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El super cornudo. Capítulo 1: La Fiesta

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Mi nombre es Saúl, soy un hombre de 47 años, que trabaja en una empresa de gran renombre y por mi puesto de trabajo constantemente estoy fuera de la cuidad, tengo 22 años de casado con mi linda esposa Sandra la cual es 7 años más joven que yo, ella tiene 40 años. Nos casamos jóvenes, cuando Sandra tenía 18 años se embarazo y tuvimos a nuestra primera hija, Laura que al día de hoy tiene 22 años y se encuentra en la universidad estudiando su carrera en gastronomía, dos años más tarde tuvimos a nuestro hijo ramón que hoy tiene 20 años y que también se encuentra en la universidad estudiando derecho, tres años después tuvimos a mariana que hoy tiene 17 años y que se encuentra en preparatoria. Somos una familia muy unida, mediamente acomodada por el trabajo que tengo no hay necesidad de que mi esposa trabaje por el contrario se la pasa en restaurantes elegantes y acudiendo a gimnasios de calidad y paseándose por la cuidad además de que tengo a mis hijos en escuelas de paga.

Nuestra vida íntima no iba del todo bien, a pesar de que mi esposa era una fiera en la cama, una mujer muy cachonda y con mucha iniciativa, en los últimos meses la carga de trabajo aumentaba en la empresa por lo que era muy común que yo llegara muy tarde a casa, cansado y no podía atender a mi esposa como se debía. Todo comenzó un día en donde mi jefe había organizado una pequeña cena en un restaurante de la ciudad y nos pidió que fuéramos acompañados. Mi jefe (Cesar) es más joven que yo, tiene una gran presencia, es un líder nato, con solo una mirada suya impone cualquier decisión, su hijo es compañero de escuela de mi hijo por lo cual tenía una buena relación conmigo.

Aquel día le comenté a mi esposa sobre la cena, ella le encantó la idea de por fin conocer a mi jefe, ya que yo siempre le contaba maravillas de él y de sus atinadas decisiones dentro de la empresa.

Sandra: me encanta la idea de ir a la cena de trabajo, solo que no tengo un vestido adecuado necesito comprarme uno para la ocasión.

Yo: ok el fin de semana vamos de compras.

Llegando el fin de semana fuimos en familia de compras al centro comercial, compramos el vestido que a Sandra le gusto para lucir en la cena de trabajo, a ella siempre le gusta llamar la atención y lucir su hermoso cuerpo en este tipo de eventos, aprovechamos para comprar ropa del día, así como ropa interior para toda la familia, en ese aspecto mi familia es de mente muy abierta, desde pequeños los acostumbramos a que nos vean en ropa interior, así que es muy normal que mis hijos encuentren a su madre con ropa muy provocativa en la casa, todos saben qué tipo de ropa interior usa mi esposa normalmente, así que sin pudor alguno compramos ropa interior para mi esposa y para mi hijos.

A parte de comprar el vestido para la fiesta y demás ropa en una tienda departamental ubicada en la plaza comercial, entramos a la tienda Vicky Form que es una tienda especializada en ropa interior femenina. Mi esposa siempre les insiste a mis hijas a que cambien su forma de vestir y que deben de empezar desde el interior, que aprendan a lucir su cuerpo, cuando tiene oportunidad les compra alguna tanga o algún conjunto coqueto y mis hijas encantadas los usan. Mi esposa se compró varios coordinados de tanga con brassier, y varios a mis hijas.

El día de la cena llego, se llevó a cabo en un restaurante de la ciudad muy elegante acudieron todos los ejecutivos y socios de la empresa todos muy bien acompañados excepto por mi jefe que es un soltero cotizado en el mundo ejecutivo, al llegar mi esposa se robó las miradas de todos los asistentes por el sexy vestido que traía puesto el cual era bastante ajustado y con el gran escote no dejaba mucho a la imaginación.

Yo: buenas noches jefe, le presento a mi esposa Sandra.

Sandra: Hola muy buenas noches, es un gusto conocerlo mi esposo siempre me habla de usted.

Cesar: wow, Saúl nunca me habías comentado que tu mujer es muy hermosa, es un gusto conocerla, pero no me hable de usted que me hace sentir viejo, dígame cesar.

Nos sentamos en la mesa junto con mi jefe y algunos otros ejecutivos acompañados por sus esposas, mi jefe y Sandra congeniaron desde el principio, toda la cena estuvieron platicando y riéndose de las ocurrencias de mi jefe, el cual tenía fama de mujeriego por lo que sabía tratar a las mujeres, empezando a caer la noche empezaron a ponerse un poco alegres con la influencia del alcohol y los invitados empezaban a irse poco a poco, en un momento se levantó mi mujer al sanitario y un poco después mi jefe también se levantó de la mesa y coincidieron al cruzarse en el pasillo.

Sandra: tu jefe es muy divertido y coqueto conmigo, cuando nos cruzamos en el pasillo me sonrió y me toco un poco la cintura se ve que es un coqueto, jajaja.

Yo: que atrevido, creo que se está pasando un poco contigo.

Sandra: no te preocupes me lo estoy pasando muy bien, me ha caído muy bien tu jefe.

La cena continuó hasta altas horas de la noche, en nuestra mesa ya solo nos entrabamos nosotros tres, aunque parecía que solo había dos personas porque yo no era considerado en las pláticas entre mi jefe y mi mujer, esta situación me estaba aburriendo y me incomodaba que se llevaran tan bien, sin embargo no quise interrumpir ya que en el fondo pensaba que era algo positivo que a mi jefe y mi esposa se llevaran bien. Después de un tiempo mi jefe nos propuso continuar la noche en un bar que se encontraba cerca del lugar.

Cesar: la verdad es que me la estoy pasando de maravilla con ustedes, que les parece ir a un bar que se encuentra a unas calles de aquí para divertirnos más a gusto.

Yo: muchas gracias. pero la verdad es que no traemos mucho dinero.

Cesar: no se preocupen por eso, yo pago la cuenta, ¿tú qué opinas Sandra? ¿Qué tal te la estás pasando, te gustaría ir a un lugar a bailar un rato?

Sandra: me la estoy pasando muy bien, eres muy amable, la verdad si tengo ganas de ir, pero no se mi es decisión de mi esposo.

Yo tratando de evitar seguir la parranda y mi esposa con ganas de continuar la noche, al final tuve que ceder a la petición de mi mujer y fuimos al bar cerca del restaurante.

Al estar alejados de nuestros compañeros de trabajo la situación se puso más picante, ya que mi jefe buscaba cualquier pretexto para acercarse a mi mujer, en cuanto me distraía para ir al baño aprovechaba mi ausencia acercaba su cuerpo al de mi mujer, estuvimos así toda la noche, ellos se la pasaron bailando y conviviendo armónicamente sin importar que yo estuviese presente, después de unas horas donde el alcohol hizo efecto, nos despedimos de mi jefe agradeciéndole las atenciones y nos fuimos para nuestra casa.

En el camino de regreso a casa Sandra iba toda borracha y me decía que mi jefe era muy guapo, lindo, atento además de muy coqueto, que le fue muy grato conocerlo, hicieron una gran química en el baile incluso que en varias ocasiones le acerco demasiado su cuerpo y lograba sentir la erección de mi jefe.

Al siguiente día en la mañana mi mujer se disculpó por lo que había pasado en el bar con mi jefe y me empezó a platicar sobre lo ocurrido

Sandra: mi amor me siento muy avergonzada por lo que pasó ayer, estaba pasándola muy bien y me deje llevar por el alcohol, aparte de que me cayó muy bien tu jefe.

Yo: no te preocupes mi amor, tenía mucho tiempo que no te veía tan contenta y divertida, que bueno que te que te llevaste bien mi jefe.

Sandra: gracias mi amor, pero me siento mal, porque pasaron cosas de las cuales no te diste cuenta y de que te debo confesar.

Yo: no te preocupes amor, cuéntame que paso.

Sandra: ayer mientras tú estabas en el baño tu jefe varias veces se me insinuó y en ocasiones me beso, la verdad me gusto y he de reconocer que me dejo muy cachonda esa noche, discúlpame de verdad, no sé qué me paso me deje llevar por el alcohol.

Yo me quede consternado por lo que me acababa de comentar mi esposa, no sabía qué hacer, siempre había tenido la fantasía de ver a mi esposa con otro hombre, pero no sabía cómo reaccionar ante esta situación, sentía mucho coraje y al mismo tiempo una gran excitación por lo ocurrido.

Durante una semana le deje de hablar a mi esposa y en el trabajo me distancie un poco de mi jefe, hasta que el fin de semana, después de tanto pensar en la situación decidí primero hablar con Sandra sobre lo ocurrido.

Sandra: mi amor, sé que estas muy molesto por lo ocurrido, y me siento muy mal, prometo que no volverá a pasar, fue un error lo que ocurrió.

Yo: amor, quiero que sepas que no estoy enojado ni molesto por lo que ocurrió, al principio no sabía cómo reaccionar, pero ahora ya lo tengo todo más claro, entiendo que por la carga de trabajo que he tenido últimamente no te he cumplido como hombre en la cama, tu eres una mujer más joven y entiendo que te atraigan más hombres, sinceramente he fantaseado varias veces  verte con otro hombre y nunca he tenido el valor de comentártelo, la verdad es que me excito mucho verte bailar y coquetear con mi jefe.

Sandra: ¿estás hablando en serio? Mi mujer puso cara de sorpresa ante mis comentarios.

Yo: así es, estoy hablando muy enserio, me prendió mucho ver como mi jefe restregaba su paquete en ti cada que bailaban.

Sandra: mi amor que bueno que te pienses así, porque a mí también me gustó mucho bailar con tu jefe y no he dejado de pensar en el desde ese día, y para ser honesta, he hablado varias veces con tu jefe esta semana.

Yo: ¿así que has estado hablando con mi jefe esta semana sin que me comentaras nada? -Sentía un poco de coraje porque Sandra me ocultara las cosas-

Sandra: si mi amor, y este sábado me invito nuevamente a bailar, pero no sabíamos cómo decírtelo, pero ahora que lo sabes, ¿qué piensas hacer?

Yo: ok, creo que antes que nada debemos dejar esto muy claro, no debemos de tener secretos entre nosotros y debe de existir mucha confianza, a mí me excita la idea de que salgas con alguien más y si es con mi jefe aún más.

Sandra: ok, de ahora en adelante existirá mucha confianza y te contare todo lo que suceda, para empezar quiero que sepas que desde que vi a tu jefe me gustó mucho es un hombre con una gran presencia  que impone desde el primer momento,  me está gustando mucho la idea de salir con él a bailar y el no saber que vaya a pasar me excita mucho, varias veces he pensado en ponerte los cuernos porque soy una mujer muy cachonda pero por el amor que te tengo no lo he llevado a cabo y ahora con lo que acabas de confesar puede que se cumpla tu fantasía de verme con otro hombre, puede que mañana se cumpla tu fantasía.

Yo no lo podía creer, mi esposa le gustaba la idea de estar con otro hombre, no me gustaba mucho la idea de que fuera mi jefe porque no sabía que consecuencias laborales me podría traer esto, pero al parecer ya no había vuelta atrás.

Al día siguiente en la oficina estaba todo normal, hasta casi la tarde en donde mi jefe me llamo a su oficina para ver unos asuntos del trabajo, yo estaba nervioso por lo que me había comentado mi esposa, sin embargo, empezamos a ver temas laborales y todo normal hasta que pasado casi un par de horas mi jefe toco el tema de mi esposa.

Cesar: Saúl, cambiando un poco de tema, tu mujer me comento que ya sabes sobre la invitación que le hice este sábado para ir a bailar, ¿qué opinas?

Me quede sin palabras no sabía que contestarle, estaba muy consciente de la invitación a bailar, pero no sabía cómo reaccionar.

Yo: si ella me comento que la ves pasada le gustó mucho bailar contigo, se acoplaron bien en el baile y que este fin de semana la invitaste a un bar a seguir bailando, yo no tengo ningún inconveniente podemos ir nuevamente los tres.

Cesar: si la verdad es que tienes una mujer que se sabe mover en la pista además de que es muy guapa, así que le hice la invitación a seguir bailando en un bar, pero esta vez la invitación es solo para ella, no sé si tengas algún problema con eso.

Este último comentario lo hizo con gran seriedad y un tono muy autoritario, me quede callado un momento.

Yo: si claro, por mí no hay problema, no tengo ningún inconveniente, adelante.

Cesar: ella me comento que estabas fascinado con la idea de que fuéramos a bailar nosotros dos.

Yo: pues me gusta que ella se divierta y si contigo se la paso bien pues adelante.

-Cesar: pues bueno Saúl no se diga más, la voy a tratar muy bien tenlo por seguro que nos vamos a divertir mucho.

Al día siguiente mi mujer estaba emocionada por lo que iba a pasar esta noche, desde temprano busco la ropa adecuada para la ocasión, se decidió por un vestido negro muy pegado que le hacía lucir muy bien su cuerpo, no era muy escotado pero si corto así que se le veían mucho sus piernas,  se veía espectacular con él, mis hijos salieron desde la tarde y no se enteraron de lo que iba  a realizar su madre aquel día.

Alrededor de las 8pm, llego mi jefe en su auto, Sandra aún no estaba completamente lista por lo que me pidió que lo recibiera y lo hiciera esperar.

Yo: buenas noches jefe, bienvenido adelante, mi mujer aún no está completamente lista, en un momento más bajara, así que por lo mientras siéntase cómodo.

Cesar: ok gracias, que amabilidad Saúl.

Yo: ¿le ofrezco algo de tomar?

Cesar: no te preocupes así estoy bien.

Estuvimos un rato esperando hasta que por fin apareció mi mujer, lucia muy guapa con su vestido, sus tacones, iba muy bien maquillada, se acercó a saludar a mi jefe.

Sandra: hola cesar, que guapo hombre, ¿cómo estás?, estaba ansiosa por que vineras por mí.

Cesar: wow mujer, te ves excelente, ¿ya lista para nuestra noche de diversión?

Sandra: claro que si guapo, ¿ya nos vamos?

Cesar: bueno Saúl, gracias por prestarme a tu mujer, al rato te la regreso sana y salva jajaja.

Sandra: jajaja al rato nos vemos amorcito, no me esperes despierto

Yo: ok, diviértanse y pórtense bien ehh

Cesar: nos divertiremos, pero eso de portarnos bien no creo jajajaja

Este último comentario lo dijo en tono de burla y después se despidieron de mí, salieron muy divertidos riéndose, parecían una pareja de recién casados.

Estuve toda la noche en espera de alguna señal de mi mujer, alrededor de las 2am llegaron mis hijos y se dirigieron a su habitación sin darse cuenta de que su madre no se encontraba en casa. Después de unos minutos, recibí un mensaje de mi mujer:

Amor nos la hemos pasado genial, sin embargo, se nos han pasado las copas y Cesar no puede ni manejar, puedes venir por nosotros, te mando la dirección.

Leí el mensaje, vi la dirección de donde se encontraban y no me quedo otra opción que ir por ellos, pedí un taxi y me dirigí al lugar.

Llegando al lugar me di cuenta que era un hotel que tenía un bar en la entrada le mandé un mensaje a mi mujer para que salieran, después de 20 minutos que se me hicieron eternos por fin salieron, sin embargo, no salieron del bar, ¡salieron del hotel! Venían los dos muy contentos y algo tomados mi jefe abrazaba a mi mujer de la cintura, le dieron el boleto del auto al ballet parking y se acercaron a mí.

Sandra: holaaa amorcito, jajaja –me saludo mi mujer entre risas y se lanzó a los brazos de mi jefe.

Mi mujer estaba totalmente desalineada, con el maquillaje corrido y con los tacones en la mano, mi jefe venía con una botella de cerveza y una prenda en la mano que parecía ser la tanga de mi mujer

Yo: ¿qué tal se la pasaron?

Sandra: nos hemos pasado muy bien, cesar sí que sabe divertirse.

Cesar: y tu mujer sí que sabe moverse en la pista, me ha dejado todo cansado y vacío.

Sandra: jajaja siii, por eso mejor decidimos llamarte para que vengas por nosotros, estamos agotadísimos.

En ese momento llego el ballet parking con el auto de mi jefe

ballet parking: señor aquí está su auto, pero en las condiciones en la que se encuentra le recomendamos que mejor tomen un taxi

Sandra: por eso no se preocupe que nuestro chofer vino por nosotros, ¿jajaja verdad maridito que vienes a recoger a tu esposa que vino con tu jefe a bailar?

Mi mujer dijo eso en tono muy coqueto y nuevamente abrazo a mi jefe

Yo: así es chicos y mejor que suban ya al auto que aquí hace un poco de frio.

Tomé las llaves y me subí al auto, mi esposa y mi jefe se subieron en la parte de atrás entre risas y toqueteos.

Cesar: chofer, llévame a mi casa, después llévate a tu mujer a tu casa y ya mañana me regresas el auto a mi casa.

Entendía que iban tomados y divertidos por lo que no dije nada por los comentarios

Yo: ok, perfecto.

Mientras yo iba manejando ellos iban toqueteándose y de vez en cuando se besaban, yo podría verlos por el retrovisor y escucharlos perfectamente.

Sandra: tranquilo cesar, esta mi marido aquí.

Cesar: eso no me interesa, no seas tímida, bésame como en la habitación

Seguían con sus toqueteos y sus besos, no realice ningún comentario, yo seguía atento al camino, aunque en ocasiones lo veía por el retrovisor y eso me provocaba gran excitación. Llegamos pronto a la casa de mi jefe, antes de irse a su casa se despidió muy apasionadamente de mi mujer.

Yo: listo jefe, llegamos a su casa

Cesar: gracias, dame unos momentos en lo que me despido de tu esposa

Cesar: gracias Sandra por acompañarme esta noche, me divertí mucho, espero pronto repetir lo de esta noche

Sandra: gracias a ti, también me divertí mucho, siii hay que vernos muy pronto

Mi jefe se acercaba a mi mujer para besarla y tocarla, pero ella se resistía

Sandra: está aquí mi marido

Cesar: no seas tímida, mira que él no dice nada

Cesar: Saúl ¿no quieres fumarte un cigarrito un momento afuera?

Yo: si claro, aprovecho para ver la luna.

Era obvio que mi jefe quería despedirse muy bien de mi mujer, y no sé porque me provocaba gran excitación, así que me salí del auto para fumar un rato y después de 15 minutos mi jefe salió del auto.

Cesar: muchas gracias Saúl, me la he pasado de maravilla, espero pronto me prestes nuevamente a tu mujer, es muy divertida, jajaja

Yo: bueno nos vemos el lunes en el trabajo.

Regrese al auto con mi mujer y empezamos a platicar sobre lo ocurrido.

Sandra: ¡mi amor es oficial eres un cornudo!!!! Jajaja

Yo: cuéntame que paso

Sandra: nos la hemos pasado muy bien, fue plan con maña de tu jefe venir a este lugar porque era bar con hotel incluido, primero estuvimos tomamos varios tragos de whisky y de ron en el bar, tu jefe es muy divertido y alegre estuvimos baile y baile, siempre me acariciaba, me acercaba su paquete a mi cuerpo  y aprovechaba para besarme y meterme mano debajo del vestido, nos prendimos mucho así que después de un par de horas decidimos irnos al hotel y ahí fue cuando hicimos oficial tus cuernos.

Yo: que gusto me da que te la hayas pasado bien, cuéntame que paso en el hotel. – yo estaba excitado con lo que me platicaba mi mujer

Sandra: me ha puesto muy cachonda el día de hoy, no nos quedó otro remedio que ir a al hotel, y ahí la cosa fue diferente, primero como todo un caballero me empezó a acariciar todo el cuerpo, desvistiéndome poco a poco y besando cada centímetro de mi cuerpo, yo estaba muy caliente, le rogaba porque me cogiera, pero él seguía a su ritmo hasta que me tuvo totalmente desnuda se quitó la ropa se puso el condón y empezó una sesión salvaje de sexo, nunca nadie me lo había hecho como el, me puso a cuatro patas y jalando de mi cabello me dominaba y me penetraba muy fuerte yo gozaba y gritaba como perra me provoco varios orgasmos, estuvimos un buen tiempo en la habitación hasta que decidimos llamarte para que vinieras por nosotros ya que él no le quedaban fuerzas para manejar y  ahorita que te bajaste del auto me metió mano por todos lados. Me ha invitado a salir nuevamente el siguiente fin de semana.

Llegamos a la casa, mis hijos no notaron nada y mi mujer se durmió inmediatamente al llegar a la habitación, al día siguiente temprano fui a dejar el auto a casa de mi jefe.

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