Nuevos relatos publicados: 13

Un tío con suerte - mi concuña Maribel

  • 9
  • 69.799
  • 9,19 (47 Val.)
  • 0

Mi cuñado Genaro, siempre fue el miembro de la familia de mi esposa con más carisma y pegue con las muchachas, tanto en la escuela como en la colonia, siempre estaba acompañado por las chicas más lindas, por este motivo, no nos sorprendió, cuando nos presentó a su novia Maribel, una niña preciosa y de un cuerpo de maravilla que estudiaba la misma carrera que él.

Maribel siempre ha sido y se ha mantenido súper esbelta, bien podría pasar por modelo, con medidas perfectas y vistiendo a la moda. Además de tener, un carácter agradable, que cae bien a todo el mundo, por lo que siempre se relacionaba rápidamente con la gente. Pero también hay que decirlo, se notaba a leguas que era una mujer de cascos ligeros, coqueta en su forma de tratar a los hombres y procuraba vestir enseñando un poco más de lo debido, minifaldas, pantalones entallados, leggins, blusas escotadas eran común en ella.

Aunque entre mis cuñados y yo, comentábamos secretamente esto, jamás le dijimos nada a Genaro, el conocía a su novia y así continuaron hasta que decidieron casarse y todo mundo parecía respetarla.

En las fiestas y reuniones en las que ella estaba, era común verla platicando coquetamente con otros hombres, todo mundo la observaba, pues curiosamente y como no queriendo, frecuentemente mostraba sus encantos descuidadamente.

En varias ocasiones, tuve el placer de platicar con ella y sus charlas siempre derivaban hacia algún aspecto sexual o erótico, siempre cuestionaba sobre la vida privada de uno y ella contaba ciertas cosas de su vida íntima. Pero en una de esas ocasiones hace casi 16 años, en una reunión en casa de mis suegros y después de estar platicando un buen rato, nos apartamos un poco de donde estaban las demás personas y directamente me pregunto por mi vida sexual - yo tenía ya 8 años de vivir solo con mis hijos - y ella me cuestionaba, sobre cómo podía estar solo, sin tener una mujer a mi lado, me preguntaba sobre la frecuencia en que tenía encuentros sexuales y como eran estos, empezó a hacer insinuaciones sobre mis preferencias sexuales y a burlarse coquetamente, mientras esto pasaba, yo veía que mi cuñado Genaro, se mantenía en otra parte del jardín y no parecía preocuparse por donde estaba su esposa, yo trataba de contestarle a Maribel de la manera más educada posible, hasta que tuvo la osadía de bajar su mano y ponerla sobre mi miembro, que lógicamente estaba muy aplacado, por lo que ella comento burlonamente sobre mi virilidad, cosa que además de enojarme provoco que mi verga empezara a excitarse y crecer, al darse cuenta de esto, ella volvió a pasar su mano sobre mi pantalón, disfrutando de lo que tocaba.

Ya caliente y molesto, le dije que fuéramos a otra parte de la casa y que ahí podría apreciar mejor mi paquete, por lo que subimos a las habitaciones (la casa es enorme, imagínense una familia con ocho hijos), mientras subíamos, y aprovechando que ella traía una pequeña minifalda, aproveche para meterle las manos por debajo de la falda y agarrar su exquisito culo y ponerle los dedos a su panocha.

Nos metimos a una recamara e inmediatamente le plante un beso en la boca que fue totalmente correspondido, ella estaba totalmente mojada por lo que subí su falda al mismo tiempo que ella lograba sacar mi erecto miembro del  pantalón, aparte cualquier obstáculo de su rajita, y así, parados y recargados en la pared, de un solo golpe le metí la verga hasta el fondo, ella disfrutaba la invasión de la que era objeto, se movía rítmicamente para disfrutar cada arremetida que salvajemente yo le daba y juntos logramos llegar al clímax orgásmico.

Nos vestimos y acomodamos nuestras ropas y volvimos a bajar a la reunión sin que nadie se enterara de lo ocurrido.

Por lo menos eso creí yo, hasta que unos cinco meses después, me busco mi cuñado, y me dijo que sabía lo que había pasado entre su esposa y yo en la reunión de casa de sus papas, yo me moría de vergüenza y no acertaba que contestarle, el siguió diciéndome, que no me preocupara, que la misma Maribel se lo platico, y que si no me molestaba, quería invitarme a su casa y ayudarles a cumplir el sueño que tenían de hacer un trio, yo estaba estupefacto, sabía que su vida íntima era muy abierta, pero jamás imagine hasta donde, y aunque al principio dude, ante la insistencia de mi cuñado, acordamos la fecha y hora de mi visita a su casa.

Llegado el día, me presente a casa de mi cuñado, llevando un ramo de flores para Maribel, la cual al abrirme agradeció el presente y me hizo pasar a la sala, me comento que su marido no estaba en ese momento y que no tardaría en llegar, y que quería aprovechar, para, en forma más tranquila, continuar con lo que habíamos hecho meses atrás. Como siempre ella vestía ropa muy sexi, yo solo me deje llevar, saboreándome el tremendo cuerpo de mi concuña, me sorprendió que la habitación estaba preparada  coquetamente y que había tres cámaras en diferentes partes de la misma para grabar todo lo que estaba a punto de suceder, ella me explico que les encantaba grabar sus encuentros sexuales y que esa era una ocasión especial que querían mantener para siempre, entre beso y beso, Maribel me fue desvistiendo, sin permitir que yo hiciera lo mismo con ella, se notaba que sabía exactamente lo que hacía, sus movimientos y poses eran calculados perfectamente para lograr las mejores tomas, cuando estuve completamente sin ropa, ella inicio un striptease, quitándose lenta y coquetamente cada prenda, logrando ponerme a mil aun antes de que se quitara su hilo dental que en realidad no le cubría nada, era una hembra excelente, todo lo que no aprecie meses antes, ahora era presentado totalmente,  sus senos firmes y erectos, su piel color canela, perfectamente bronceada, sin marcas, sus piernas largas y esbeltas, sus amplias caderas, su vientre plano (que no mostraba huellas de un embarazo)  pero sobre todo, su vagina elegantemente depilada, que hicieron que mi verga se llenara de tanta sangre, que las venas resaltaban de tal manera que pereciese que era más ancha que en otras ocasiones, el preámbulo de la cogida fue lento y pasional, y al momento de clavarle mi estaca, el sentimiento de estreches me sorprendió, pareciera que estaba con una joven y virginal mujer, que me entregaba su primera vez, yo goce toda la experiencia y cuando terminamos, ella se fue al baño, mientras entraba mi cuñado a la habitación totalmente desnudo (estoy seguro que el había visto todo desde otro lado), mi cuñada volvió a salir e inmediatamente inicio masajeándonos ambas pijas, hincada nos mamaba las vergas de forma coordinada y en ocasiones al mismo tiempo las metía a su boca, rápidamente ambos estábamos listos de nuevo (la verdad me impresiono el tamaño del miembro de mi cuñado), al acostarse de lado, mi concuña, dejo que cada uno besara y sobara diferentes partes de su cuerpo, al tenerla de frente yo besaba sus tetas y metía manos y dedos a su vagina, mientras mi cuñado le daba dedos a su ano, preparándolo para cogérnosla al mismo tiempo, me acomodo boca arriba sobre la cama y ella se montó en mi verga para clavársela e inclinarse hacia mí y así presentarle su culo a mi cuñado, que parándose sobre ella, arremetió con su tremendo falo el ojete de su mujer, que no paraba de gemir y disfrutar el sentir ambas pijas dentro, fue fácil encontrar el ritmo de ambas cogidas, ella disfrutaba al máximo, pero también controlaba cada arremetida de su marido y mías, hasta lograr exprimirnos a ambos, permaneciendo solo brevemente con ambos palos encajados, para zafarse y retirarse nuevamente al baño.

Mientras la esperábamos, mi cuñado me platico que desde  tiempo atrás tenían ganas de probar esa experiencia, que tanto el cómo su mujer tenían sexo con otras personas libremente, pero que cuando Maribel, me conoció sexualmente, acordaron que sería conmigo con quien probarían hacer un trio, también me platico que ella era especialista en lograr que tanto su panocha como su culo, se apretaran de tal forma que pareciese que fuera virgen, que desconocía como lo hacía pero que el disfrutaba continuamente de esta ventaja, y que estaba seguro que ahorita se preparaba para darnos esa sorpresa

Y así fue, mi cuñada salió del baño, disfrazada eróticamente de colegiala y actuando como una virginal estudiante, representando su papel en cada momento, luchando para no ser desvestida ni tocada perversamente por sus dos atacantes, hasta lloro cuando sintió que ambas estacas buscaban sus orificios para violarla, nuevamente me toco estar acostado boca arriba, con la diferencia que en esta ocasión mi cuñada se clavó mi verga en su apretado culo, para después recostarse sobre mí, abrir sus piernas y dejar que mi cuñado la cogiera de frente, como yo difícilmente podía moverme, fue ella quien con movimientos de su culo exprimió nuevamente el palo que tenía clavado en su cola, poco después de que había logrado lo mismo con la verga de su esposo, esta vez se quedó gozando al tener ambos miembros, dentro de su cuerpo, hasta que de forma natural fueron saliendo nuestras pijas de sus escondites.

Pasado esto, fui yo quien paso al baño para darme un buen baño y al salir encontrar a ambos en otra tremenda cogida, por lo que tomé mi ropa, me vestí y los deje en sus cosas.

Esta es la única ocasión en que he formado un trio con otro hombre y una mujer y aunque la experiencia fue buena, siempre he gozado más los tríos con dos hembras, de los cuales ya habrá oportunidad de contarles.

De Maribel, solo puedo decirles, que a sus 48 años actualmente, sigue siendo una mujer sexi y coqueta, que, a pesar de tener dos hijos, sigue manteniendo ese cuerpo de campeonato, y por supuesto, mantiene junto a mi cuñado una liberal vida sexual.

(9,19)