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Hay una estrella porno en mi casa. Capítulo 1: O. O'lovely

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¿Cómo puede alguien tener la suerte de este chico? Su historia es de esos golpes de suerte que nos juega la vida, pero en este punto no importa tanto. Así que repasemos lo más relevante.

  • Nuevo Trabajo: Su apartamento es ahora un almacén y hospedaje de la agencia del edificio contiguo.
  • Nueva Vida: Su padre (o quien dicen que es su padre) ha muerto. Un amigo de la familia está haciendo algunas cosas por él.

El primer día de esta nueva aventura empieza como el de una persona normal. No es hasta la hora del desayuno que llega un asistente y le entrega el instructivo de la agencia, así como también la notificación de llegada de su primer huésped, su nombre es Olivia O. 

Llegada la hora alguien llama a la puerta, cuando se abre, el joven se da cuenta que la Olivia que visitaba su hogar era nada más y nada menos que Olivia O'lovely, una desaparecida actriz porno. Le toma algo de tiempo asimilar esta situación.

En el transcurso del día, Olivia salía y entraba al lugar por los trámites pendientes. En eso, llega una caja sin nombre y él decide abrirla para saber de qué se trata, la sorpresa es tan grotesca como las formas y modelos de los dildos que inundan la caja. La puerta se abre y Olivia lo encuentra en tal vergonzosa situación. Este intenta cerrar la caja mientras explica lo sucedido.

—Tranquilo —le dice ella con un toque aliviador —Esos consoladores son míos, o eran míos. Cuando era actriz, compré algunos para mí. Ahora ya no los necesito, si gustas te los puedes quedar —empieza a reír.

—Yo solo quería saber qué había en esta caja, ahora la dejaré aquí —coloca la caja en un rincón.

—Pierde cuidado, ¿La cena está lista? —Olivia va hacia la cocina

—Claro —intenta alcanzarla

Ahora ambos se sientan en la mesa para comer, el día la ha dejado un poco agotada, pero eso no le impide entablar una conversación con el muchacho. Olivia habla sobre su próximo matrimonio y su nueva casa en Sudamérica. Él la escucha por veces y por otras no, Olivia tiene el físico perfecto para mantenerse en la industria un par de años más. Cuando la cena acaba cada uno se dirige a su habitación.

Nuestro joven amigo no puede dormir, y eso es normal en la situación en la que está. Al salir de su habitación observa su nuevo hogar y piensa sobre lo mucho que le puede costar acostumbrarse, es en medio de sus meditaciones que nota algo inusual. La caja, esa caja llena de consoladores no está en su rincón; y mirando al cuarto de Olivia, sabe que es el único lugar en el que pueden estar. Ahora necesita entrar en la habitación, y sobretodo necesita una excusa para ingresar. Impulsado por la excitación, toma un folder de la mesa y coloca su oído en la puerta para encontrar el instante preciso.

Lo que escucha en el interior no son más que gemidos y movimientos de la cama, esto no hace más que alterar el plan del muchacho, quien se apoya con las dos manos sobre la puerta, la cual esta quieta por solo unos segundos más. Esto es así porque la puerta termina abriéndose para la sorpresa de ambos personajes.

—Olvidé entregarte este documento —le dice en una desesperación inminente.

—¿En serio? y mientras tanto sigues mirándome el trasero —contesta una desnuda Olivia aún con un consolador anal dentro de ella.

—No pensé que estuvieras haciendo esto —se levanta

—Ahora ya ves que sí —se quita el dildo anal —No me disgusta que alguien me vea desnuda, pero esta habitación era mía. 

—Tienes razón, discúlpame por esto. Tu cuerpo se ve exactamente como en los videos en los que apareces —Baja la mirada del cuerpo de Olivia

—Está bien, entiendo —ella se pone de pie y va hacia su mesa para recoger unos DVD's —No sé cuáles fueron tus pretensiones. Toma estas cintas, hazte el favor tú solo —Le entrega unos DVD's porno donde aparece ella y lo invita a retirarse con un empujoncito en el hombro. 

—Hasta mañana —acepta los discos y se va, lo último que ve del cuarto de Olivia es su gran trasero inclinándose para recibir otro consolador y continuar con su jornada.

Él hace lo que ella le indicó, ve todos y cada uno de las películas de su ídolo, la masturbación se repite a lo largo de estas cintas. Ya al día siguiente, prepara el desayuno para su invitada. Quien aparece en la mesa con un semblante totalmente distinto.

—¿Te gustaron los videos? —Olivia rompe el hielo

—Estuvieron buenísimos, los disfruté bastante —contesta al mismo tiempo que sirve los alimentos

—Es lo último que recogí de la agencia, se quedarán aquí con las otras cajas. El Señor Henderson seguro te dirá lo que harás con eso. 

—Ahora que lo mencionas, iré a hacerle unas preguntas en breve —le dice él

—Tu haz lo tuyo, yo me quedaré aquí preparando algo para comer —dice amablemente Olivia

Así que nuestro buen amigo irá al edificio contiguo para conversar algunas cosas con su nuevo protector, el señor Henderson. Llegar hasta él no le resulta nada difícil, tiene una influencia particular que le ha facilitado mucho las cosas en estos días. La charla aclara pronto ciertas dudas del joven, su jefe trata en todo de sonar lo más familiar posible. Mientras que él va aceptando ciertas cosas que traen consigo su nueva vida. El señor Henderson desvaría por momentos, pero suelta un detalle que le resulta interesante al muchacho.

Siguiendo el consejo, compra girasoles antes de ir a casa con Olivia.

Mientras tanto en la casa, Olivia termina de preparar algo de comida. Al ver la puerta abierta del cuarto de su nuevo amigo, decide dar un vistazo. Encuentra los DVD's que le regaló, en sus empaques, el desorden de la habitación no le sorprende. No es así hasta que levanta las sábanas y encuentra montones de su lencería de actriz porno, la cual estaba también en una de las cajas, empapada de semen, un semen que parece mantenerse fresco aún. La puerta se abre y ella rápidamente abandona la escena.

Su amigo prepara un discurso caballeroso antes de entregarle los girasoles, ella le indica donde está la comida y se dirige a su cuarto. Piensa por varios minutos en lo gentil que fue al traerle esos girasoles y al mismo tiempo en la excitada actitud que tuvo para con sus prendas íntimas. Ambas sensaciones saturan su cabeza, mientras van recorriendo todo su cuerpo, y luego toda la habitación parece llena de éxtasis. 

—Hey, ¿Aún tienes hambre? —se escucha desde el cuarto de Olivia

—La verdad, este guiso está delicioso y me serviré un poco más —contesta él

—No seas tonto, ven aquí.

—Espera que voy enseguida —se levanta de la mesa y va al llamado de su invitada.

—Y, qué dices ahora ¿Aún tienes hambre? —Olivia está desnuda y en pantimedias, con el trasero apuntando hacia la puerta, con ese gran trasero apuntando hacia él.

—No entiendo bien la metáfora, ahora no entiendo nada, mi cabeza se ha descompuesto.

—No me importa tu cabeza, lo que hay en tu entrepierna es lo que quiero ahora mismo —dice ella mientras lo llama con el dedo.

—Cómo tú digas —el joven se dispone a bajarse los pantalones para hacerle justicia a ese par de nalgas tan provocadoras. 

Con ambos cuerpos desnudos en la cama de Olivia, la cama va adoptando movimientos más bruscos conforme avanza la tarde. Después de las tres primeras posiciones sexuales, el buen anfitrión se ha venido por primera vez. Es algo difícil notarlo, ya que la vagina de Olivia se ha mantenido empapada. Hace falta un poco de sexo oral para que el miembro viril vuelva a presentar rigidez. Con un estado erecto casi renovado, se dispone a colocarla en cuatro patas y frotar ambas partes corporales durante unos cuantos minutos más.

Las palabras sucias y desafiantes salen de boca de Olivia recién cuando sus piernas se balancean en los hombros de su acompañante, él intenta hacer lo propio imitando su contundencia. Esta segunda vez ha durado mucho menos tiempo en venirse que en el primer encuentro, por lo que hay una pequeña pausa, pausa en la que no hay otra cosa que besos entre los dos.

Olivia lo empuja hacia atrás, para tomar la cara de éste como asiento, por momentos da algunos brincos aplastando el rostro del muchacho; esto no hace más que aumentar el nivel de excitación del lugar. Ahora, él busca el clítoris para tocarlo con la lengua, al mismo que ella recibe con la boca abierta un falo cada vez más erecto.

La siguiente posición sexual promete ser la última y Olivia dará fe de ello. Él aún está recostado de espaldas, ella se dispone a dar unas cuantas cabalgadas, unas que nunca en su vida había podido presenciar. Llega el primer sentón de nalgas y él se viene inmediatamente, esto no frena nada en absoluto, quedan muchos más. Olivia se encuentra en un estado frenético recordando días de una vida que dejará atrás en breve. Nuestro amigo, a partir de la 10ma o 11va cabalgada parece perder la consciencia, para adentrarse en un clímax momentáneo.

Olivia, ha cabalgado por más de 10 minutos y nota cómo ha caído su joven acompañante, se recuesta a su lado en los siguientes minutos.

Así que luego de tan épica faena, él despierta. La oscuridad en la habitación es inmensa, la noche ha llegado y parece estar solo. Las cajas aún están en el lugar, los girasoles en un florero con una nota, la misma que tiene palabras de Olivia. En esta carta, Olivia se despide de él para seguir con su camino y con todos los planes que ha trazado.

Él no esperaba más, tuvo lo que muchos habrían podido soñar, ve una vez más la cama en la que se acostó con Olivia O'lovely y suspira para sus adentros. Ahora está tranquilo y se dispone a dormir. Sabe que en los días siguientes puede o no repetir lo sucedido. 

Así se va a preparar para su siguiente huésped.

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