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Tras la barra del pub (I)

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Buenas a todos, lo primero que quiero hacer es presentarme un poco. Mi nombre es Noelia y tengo 24 años. Vivo en una ciudad pequeña. En lo que respecta a mi físico me considero una chica normal, resultona, eso sí.

Llevo tiempo leyendo relatos por el foro sin haber hecho ninguna aparición, pero sintiéndome identificada con muchas de las cosas que leo. Es por ello que me he decidido a escribir mi experiencia por aquí.

Trataré de escribir en mis tiempos libres, que no son demasiados, pero prometo escribir y subir partes de relatos con la mayor frecuencia posible.

Espero que os gusten mis vivencias y disfrutéis leyéndolas lo mismo que he disfrutado yo siendo protagonista de las mismas. 

 

La entrevista.

Era verano de 2015, hace casi un año ya, y la época de exámenes de la universidad llegaba a su fin. Al ser cada año la matrícula más cara, me propuse buscar un trabajo de cara al verano para poder afrontar tranquilamente el pago de la universidad.

Mi primera idea era un trabajo por horas, dando clases particulares a niños que necesitarán clases de apoyo durante el verano, pero al parecer, el mercado estaba saturado de intentos de profesores particulares.

La alternativa llegó a mi WhatsApp, un amigo me comentó que en un pub de la ciudad estaban buscando camareras. No tenía ninguna experiencia, pero decidí probar suerte, pasándome por el local y dejando mi currículum para optar al puesto.

Al día siguiente de haberme presentado, recibí una llamada de teléfono citándome para realizar una entrevista presencial.

La hora de empezar a prepararme para la entrevista había llegado, y mis dudas sobre el vestuario a elegir inundaban mi cabeza. No sabía si ir demasiado formal podía ser negativo, al tratarse de un trabajo de camarera, aun así, decidí ir arreglada. Me puse un pantalón fino, negro y ajustado y en la parte superior un top blanco, con el escote justo para que se apreciara mi pecho, pero sin ser demasiado descarado. Todo esto acompañado de mis zapatos de tacón negros y abalorios varios para adornar muñecas y orejas.

Tras haberme mirado al espejo unas 30 veces, salí de casa no muy convencida de mi look. Llegue unos 10 minutos antes de la hora concertada y enseguida me pasaron a una pequeña oficina situada dentro del local de copas, cerrado todavía a aquellas horas. 

Me recibió un hombre con aspecto algo desaliñado y pasado en kilos, que resultó ser el dueño del local y quien me iba a realizar la entrevista. Tras invitarme a sentarme en la silla frente a su mesa, no sin antes haberme mirado de arriba a abajo de manera bastante descarada, y que para ser sincera me incomodó un poco, comenzó a realizarme preguntas típicas de las entrevistas. Experiencia en el sector, motivaciones para trabajar de camarera, mis puntos fuertes y débiles, nada que alguien que haya hecho entrevistas laborales le pudiera sorprender.

Pero pasado un rato de conversación, y de manera sorpresiva me dijo que no daba el perfil de lo que buscaba. "Demasiada ropa para una camarera de noche" fueron sus palabras exactas.

Me quedé algo bloqueada y solamente pude alcanzar a decir un "bueno"

Tras un breve silencio bastante incómodo, me soltó que si quería el puesto debería de desinhibirme más. Sacó el móvil de su bolsillo, puso algo de música y me soltó un seco "baila".

Continuará....

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