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Celina me presenta a su mejor amiga

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Luego de dormir una hora, Celina despierta asustada y me pregunta qué hora es y me dice que tiene que ir a casa.  Nos bañamos juntos y aprovecho para darle una última mamada debajo de la regadera.

—Sí papi me encanta…no pares, quiero que me hagas venir otra vez.

Yo encantado de hacer gozar a esta nena, prolongo su placer al acariciar con la punta de mi lengua su clítoris.  Ella sujeta con fuerza mi cabeza para que no me mueva de allí.

—Ayyy sí sí papi, me vengo…

Arquea su espalda y su respiración se agita más, señal que se está viniendo.  La dejo terminar y ahora es mi turno.  La pongo de cara a la pared y la penetro con fuerza.  Ella se apoya de la pared y yo de su cintura.  La embisto con fuerza porque quiero que me sienta.

—Sí sí mi amor, que rico, cómo me gusta que me domines papi.  Nunca dejes de culearme así así.

—Celina siempre serás mi mujer y mientras tenga fuerzas te culearé como me lo pidas.

No aguanté mucho, estaba muy excitado y se lo hice saber cuándo aumenté la velocidad de mis embestidas.

—Aajjjj Celina no aguanto más…ve voy a venir.

—Sí papi vente adentro de mí, quiero llevar tu leche conmigo.

Terminé descargando lo que me quedaba dentro de ella.  Besé su espalda y nuca y le dije al oído:

—Gracias mi amor.

—Gracias a ti papi, me haces feliz.  Me dijo ella.

Terminamos de bañarnos, nos vestimos y la llevé a su casa.

Los días pasaron y charlábamos por WhatsApp, pero no volvimos a vernos hasta un martes en que me invitó a tomar unas cervezas.  Acepté gustoso y me dijo que me quería presentar a su mejor amiga.  Quedamos en que la recogería a las 6.

Llegadas las 6 de la tarde la recogí y me dijo que fuéramos a recoger a su amiga, que no vivía lejos de allí.  Llegamos a su casa y en la puerta nos esperaba una chica, alta y bien vestida.  Me dije para mis adentros, mmm no está nada mal.  Ella se sube al auto y Celina hace una presentación informal de su amiga:

—Esta de Denis, mi mejor amiga.

—Hola mucho gusto Denis, soy Alberto.

—Mucho gusto en conocerte, soy Denis.

Y nos fuimos al bar.  A esa hora no había mucha gente y nos sentamos en una mesa y pedimos unas cervezas.  Celina y Denis estaban sentadas en un lado y yo en el otro de la mesa.  Conversábamos de todo, de la universidad, de cosas triviales, chisteábamos, en fin una charla amena. Yo miraba con discreción a Denis y me parecía una chica muy apetecible. A diferencia de Celina, Denis parecía ser más reservada o hasta tímida diría yo.

Ya eran casi las 9 de la noche y estas chicas ya se habían bebido 6 cervezas cada una y estaban alegres y cuchicheaban entre ellas y se reían a carcajadas.  Por mi parte yo bebía con moderación porque no soy de los idiotas que se emborrachan para luego no recordar lo que pasó esa noche.  Y mis planes eran llevarme a Celina al motel y disfrutar unas horas juntos, y ella bien lo sabía.  Lo que yo nunca me imaginé fue lo que pasó después.

Ya pasadas las 9, Celina me dice:

—Vámonos ya.

Perfecto, pensé, ahora llevamos a Denis a su casa y luego me llevo a Celina al motel.

En el camino, justo cuando iba a girar hacia la casa de Denis, Celina me dice:

—Qué haces? sigue recto.

—Hacia dónde? Pregunté yo.

—No te hagas el tonto, tú conoces bien el camino al motel, ¿o no?

El corazón se me aceleró, no me esperaba esto.  Manejé rápido, mientras las dos cuchicheaban y se reían como unas adolescentes.

Llegamos, bajé la puerta del garaje y Celina me agarró y me besó con pasión como si quisiera exhibirse delante de Denis.

Válgame Dios, yo estaba medio confundido.  Estaba en un motel con estas dos preciosas mujeres para mí solito, pero bueno, no me iba a echar para atrás ni loco.

Celina me suelta y entramos a la habitación.  Denis se notaba algo nerviosa.    Celina le susurra algo al oído y ambas ríen.

—Papi, ya sabes bien a lo que hemos venido – me susurra Celina al oído. Y me dice que me acueste y me ponga cómodo porque el espectáculo iba a comenzar.

Y veo como ambas comienzan un baile suave a la vez que se van besando y acariciando sus cabellos.

Yo estaba en la cama anonadado que ni parpadeaba y tampoco iba a decir nada para no romper ese momento tan erótico.  Allí estaba yo, con dos mujeres bellas en la habitación de un motel.  Esto se va a poner bien bueno…pensé.

Mientras las chicas se besaban, se iban quitando poco a poco la ropa.  Pude ver cómo iban apareciendo esas formas de mujer.  La piel de Celina, sus senos pequeños que eran mi perdición, su vientre plano y su ombligo tan delicioso.  Ahora también podía ver a Denis desnudarse.  Un par de senos hermosos, una barriguita también plana.  Y para terminar de rematar, ambas bajan sus panties al mismo tiempo y es cuando veo sus sexos, depilados y hermosos, como dos nueces, dos manjares que yo solito iba a saborear esa noche.  Tengo que reconocer que estaba salivando como un perro al ver a estas dos nenas desnudas frente a mí.

Ahora ambas se abalanzan sobre mí y me desnudan. Yo ya estaba empalmado desde hacía rato.  Celina toma la iniciativa y comienza a mamármela con desesperación, mientras Denis mira sin saber qué hacer.  Se nota que no tiene mucha experiencia, pensé.  Celina la invita a probar:

—Ven pruébala, dice Celina.

—Es que no sé, nunca he chupado una.

—Ven yo te enseño.  La metes en tu boca y la chupas como si fuera un barquillo, pero no lastimes a mi papi con tus dientes, tienes que hacerlo con los labios, ¿ves?

—Sí, ¿así?

Ahhhh puta, debo estar en el cielo y estas niñas son dos ángeles, me dije yo. Estaba gozando como nunca en mi puta vida.  La boca de Denis era suave y cálida y la chupaba despacito y me estaba haciendo gozar al punto que los ojos se me pusieron blancos del gusto jejeje.

Para rematar, Celina se sienta en mi cara y yo comienzo a darle una mamada que la hizo chillar de gusto.

Al rato ambas cambian de posición y ahora Denis se me sienta en la cara y Celina me la mama.

—Ahhhhhhhh gime Denis y se tapa la boca para no gritar, luego que siente mi lengua en su chucha y su culo.  Su respiración se agita y comienza a contonearse como buscando más placer.

Yo estaba en el paraíso, pues Celina me daba una mamada brutal mientras yo gozaba del sabor de la chucha de Denis, de verdad que esta chica estaba deliciosa.

Luego de un rato en esa posición, Celina le dice a Denis que se acueste y abra las piernas.  Ella obedece y en esa posición le da una mamada a Denis que la hace gemir con desesperación.  Mientras eso pasa, yo observo el culito de Celina como está en posición invitándome a entrar.  Sin mediar palabra, le punteo el agujerito con mi lengua y lamo su vagina.  La oigo chillar de gusto y aprovecho para penetrarla sin consideración porque estaba bien empapada.  De un solo golpe le meto todo el pene en la vagina y Celina para de mamar y me da una mirada de lujuria y aprobación y luego sigue con lo suyo.  Ese era el combustible que necesitaba para embestirla con más furia mientras ella no para de mamar a Denis, quien a esas alturas va por el quinto cielo.  La muy puta gime y le pide más y más a Celina y le hala los cabellos a mi pobre niña jeje.  Esta es una escena erótica como pocas, los tres disfrutando el uno del otro.

Al cabo de un rato Celina se desconecta de mí y me ordena: “quiero que te culees a Denis como lo haces conmigo, ok”. Obedezco y coloco a Denis en posición de misionero. Ella me mira con una mirada de gatito asustado, a la expectativa de lo que va a pasar.  Restriego la cabeza de mi pene en su vagina mojada y eso la hace gemir. Ella no para de mirarme mientras la voy penetrando. ¡Dios mío que estrecha está esta niña y que rica!

Denis acaricia mi cara con una mano mientras que intenta acallar sus gemidos con la otra.  Eso a mí me parece aún más provocador y acelero mis embestidas.  Ella me hala hacia su boca y nos besamos con pasión.  Ya ha perdido todo pudor conmigo.  De vez en cuando mira hacia abajo intentando ver cómo entra y sale mi pene de su vagina y sus ojos están abiertos como platos sorprendida por lo que está haciendo en ese momento.

De repente, Celina se suma a la escena y se sienta en la cara de Denis, quien instintivamente comienza a mamarla.  Yo ya estaba en el punto máximo, mis embestidas habían aumentado y sentía que pronto terminaría.  Celina gozaba de la mamada y Denis de la culeada.  Los tres estábamos en el cielo.

Después de varios minutos le anuncio a Celina que me iba a venir.  Y ella me ordena:

—Vente dentro de Denis, papi.

—Estás segura bebé? —Pregunté.

—Sí, quiero que Denis lleve tu leche adentro también.

—Pero Celina, ¿y si quedo embarazada? —Preguntó Denis.

—Tranquila amiga, yo tengo pastillas así que no te preocupes por eso.

Esa orden fue demasiado para mí, en ese momento comencé a venirme con fuerza dentro de Denis, ella clavó sus uñas en mi espalda mientras yo la bombeaba con furia, tratando de descargar hasta la última gota de leche.  Denis me atrapó con sus piernas y sentía que no quería dejarme escapar hasta dejarse seco.

—Ayyyy sí sí papi más duro… gimió Denis descontrolada por el placer.

Yo terminé satisfecho y exhausto, pero feliz en medio de estas dos mujeres hermosas que me habían dado sus cuerpos.  Y sin esperármelo las dos al unísono me gritan: ¡¡¡Feliz cumpleaños papi!!!

Era 29 de marzo, y miren que ando tan despistado que había olvidado mi propio cumpleaños, pero al parecer mi dulce Celina no.

Por eso siempre te recordaré con amor, por ser quien eres conmigo, comprensiva, incondicional, juguetona.  Aunque las circunstancias presentes nos impidan estar de veras juntos, siempre serás mi amiga especial y te recordaré como esa lucecita que me iluminó en tiempos de oscuridad y tristeza.

Gracias Celina…

(9,25)