Nuevos relatos publicados: 13

Tocando a mi tia Laura por la noche

  • 6
  • 88.570
  • 8,47 (51 Val.)
  • 2

Hola que tal, bien pues les contaré algunas de mis historias con mi tía Laura, aclaro que esto es real y trataré de describirlo lo más exacto que me sea posible recordar y este es mi primer relato así que espero les guste y de cualquier modo se aceptan críticas y sugerencias.

***************

 

Bien, primero les diré que soy un joven normalillo, en ese entonces tendría yo 1.77 de estatura, piel clara, pelo rizado, no más de 15 cm de miembro (eso si siempre ha sido algo grueso, pero nada monstruoso) y un tremendo gusto por las maduras quienes siempre me han llamado la atención, pero desde aquella ocasión todo fue a otro nivel.

Todo empezó en una fiesta familiar, un día de la independencia mexicana si mal no recuerdo, toda la fiesta transcurrió bastante normal sin nada que mencionar, en dicha fiesta estaba Laura quien es mi tía política esposa de mi tío de sangre, ella es una mujer de 43 años, pequeña, de alrededor de 1.60, piel levemente morena, unas tetas pequeñas y un trasero grande, redondo y duro, ella no hacia ejercicio ni nada, así que era normalita pero si resaltando ese trasero delicioso, de hecho hasta ahora no se si siempre me gustaron las maduras y los culos grandes o fue hasta después de eso.

Al llegar la noche todos estaban muy ebrios y comenzaron a irse a dormir, yo me fui a acostar y solo había lugar en el suelo, en una colchoneta justo a un lado de mi tía en donde yo me acosté, el detalle es que me sería imposible dormir, en primer lugar, por estar junto a ella y en segundo porque yo sabía que ella dormía en puro calzón aun estando en fiestas pues en otra ocasión yo ya lo había notado. Después de dar vueltas un rato, yo calculé que mi tía ya estaría dormida así que empecé a acercarme poco a poco y suavemente metí mi mano a su cama, yo solo quería levantar la sábana un poco para ver su trasero pues ella estaba dándome la espalda y así lo hice, levanté la sabana lo más despacio que pude e intentando no hacer ningún movimiento brusco hasta que logré ver por primera vez de cerca ese culito apenas cubierto por un calzoncito normal de color rosa de esos semi-transparentes, yo me excité en sobremanera y por supuesto me comencé a masturbar, así estuve un rato muy feliz tocándome pero ya no era suficiente, quería tocar un poco así que me animé y empecé a rozar esas nalgas suavemente con la palma de mi mano pero sentí que se movió.

¿O Dios lo habrá notado? ¿Estaré en peligro? ¿Me acusara con toda mi familia? Y de pronto una leve risa me sacó de mis pensamientos y me dijo “¿Qué buscas?” con un tono que para nada sonaba enojada, yo no pude decir nada, pero ella solo volteo mostrándome sin querer un poco de sus pechos, ella se rio levemente de nuevo y me dijo “estás loco”, yo muerto de miedo lo dejé todo hasta ahí por esa noche.

Yo me levante con miedo, ella ya no estaba y baje pensando en que diría si ella ya les había contado a todos, pero todo parecía extrañamente normal, ¿será que no les dijo?

Pasaron unas semanas hasta la siguiente fiesta que fue cumpleaños de un tío. Esa ocasión todo fue mucho más haya.

Al caer la noche y casi una hora después de que Laura se fuera a acostar yo fui a hacer lo mismo, pero esta vez había más gente en la casa por lo cual había menos espacio y el esposo de mi tía se quedó a seguir tomando así que el único lugar que encontré fue justo a un lado de Laura en una colchoneta. Me acosté haciendo mucho ruido para ver si estaba despierta pero ella no se movió ni un poco, me acote muy cerca de ella y trate de ver su culo pero tuve poco éxito, pero esta vez no sé qué me paso por que comencé a acariciarle la espalda de forma descara, no logro recordar porque o como tome ese valor pero el punto es que al poco tiempo se comenzó a mover pero no parecía disgustarle así que continúe y así estuve un buen rato hasta el punto en que tal vez se volvió aburrido pero no me atrevía a hacer más hasta que sucedió y les juro que así fue, ella volteo acostándose boca arriba, tomo mi mano y la puso en una de sus tetas, yo no me lo creía y no podía reaccionar, no sabía que hacer pero por fin regreso mi conciencia y comencé a tocarla por todos lados hasta que me anime a bajar la mano hasta tocar ese pequeño calzón de encaje y metí despacio mi mano, por fin, la primer vagina que toque, sentí esa humedad por primera vez y fue entonces que puse en práctica todo ese porno que había visto, ella me marcaba el ritmo, por un momento casi olvidamos que había al menos otras 4 personas durmiendo en el mismo cuarto, ella me agarro el miembro y me empezó a masturbar de forma magistral, yo seguía recorriendo cada pliegue de ese chocho cada vez más mojado y caliente que parecía derretirse en mi mano, ella me dio un beso suave en los labios mientras nos masturbábamos el uno al otro y esforzándonos por no hacer ningún ruido, baje un poco y le mame esos pezones parados e hinchados, yo sentí los primeros cosquilleo que anunciaban que pronto me vendría así que acelere mi mano para masturbarla y que también ella terminara, le metí el dedo medio primero un poco, luego todo y muy rápido, su liquido seguía saliendo hasta que sentí como si su vagina palpitara y no pude más, solté toda mi leche en su mano, me vine como jamás lo había hecho hasta entonces y caí rendido ella tomo mi leche, se la embarro en las tetas, sin decir media palabra se volteó, me dio la espalda parando su culito pegándolo a mí y echó a dormir.

Bien hasta aquí por hoy y si me lo permiten continuará…

(8,47)