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Clase de sexo

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Hace días que no veo a Noah. Siempre me pareció un chico estudioso, con muchos valores, pero siempre se lo guarda para él. Nunca habíamos terminado de ser amigos, pero no nos llevábamos mal.

Un día, eso empezó a cambiar. Estábamos en clase de inglés, yo me senté en el fondo de clase, al lado de Noah. Ese día, iba vestida con una blusa blanca y una falda corta. Estábamos sentados en un rincón, Noah iba más arreglado de lo normal. Una camiseta blanca, con unos pantalones ajustados y una sudadera que le sentaba genial.

Cada vez, notaba que Noah se iba acercando más a mí, por lo cual llegó a un punto en que nuestras sillas se chocaron, pero yo me hice la tonta. Noté como una mano se posicionaba en mi muslo, y vi como Noah sonreía de manera pícara. Yo me hice la tonta, pero empecé a tensarme cuando notaba que la mano de él iba subiendo lentamente.

Empecé a notar un ardor ahí abajo, y justo Noah empezó a poner su mano bajo mi falda, hasta llegar a mi entrepierna. Iba acariciándome por encima de la ropa interior, y en ese justo momento sonó la campana de cambio de clase, por lo que me levanté y me senté en mi lugar.

Pasaron un par de días, y Noah me pidió de que me sentara con él, para hablar. Ese día llevaba puesto unos pantalones cortos y una camiseta amarilla. Al sentarme, empezó la clase, y el profesor empezó a realizar una serie de preguntas. Me tocó a mí, y justo en el instante en que iba a responder, noté una mano posicionándose en mi culo.

Respondí a las preguntas del profesor, nerviosa, y me callé en seco cuando Noah metió su mano por dentro del pantalón. En ese momento, el profesor me pidió que fuera al baño puesto que llevaba una cara muy pálida. Me levanté y salí de clase.

Detrás de mí, sentí un portazo, así que me giré y me encontré con Noah. Se acercó a mí, y me dijo que me quería acompañar porque me encontraba supuestamente mal.

Yo, sin abrir la boca, empecé a andar por los pasillos del colegio hasta llegar al baño de chicas, y me agaché para lavarme la cara. Noah se puso detrás mío, y puso su mano en mi culo. Yo me asusté, por lo que me levanté y me giré rápidamente.

Iba a abrir la boca, pero me tapó la boca con la mano, y me levantó hasta llegar en la pica del baño. Empezó a besarme apasionadamente, mientras con su mano acariciaba todo mi cuerpo. En un momento, empezó a desabrocharse los pantalones, para liberar su gran erección. En ese momento, me sorprendí por el tamaño de ese bulto.

Me bajó los pantalones hasta los tobillos, y se bajó de un golpe los calzoncillos. Y liberó una gigantesca erección, la cual me sorprendió. Él me acercó, y me bajó las bragas mientras me besaba. Mientras nos besábamos, sentí una gran embestida, la cual me dolió. Él ignoró mis muecas de dolor, y me penetraba a un ritmo cada vez más rápido, hasta llegar en cuestión de instantes a un orgasmo mutuo. Bajó su cabeza y la apoyó en mi hombro durante un rato, hasta que se calmó y salió de mí. Se subió los pantalones y salió por la puerta como si no hubiera sucedido nada.

Me di cuenta de que estaba empapada de sangre, tuve que limpiarme y tardé unos minutos en volver a entrar en la clase. Me dirigía a mi sitio junto a Noah, me senté junto a él mientras él me sonreía de oreja a oreja. Me acerqué a su oído y le susurré: Soy virgen.

 

Su cara cambió por segundos a una expresión de confusión, para luego soltar una carcajada haciendo que el profesor le hiciera callar.

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