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Cafe de Las Torres (Parte 2) Final

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Veo a Mary acostada boca arroba sobre la mesa totalmente excitada, su vestido se había desabotonado un poco y dejaba entrever sus senos a través, unos senos grandes y deliciosos con unos pezones extremadamente duros.

—Vaya grieta más obscena y provocativa tienes… —le decía a Mary mientras metía mi dedo entre sus senos húmedos por el sudor.

—Sí, esta grieta obscena, ahhh, ahhh…

—Te voy a atormentar, voy a hacerte de todo… es una grieta profunda y obscena… jajá jajá, que morbosa eres, estas temblando Mary, tiemblas en tu espera…

Mientras meto y saco el dedo, Mary empieza a gemir de placer mientras su escote se come mi dedo y no lo deja salir, está caliente y sudoroso, lo muevo girándolo y eso la excita más todavía…

—A esta grieta indecente no le basta con el dedo…

—Méteme verga, méteme tu verga gruesa y dura, métemela en mi grieta obscena… —dice Mary mientras ve mi pene como sale por entre la falda de mi vestido de empleada…

—Muy bien, Mary, como recompensa le daré más placer a esa grieta asquerosa tuya…

Todos ven como mi súper clítoris deja salir poco a poco semen sin esperma mientras me masturbo con los senos de Mary…

—Hey Mary, tanto le gusta a tu grieta obscena que me masturbe con ella? ¿Qué le metan una vega grande y gruesa? Eres una perdida…

Mientras tanto, se me acerca otra de las empeladas del café desabotonando su escote diciendo…

—A mi grieta obscena, bueno… a mí también… deme una verga gruesa, deme una grande, por favor…

—Está bien, ahí voy… —y me dirijo hacia el escote de la empleada mientras sus senos llaman a mi verga húmeda ya por mis líquidos y el sudor del escote de Mary…

La empleada aprieta sus senos con fuerza obligándome a venirme más rápido de lo que pensaba…

—Maldición, me vengo, vamos Mary, abre la boca, eso es… bébetelo, ahhhhhh, que delicia…

El señor Cortés se dirige caminando hacia sus otras dos empleadas, con su verga en alto, totalmente desnudo, era un verdadero placer verlo así, desviste a sus empleadas y empieza a penetrarlas mientras me dice…

—Creo que es suficiente por hoy, señorita Garzón…

Mientras yo tomo a Mary, y empiezo a penetrarla al estilo perrito…

—Más bien empecemos a dar placer juntos, esto hasta ahora está empezando

Mary y su superhumeda vagina no pueden resistirse ante mi pene erecto y poderoso, sus senos resbalosos después de sudar tanto, una delicia total, mi pene entraba y salía con muchas ganas, Mary gemía como perra en celo, el jefe mientras tanto literalmente violaba a sus empleadas las cuales disfrutaban una con la otra, una se lo mamaba mientras al otra hacia cunnilingus a su compañera.

—Mas, mas, dame más de tu verga, mas…ahhhh. Ahhh —decía Mary mientras chupaba sus senos y a su vez se lo metía hasta sentir su cuello uterino, no podía aguantas más las ganas y me chupa las tetas eso me acelera hasta el límite máximo y me obliga a venirme dentro de ella mientras tiene un maravilloso orgasmo…

El jefe baña en esperma a sus empleadas ante la mirada atónita de la gente, que, sin darme cuenta, nos miraba entre el cristal de la puerta, era algo increíble, gente aterrada, otros se masturbaban disimuladamente….

Mary se sentía totalmente satisfecha pero su rostro mostraba cierta culpa por lo ocurrido, jamás se hubiese imaginado hacer el amor con otra mujer y mucho menos que la penetrara como un hombre, tampoco el hecho que la gente nos viera hacer lo que hicimos, nos vestimos, yo guardé el uniforme en mi mochila, me despedí de los demás y acompañé a Mary a tomar un taxi.

Días después volví al famoso Café y ya no vi a Mary, aunque entré no me quedé, no volví a saber de ella, prometió llamarme, pero no celular jamás sonó, dejó su departamento y cambió de número telefónico, lo único que deseo es poder verla para saber que sucedió y tal vez para disculparme… pero después de hacerlo de nuevo, claro está…

Fin

(9,18)