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Un gran amor maduro - parte 1

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Cuando egresé de la universidad me dediqué los primeros meses a trabajar como profesor por honorarios, en mi comunidad existe una escuela de educación elemental de gobierno, un familiar me comentó que están solicitando algún candidato para impartir una materia que no se consideraba titular. Tomé un baño, me puse un traje azul marino, tomé un folder con algunos papeles que son indispensables a la hora de encontrar empleo, entré a la escuela y pregunté a los profesores donde se encontraba la directora.

Cabe mencionar que asistí a la misma escuela cuando tenía 11 años. Me indicaron que estaba en su despacho, subí y me encontré con ella, una mujer de 40 a 43 años, de tez blanca debido a que su madre descendía de una familia de holandeses, estatura de 1.75 m, ojos verdes intensos, cabello rubio natural, cuerpo delgado, pero se notaban unos kilos extras. En cambio, yo conservo un poco mis bíceps de algunos años atrás y estoy algo barrigón.

Cuando volteó a mirarme noté un sentimiento de incomodidad por parte de ella, haciendo muecas y gestos, ella no se atrevió a entrevistarme, en cambio llamó a su secretaria y se marchó. Una chica muy atractiva y de mi edad, en cuanto la vi me llamo la atención y congeniamos un poco, tardamos unos 7 minutos en la entrevista y unos 15 min conversando de temas personales. Ella reía al momento que arreglaba un poco su cabello para mostrarse más atractiva, tocaba mi mano, fue un momento agradable, no sé en qué momento regresó la directora a la cual llamare “Helena”, con un tono de voz muy alto y molesto, se dirigió dónde estaba sentado y me dijo que por que seguía ahí, y que la vacante ya había sido ocupada por una persona más preparada y que cumplía el perfil.

Interesante porque nunca leyó mi hoja de vida, y de forma cortés me pidió que saliera de su oficina. A unos 3 metros me encontré con un profesor que tiempo atrás me había impartido clases, y empezamos a conversar, del despacho de directora Helena se escuchó que ella de recriminada a su secretaria que en realidad es su sobrina, el tiempo que había pasado conmigo, ella le contestó que yo le había parecido muy agradable y atractivo, lo cual me gustó, ella contestó de una forma muy seca:

—él es un maldito negro, nunca te acerques a él, de seguro es un traficante de algo ilegal, ellos siempre son así.

Su sobrina a la cual llamare “Yael”, se quedó en silencio, el profesor que estaba conmigo se quedó blanco y confundido, me tomó del brazo y bajamos juntos, me pidió disculpas por parte de la directora, lo cual acepté y me marché.

Después de unas semanas, una cuñada que es de tez blanca y de profesión psicóloga una gran persona y que lleva una gran amistad con la directora, comentó que Helena le había pedido de favor que me dijera que fuese a cubrir un trabajo temporal, lo cual pensé y animé por la paga y por ver otra vez a su sobrina.

Continuará…

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