Una tarde, pasaba por la casa de una vecina, me detuve a saludarla y platicar con ella. En eso estábamos, cuando salió uno de sus nietos, que llamaré Morris. Llevaba yo una película DVD en la mano, me preguntó que, si tenía más películas, le dije que sí. Me dijo que le prestara algunas. Le dije “sí, pero préstame tu algunas”, dijo si y entró a la casa.
Seguí charlando con su abuela. Enseguida salió Morris con una mochila, le dije “enséñamelas”, pero no dijo nada y regresó de nuevo dentro. Ya salió con dos películas, entonces nos dirigimos a mi casa, le pregunté por qué había salido con una mochila, acto seguido sacó de entre su short, una película porno.
Llegamos a mi casa, le pregunté que, si quería ver una película, me dijo “pon la porno”. Acepté y la puse, enseguida inició la escena de sexxx. Platicábamos y la veíamos, entonces me preguntó que si ya me la pajeaba. Le dije que sí, entonces me dijo que, si se la podía pajear viendo la peli, le dije... “si tú quieres”. Entonces se desabrochó su short, se bajó su bóxer y saco un pene como de 16 cm. Empezó a chaqueteárselo, entonces yo me calenté y también saqué la mía, que es como de 15 cm, pero un poco más delgada que la de mi amigo. Entonces me dijo "mámamela"... yo le dije “quieres que yo te la mame a ti”, me dijo “si...”, le dije “estás menso que…”
Él dijo... "después lo haré yo contigo"... Yo no hacía nada, él seguía diciéndome... “ándale”, entonces yo me quede absorto viendo una escena de una mujer que le chupaba el miembro a un negro. Me pregunté que se sentirá, así que tomé el pene de Morris y lo llevé a la boca, la verdad es que si quería. Se la mamé como loco, estaba bien sabrosa, además le acariciaba las piernas, tenía unas nalgas que también le besaba. Entonces vi en la porno, cuando el negro le besaba las nalgas a la mujer. Después le chupaba el ano y le metió unos dedos. Eso me calentó más y empecé a intentar lamerle el ano a Morris, al principio se resistía y cerraba sus nalguitas. Inicié lo de los dedos y seguía chupando su miembro.
Estaba tan caliente, que ni sintió cuando le introduje un dedo en su trasero. Entonces le dije... “oye ponte boca abajo”, él me dijo... “¿para qué?”, le dije... “yo ya no quiero que me la chupes a mí... prefiero chupar tus nalgas...” le dije “yo prefiero eso...” no muy convencido lo hizo, quedó de frente al televisor. Entonces yo seguí lamiendo su anito sabroso, y le seguía metiendo un dedo. Entonces decidí meterlo más, y seguí metiéndolo, hasta que el empezó a jadear. Ahí empecé a metérselo más y más adentro. El seguía jadeando, entonces me fui acercando, o sea hasta que mi pene quedó cerca de su trasero. Lo fui acercando, seguía metiendo el dedo en su culito... él volteó y pude ver su carita sudorosa, que me veía como diciendo, ay que rico siento. Entonces me acerqué y le besé en las mejillas y al mismo tiempo me acomodaba entre sus nalgas. Metí mi pene en su culito y se fue metiendo tan rico, que sentí que iba a eyacular.
Él cuando sintió la verga en su culito, quiso zafarse, pero yo seguía encima de su espalda. Seguí metiendo mi pene en su traserito y seguí besándolo. Hasta que el dejo de oponer resistencia. Era una sensación tan placentera que no quería terminar, el empezó a gemir fuerte, yo le dije hazlo se oye hermoso que hagas así. Le dije nadie de afuera puede escuchar, tenemos la casa con aire acondicionado que era difícil que se oyera afuera. Así seguimos un rato hasta que termine en su culito, me quite de encima, me acosté al lado suyo y él me besó en la mejilla. Me preguntó “oye que rico, pero no, nos haremos "jotitos", yo le dije “yo no, tu quien sabe...” jajajajaja... nos soltamos a reír... entonces le dije que solo disfrutamos de nuestro cuerpo, que los jotitos son aquellos que se visten raro y se la pasan "mariconeando" en las esquinas. Que él y yo solo habíamos disfrutado de nuestros penes y culitos. Después de ese encuentro no volvió a hablarme, yo tampoco y no volví a tener una experiencia como esa.