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Seducido por la mejor amiga de mi madre

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Hola, mi nombre es Jesús, y soy extremeño.

Lo que a continuación voy a contaros, es algo que me ocurrió en junio de 2003.

Era por la tarde, una tarde que hacia muchísimo calor. Llegué a mi casa, y mi madre me dio unas cosas que había traído del campo, para que se las llevase yo a su mejor amiga (Rita).

Rita es una mujer de unos 52 años y es portuguesa. Desde hace mucho tiempo, he querido follármela, pero nunca me he atrevido a decirle nada.

Cogí mi coche, y me fui para su casa sin avisarla. Al llegar, llamé a la puerta, y me abrió su hijo, que es un gran amigo mío. Le pregunté si estaba su madre, y me dijo que sí, pero que se estaba duchando. Me invitó a pasar, y me dijo, que esperará hasta que saliese su madre de la ducha, porque él se tenía que marchar a trabajar. Me sacó una cerveza, y después se marchó. Al cabo de unos 15 minutos, salió su madre del baño, envuelta en una bata muy fina, y algo transparente. Al verme, se quedó un poco helada, porque no se había percatado de mi presencia, y llevaba un poco abierta la bata, dejando ver un poco sus enormes tetas. Me dio dos besos, me preguntó por mi familia, y me dijo que iba a su cuarto a cambiarse. Al cabo de un rato, salió de su cuarto, con una especie de camisón de seda gris, que dejaba ver la hermosa figura que Rita tenía. Me preguntó si me molestaba que se pusiese así, diciéndome que es que tenía muchísimo calor, y yo le dije que no se preocupase. Empezamos hablar, y me ofreció algo de beber. Yo le dije que no hacía falta, que ya me había tomado una cervecita que me había sacado su hijo, pero ella insistió en que tomase algo con ella. Se fue a la cocina, y trajo una botella de vino portugués. Me sirvió una copa, y brindamos juntos. El día, parecía que prometía.

Pasaron las horas, y subió un poco la temperatura corporal, tanto por la forma en que Rita estaba vestida, como por los vinos, que nos habíamos tomado ya. Me dijo que tenía una película de video que no había visto, y me preguntó si quería verla con ella, porque era mejor verla con alguien. Yo le contesté que si, que no tenía nada que hacer, así que ella se levantó, y puso el video.

De repente, apareció en la pantalla, una pareja follando, y me quede un tanto perplejo, ella me miró con mirada picarona, y me dijo que esa no era la película, que esa película, sería de su hijo, que habría confundido el estuche. La quitó, y puso la suya, que era de esas románticas, que apetece ver en otros momentos.

Transcurría la película, cuando de repente ella dijo que era un poco rollo, y que, si me parecía bien, que volviese a poner la de su hijo. Yo estaba que no me lo creía, y antes de que yo pudiese contestarla, ella la volvió a poner. Yo estaba súper cortado, y sin saber que decir, ella me miraba un tanto insinuante de reojo, pero no comentaba nada. Transcurrían los minutos entre gemidos, y yo ya no aguantaba más de gusto, parecía que me iba a estallar la polla.

De repente, ella se levantó, y se dirigió hacia mí, me cogió de la mano, y me dijo al oído que fuese con ella a su habitación, porque estaba cachonda como una perra, y quería follarme. Yo asentí con la cabeza diciéndola que sí, con voz entre cortada. Durante el trayecto del comedor a su habitación, no paró de tocarme la polla, y de darme mordisquitos en la oreja. Entramos en su cuarto, y empezó a desnudarme lentamente.

Después, empezó a comerme la polla sin descanso, y a decirme, que, desde hacía mucho tiempo, estaba deseando follarme vivo. Después de comerme la polla, me dijo que me tumbase sobre la cama, que quería sentir mi polla dentro de ella. Yo sin dudarlo, me tumbé en la cama, y ella se sentó sobre mi vientre, y empezó a cabalgarme lentamente, una y otra vez. Subía y bajaba, mientras lanzaba gemidos de placer, y me decía que estaba súper caliente, y que le encantaba sentir mi polla dentro de ella. Yo estaba caliente, como nunca antes lo había estado, sentir el roce de la tela de su camisón sobre mi vientre, me ponía a cien.

Más tarde, se desprendió de ese camisón, y de una minúscula braguita negra, que pasó una y otra vez por mi cara, y cuyo olor a coño mojado, me excitó aún más. Mientras, me susurraba al oído, que le encantaba, que se la follasen a cuatro patas. Se levantó, y se colocó en dicha postura, mientras yo le sobaba las tetas. Comencé a fallármela a cuatro patas, mientras que ella se mordía el labio de gusto, y me pedía que no parase, y que le diese más deprisa. Me agarré a sus tetas, y empecé a darle lengüetazos en su espalda, mientras ella se retorcía de gusto y gritaba como una loca, diciéndome… —sigue amor mío, sigue fallándome, como lo hacía el cabrón de tu padre.

De repente, me paré en seco, y ella se volvió hacia atrás diciéndome, que sí, que mi padre en varias ocasiones, se la había follado. Ella tenía autentica mirada de puta en celo, y yo sin decirle nada, seguí cabalgándomela, con más fuerza, por la rabia que sentía por sus palabras. Entre follada y follada, me paré, y la saqué de su chocho. Me quité el condón, y volví a metérsela, mientras que ella, decía que así, le gustaba mucho más.

Continué fallándomela, sin parar, una y otra vez… hasta que no puede más, y me corrí dentro de ella, mientras observaba la foto de su difunto esposo sobre la mesilla de noche. Ella intentó sacarme de dentro, pero yo no la dejé, y escurrí dentro de su chocho, hasta la última gota de mi semen.

Desde ese día, le hago chantaje, con lo de que se había estado tirando a mi padre, y ella por miedo a que se enteren sus hijos y mi madre, no pone impedimento alguno.

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