Nuevos relatos publicados: 13

Un gran encuentro con mi mejor amigo

  • 6
  • 19.375
  • 8,69 (32 Val.)
  • 1

Antes que nada, ¡hola a todos! Mi nombre es Ricardo y tengo 20 años.

Esto me pasó hace tiempo, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Todo empezó una mañana de verano, el clima estaba perfecto, apenas los rayos de sol empezaban a calentar la mañana, como era viernes no tenía algún plan para salir ese día y menos tan temprano, cuando de pronto recibo la llamada de Alan, un amigo del cual ya no tenía noticia desde que nos cambiamos de vecindario, gracias a esto perdimos contacto desde que estábamos en segundo año de la secundaria.

Por ahora yo me encontraba cursando el segundo semestre del medio superior, así que me dispuse a hablar con él con todo gusto, y me enteré que también se había cambiado de casa y para agrado mío vivía cerca de donde yo estaba. No lo pensé un solo instante y lo invité a acompañarme ya que estaba solo, porque mis familiares acostumbraban salir desde muy temprano a pasear por la ciudad, cosa que a mí no me agrada, y no regresar sino ya entrada la noche.

Bueno me dispuse a esperar a mi amigo, pero después de un rato una interrogante surgió de mi mente.

¿Cómo obtuvo mi teléfono sino sabía nada de mí?

No le presté atención al asunto y lo esperé, no fueron más de 10 min. Cuando, tocando la puerta de mi casa, lo recibí con mucho entusiasmo ya que tenía tiempo que no gozaba con su presencia, y al ver como se había puesto, ya era más alto que yo y tenía unas hermosas nalguitas que cualquiera desearía, su cuerpo al igual que el mío era atlético gracias a que el practicaba natación y yo entrenaba en un equipo de fútbol. Estuvimos platicando un rato y me enteré que ya tenía tiempo viviendo por aquí.

Que me estaba buscando ya que en nuestros tiempos de secundaria éramos inseparables, en la plática le pregunte ¿cómo es que había dado conmigo? Me respondió que hace poco conoció a un amigo mío que le dijo todo acerca de mí, al parecer lo conoció en los arcadias (juegos de video), no puse ninguna interrogante a lo que me decía, ya que lo conocía bien y sabría si me estaba mintiendo.

Pero mientras hablamos al ver como sus carnosos labios se movían y rompían el silencio deseé besarlo en ese momento, pero me contuve ya que él no era de esos por lo menos eso pensaba, la charla se prolongó durante unos 15 min.

Más o menos, cuando el empezó a acercarse más a mí, noté como uno de sus brazos delgado pero fuertes pasaba por encima de mis hombros y me acercaba a su exquisito cuerpo que se movía hacia mí con delicados movimientos, yo no opuse mayor resistencia a este acto ya que en verdad deseaba a este niño.

Cuando estuvimos a una distancia muy pequeña acerque mi boca a la suya y pude sentir cada rincón de sus húmedos y carnosos labios que se movían con una facilidad deliciosa ,empezó entonces a mover su otra mano en mi espalda acariciando cada rincón de esta, a lo cual yo respondí con lo mismo, solo que yo le empezaba a quitar la playera, cuando estuvimos semidesnudos y ver nuestros delgados cuerpos me puse a mil, y sin ningún permiso le quite el pantalón que traía puesto, al momento de quitarle el bóxer salto frente a mí una hermosa verga de unos 18 centímetros ,que estaba bien roja por la excitación que tenía, empecé a chupársela sin reparo alguno, cuando de golpe me jala del pelo y me dice:

  — yo quiero es cogerte, lo he deseado desde hace mucho tiempo

Me quitó el pantalón y los bóxer que traía y nuestros delgados cuerpos se empezaban a juntar cada centímetro de piel hacia contacto y sentir su calor tan cercano a mí fue tan delicioso, con una de sus manos me abrazó por la cintura  y con la otra empezó a introducir un dedo en mi ano, me dolió un poco pero lo podía aguantar, después de un momento me metió otro dedo, fue cuando me besó para que no se escucharan mis gemidos, comenzó con el "metisaca" cuando me dice que por fin me la puede meter, me tomó por la cintura y me dio la vuelta y quedo mi culito expuesto a la ya hinchada verga, me la acercó poco a poco al grado que podía sentir el calor que emanaba su pene, me la metió muy delicadamente como si me fuera a romper en miles de pedazos si lo hacía de una forma rápida y dolorosa.

El solo me decía “ponte flojito para que no te duela”, cuando por fin estaba completamente dentro de mí se quedó inmóvil unos instantes, el dolor que sentía fue desapareciendo conforme el tiempo transcurría, cuando por fin ya no sentí ninguna molestia, el empezó a moverse tan delicadamente que apenas si podía sentirlo, pero cuando por fin introdujo todo su pene en mí, sentí como si algo se reventara dentro de mí. Él me pidió perdón, ya que sabía que me había lastimado, pero no importaba ya que en ese momento yo me encontraba en la gloria, podía sentir sus huevos chocando contra mis nalgas.

Sintiendo como cada rincón de nuestros seres se podían fundir a uno solo, y el gusto de tenerlo dentro de mí era incomparable con cualquier otra cosa, de un momento a otro él se movía más rápido y después se detenía un momento para después continuar, ya que los dos estábamos en el clímax sentí como un chorro caliente inundaba mis adentros, cuando saco su pene, se inclinó frente a mí y empezó a chupármela.

¡Ahhh! Que lengua tan  flexible podía sentir el calor de sus labios en el tronco de mi pene y su forma tan sutil de moverse me hicieron venirme en cuestión de segundos, él se tragó todos los chorros de mi lechita y lamió toda la cabeza de mi pene para limpiarla por completo, se incorporó, ya que estábamos desnudos, nos abrazamos durante un rato eterno que me pareció completamente tierno, en ese momento sentí que una enorme felicidad inundaba mi ser, ya que sabía que eso era el principio de una amistad que duraría mucho tiempo.

(8,69)