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En el ICPNA (Lima - Perú)

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Cuando yo estudiaba en el ICPNA conocí a una chica ¡recontra buena onda! Cabello castaño, ojos color café, 1.70 cm., trasero bien formado y tetas prominentes y gordas, pero bien puestas en su lugar.

Después de salir de clase a eso de las 9:00 pm. en el 6to. piso, ella y yo nos quedamos un rato a avanzar unas cosas del Portfolio (el project de avanzado 09 en ese entonces). Así como hablando de nuestras cosas, salió el tema del sexo. Qué con cuantos los hemos hecho, a qué edad fue nuestra primera vez... Yo empecé a "presionar" para que muestre sus tetas, pero ella se hacía la difícil. Y tenía que vérselas ya que estaba con una erección a punto de romper mi pantalón.

—¿Eso es lo que creo que es? —me pregunta "inocentemente".

—¡Claro! ¡Hiciste que se me pare! —le respondí. —Ahora tienes que hacer que se me baje, ¡y sólo hay una solución!

—¡¿Cuál?!  —me preguntó fingiendo no saber.

—Chúpamela y hazme una rusa —le dije, como intentando si me ligaba.

—Mmm... primero tengo que verla. Si tiene buen tamaño, también te dejaré darme un anal. Si no, solo te la jalo hasta que te vengas, ¿aceptas? —me explicó.

Así que fuimos a los baños de mujeres. Ella se aseguró de que no hubiera nadie. Acto seguido, me dijo que entre y cerramos la puerta. 

—¡A ver! —muy entusiasmada —¡Sácala de esos pantalones!

—¡1, 2, 3! —y me bajé la ropa interior.

—¡¡¡Vaaaayaaaaa!!! —dijo asombrada —¿No nos presentas? —me dijo.

—Quiere que le des un besito —le dije, a lo que se la metió en la boca. Primero la cabeza y después completa.

Me encantaba ver como se la estiraba la boca para poder abarcar el grosor. 16cm. de carne caliente directos a su boca. Me la chupó por cerca de 3 minutos y siempre que llegaba a su límite al hacerme la garganta profunda, sacaba mi pene de su boca con todos los líquidos chorreando.

—Ahora déjame hacerte una rusa! —le pedí. Sus tetas eran perfectas para este tipo de sexo. Cubrían por completo mi pene, como si fueran un par de almohadas protectoras. Al mismo tiempo que me hacía la rusa, conversábamos de nuestras cosas. Planes para el fin de semana, dónde ir con el grupo, de que va a ser nuestro project... No es que piense que es un tema tabú, pero hablábamos de lo más normal como si tener el pene entre sus senos fuese una cosa del día a día.

—¿Y alguna vez has cachado con una profesora del ICPNA? —me preguntó.

—No, nunca. —le respondí tajantemente. —Hay más chicas a las que me quisiera tirar, pero me da algo de miedo decirles.

—¿Como a quién? —me preguntó —Si la conozco, le puedo dar buenas referencias tuyas.

Y le conté a quiénes quería tirarme.

Llevábamos cerca de 8 minutos y le empecé a dar anal.

—Acá si tendrás que aguantar —le aconsejé. —Cuando doy anal me pongo violento.

Se la metí toda hasta el fondo de golpe y sintió la pegada. "¡¡¡Ahhhhhhh!!!" gritó, y yo continué metiendo y sacando, metiendo y sacando y ella no paraba de gritas cada vez que entraba. Era un grito agudo que me encanta oír. 

Le di anal por casi 4 minutos y, aparentemente, no cerré bien la puerta del baño. Una chica entró y nos encontró en mitad del baño teniendo sexo y yo me detuve (al parar, ella exhaló diciendo "eso estuvo rico"). La chica se nos quedó viendo y nosotros a ella. Mi primera reacción fue pararme para decirle que no dijera nada. Claro que, al pararme, los ojos de la chica se desviaron a mi cintura y sus ojos se abrieron como platos al ver mi pene todo bañado en fluidos y botando pequeñas cantidades de semen. 

Le dije que nos diera unos minutos para acabar y que no dijera nada. La chica salió del baño, se la volví a meter, acabé en su culo y nos vestimos.

Al salir, la chica seguía ahí (no pensé que nos esperaría). Parece que a ese horario de 9 de la noche solo van chicas con ganas de tener sexo porque me preguntó si aceptaría tirármela. Yo le dije que, si nos encontramos otro día, me la tiraría sin dudar. Nunca más la volví a ver.

Debo admitir que el hecho de que esa chica nos descubriera teniendo sexo me pareció excitante.

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¡Espero que lo hayan disfrutado! Recuerden: ¡en público debemos ser dama y caballero y en privado unos enfermos! 

¡Hasta la próxima!

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