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Una llamada muy erótica

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Una noche, estaba mirando Facebook como lo hago cotidianamente, a diferencia de que ese día se desplegó una ventana con un nombre de chico muy extraño, me pidió que por favor le respondiese unas preguntas, pues había habían hecho una apuesta en su universidad, no está de más decirles que en ese entonces yo estaba en secundaria, decidí contestarle las preguntas, no le vi importancia, me dijo que por favor le diera mi número que de esta manera sería todo mucho más fácil, accedí y en pocos segundos ya estaba recibiendo la llamada, esa noche me hizo preguntas muy incómodas y al terminar el cuestionario me preguntó si quería seguir hablando con él, le dije que yo estaría encantada, para esos tiempos me daba vergüenza hablar de todos estos temas. 

Él mantuvo el contacto conmigo y un tiempo después de hablar juntos me pidió que hablara con él por teléfono. Cuando escuché su voz me excité al instante y él me hizo saber que mucho antes se había masturbando pensando en mí, me sentí demasiado halagada y después de hablar un rato me dijo que quería que me masturbara escuchándolo, la verdad me daba pena, pero le dije que sí, con la condición de que él lo hiciera también. 

Cuando empezamos todo, me dijo que tenía el pene demasiado erecto, tan erecto, que sentía que no tenía más tope, me envió un par fotos y eso me excitaba cada vez más, él me pidió que metiera mi mano en las bragas y que comenzara a mover mis dedos, un pequeño gemido no tardó en salir de mi boca, y en el otro lado del teléfono él se escuchaba agitado, me pedía que por favor lo dejara follar conmigo, y me comenzó a decir todo lo que me haría.

Mi mano húmeda temblaba de tanto placer que sentía, él me decía cosas alucinantes como: "quiero decirte todo lo que me imagino contigo, solo tengo el deseo de meterme entre tus piernas y lamer tu vagina, sentir como te mojas al estar conmigo, como gritas cuando estás excitada, besar tus labios, tocar tu piel, sólo deseo que me los chupes, que me lo chupes con locura y que tu lengua trate de volverse uno con mi pene". Él después de decirme eso me preguntaba que si aún seguía ahí a lo cual mi excitación no permitía salir palabras largas y coherentes, sólo respondía “ajam lo… estoy... disfrutando... mucho...” y entre gemido suaves se confundían mis frases, él cada vez se escuchaba más y más excitado, entonces comencé a escuchar el sonido que hacía su pene al estar húmedo y siendo tocado por aquel chico. 

Me comenzó a pedir que buscará un marcador y lo metiera en mi vagina, me pareció gracioso, pero lo intenté, lo metí en ella y comencé a moverlo, los resultados no tardaron en salir a flote, el chico escuchaba mis gemidos y su respiración era más y más fuerte. Mi vagina quería llegar ya a su nirvana, el chico me dijo en voz sensual y agitada, “estoy acabando, te mandaré un vídeo”, cuando envío el vídeo vi su pene tan deleitable y carnoso que sentía ganas de sacarlo de la pantalla y chuparlo por toda la noche, me comencé a frotar mi clítoris a la par del vídeo, él al otro lado gemía y gemía mucho. 

Cuando llegué al orgasmo gemí muy duro y al otro lado él me preguntó si lo había disfrutado, estaba tan rendida, pero le contesté que sí y que desearía hacerlo más seguido. 

 

Hasta hace poco dejamos de hablar, nunca nos vimos, pero en mi mente permanece viva aquella llamada.

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