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La Hija -1-

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Hola este es mi primer relato en este género, espero que les guste y que sea de su agrado.

Si tienen alguna duda o alguna sugerencia que hacerme puede escribirme a mi correo electrónico:

[email protected].

También me gustaría que lean mi otra serie “Historia de Oficina”

Lean y comenten mi trabajo por favor… un abrazo.

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Capitulo1 (El comienzo de aquel final)

 

Los días pasaban, el teléfono seguía en silencio… ¿Por qué no llamas? Era una pregunta que solo la soledad podía escuchar y solo el más absoluto silencio responder, ella me debía odiar no pude aguantar llorar nuevamente, el timbre de mi celular corto como un cuchillo el silencio que reinaba en mi casa.

 

—Julia mi amor, volvé a casa por favor. – contesté sin siquiera saber si en verdad era ella, podía sentir su respiración del otro lado. — háblame por favor.

—Tenemos que hablar Javier, nos vemos en el bar de Garibaldi y Medrano... no faltes. –dijo cortando la llamada.

 

Era momento de enfrentar las consecuencias de mis actos, me vestí lo más aprisa que pude, nunca fui una persona que se preocupara en combinar colores y en esta situación mucho menos, el trafico estaba terrible definitivamente era mejor opción caminar en esta ciudad, por fin llegue al bar acordado con tanta suerte que justo un auto deja espacio para que pueda estacionar. Al entrar al bar lo primero que mis ojos divisan es a julia me acerco tímidamente a ella y me siento en su mesa, el primer cachetazo logra darme vuelta la cara, cuando levanto la cara para mirarla nuevamente recibo otro cachetazo que tan certero como el primero llega a su objetivo.

 

—Sos una basura…como te atreves a mirarme a la cara. –dijo con los ojos llenos de lágrimas.

—Fui un estúpido… Julia mi amor perdóname, hace días que no como, no duermo, no puedo trabajar, no puedo vivir… te amo, perdóname. –dije lamentándome lo más sinceramente posible.

—No te llame para esto… te traje los papeles del divorcio, fírmalos –dijo sacándolos de su cartera y poniéndolos a mi alcance –si me amas tanto como decís firma.

—Por favor… yo creí que habías llamado para poder encontrar una solución a este error y que jun…

—¿UNA SOLUCION? ¿QUE SOLUCION TIENE EL HECHO DE QUE ME HAYAS CAGADO CON MI HIJA MIENTRAS YO TRABAJABA? No se cómo te da la cara para decir que me amas, me rompiste el corazón Javier.

 

Tenía razón no merecía ni mirarla a los ojos, merecía morir de la peor forma por haber traicionado a la mujer más importante de toda mi vida, todo esto paso hace algunos meses.

Todo comenzó cuando conocí a Julia, a pesar de que parecía que el universo se iba a ponerse en contra nuestro terminamos enamorados, por aquellos años fue que conocí a Laura, su hija una niña muy malcriada de unos 15 años que para mí fortuna se fue a vivir con su padre en París. Nuestra historia realmente comienza 10 años después de este hecho, la mañana en la que esa malcriada volvía al país a vivir con nosotros.

 

—¡Mi amor por favor apúrate tenemos que ir al aeropuerto, dale se hace tarde!!

—Tranquilízate por favor, tenemos tiempo, además no es una nena… es bastante grandecita ya. –respondí molesto

—Ya se ya se no quiero hacerla esperar… ¿me perdonas por gritarte? –dijo sonriendo mientras se acercaba a mi poniendo cara de nena buena

 

Tras unos pocos besos encaminamos para el aeropuerto… era un caos, llegábamos tarde ya había bajado todos los pasajeros del avión solo nos quedaba esperar y buscarla dentro del aeropuerto. Tras unos aburridísimos treinta minutos vagando por los interminables pasillos decidimos separarnos con el fin de encontrarla antes de esta manera cubriríamos más espacio, hacía diez años que no veía a esa mocosa, las probabilidades de que la encuentren eran mínimas, me acerque a unos de los tantos cafés que allí habían y me pedí una taza grande, fue entonces cuando una hermosa mujer ingresaba al mismo bar cargando un pequeño bolso de mano, de forma inmediata capto todas las atenciones, llevaba un short rojo con flecos  y una musculosa blanca, su cabello morocho creaba una hermosa melena que llegaba hasta sus hombros de forma ondulada, sus gafas de sol se encargaban de ocultar sus ojos del resto de los mortales, era definitivamente una diosa, miro para todos lados y detuvo su mirada en mí que estaba en una de las mesas, me sonrió de lado de forma tan sexy que me quede congelado mirándola mientras se acercaba con un paso lento y seductor.

 

—Hola… ¿Puedo hacerte una pregunta? –Susurro en mi oído

—Claro dime que necesitas... –susurre, su perfume se encargó de encantarme, me estaba excitando con una desconocida y lo peor era que no hizo nada fuera de lugar.

—No tengo un centavo, acabo de llegar de un viaje muy largo y tengo hambre…  ¿podrías convidarme algo de tu comida? Si te estas preguntando porque justo tu…bueno eres el único que esta solo…. Si te molesto me voy –aclaró.

—No por favor sentate –dije a lo que respondió mostrándome de nuevo su hermosa sonrisa y ocupando la silla enfrente a la mía

 

Tras diez minutos de platica está muy a gusto con ella, sus ojos, su boca, sus gestos, sus miradas… era hermosa no debía tener ni veinticinco años, pero era muy madura para esa edad. Continuábamos hablando y riéndonos cuando me pidió que la acompañe que había algo de los vuelos que no entendía, tras unos minutos de ruego decidí seguirla, caminábamos por un pasillo cuando me empujó dentro de una de las habitaciones que se encontraban por ahí, resulto que era para guardar los instrumentos de limpieza de la compañía, giro dos veces la llave y me arrincono contra el rincón más cercano.

 

—Quieres saber cuál es la manera en la cual me gusta dar las gracias –dijo susurro en mi oído al momento que bajaba el cierre de mi pantalón

—Espera, espera creo que te confundes conmigo –dije al momento que una de sus hábiles manos sacaba mi miembro y comenzaba a masajearlo. –soy un hombre casado

—Tu mujer no está por acá… no te preocupes –susurro en mi oído mientras comenzaba a pajearme –quiero algo para tomar…

—No… no espera. –vi como ella bajaba y con un rápido movimiento se lo metía en la boca.

 

Sus movimientos eran rápidos, el placer que sentía era inmenso…todo mi miembro se desaparecía en su boca sin siquiera hacer que se ahogue era una profesional de esto, estaba a punto de eyacular en su boca y ella sonó se lo sacaba de la boca para sonreírme, podía nota que se estaba masturbando por lo que esa hermosa mujer debía estar empapada, se levantó en un solo movimiento se despendio de su short y una mojada tanga, ahora me tocaba a mí la coloque contra la pared hundiendo todo mi miembro en su interior con un solo movimiento, sus gemidos no se hicieron esperar , mis manos masajeaban sus senos mientras que mi verga se encargaba de llegar hasta lo más profundo de tan tentador ser, ella solo me miraba y sonreía pidiendo más y más cuando le dije que estaba por acabar se sacó mi miembro de su interior y nuevamente se lo metió a la boca…mi celular arruino el momento con una llamada de mi esposa

 

—Holaa mi amor… ¿dónde estás? yo… recorriendo los pasillos de este lugar… no no me pasa nada es solo que estoy algo… agitado, tengo que dejar de fumar… –mi nueva amiga solo se reía y comenzó a pajearme a un ritmo inferna.

 

Invente la primera excusa que encontré para colgarle mi mujer y pude relajarme, termine acabando dentro de su boca llenándola de abundante esperma que ella solo trago sin decir una palabra y me sonrió como si nada hubiera pasado. Me dejo solo en aquel deposito, cuando me recupere empecé a caminar hasta que por fin encontré a mi mujer quien se hallaba charlando muy animada con una joven.

 

—Mi amor… la encontré Laura volvió, hija te acuerdas de Javier ¿no? –pregunto sonriente Julia

—Mmm si más o menos… hola Javy cuantos años… -responde de forma inocente Laura, mientras me lanza una picara mirada

 

No creía lo que había pasado había sido manipulado por una veinteañera que ahora fingía no conocerme, no sabía que estaba planeando, pero no caería de nuevo en su juego, nos dirigimos a casa y le mostramos su habitación, mi mujer hablaba con ella muy emocionada mientras esa pendeja me miraba una y otra vez riéndose por lo bajo estaba colérico…había ido demasiado lejos, aunque no era la única culpable… fui débil había sido infiel a Laura por lo que me sentía una completa porquería.  Decidí no darle más importancia y volver a trabajar en el proyecto que la empresa me había asignado, si podía terminarlo y era aprobado me harían socio de la firma para la cual trabajaba necesitaba que todo saliera perfecto, los días pasaban y la actitud de Laura había mejorado no hacia insinuaciones ni chistes de doble sentido por lo que me sentía tranquilo, el trabajo me tenía muy cansado así que prepare la bañera con abundante agua caliente pero cuando estaba por entrar en ella la voz de Laura lleno mis oídos.

 

—Hola papi… piensa rápido –dijo sacando una ráfaga de fotos con su cámara de fotos –wow saliste muy bien –dijo riendo mientras salía corriendo.

—¡Eyy ven acá! Laura… -no me dio tiempo a nada, solo tomé mi bata y corrí a buscarla a su habitación.

 

Como esperaba la puerta estaba cerrada, intente hablarle muchas veces, pero solo escuchaba como se reía… tras varios minutos pidiéndole que abra la puerta logre conseguirlo.

 

—Hola papi … ¿no te gusto mi broma? –dijo sonriente -no seas aburrido solo fue un chiste

—Dame la cámara… te lo voy a decir una vez más… dame la cámara.

—¿Esta cámara? –dijo sosteniéndola en la mano, pero al intentar agarrarla la aparto

—DAME LA CAMARA –GRITE ENOJADO.

—¡¡NO!!

 

Tras un pequeño forcejeo logre sacársela y la lleve para mi habitación, pero fue grande la sorpresa cuando al revisar la ranura de la memoria me di cuenta que estaba ahí por lo que volví furioso a la habitación de Laura… ella me esperaba en la puerta sonriente, pero al pedirse comenzó su juego…

 

—Dame la memoria Laura –ordene furioso

—¿De verdad la quieres? –pregunto sonriente…

—De verdad… ¿ME DAS LA MEMORIA POR FAVOR?

—Claro Javy… -dio media vuelta y busco sobre la cama –acá esta

—Gracias Laura –ella solo sonreía con una mirada muy picara

—Eres un aburrido –dijo metiendo la memoria bajo su ropa interior -¿y ahora que piensas hacer?

 

¿Que buscaba? ¿Por qué me estaba haciendo esto? Esta pendeja me estaba volviendo loco, pero de algo podía estar seguro, la pesadilla recién comenzaba.

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