Nuevos relatos publicados: 7

El cacho Nº 4 de mi esposo

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Holaaaa... Nuevamente por acá JEyMF. Les traigo otra aventura de mi perra mujer en su pasado de puterías. Aquí le va la historia de un cacho más a su esposo años atrás...

Gracias mis fieles lectores por la paciencia por la espera. Y ya pueden ver en nuestro autor los relatos publicados.

Aquí va otra aventura con otro militar y uno de los que más me gustó.

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Pues conocí a Eduardo por el chat de Movistar. Duramos mucho tiempo chateando, porque ni él quería venir a mi estado ni yo iría a su estado. Él trabajaba en Caracas. Nosotros hablamos mucho de las cosas del día a día, de que hacíamos, que colonia usaba, que ropa se pondría, lo que compraba, o sea de todas las pequeñas cosas, hasta de lo más mínimo hablábamos y pues duramos mucho tiempo así. Hasta que un día decidimos conocernos, él vino a mi estado, yo busqué una excusa y me escapé para ir a verlo. Él me estaba esperando en el terminal y yo no sabía. Él me decía que estaba cerca como en una hora para llegar al terminal y yo estaba casi llegando al terminal. Le dije —bueno iré a hacer unas compras, cuando llegues me avisas y te llego al terminal. Bueno pasó que él me dice –no, espérame en el terminal que yo llego rápido, −yo le decía —que no que era mucho tiempo, y él me dijo —pero espérame allí eso es cuestión de una hora, y le dije —bueno será, pero en esa hora yo hacía mis diligencias y cuando llegaras yo me vendría al terminal.

Bueno llegué al terminal, me fui a esperarlo. Él me dijo que cuando llegara lo llamara para saber que ya estaba en el terminal, cuando llegue me fui a llamarlo y estando parada cerca de una panadería, allí siento que me dan un beso en el cuello y me volteó asustada por creer que fuera alguien conocido o alguno de mis amantes y como Eduardo me había dicho que todavía no había llegado, jamás pensaba que fuera Eduardo. Bueno al girarme veo a Eduardo y sentí así una alegría de poderlo tener frente a mí. De verdad ése hombre me gustaba, esa sorpresa me gustó porque ya él estaba en el terminal esperándome a mí.

Ese día me puse mis botas a cuadro, una blusa pegadita en la cintura y en las tetas era sueltecita y manga larga y un jean azul pálido, de ropa interior un brasier blanco y un hilo blanco.

Nos fuimos caminando, hablando de lo más emocionados. Yo lo que quería era salir de allí para evitar que alguien conocido nos viera y, bueno, salimos, agarramos un taxi y, como ya habíamos hablado de sexo y éramos como novios virtuales, pues sabíamos que íbamos directos a un hotel... Y así fue.

Llegamos al hotel, pagó la habitación, le dieron la llave, mientras subimos las escaleras nos íbamos besando como dos enamorados. Al llegar a la puerta de la habitación Eduardo me recostó a la pared, me comenzó a besar así muy rudo, como él tenía frenillos cuando me chupaba los labios sentía que me rompía, era doloroso pero rico, me apretaba las tetas duro, me agarró y me volteó y me recostó en la puerta y mientras me besaba metí la llave en la cerradura. Él dejo de besarme y abrió la puerta y entramos, me volvió a recostar contra la pared y seguimos besándonos, así como con muchas ganas y deseo. Él me agarró a la cintura y me fue llevando caminando mientras nos besábamos y me puso en la cama y me acostó, me quitó la blusa y me bajó la parte de arriba del brasier y comenzó a chuparme las punticas de los senos suavecitos luego los metía en la boca y los halaba suave con los dientes era algo rico y excitante porque a pesar de que los frenillos molestaban, era algo diferente

Luego me quito las botas, el pantalón, me quedé en hilo y brasier. Allí comenzó a meterme el dedo en la cuca y besarme suavecito, uuufff eso se sentía tan rico, como me masturbaba. Al rato bajó suave por mi pecho, abdomen y me quitó el hilo y comenzó a chuparme los labios de la cuca, los abría y me chupaba el clítoris, pero me daba miedo porque cada vez que chupaba y me halaba los labios de la vagina me dolía porque no sé qué tenía que me raspaba cada vez que me besaba

Él se levantó y yo comencé a desabotonar la camisa y le besaba el pecho bajando lento por su abdomen hasta llegar al pantalón, le quité la correa y desabotoné su pantalón. Mientras él estaba parado y yo sentada en la cama le bajé el cierre y tenía el guevo parado, se lo acaricié suave con mis manos y lo saqué del bóxer y lo metí en mi boca todo de una vez. Era de tamaño normal, me entraba todo en la boca y así lo metía y lo sacaba, mamándolo rico, no le olía mal, lo lamia por los lados, le pasaba la lengua por la cabeza y lo volvía a meter todo en mi boca. Le hacía la paja con mis manos rapidito y luego lo chupaba sin sacarlo de mi boca. Él estaba muy excitado, yo me bajé por completo de la cama y me arrodillé en el piso y le seguí mamando el guevo.

Al rato Eduardo me levantó del piso y comenzó a besarme. Me acostó en la cama y él se me montó encima entre mis piernas, me metió su guevo de una vez en mi cuca. Yo estaba demasiada mojada que entró rico de un solo empujón, me daba rápido y duro y luego lento uuufff se sentía rico. En eso de estar aguantando guevo un rato le dije —papi déjame montarme sobre ti para cogerte yo, anda. Él se acostó y con el guevo apuntando al techo, me le subí y comencé a darme rico en su guevo, me movía de arriba abajo, de lado a lado, me bajaba y dejaba todo el guavo metido en mi cuca y me daba así restregándole mi cuca en la base de su guevo con todo ese rico pene dentro de mí.  Le hacía giros con mi cintura y así lo cabalgué un buen rato, volvía a levantar dejando la cabecita del guevo en la entradita de la cuca y me dejaba caer duro clavándome todo su guevo, eso lo excitaba mucho más. Me quedaba en la puntica del guevo y lo metía y lo sacaba, pero en la puntica le daba de arriba abajo, pero solo en la punta para luego dejarme caer duro. Era tanta la adrenalina y la excitación que sentía que estaba acabando. Él me preguntó si estaba acabando, le dije que no, pero la verdad me estaba chorreando. Luego él me dice —dame más rápido y duro que voy acabar. Así lo hice y acabó rápido llenándome toda la cuca de leche calientica. Me quedé un ratico sobre él, dejando que se le durmiera el guevo dentro de mí y levantándome sentía su leche salirse de mi vagina, que puta me hacía sentir eso.

Luego me fui a lavar y él también. Nos bañamos y nos acostamos en la cama a hablar y a contarnos cosas del día a día, cosas normales. Luego a mí se me prendió la chispa del morbo y yo comencé a agarrarle el guevo y comencé a acariciarlo y me metí entre sus piernas y me puse a mamárselo así con el guevo dormido. Lo metía en mi boca así chiquitico y se comenzó a poner grande en mi boca, que morbo me da eso de que un guevo crezca así en mi boca. Después de mamárselo un ratico él se levantó de la cama y me levanto a mí, me agarró y me cargó y puso mis piernas en sus brazos. Me recostó contra la pared y me cogió duro así recostada a la pared y cargada. Yo le gemía y le pedía más guevo, como disfrutaba de lo duro que me daba y lo rico de sentirlo dentro de mí. Luego me bajó y me cogió parada con una pierna en su brazo y la otra apoyada en el piso, allí si me daba duro, mientras me tenía así, se bajó hasta mi cuca y con la pierna aún levantada y puesta en su hombro, me volvió a chupar el clítoris y a comerme la cuca. Yo lo agarraba del cabello para que no se despegara y así me chupara la cuca con su propia leche. ¡Diosss que morbo!, lo tenía tan sensible que me dolía. En eso bajé mi pierna y le dije que lo hiciéramos en la cama. Me acosté y él se montó sobre mí, me levantó una pierna, se agarró el guevo y lo puso en la entrada de mi cuca, comenzó a meterlo y a aumentar el ritmo y a darme duro. Luego me puso mis dos piernas en sus hombros y me siguió dando duro, yo no paraba de gemir y quejarme como una puta, de verdad que gemir me hace sentir así una puta.

Al rato me voltea y me puso en 4 como perra, comenzó a manosearme las nalgas y me las abría teniendo esa vista de mi culo virgen y de mi cucota tragana como muchos le dicen jajaja. Acercó su cara y comenzó a lamer desde mi culo y bajaba por mi cuca chupándola y lamiendo ¡uuufff que delicia! Me metía la lengua en la cuca hasta que le dije —Eduardo méteme ese guevo anda, estoy loca que me cojas en 4 como una perra. Él no se hizo de rogar y levantándose se colocó detrás de mi apuntando su guevo a mi cuca y me lo metió hasta chocar sus guevos en mis labios vaginales. Dioooss, le decía —si papi así así trátame así duro. Ese hombre me tenía agarrada por la cintura con ese mete y saca endemoniado que de verdad me llegó al alma y al rato le dije que le diera duro que ya acabaría. Él también estaba que acababa, me dio duro allí y al yo decirle entre gemidos que estaba acabando. él me dio más intenso y acabó nuevamente dentro de mi cuca, dejándome la cuca nuevamente rebosada de leche y yo satisfecha.

La verdad ese hombre me gustaba y después de ese rico sexo más me gustaba, me había cogido como pocos lo habían hecho y dejándoles claro que si me dan una buena cogida me enamoran jajaja. Al rato nos bañamos y de allí nos vestimos y nos fuimos, yo a mi casa y él al terminal. Estuvimos en contacto un tiempo y él comenzó a echarme a un lado, yo le insistía bastante para que viniera nuevamente, pero él nunca quiso. Yo le escribía por Facebook y bueno un día me canse de buscarlo, pero me sentía mal porque me sentía que como mujer no lo había complacido, porque después del sexo no quiso verme más. Bueno lo olvidé, seguí con mis puterías y como al año Eduardo comenzó a escribirme nuevamente buscándome y le dije que no que ya a mí se me había pasado el encanto. Lo deseche más por orgullo que por deseo, porque no era fácil olvidar una cogida así y mas que no habían pasado otros sementales mejores jajaja. Pero bueno lo dejé a un lado, pero mi ego de puta estaba golpeado por creer que no le había cumplido en la cama.

Al tiempo un amigo de Eduardo que tenía en Facebook me escribió y estuvimos chateando y él me dijo que Eduardo le había hablado de mí, de cómo habíamos cogido, que yo era una mujer muy complaciente en la cama, que sabía ser esa puta con ganas, que era muy limpia y olorosa y que tenía una cucota grande y tragona jajaja. Ese día en vez de sentir rabia por Eduardo decir eso, sentí fue un alivio y satisfacción de saber que si le cumplí y quedó encantado con mi cogida y que ya sería por sus problemas que se alejó de mí. Me dio tanto morbo eso que me dijo su amigo, que por venganza a Eduardo comencé a insinuarle a su amigo mandándole fotos desnudas y morboseando, que estuvimos a punto de cuadrar un encuentro para coger y así yo sentirme puta y vengándome de Eduardo cuando se enterara que también me cogí a su amigo. Pero ese encuentro nunca se dio y aun ese amigo de él me escribe por Facebook esperando una oportunidad para romperme mi cucota tragona jajaja y así no supe más nada de Eduardo.

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Disculpen que me extendiera al final, pero así les doy conocimiento de lo ocurrido, y quienes llevan secuencias y siguen mis relatos sabrán que soy así de espontánea y escribo como lo siento, disculpen los errores.

Me despido hasta una nueva oportunidad dejándole el Twitter de nuestra cuenta donde hay fotos mías y de JE y podemos interactuar para que vean que somos reales... @MF_y_JE

Y pueden escribirnos a nuestro correo del perfil de esta prestigiosa página.

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Bye.

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