosalba sirvió dos copas y bebió la suya de un solo golpe momentos después volvió a trastabillar y casi cae estaba tan cerca de ella que corte su caída sujetándola como pude con tan mala fortuna que una de mis manos aprisiono uno de sus senos.

---ja, ja, ja, ja. Eres un pillo mira nada mas de donde me estas cogiendo, ja, ja, ja, ja.---

Aquella situación no tenía nada de agradable para mí, me sentí apenado y quizá más por lo desinhibido de Rosalba.

Después de sentarla me tome aquel trago que me había servido.

---que te ha parecido mi seno, ¿te gustó?---

---No digas tonterías---

--- ¿tonterías es una tontería palpar el seno de una hembra?  Tienes 27 años no me digas que es el primer seno que tienes en tus manos---

---Por supuesto que no, pero no es lo mismo tú eres mi hermana---

Había algo de extraño en la mirada de Rosalba.

--- ¿y eso que? yo te he espiado y a veces me he masturbado pensando en ti---

Todo aquello se estaba saliendo de control hasta ese momento yo jamás había visto a Rosalba como mujer y me sorprendía el descaro  con que confesaba sus pilladas.

Eran producto del alcohol sin duda,

Reconocía la belleza de Rosalba pero siempre conservando la dimensión del parentesco.

De pronto Rosalba se quitó la blusa.

--- ¿Qué haces?---

---tengo calor, pero quiero mostrarte todo lo mujer  que me he convertido---

De asombro en asombro ante mí incrédula mirada Rosalba se deshizo de su brasier, cerró sus ojos al frotar sus enormes globos con ambas manos, le mire con atención y vi uno a uno cada rasgo de su hermoso rostro y enseguida seguí sus manos que al bajar dejaron libres a mi contemplación sus níveas montañas.

Hundí mi rostro entre mis manos intentando evadir aquel tentador  banquete.

---será mejor que te lleve a tu cama---

---si pero llévame para que me cojas o mejor déjame aquí---

La tome entre mis brazos y la lleve a su habitación se acuno en mi pecho ronroneando como gatita atrapada.

La recosté con mucho cuidado y cuando me disponía a salir de la habitación Rosalba llamo mi atención había levantado su falda hasta la cintura mostrándome su lindas piernas y su lindo tesoro resguardada por unas pantaletas negras brillantes como el satín.

---Osy verdad que nunca habías visto algo igual---

No tengo palabras para describir lo que aquella imagen me produjo. Rosalba era una hembra impactante como podía negarlo, y por si fuera poco había despertado en mí la llama inclemente de lo prohibido, Con ese cuerpo juvenil lleno de vida y tentación que me hacía sudar y respirar entrecortado. Regrese a su lado me senté junto a ella, acaricie su cara tan ingenua tan inocente me dijo con su voz cortada por el efecto del alcohol:

---porque eres así Osvaldo siempre he estado enamorada de ti como podía confesártelo sin pensar en tu rechazo, no sabes cuánto he sufrido por los malos tratos de los que te hace victima mi padre, te adoro eres mi hombre ideal nunca he tenido a nadie, esperando algún día retozar entre tus brazos---

---Ros hasta ahora nunca te había visto como mujer sin embargo lo que ahora exhibes ante mí es imposible ignorarlo eres tan linda y tan deliciosamente seductora---

---Osy no me quieres aunque sea un poquito---

---te adoro solo que ahora tengo que cambiar el concepto de mi amor por ti, seguramente no será difícil porque amor si existe---

---Ámame Osy ámame como yo a ti, con la misma fuerza con que yo te amo, hazme tuya no hagas más larga mi agonía.

Aun me parece ver como alargo su mano para tomar la mía y llevarla con toda premura y depositarla en su triangulo de amor.

Pude ver con toda claridad cómo se erizaba su piel al contacto de mi mano con su mullida alfombra capilar, frote su pubis primero con suavidad pero enseguida sentí desesperación y  lo frote con más fuerza hasta sentir calor en la palma de mi mano, Rosalba gemía y agitaba su cadera:

---aaaah si, así oh que sabroso---

Fue el principio de una relación que nació por harás del destino sin culpas sin pensamientos sin obstáculos.

Me desvestí tan rápido como pude Rosalba observaba mis movimientos esperando el momento en que me despojara de mi boxer. El estímulo visual había dado el efecto más que necesario mi verga estaba totalmente estirada y los ojitos de Rosalba la miraban con codicia. Antes de acostarme junto a ella la despoje de su falda y sus pantaletas.

---cariño hazme un lugarcito---

Aun con el aliento impregnado de alcohol el aliento de Rosalba era muy grato unimos nuestros labios y nos dimos el primer beso apasionado chupando mordiendo nuestros labios, bebiendo nuestro deseo que emergía de nuestra arrebatada pasión.

Le besaba disfrutando de la rica miel de sus labios al tiempo que deslizaba mi dedo mayor a lo largo de su rendijita lo introduje y batí suavemente dentro de su plácido canal hasta notar que estaba deliciosamente mojada, debía ser cuidadoso era su primera vez y quería que fuera una experiencia encantadora, me acomode de tal forma que mi rostro quedo entre sus piernas, lamí su vagina con tal deleite que mi corazón parecía explotar de gozo. Rosalba gemía llena de delicia su tierna y apagada voz era para mí todo un himno de gozo y desenfreno. El néctar sublime de su sexo escurría hacia sus nalgas y yo tragaba gran parte de él enloquecido de deseo.

Rosalba estaba lista para su profanación, y era yo el más feliz mortal quien tendría el más grande de los honores.

Abandone tan dulce tarea en contra de mi voluntad, el aroma que emergía del sexo de Rosalba lo tenía esparcido en mi cerebro, con ello el deseo de penetrar en su delicado estuche, esto hacia que mi vara palpitara anticipando el goce que estaba a punto de disfrutar. Me situé entre sus piernas ella las separo  a su máxima extensión y así darme espacio entre ellas, coloque mi barra entre los labios húmedos de su vagina la empuje suavemente. Rosalba suspiró al notar como sus pliegues cedían ante la impetuosa embestida de mi dardo entre sus suaves carnes, esperaba oírla gritar de dolor pero me equivoque, en no más de dos empellones me encontraba por completo dentro de mi hermana, mi dardo envuelto en el fuego interno de su sexo palpitaba queriendo explotar.

---Aaaah, aaaah.---

Suspire un par de veces temiendo no poder retener mi descarga.

Pero un movimiento desesperado de Rosalba me ayudo a tomar el control.

Me tenía fuertemente afianzado de las nalgas  estrechando su pubis contra el mío no quería que se la sacara quería sentirla toda  adentro y pude notar los músculos de su vagina apretar dulcemente mi tieso dardo. Permanecimos casi por un minuto enseguida comencé a mover lentamente mi cintura casi sin sacar mi largo pene de su grata funda, aplastando con el su hinchado clítoris y provocando más fuerte su inundación, Rosalba estaba a punto de venirse lo note porque empezó a suspirar y a quejarse.

---ah, ah, ah. Mi amor Ooh, aaag.---

 Apoyada en sus piernas se sacudió y emitió un grito lastimero de placer, enseguida la embestí con más fuerza hasta que yo también me vacié dentro de ella.

Desde aquel instante me di cuenta que aquello era una situación diferente,  amaba a Rosalba tanto como ella confesaba amarme.

La vida la había puesto en mi camino seria mi mujer, era mi mujer el más lindo sueño que nunca tuve y ahora tenía entre mis brazos.

Permanecíamos enganchados por medio de nuestros sexos sin la más mínima intención de romper ese contacto que ahora nos unía para siempre.

Era algo imposible los dos lo sabíamos pero de que lucharíamos por lograrlo era un hecho.

Después de acercarle el sostén y sus pantaletas cubrí su lindo cuerpo con las sabanas y me fui a mi habitación, pensé que el suceso no me dejaría dormir pero el gozo de aquel momento tan irreal y dichoso me lleno de calma, por primera vez en mucho tiempo sentí que alguien de mi casa realmente me amaba como yo lo necesitaba.

La mañana del día siguiente hermosa llena de sol, o tal vez nuestros corazones manifestaban esa dicha que nosotros nos veíamos obligados a reprimir, nuestros padres con sus acostumbradas caras duras e inexpugnables con sus rostros fijos en los alimentos ni siquiera notaron las miradas tiernas y amorosas que Rosalba y yo nos dirigimos. Fuimos los últimos en ir a dormir esperamos a que se fueran a su recamara y nos dimos uno que otro besito tierno y furtivo, en esos momentos no éramos tan audaces como para desafiar la presencia de nuestros progenitores y escabullirnos a la recamara ya de ella ya mía a dar rienda suelta a nuestra reciente y candente relación.

Parecíamos un par de novios que tenían que ocultar su relación, lo contrastante era que yo era el guardián de Rosalba, custodia en la que mi padre confiaba como si fuera el mismo. Yo reía de esa circunstancia era como una venganza por el poco aprecio que mi padre mostraba por mí. Y yo me vengaba cogiéndome a su linda princesita.

Cada vez que tenían alguna reunión o salían de viaje era causa de regocijo más si por alguna razón duraban más de dos días fuera de casa eran días de festín sexual donde el desenfreno era el principal ingrediente.

 ¡Que noches! debido tal vez al ayuno en que de repente no veíamos obligados, juro que a veces me ardía la verga de tanto cepillarme a Rosalba, desconozco si a ella le ardía su panochita porque la verdad nunca le pregunte. Rosalba cada vez se mostraba más ardiente y aprendió como deben suponer el arte de mover las verijas, exprimía mi leche hasta dejar mis huevos vacíos dolientes de tanta eyaculación.

Una cosa lleva a la otra y comenzaron las visitas de madrugada a la habitación de Rosalba.

Habíamos cenado todos juntos era viernes último día laboral de todos. El día siguiente por lo usual todos nos levantábamos tarde el desayuno los sábados y domingos lo normal era entre diez y once de la mañana.

De manera inusual Rosalba se retiró a su alcoba antes que mis padres, esto me desconcertó  ¿acaso estaba molesta conmigo?

Cuando regresábamos a casa le vi contenta nos besamos nos abrazamos y nos dimos uno que otro repegon,  ¿entonces qué sucedió?

Mis padres también se fueron a dormir y yo enseguida de ellos.

Me recosté encima de las sabanas empecé a pensar en Rosalba de una manera tan especial y me excite de tal forma que mi verga estaba dura y totalmente estirada, deseaba estar al lado de mi mujercita. Y ella tan cerca y tan lejos por la abominable presencia de nuestros padres. En aquel momento surgió en mí el macho en celo con el deseo incontrolable de aparearse. Me incorpore y camine nervioso dentro de mi habitación espere unos minutos que se me hicieron eternos quise asegurar que mis padres hubiesen terminado por acostarse a dormir o a coger mejor si era así, porque se quedarían profundamente dormidos después de la faena.

No sé si fue una hora pero a mí se me hizo como si hubieran transcurrido dos.

No soporte más y salí de mi habitación rumbo a los brazos de Rosalba excitado, envalentonado poco me importaba la presencia de mis padres, ya dentro de la habitación me acerque hasta el lecho de Rosalba y me acosté junto a ella, dormía quizá esa era la razón por la que se retiró a su habitación estaba de costado frente a mí su aliento fresco y excitante golpeaba mi rostro, podía imaginar su rostro bello con ese toque angelical que me enloquecía, sus labios tan cerca a los míos dulce tentación que me obligo a lamerlos y morderlos sin lograr despertarla pero al menos logre que se colocara boca arriba.

Sus pechos quedaron libres al antojo de mis manos que los frotaron con suavidad descendiendo poco a poco por su vientre hasta tocar el resorte de sus pantaletas, metí mi mano entre ellas y jale sutilmente sus ensortijados pelos ni esto logro despertarla empuje despacio una de sus piernas y logre separarlas, saque entonces mi mano pues se me antojo deslizar mi dedo por encima de sus pantaletas. Eso fue el toque  magistral pues logre frotarle sin que su resequedad fuera un impedimento, una tras otra deslice mi dedo a lo largo de su rendija de pronto Rosalba pujo y separo más sus piernas enseguida sentí su brazo acomodarse en mi cuello y  sus frescos  labios buscar los míos, nos besamos con ansia su devoraba la mía mientras por debajo yo aplicaba más presión con mi dedo dentro de su vagina. Momentos después me separe de ella y me deshice de mi boxer, ella en respuesta se despojó de sus pantaletas y me jalo encima de ella deseaba un misionero y yo deseaba cogérmela como fuera pero ya, mi verga inyectad de  sangre hinchada al máximo exigía mojar su ansiedad dentro de su adorable vagina.

Nos acoplamos tan rápido que en cosa de segundos mi erección reposaba por entero dentro de su cálida intimidad. Tal vez la adrenalina de saber tan cerca a mis padres pero aquella noche fue tan intensa y linda como la primera, lo hicimos tantas veces como pudimos, quedando totalmente inertes y profundamente dormidos.

El sol penetro en la habitación sin que Rosalba y yo despertáramos de nuestra intensa noche de amor.

Mi madre se levantó más temprano que costumbre, algún asunto pendiente le arranco de su dormitorio, el desayuno listo y nadie daba señales de vida. Nunca se preocupaba por llamar a nadie y menos a mí, pero quiso el destino que esa mañana se le ocurriera hablarme no sé porque demonios. Mi cama impecablemente tendida como si nadie hubiera dormido en ella.

Sorpresa,  así parece porque si le extraño mi ausencia en la cama. Y entonces ocurrió lo lamentable porque decidió hablarle a Rosalba.

Ahora que el asunto ya no tiene remedio me divierto pensando en la cara que puso mi madre al abrir la habitación de Rosalba.

El cuadro fue por demás impactante para sus castos complejos morales.

Completamente desconectados desnudos exhibiendo nuestros sexos usados y pegajosos  la cabeza de Rosalba recargada en mi brazo cual si fuera su almohada. Despertamos alertados por los descomunales gritos de mi madre, pegada al piso exigiendo la presencia de mi padre.

 ---Esto es asqueroso, no puede ser, como pudieron, no es posible, no puedo creerlo.---

 Toda esta perorata tuvimos que soportar antes de la llegada de mi padre aun enfundado en pijama.

Mi padre se tomó la mandíbula y nos fulmino con la mirada sorprendidos ni Rosalba ni yo sabíamos que hacer.

De pronto mi padre se fue encima de mí.

--- ¡eres un maldito bastardo!---

Solo porque tenía razón no intente defenderme deje que desquitara todo su coraje tapándome el rostro.

Jadeaba, expulsaba espuma por la boca y respiraba con dificultad.

--- ¡lárgate! no quiero volverte a ver en la vida---

Que paso con Rosalba no lo sé nunca me ha dicho media palabra. Ese día abandone mi casa para nunca más volver.

Dos años transcurrieron en los que no pude ver a Rosalba, años que fueron un infierno para mí, oculto miraba como mi padre la custodiaba a todas partes, nadie es acero y mi padre enfermo y dejo por esa causa de ser la sombra vigilante de mi linda mujercita.

Por la noche la espere al salir del colegio, sola nadie le esperaba, al descubrir mi presencia hecho a correr a mis brazos, fuertes sollozos acompañaron aquel momento.

---pensé que te habías olvidado de mí---

---eso jamás va a suceder te amo demasiado, tanto como para luchar  en contra de lo que sea. Solo necesitaba una oportunidad----- ¿qué piensas hacer?---

---te voy llevar conmigo ¿claro si tú quieres?---

--- ¡claro que quiero mi amor te necesito!---

---te voy a llevar a mi casa y regreso hablar con papa---

---sí creo que así debe ser---

Después de dejar a Rosalba en mi departamento me dirigí a casa de mis padres, me acompañaba cualquier cosa menos miedo.

El valor me lo daba el amor que sentía por Rosalba,  no me la iban a quitar eso era seguro.

Mama abrió la puerta como era de esperar.

Me miro con frialdad y comenzó a despotricar en mi contra.

---te dijo tu padre…---

---lo se así que ahórrate tu sermón---

--- ¡Eres un maldito descarado!---

---soy lo que quieras, nada más vengo a decirles que no se preocupen por Rosalba está bien y va estar mejor a mi lado---

---ter vamos a…---

---hagan lo que quieran después de tanto escándalo que hicieron en lugar de callarse---

--- ¡Serán malditos por siempre!

---pero sus ojos no lo verán adiós-me di media vuelta sus palabras no hicieron daño ni mucho menos.

Esa noche fue inolvidable fue como una reconciliación,  gocé de mi hermana y ella de mi como dos sedientos en un desierto, libres de impedimentos y normas morales hicimos derroche de nuestros hambrientos sexos. Esa noche pude disfrutar el roce de su suave lengua sobre mi verga, sentí morir de deleite, inexperta en ese menester me mordió pero incluso esas pequeñas mordidas se me hicieron fabulosas entre el dolor y el goce y estuve a punto explotar dentro de su boquita.

Con la luz encendida veía en su rostro sus afanes porque esos besos que le aplicaba a su verga porque era suya y trataba de halagarla con esas caricias que le hacía en la punta con la punta de su lengua.

La acomode de tal forma que sus rodillas pegaban en sus orejas y la penetre con todas mis fuerzas de un solo golpe mi enorme pieza quedo sepultada en su deliciosa panochita, observaba como desaparecía mi tronco entre los labios de su vagina hasta chocar nuestros pubis, su golosa panochita tronaba una y otra vez al compás de mis fuertes embestidas, nos venimos al mismo tiempo sacudimos nuestros cuerpos victimas de intensos estertores entre suspiros y gemidos de placer.

Días después partimos al que sería nuestro destino una comunidad cerca de Saltillo, donde había logrado que la empresa me colocara lejos de la familia donde nadie nos conocía cambiamos los apellidos y éramos un par de esposos para la escasa gente con quien convivimos, cuando empezamos a coger siempre nos preocupamos porque Rosalba no se embarazara, durante mucho tiempo después continuamos con esa precaución, actualmente ya no, un buen día Rosalba decidió tener un bebe y me lo comunico, no pude negarme y no es que no me hubiera gustado tener un hijo de  mi hermana, pero estaba consciente de los riesgos, así que no me entusiasme con la idea, pero paso el tiempo y Rosalba no logro embarazarse,  se aplicó unos exámenes y descubrió que era fértil que estaba lista para ser madre, lo más seguro es que la falla la tenía yo, sin embargo me negué hacerme el examen. Tenía miedo pero no de ser estéril, si no de que por esa causa Rosalba quisiera alejarse de mí finalmente tenía todo el derecho de ser madre y yo no debía negárselo.

A pesar de aquello Rosalba no cambio conmigo seguíamos viviendo un romance de ensueño.

Pero si ella lo supero yo no, yo me sentía en deuda con ella, por esa misma razón me aplique el examen sin que ella lo supiera.

No pueden imaginar el gusto que me dio cuando me dijeron que estaba bien que no tenía problema alguno, que quizá mentalmente estaba bloqueando la concepción.

Cuando le comente a Rosalba brincaba de gusto, seguramente en algún momento quedaría grávida. Sin embargo no fue así nunca pudo embarazarse la naturaleza es sabia y quizá se negaba a que dos congénitos se reprodujeran. Aun sin decirlo Rosalba se veía frustrada y yo me sentía cada vez más incómodo.

Ese día la invite a comer quería comentarle una idea que se me había ocurrido.

---Ros si recurrimos a la inseminación artificial---

--- ¿harías eso por mí?---

---eso y mucho más mi amor ya lo veras---

Me puse en contacto con un médico que me recomendaron, decidí ponerme de acuerdo con él para el proceso de concepción asistida. Tenía una idea y necesitaba su ayuda o complicidad como quieran decirle. Si mi semen no era compactible con los óvulos de mi muñequita le haríamos una trampita. Le dije al médico lo que deseaba y deje todo en sus manos. Que importaba quien fuera el donador así fuera el mismo medico como finalmente fue.

Él tuvo el valor de confesarlo dijo que lo considera un favor y que no tenía nada que temer.

Por mi parte Rosalba nunca sabría que él bebe no era mío, era un verdadero placer ver crecer su pancita día a día y la ternura que esto me producía, él bebe era tan mío como de ella y lo iba amar tanto como a su linda madre.

Hemos pasado tantas cosas malas siempre unidos, que ya nos hacían falta cosas más agradables y el nacimiento de nuestro bebe nos tenía locos.

El pequeño Alan cumplió 5 años cuando una nueva sorpresa nos dio la vida, sobre todo a mí porque pensé que todo se había solucionado con respecto a la natalidad, Rosalba estaba embarazada y ahora yo era el culpable, mi preocupación  supero mi alegría pero decidí emplear a fondo todos mis recursos y monitorear el desarrollo de nuestro bebe meses después nos enteramos de que se trataba de una nena y el medico decía que estaba en desarrollo normal y no notaba nada fuera de lo común. Afortunadamente mi hija nació bien estamos locos de contento, hemos de verlos crecer y seremos cómplices de sus travesuras, de nuestra familia nada sabemos ni queremos saber, son nuestros hijos nuestra única y verdadera familia, no necesitamos más.

FIN

(9,17)