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Su mama casi nos ve...

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Confesión Nº1

¡Hola!, me llamo Daniel, tengo 18 años y ésta es mi confesión.

Tengo dos años y diez meses con mi enamorada, tiempo en el que hemos hecho de todo (sí, de TODO). Una de mis experiencias favoritas fue un día lunes, había sido después de elecciones y su mamá había salido, mientras que su hermana había ido a la escuela. Desde que iba en la esquina ella me vio, puesto que estaba en la puerta de su casa, conversamos un rato en la esquina (porque había un vecino afuera y nos podía ver) y luego entramos, ella usaba un vestido con florecitas unas sandalias, y yo pues un jean, una camisa y unos zapatos normales. Cerramos la puerta y subimos hasta su cuarto, donde yo me acosté en su cama y ella sobre mí, luego me senté y ella aún encima de mí la abracé y, del miedo y excitación exclamé: “Esto es una locura”. Luego me dejé llevar y la besé como si no hubiera un mañana, le quité el vestido con mis manos, y la dejé en ropa interior, esa ropa interior que tanto me enloquecía, un brasier negro y un calzón rojo, de corazoncitos; ella me acostó y me quitó la camisa y me besó el pecho, yo estaba por las nubes, luego me quitó el cinturón y el pantalón, y luego nos besamos así en ropa interior hasta el placer, luego me puse de pie y ella me bajó el bóxer y empezó a chupármela, nunca había sentido tanto placer en mi corta vida. Agarró mi verga con sus manos y me masturbaba mientras chupaba el glande, chupaba y chupaba con tanta fuerza que sentía que ya me venía, lo metía y lo sacaba de su boca mientras yo agarraba su cabeza y su cabello, mientras moría de ganas de darle un beso, luego se puso encima de mí nuevamente y me empezó a cabalgar, hasta que la tiré en la cama, le saqué el interior y el sostén, empecé a lamerle todo, sus tetas que tanto me encanta, y su chepa, le metí dos dedos hasta que no pude más, y luego, me puse el preservativo y empezamos nuestra faena.

Primero le di por delante en la posición del misionero, que rico que es darle por allí, le di como mínimo unos 10 minutos, luego de eso, yo todo sudado le agarré las piernas y las puse en mis hombros, y le di así otro lapso, y así luego la puse en cuatro, que rico que es eso, puse mi pie sobre la cama y le di duro, le di una nalgada, que ricas nalgas que tiene, podría pasar mi vida mordiendo esas nalgas, luego descansamos, así desnudos, nos acostamos en la cama ella boca abajo y yo boca arriba, cosa que yo veía sus nalgas y le solté otra nalgada y nos abrazamos así desnudos, luego retomamos la faena dándole de nuevo con sus piernas en mis hombros, me parece que pasó una media hora pero le di duro, mis huevos sonaban y rebotaban en sus nalgas, incluso veía como el preservativo se quedaba en su chepa mientras mi verga entraba y salía, luego de esa media hora sentía que me venía por lo que la hice acostar y me puse sobre ella, me saqué el condón y puse mi verga sobre sus tetas, mientras me hacía una paja rusa yo la besaba y la masturbaba un poco con mis dedos, hasta que me vine, así sobre ella le eché toda mi leche en su cara y parte en su boca, nunca había salido tanto semen, fue increíble, rastros de una faena totalmente fantástica. Luego de eso, desnudos nos besamos y ella se limpió y se vistió pero yo seguía desnudo y su mamá llegó, me tuve que esconder detrás de su cama en un librero, después de eso fue un placer para mi verla acostada en su cama a mi amada, no me importó el tiempo que estuve yo ahí, debo admitir que con todo el susto me excité de nuevo, sin contar que estaba yo aún desnudo escondido, tenía mi verga tiesa, luego cuando su mamá se fue de nuevo, salí, me vestí y tuvimos sexo con ropa un rato, hasta que bajamos y finalmente, salí de su casa, es una de las experiencias más excitantes y gratificantes que hemos tenido.

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