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He descubierto que soy una puta

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Hola hermosos. Me he ausentado bastante, pero tengo que contarles algo muy diferente. En estos días no he tenido mucho contacto con Don Carlos, ha estado muy ocupado con su esposa la cual todavía sigue hospitalizada, los días que llego a ir a su casa es de rápido y él se va nuevamente. Me alcanza a dar un beso y eso es todo. 

Solo voy cada tercer día como habíamos quedado, una de sus hijas ha empezado a decir que es innecesario que vaya, pero Don Carlos les pregunta que, si ellos le van a lavar y cosas así, tratando de mantenerme ahí, pero pues no lo veo. 

Eso me pone un poco triste. 

A lo que voy es que no sé si me he convertido en una puta o que es lo que me pasa, pero ahora ya a cualquier insinuación de cualquier hombre empiezo a coquetear, pero solo se queda ahí. 

Resulta que el fin de semana pasado, hubo una reunión con la familia, en sábado, mi mamá insistió en que fuera con ella, ya que ese día me iba a quedar sola porque mi esposo se fue a trabajar. No me quedo de otra y fui con ellos. 

Todo bien y normal, los primos, los tíos, mis abuelos, todos conviviendo. 

Tengo un primo que se llama Armando, me llevo muy bien con él desde pequeña, nos hemos distanciado desde que yo quedé embarazada ya que para mi tía (su mamá) fue un error el que me embarazara a corta edad, pero x, cuando lo vi lo saludé muy efusivamente, me comentó lo grande que estaba ya mi hijo y estuvimos por un rato platicando de cada uno. 

Mi primo es alto, nada guapo eso aclaró, pero es muy alegre y simpático, cuerpo normal, ni gordo ni muy flaco, él estudia ya la universidad. 

La tarde pasó, la comida y las preguntas y las pláticas. Yo ya estaba harta, ya me quería ir. Todos cuestionándome, que como me iba con el bebé, que en donde estaba mi esposo, y la escuela, ya me habían puesto de malas uno que otro. Solo en momentos para olvidarme de todo me ponía a recordar los momentos que tuve con Don Carlos, solo sentía como una sensación de hormigueo me recorría el cuerpo y como salían jugos de mi vagina. 

En eso, ahí sentada en el comedor, cargando a mi hijo ya dormido, escuché: 

-Se te ve cara de malos amigos.

Volteé y era mi primo, yo solo sonreí. 

-¿Qué quieres que haga? Si parece que soy la única mujer aquí que la cago en su vida. 

-Tranquila, yo no te dije nada como para que me hables así -me dijo sonriente-  Por cierto no quieres llevar a tu nene a la cama, y vamos un rato afuera con los primos. 

Todos mis primos estaban en el jardín platicando y bebiendo, yo no me sentía cómoda a su lado puesto que era la única de la familia que la había regado. Puse mi cara de, "no gracias" pero insistió. 

-Ven, te ayudo. Lo subimos al cuarto con mi hermana que también está dormida. 

Lo cargó y subimos al cuarto. En el camino me dijo: 

-Por cierto, prima, que bien te ves el día de hoy, te sirvió muy bien el embarazo. 

Yo solo me puse roja y no supe qué decir. Hay una historia medió truculenta de mi primo y yo cuando éramos más niños de cuando visitábamos a mis tíos, yo tenía apenas 8 años y el 10, me acuerdo muy bien, jugábamos clásico a la comidita y así, de repente me decía que yo era la mama y él el papá, hasta que me decía que nos teníamos que ir a dormir, ya en las cobijas sentía como me agarraba mi colita, yo le decía que parara, lo veía cómo mi hermano, él solo decía que eso hacían los esposos, que si no ya no jugábamos, total que acepté, yo solo me quedaba quieta y con los ojos abiertos, me tocaba mi culito y me lo apretaba, sentía como se pegaba a mí y como su pequeña verga se metía entre mis nalgas y él solo se meneaba. Fueron dos ocasiones las cuales jugamos así. 

Esos recuerdos se me vinieron a la mente. 

Ese día iba casual, un pantalón de mezclilla súper entallado, me hacían lucir mis nalgas, una blusa que solo dejaba ver cómo se juntaban mis pechos. 

Llegamos y recostó a mi hijo en la cama. 

-Listo!! -dijo mientras se sentaba en la esquina de la cama- 

-Vamos pues. -dije- 

-No me hiciste caso, te dije que te ves muy bien el día de hoy. 

-A pues gracias, vamos anda. 

Se me quedó viendo y sonriendo a la vez. 

-Y qué pasa si te robo un beso? -me preguntó- 

-Ja!! Estás loco, ¿aquí? Abajo están mis papás, tus papás, los tíos y los primos. 

-Entonces si quieres? -me volvió a cuestionar- 

-No sé si quiera, pero este no es el lugar. -aclaré- 

-No pasa nada, todos están en su pedo. 

Se levantó y me tomó de la cintura, me pegó a la pared y solo se me quedó viendo. En eso sentí sus labios, como se pegaban a los míos y nos comenzamos a besar. Me empecé a poner cachondisima, me encantaba su forma de besar, empezó a bajar su mano a mis nalgas y las apretaba, me besaba con más rapidez y solo se escuchaba el cómo intentábamos agarrar aire a cada beso. 

Me agarraba las nalgas, los senos, me tallaba mi panocha encima del pantalón, yo me sentía mojada y caliente de ahí abajo. Yo también empecé a responder, lo tomaba de sus nalgas y lo pegaba a mí, sentía su verga parada, se lo empecé a tocar por encima del pantalón. 

-Quiero cogerte, ¿Si? ¿Quieres?  -me preguntó- 

-Todos están allá abajo, necio. 

-Todos están en su pedo, ni enterados que estamos acá arriba...

-Pero mi mamá nos vio subir -interrumpí- 

-Rápido, ¿Sí? Te tengo muchas ganas Meli, y estás divina, no sé cuándo te vuelva a ver, me encanta tu cuerpo, ese culo tan sabroso... Anda... -me decía mientras me besaba y tocaba- 

Yo estaba ya más que cachonda. Me besaba y mordía el cuello, empezaba a meter sus manos bajo la blusa y me tocaba mis senos, me apretaba mis pezones, en eso me saco un seno y me lo empezó a chupar, me mordía mi pezón, empezó a desabrochar mis pantalones, me bajo el cierre y me empezó a dedear, yo ya estaba súper mojada, solo gozaba y cerraba mis ojos, me mantenía callada, gimiendo por dentro. 

Me empezó a bajar el pantalón, ese día llevaba tanga, lo excito bastante. 

-Voltéate, quiero ver ese culo -me ordenó- 

Me voltee y deje ver mi culo, de echo lo pare un poco más, empezó a sobarlo y a pegarme su verga, se agachó y me lo empezó a besar, me mordía las nalgas y mientras me tocaba toda mi panocha, mi tanga se sentía mojada, su pulgar me acariciaba mi ano, ya no había vuelta atrás. 

Se reincorporó y se desabrochó los pantalones, se los bajo y pego su trozo entre mis nalgas, yo toda una puta le empecé a mover mi culo. Me agarraba fuerte de las cajeras y me pegaba más a él. 

No aguanté más y me volteé. 

-Te la voy a mamar como nadie cabron - le dije- 

Me hinqué y su verga estaba enfrente de mí, no era la verga de Don Carlos, estaba dentro de un tamaño normal, pero estaba muy gruesa, sus huevos no estaban tan grandes, normales diría yo. Así que empecé a lamerlo, le chupaba los huevos, yo solo lo veía desde abajo como se tocaba la cabeza de placer y mantenía cerrados los ojos y mordiéndose los labios. Me empecé a meter ese trozo de carne a la boca, se sentía delicioso sentir ese trozo grueso en mi boca. Se lo empecé a mamar de una forma rápida, me trataba de tragar todo. Solo se vía como gozaba. 

Me volteo a ver y me paro. 

-¿Te la meto? - todavía me pregunta el muy pendejo, ya después de que me tiene bien prendida- 

-Ya métemela!!! -le dije desesperada- pero que sea rápido Armando, no nos vayan a cachar. 

Me volteé y paré mi culo, nuevamente se hincó, me hizo la tanga de lado y me empezó a chupar toda mi panocha mojada, yo estaba que me retorcía de placer, queriendo arañar la pared, mordiendo los labios para que no salieran mis gemidos de puta. 

Se incorporó de nuevo, y empecé a sentir como acomodaba su verga en mi panocha. Estaba bien dura, lo empezaba a meter despacio, hasta que lo sentí como se metió todo, y me empezó a bombear fuerte, me agarraba las nalgas, me las apretaba.

Yo solo me contenía al gritar, me daba fuerte de una manera desesperada. Así estuvimos no mucho tiempo cuando lo saco. 

-Agáchate, trágate mis mocos -me pidió- 

Me puse de rodilla abrí mi boca y dejó caer todo su armen en mi cara y en mi boca y empecé a mamarle el pito, mientras me tragaba toda su leche. 

Al cabo de un rato de mamársela y dejarle la verga bien flácida, me levanté y me limpié lo que me quedaba, nos vestimos y acomodamos todo, nos relajamos un poco y bajamos del cuarto. Solo sentía la mirada de mi madre, pero no cruce mirada con ella así que me dispuse a salir con los primos. 

Después de un rato y platicar, mi primo solo me veía y de repente se perdía en sus pensamientos como recordando lo pasado. Yo ya me había relajado, pero me había quedado con ganas de más. 

Llego la hora y mis padres nos dijeron que nos íbamos, me empecé a despedir, subí por mi hijo y al bajar las escaleras mi primo me extendió la mano y me dijo casi susurrando. 

-Te mando mensaje al rato. 

Yo solo sonreí y continúe mi camino. 

Ya en casa y acomodándonos cada quien mi mamá se acercó y me pregunto:

-¿Por qué te tardaste tanto con Armando arriba en los cuartos? 

-Solo estábamos platicando -le dije- 

-Hazte pendeja Melissa -me dijo con una voz burlona- 

Nunca había escuchado a mi mamá con esa voz, pero x. 

Ya cuando llegó mi esposo, llegó un poco tomado, lo relaje, se metió a bañar y cuando salió me lo empecé a caldear, se lo mamaba de una manera descomunal, sabía que cuando estaba con unas copas de más aguantaba más, así que yo caliente y el dispuesto pues no lo dude, cogimos por un buen rato, me puso de perrito, me cogió parada, le pedí me la metiera por el ano; estuvo rica esa noche, no me medí y si gemí todo el tiempo importando un carajo que tenía cerca a mis hermanos y a mis padres, pero yo estaba disfrutando. Al final termino llenándome de leche y chupándome la panocha hasta que se tragó mis jugos, no había quien más me quitara las ganas. 

¿Puta? Creo que, si lo soy, ahora tengo 3 hombres en mi vida, no sé qué pase más adelante, no sé quién más pueda entrar en mi vida, pero yo les sigo contando. 

 

Besitos y cuídense mucho.

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