Nuevos relatos publicados: 13

Demostradora de amor 2

  • 4
  • 18.582
  • 8,52 (25 Val.)
  • 4

Después de aceptar en convertirse en la amante en turno de Damián, al llegar a casa y recordar la forma en que me folló y lo que me hizo sentir, comencé a sentirme mejor y dejé de pensar que era un abuso ya que nadie me había echo gozar de tal manera, tal vez esto fue lo mejor que pudo haber pasado...

Al día siguiente llegué un poco nerviosa al trabajo, pero traté de disimular ante Irma.

—Hola Anett, ¿lista para otro día de trabajo?

—Claro —con una sonrisa nerviosa.

—De acuerdo, no hay pendientes solo encárgate de los cristales; ah y Damián está en su oficina, hasta mañana.

—Adiós Irma, ten buena tarde.

El saber que a solo unos cuantos metros estaba Damián, quizá pensando en la forma que me tomaría hoy, me ponía nerviosa y excitada. Traté de dejar de pensar y me puse a limpiar los cristales, cuando sin esperar llega Damián por detrás y me abraza, yo respondo dando un brinco.

—Tranquila lindura solo soy yo, ¿cómo estás? —poniendo sus manos en mis caderas y acariciando mi trasero.

—Hola Damián, perdón estaba concentrada limpiando.

—No te preocupes todo tranquilo —se acerca a mi oído y me dice —veo que me obedeciste y no traes tanga mmm, eso me excita delicia.

—Sabes que lo hago solo por no tener problemas.

Oliéndome el cabello y apretándome hacia él me dice:

—No mientas sé que te gustó, gemías como perrita y pedías más, gozaste que te la metiera.

—¿Se te ofrece algo? —con voz nerviosa.

—No por ahora no, solo quería saludarte —me da un beso en la cabeza y se va.

Me sentí un poco aliviada, pensé que en ese momento iba a querer follarme. Así pasó toda la tarde, pero faltando 30 minutos para cerrar me llama.

-Anett, ¿puedes venir a mi oficina por favor?

Entro de inmediato.

—Sí, dime.

El retrocede en su silla.

—Ven acércate tengo algo para ti, (cuando me acerco me doy cuenta que se ha bajado los pantalones dejando ver su pene) —Anett ¿me puedes hacer el favor de quitarle la blusa? (cumpliendo su orden me la quito) —quítate el brasier (acato su orden y me quito el brasier) —ricas y sabrosas tetas te cargas, ven ahora híncate. 

Me pongo de rodillas y me acerco a él.

—Bella Anett —acariciando mi rostro —ahora quiero que te metas mi verga a tu boca y mames ¿ok?

Yo temerosamente tomo su pene con mis manos y comienzo a lamer desde abajo hasta arriba, inmediatamente ese delicioso pedazo de carne comienza a crecer y a endurecerse. Poco a poco lo meto a mi boca y comienzo a bajar y subir.

—Hoo si, que rico, si mama mama.

Comienzo a chupar más rápido a lo que Damián responde con gemidos, toma mi cabeza y toma el ritmo me hace tragar lo más que se pueda, hasta llegar casi a ahogarme.

—Sí, ¡¡si mama así hoo!! puta mamadora así así.

Su verga esta durísima y llena de mi saliva, yo solo siento como llega hasta el fondo, cuando de repente para y me dice:

—Quiero follarte las tetas, ponlo entre tus tetas y muévelas.

Lo obedezco y lo pongo en medio comienzo a moverme subir y abajar, sentía como palpitaba su pene entre mis tetas, mientras él se excitaba y gemía.

—Si así hazlo mas rápido, apriétalo mas, que tetas tienes siii.

Lo hago más rápido sosteniendo su verga lo más firme posible.

—Ordéñame puta sácame la leche sácamela.

Lo jalo cada vez más rápido con mis tetas hasta que me llena de su semen.

—Si si si Hoooo siiii hooooo si si si —mi cara y mis tetas quedan llenas de su leche —mmmm que lindas se ven tus tetas con mi leche —su cara de satisfacción era muy grande —toma límpiate y vístete. 

Me da un pañuelo.

—Es todo por hoy tengo un compromiso —se sube los pantalones —pero no te preocupes mañana te doy tu recompensa por la mamada de hoy —se acerca, me da un beso y dice —mañana prometo hacerte gemir como loca, te tengo un pequeño regalo (me guiña el ojo y se va).

Quedo intrigada y con el aroma de su semen en mi cara y no sé por qué, pero quiero que llegue el día de mañana...

(8,52)