Nuevos relatos publicados: 13

Y ella llegó

  • 8
  • 23.290
  • 9,60 (25 Val.)
  • 1

Fui casada, tuve 4 hijos y estoy divorciada hace 6 años, desde aquello no volví a tener una pareja. Tengo una casa grande y por ese motivo mi hija mayor me pidió como favor que alojara por un tiempo a su compañera de carrera que encontró trabajo en una localidad cercana a mi domicilio y muy lejos del de ella. Además, sería una compañía dentro de mi soledad y una preocupación que me haría sentir útil. Conocí entonces a Mariette, de 25 años, psicopedagoga y fonoaudióloga, una chica sencilla, linda, amable, pero muy tímida también. Se instaló en el cuarto de mi hija y comenzó la rutina de desayunar juntas, ambas al trabajo, yo colaba en casa y ella en su trabajo, así que volvíamos a vernos por la tarde... debo reconocer que cuando la vi por primera vez, sentí algo extraño, y la miré como observándola entera y me fijé en su hermosa figura, cintura pequeña, y grandes caderas, unas nalgas bien formadas que no entonaban con su angelical rostro..., pues su cuerpo llamaba al pecado, ¡de hecho me recordaba a mí misma a su edad !!!  Uuffff...  cada día había más apego entre ambas, y un día al despedirnos como siempre, rozamos nuestros labios por error y ella se sonrojó y yo quedé media aturdida... deseé besarla apasionadamente, pero ¿cómo decirle que quería verla desnuda y tocarla entera???

Al día siguiente Mariette, me llamó desde el baño mientras se duchaba, para pedirme que le acercara las toallas, que olvidó llevar, por supuesto se las llevé y ella dejó entre abierta la cortina y la vi, observé como ponía énfasis en dejar limpia "su cosita" ... ¡me excité! En ese momento, no supe si me sorprendió, pero abrió la cortina de pronto y subió su pie en el borde de la tina y me pareció que lo hizo adrede para que pudiera ver sus rosados labios vaginales... ¡un templo! ¡Pero yo no soy lesbiana, me dije, sal de ahí!!! Corrí a mi cuarto y me masturbé, hacía mucho que no sentía esa necesidad de placer, bendita chiquilla, ¡pensé! Por la tarde hablamos muy poco, yo no quería ni mirarla, sentía vergüenza por desearla, así que la evité lo más que pude..., sin embargo, cuando decidí subir a mi cuarto ella bajó y en medio de la escala nos miramos y ella me besó, el beso fue exquisito y largo, un sueño, sus manos me recorrían y yo que la deseaba tanto, no podía, sólo atiné a apretar sus firmes nalgas y apretarla contra mí... acabó el beso y corrí a mi cuarto, me quedé apoyada tras la puerta, sintiendo palpitar mi vagina húmeda, qué digo, casi chorreaba, ¡oh Dios cuánto la deseaba!

Pasó esa noche, casi no pude dormir, por la mañana decidí no ir a trabajar y reportarme enferma, me sentía tan extraña... ella golpeó mi puerta y me preguntó qué me pasaba y si podía ayudarme, le dije que estaba bien, que no se preocupara, y cuando sentí que cerró la puerta me dirigí al baño, me di una corta ducha, casi fría... volví a mi cama... y allí estaba ella, a medio desvestir, invitándome a... TODO, con su pequeño calzón tirado hacia un lado... No pude aguantar, me abalancé sobre ella y seguí quitándole la ropa, ella de inmediato comenzó a decirme te deseo, y metía sus dedos en mi vagina, y lengüeteaba mis pezones como una loca, nos besamos una y otra vez, luego ella, solita, bajó por mi vientre y llegó a mi flor, que ya no se sentía marchita, sino en todo su esplendor, ahhhggg... que ricura sentir como su boca ardiente succionaba mi clítoris y metía y sacaba su lengua de mi vagina ansiosa, caliente y chorreante de ese líquido perfumado de feromonas, y sus manos extendidas apretaban y tironeaban mis pezones, de pronto me dijo, házmelo tú, la volteé y acaricié su espalda, restregué mi concha mojada contra su raja exquisita, y mis manos agarraron sus tetas turgentes y ella gemía... una música para mis oídos, llegué a su ano, y le metí la lengua... ella gritó y me pedía más...

De pronto la di vuelta hacía mí y la besé en los labios, toqué su cabello y besé su cuello, y orejas, mientras ella con sus dedos jugaba en mi vagina y me decía, que rico Mur, dame más... le abrí su florcita... se la chupé con tantas ganas y me pidió que la acabara, pero antes, me dijo quítame la virginidad quiero ser tuya y sólo tuya, Dios la agarré no sé de qué forma, jamás me sentí más caliente, literalmente ardía, nuestro sudor tenía la cama mojadísimas, pero qué importaba, como hacer que ese momento, fuera especial y sublime sin perder la calentura, seguí chupando su zorrita llena de fluidos espesos, ella tomaba mi cabeza y la hundía entre sus piernas, me volteé ágilmente para hacer un 69 espectacular, aún no la desvirgaba, ella quería eso, yo quería darle placer y no decepcionarla, así que le pedí que estando yo de espaldas, con la cabeza apoyada en mi almohada, se sentara en mi pecho y acercara su perfumada flor a mi boca, ella se tomó del respaldo de la cama y estando media encuclillada azotaba su zorrita contra mi boca... uufff como se la chupé, la disfruté tanto y de sus gemidos, su pedirme más, decir que estaba todo rico...

Luego me dijo quiero frotarte mi chocho en el tuyo, que tierna, le dijo chocho a su rica vagina, me dijo ábretela, haz que asome tu clítoris, lo hice obedientemente, ella hizo lo mismo y la puso como quería clítoris contra clítoris, que experiencia, me acabó y según ella, también... pero seguimos... realmente no queríamos parar, y me rogó que la desflorara, pero qué hacer me dije, buscaré algo pequeño le dije... NO me dijo ella, grande, quiero sentir el desgarro... volví a encenderme como loca, bajé y encontré en los verduleros zanahoria y pepino, lavé ambos y subí, le dije, escoge y ella eligió el pepino... mi golosa, pensé tan rica, ya es mía igual. Comencé entonces a chupetearle el clítoris, ella se abrió y echó el pequeño capuchón clitoriano hacía atrás, entonces con el pepino, se lo froté, primero lento y luego rápido, así alternadamente, yo apoyaba mi "chocho" en su rodilla y me ondulaba con ella... de pronto se calentó demasiado y me dijo, ya no esperes más métemelo de una vez... y opté por hacerle caso... abrí sus labios aún virginales y metí el pepino hasta donde sentí que tocó "su murallita" y me dijo súbete sobre mí y penétrame ya... le hice caso y cuando estuve sobre ella se lo embutí fuerte, ella grito, quise sacarlo y me dijo no, sigue... seguí dándole fuerte, con ritmo, hasta que por fin sentí que la acabé... hasta se orinó de placer, se la miré y ahí estaba su sangre... era mía ya... y yo suya... sentí una ganas enormes de lamer su desflorado chochito, y lo hice hasta que la volví a acabar, que sabor, que ricura, estaba loca... de pronto se incorporó y me dijo quiero acabarte de nuevo y hacer que eyacules, pero nosotras no eyaculamos le dije, y me dijo claro que sí, ya verás.

Se puso en campaña y me dio un placer enorme, jamás sentí algo así, en serio, esta chica, fue mi templo de placer, me clavó el mismo pepino, que sabrosura, ella tenía un instinto para el sexo, fuera de serie, me hizo eyacular, el orgasmo fue indescriptible, profundo, largo... ¡exquisito!, sacamos cuentas y estuvimos de sexo, ese primer día, unas 10 horas, me siento afortunada porque tuve la suerte de ser yo quien la disfrutó, por unos dos años, fuimos las Amantes más candentes, nadie supo nada, ¡eso fue lo mejor!... hasta que ella encontró trabajo fuera del país y se fue, no estábamos juntas físicamente, pero seguimos en contacto y cuando nos comunicábamos por video llamada, nos mostrábamos desnudas, y hacíamos el amor cibernéticamente... ella de seguro encontrará a alguien para satisfacerse, pensaba yo, peroooo yo... sólo quiero estar con ella... por eso cuando Mariette, pasó su primer año de contrato, y regresó, llegó a mi casa sin aviso, y todo comenzó nuevamente, hasta hoy.

Ahora juntas hicimos el relato, para agregar más detalle, aunque hay situaciones y sensaciones que no se pueden escribir, que esperamos logren ustedes imaginar ¡y hasta sentir!!!... y qué creen, ella trajo varios juguetes sexuales... y acabamos de elegir uno para disfrutar ahora mismo... uuuu... ahhhggghhh me está dando tremendo placer ... chupa mi hermosa, chupa... ¡allá voy yo a hundirme en tu cuerpo!!!

(9,60)