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A solas (suegra inesperada... la continuación)

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Después de un lunes de locura con mi suegra, llegó el martes y mi a esposa, como mujer que es, su sexto sentido le dijo que algo estaba pasando conmigo. Bueno, eso es lo que imagino porque, al despertar el martes, me levanté con una extraña sensación: abro los ojos y veo a mi mujer con mi pene en su boca. Se paró y me comenzó a cabalgar como una posesa, se acostó encima mío y yo comencé a chupar sus senos. Semi sentados tuvimos un sexo rápido y lleno de morbo, terminando ella primera y yo después. Hace mucho tiempo que no teníamos un mañanero, así que me pareció más que extraño al desayunar y, ya antes de irme a trabajar, al entrar a mi cuarto para sacar mis llaves y documentos, mi esposa se arrodilla, me abre el cierre y me hace una mamada espectacular, haciéndome llegar al cielo y explotar en su cara. Así me fui a trabajar, relajado y un poco cansado. Ya llegaba la salida de trabajo y pensé nuevamente darle siquiera una pequeña repasada a mi suegra, pero, al estar saliendo del trabajo, mi esposa me llama al celular  y me dice que vaya rápido a casa, que es urgente.

Llegué y mis hijos no estaban, y mi esposa estaba con un baby doll negro de infarto, unos pantys de malla negra, unos tacos que, ufffff, me puso a mil, me empujó al mueble y me comenzó a besar con mucho morbo, mordiéndome los labios. Mis manos recorrían su casi desnudo cuerpo, se separó y con mi ayuda me comenzó a desvestir, sin decir una palabra ya estaba nuevamente mamándome el pene, lamiéndome hasta las huevos. Se sacó el pene de la boca y lo sobaba frente a la cara, se levantó, regresó de la cocina con unas copas de vino, me dio una y remojó mi pene en su copa, mientras seguía lamiéndome el pene y los huevos.

Después de esa sesión de mamada espectacular, fuimos al cuarto donde yo tomé acción y la comencé a besar, le di vuelta y viendo su gran culo blanco (mi esposa es gordita, muy blanca, con un trasero enorme como el de su mama), empecé a mordérselo y lamerlo. Esto la excitaba, y comenzó a mojarse completa. Me sentó en la cama y, sin quitarse el calzón, movió su diminuta truza y a sentones comenzó a introducirse todo mi pene de frente hacia a mí. Nosotros seguimos moviéndonos de manera espectacular: ella casi saltaba encima mío, y yo agarrando sus nalgotas y mordiendo sus ricos pezones.

Cambiamos de posición y solo quitándole la parte de arriba del baby doll comenzamos hacer el perrito, moviéndole su tanga, agarrando ese culo grandote al meterle mi pene. Era fantástico, mi esposa gemía, gritaba, me pedía más y yo después de las corridas temprano, tenía para rato. Así estuvimos un buen rato: ella pegando gritos y alaridos y yo en el cielo.

Le metí un dedo en el ano y ella ya sabía lo que venía. Metí dos, hasta tres.... Ya estaba lista. Mientras metía el pene en la vagina muy mojada, lo saqué y poco a poco se lo fui metiendo por el culo.... Seguido de gritos de placer de mi esposa. Después de un rato de dolor ella sola comenzó a seguir con el movimiento, pero, antes de eso, ella ya había llegado un par de veces. Tanto fue el placer que me deba meter mi pene en ese estrecho agujero, que se lo llené de semen.

Nos quedamos tendidos en la cama, y me dijo que había dejado a los niños con mi suegra, que le había pedido por favor que se quedasen con ella toda semana, que quería pasar una semana inolvidable y que ella no se sentiría sola por no estar con mi suegro.

Bueno, malogró la semana con mi suegra, pero tuve un sexo de campeonato por una semana, desayunábamos desnudos, tocándonos todo el día, lamiéndole todo el cuerpo a cada momento, parecíamos perros en celo, todo era sexo y placer.

Y solo pude disfrutar de mi suegra unas 3 a 4 días más este mes... Pero ahora viene lo bueno con mi suegra... Su cumpleaños

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