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Solo en casa de mi amigo, con su joven hermana

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Buenos días mis queridos lectores, me llamo José. Primero que nada, les quiero comentar que este es mi primer relato y para mí es un gusto entrar en esta comunidad.

Lo segundo que haré es describirme, tengo 29 años, soy moreno, mido 1.77 m. No soy un tipo musculoso, pero me mantengo en forma ya que me gusta hacer ejercicio y practico running con regularidad.

*****

El relato que les contaré a continuación ocurrió hace un año cuando conocí a la hermana de un amigo de trabajo llamado Miguel. Ella, Vanessa es una chica 6 años menor que yo. Ya la había visto unas cuantas veces cuando iba a llevar a miguel hasta su casa y me quedaba a saludar a sus padres o a tomar algo. Durante esas breves visitas ella salía con ropa de estar entre casa y la verdad es que a sus 22 años Vanessa tenía una mezcla de sensualidad e inocencia que hacía imposible no desearla: delgada, 1.63 m, piel trigueña, cabello liso, largo, castaño, ojos marrones, senos bien paraditos, piernas largas y un trasero pequeño que se notaba duro... una chica que incitaba a descubrir el lado oculto e intenso que había detrás de ese rostro angelical...

Luego de mis vacaciones, llegue a la ciudad y contacte a miguel, para charlar sobre cómo estaba el trabajo y también para distraerme un poco... El día que llame a casa de mi amigo, Vanessa atendió:

ella: ¿bueno?

yo: Vanesa, ¡hola!

ella: ¿quién habla? 

Yo: ¿eres Vanessa verdad, hermana de Miguel?

Ella: José ¡hola! Perdón, te desconocí la voz... (me dijo riendo)

Yo: descuida jaja ¿cómo has estado? 

Ella: muy bien ¿y tú?

Yo: bien bien, llamaba para preguntar si estaba miguel, su celular sale apagado y quedamos que iría hoy a tu casa.

Ella: Si, aquí está, ya le hablo. ¡Miguel, te habla José! (Gritó Vanessa)

Miguel: dile que ya bajo Vanessa, gritó.

Ella: Miguel dice que ya viene, ¿saldrán hoy?

Yo: No, quería saber si estarán en casa para pasar a saludar.

Ella: claro, ven, sabes que eres bienvenido. dijo Vanessa con tono de emoción... Ya yo había notado en ocasiones anteriores que se quedaba observándome mientras hablaba con miguel, así que supe que no le era del todo indiferente... eso me animó...

Ella: José aquí esta Miguel, te lo paso.

Miguel: Hola José, me estaba duchando, ¿dime... ya vienes?

Yo: epale Miguel. Te estaba llamando a tu celular, era para confirmar eso, que puedo pasar por tu casa en un rato.

Miguel: Claro amigo, ven, así hablamos un rato, debes estar aburrido en tu apartamento solo.

Yo: La verdad sí... vale, nos vemos a las 7 pm entonces.

Ya eran casi las 6 pm. Me bañe, me arregle, me coloque una camisa morada manga larga, un pantalón beis, zapatos marrones, reloj, y perfume... no niego que por mi mente pasaba la posibilidad de estar cerca de Vanessa un rato. Así que me vestí pensando en ella.

Llegue puntual a casa de miguel, toque el intercomunicador.

José: miguel como estas, ya estoy abajo...

Miguel: ok. ya te abro. Listo Sube.

Subí las escaleras y llegué al piso 2. Toque el timbre del apto e inmediatamente se abrió la puerta; era Vanessa.

Vanessa: ¡José! gritó ella con alegría.

Yo: ¡¡Vaneee!!

Ella: Pasa José. Que gusto verte.

Luego se acercó a mí y me abrazó. Fue un abrazo sutil, tierno. La pude sentir totalmente pegada a mí. Era la primera vez que hacía eso con vane. Tome su cintura con disimulo y sentía como sus lindos senos presionaban contra mi abdomen.

Vanessa: José, hueles rico.

Yo: Gracias. ¡tiempo que no te veía!

Vane: si, nos tenías abandonados. dijo de forma graciosa...

Yo: jejeje estaba de vacaciones. Fuera de la ciudad... pero si me recibes así con ese cariño las próximas vacaciones las pasaré aquí. Contesté mirándole directamente a los ojos. Y dándole un profundo beso en la mejilla...

Vanessa: es buena idea, aquí también se pueden hacer muchas cosas divertidas.

Yo: Me lo imagino, acabas de llegar, ¿verdad?

Vanessa: si llegue hace rato de la uni, tuve un día largo, no me dio tiempo de cambiarme. Tendrás que verme fachosa, disculpa.

Ella tenía puesto un jean azul pegado, a la cadera, una blusa blanca sin mangas, unas cholitas playeras y llevaba su cabello recogido con una peineta... se le veía el rostro un poco cansado, aun así, su figura era digna de admirar.

Yo: jaja, aun estando fachosa como dices, te ves linda y sexy...

Vane: ¡jaja ey! ¡ya!, no te burles! Contestó graciosamente. 

Yo: No me... 

Miguel: ¡epale José! Saludo Miguel interrumpiéndome lo que le decía a Vanessa.

Vanessa se retiró silenciosamente dejándonos solos en la sala. Hable con miguel de trabajo, de chicas, de deporte...  después de los días que estuvimos sin hablar era bastante la información. Estando sentados en el sofá hablando de las nuevas películas del cine, entró la mama de miguel, me saludó y nos dijo que la cena estaba lista.

Mama de miguel: ¡Vanesa! ¡ven a comer!

Vanessa: ¡si! ¡ahorita voy! 

Vanessa estaba en su cuarto.

Yo: ey, Vane, ya vamos a comer.

Vanessa salió rápidamente y nos sentamos los 4 en la mesa. La mama de miguel preparo un rico arroz chino. Empezamos a comer y hablábamos un poco... Vane estaba comiendo lentamente, como pensando en otras cosas...

Mama de miguel: ¡Vanessa! ¡ey!

Vane: mande mamá. contestó Vanessa tontamente.

Mama de miguel: come hija, que se enfría la comida.

Parece que ella dejó a un lado sus pensamientos y terminó de comer. En el fondo me intrigaba que pensaba Vanessa, ¿sería en mí? Después de ese abrazo, ¿le habrá gustado?

Vanessa: bueno iré a terminar de acomodar mi cuarto, gracias por la comida mama estaba muy sabrosa y buen provecho chicos.

Gracias, contestamos todos

Ella se paró y se fue a su cuarto. Miguel y yo fuimos a la sala nuevamente a ver tv... tenía muchas películas nuevas y decidimos colocar una que le dije quería ver.

10 minutos después de haber empezado la película, a las 8 30 pm. Entro la mama de miguel:

Mama de miguel: Oigan muchachos, disculpe que los interrumpa. ¡Miguel tienes que llevarme a casa de tu abuela, al parecer se siente mal...

Mama de miguel: ¡Vanessa! ¡ven por favor! 

Vanessa salió y todos estábamos en la sala. 

- a ver chicos. (Decía la mamá) Miguel tú me llevaras...  luego te puedes venir o si quieres me esperas, ¿puedes verdad?

Miguel: claro mamá. Yo te llevo. Miguel volteo hacia mí y agregó: ¡José termina de ver la peli! Nos vemos en un rato.

Mama de miguel: Vanessa si llaman a la casa di que voy en camino. Termina de arreglar la cocina.

Vane: pues... Tengo algunas tareas de la Uni... pero yo la arreglo mama.

Mama de miguel: bien, nosotros no tardaremos, cuando mucho una hora. 

Vane: si mamá. Que les vaya bien. Saludos a la abuela.

Mama de miguel: está bien, vayámonos Miguel.

Miguel y su mama salieron. Las rejas del pasillo se escucharon, luego el motor del carro se podía escuchar. Vanessa se fue a la cocina y yo seguí viendo la peli. Al cabo de unos minutos ella termino en la cocina y se fue a su habitación. Me desconcertó un poco, pensé que vendría a la sala junto a mí.

Unos 20 min después Vanessa salió del cuarto y vino a la sala. Yo estaba Viendo la tele. Ella se acercó lentamente y brincó al sillón en el que estaba sentando, se colocó a mi lado.

Vanessa: ¡hola José, Qué ves?

No lo podía creer, allí estaba yo con esa chica... solos al fin... pude ver sus labios. Se aplicó un labial color carne... delicado... su cabello estaba alisado... largo... suave...

Yo: ¡hola vane! ¡pues acá acabo de encontrar una película! ¿tú que hacías?

Vanessa: me estaba arreglando, es jueves de chicas en la disco y unos amigos quieren compartir un rato. Voy con ellos.

Mientras hablaba yo observaba su rostro, me encantaba verlo, me gustaba sus líneas delicadas, y sus labios. Moría por probarlos, saborearlos, tocarlos con los míos. Ella hizo una pausa y también se me quedo viendo.

Yo: ¿qué pasa?

Vanessa: no, nada jeje. Reía un poco apenada. ¿oye que tienes ahí?

Yo: ¿dónde? 

Vanessa: ahí cerca del ojo. 

Yo me rascaba la cara tratando de quitar lo que tenía.

Yo: ¿ya? 

Ella: no, mira.

Ella se levantó y pude contemplarla en todo su esplendor: se había colocado una blusa semi transparente, gris, brillaba un poco, debajo se podía notar un brasier de encajes negro que permitía ver su abdomen, su ombligo... llevaba también un short blanco, corto... que dejaba ver sus largas y torneadas piernas... yo la veía de arriba a abajo. Y por último tenía unas sandalias de tacón alto, negras... que sexi estaba Vanessa... ya no parecía la niña con carita inocente... sino toda una mujer.

Luego de verla quede sin palabras. Ella cambió de posición, vino hacia mí. Paso cada rodilla al otro lado de mis piernas, de forma que quedó sentada sobre mí, de frente.

Ella: mira, aquí está. Dijo. quitándome una pequeña basura del rostro. 

Yo: Gracias, dije colocando mis manos en su cintura. 

Podía oler su aroma, dulce, me encanta ese olor.  La tomaba con delicadeza, y ella seguía sentada sobre mi entrepierna. Vaya, nunca imaginé que ella estaría en esa posición, Nos mirábamos. sin decir nada.

ella: ¿que tengo? Preguntó, rompiendo el silencio que estaba invadiendo la sala.

Yo: no, nada, es solo queeeee... no había estado tan cerca de ti.

Ella: al llegar, cuando me abrazaste estuvimos muy cerca, demasiado cerca diría yo.

Yo: bueno si, pero tanto tiempo cerca pues no. Jeje dije riendo. 

Ella: bueno tal vez.   me contestó mirándome fijamente.

Yo: estas hermosa vane. Le dije mientras le acariciaba el rostro.

ella: Gracias... hace un momento estaba fea y quería cambiar la impresión que te dejé. Me arreglé pensando en ti jeje

Yo:  pues conseguiste impresionarme. ¿y tus pretendientes? vas con alguno de ellos?

ella: jaja ¿cuáles pretendientes? 

Yo: digo...no dudo que tengas uno que otro. Solo mírate, no eres cualquier chica. 

Ella: ¿entonces...como soy?

Yo: pues...eres una chica muy linda, con un cuerpo que ningún chico ignoraría. 

Quería que mis palabras expresaran claramente que significaba algo para mí. 

Ella: ¡ay! ¡Gracias! Qué lindo.

Me dio las gracias mientras nos dábamos un abrazo. Nos quedamos suspendidos en ese instante. Mis manos vagaban por su cintura y la parte baja de su espalda. Retiro su cabeza sin soltarme. Ambos nos quedamos viéndonos. Mi mirada se centraba en sus labios y la de ella en los míos.

ella: ¿quieres probarlos? Me preguntó sin pensarlo. 

Me sorprendió su pregunta.

Yo: si, si quiero. Contesté tranquilo y excitadamente. 

Acerco su boca y nos envolvimos en un profundo beso. Cálido...

Separó lentamente sus labios, rozándolos suavemente con los míos y preguntándome:

ella: ¿crees que estemos haciendo lo correcto?

yo: ¿por qué lo preguntas?

ella: porque... tu eres el mejor amigo de mi hermano. Y yo soy su hermanita menor. La princesa de la casa. No sé si el estará de acuerdo.

Yo: tú lo has dicho, él y yo somos amigos. Y podríamos ser cuñados... y además si lo deseas, esto quedará entre nosotros. Será nuestro secreto...

Terminé mi respuesta y comencé a besar su cuello, rozando tranquilamente mis labios. Sin prisa... calculaba media hora aun para que llegar miguel y su mama... solo me importaba Vanessa en ese instante... en su respiración agitada note sus ganas. Fui aumentando el ritmo. Mis manos fueron entrando en su blusa. Se la quité. La miraba nuevamente, me excitaba pensar que tenía mis grandes manos en su cuerpo. En su pequeña cintura. Fui subiendo hasta llegar a su brasier.

Ella: desabrochalo. Me pidió en voz baja.

Lo hice sin titubear, por fortuna logré hacerlo rápido... ese sistema de ganchos del brasier parece que está hecho para retrasar esos momentos.

Al hacerlo, quedaron frente a mí, sus tiernos pechos... eran del tamaño preciso para que mi mano los abarcara por completo, eran firmes y miraban al frente. Su aureola era pequeña... sus pezones rosados estaban paraditos, duros. los tome muy suave, agarre ambos pezones entre mis dedos medio e índice y los apreté un poco... ella se mordía los labios... jugué unos minutos con ellos mientras le besaba el cuello...  mis manos bajaron llegando a su cintura, más no termine ahí. Seguí bajando hasta agarrar su lindo trasero.

Yo: ¡Dios! Vane estás tan rica y hueles tan bien que deseo probar todo tu cuerpo...

Ella: si, yo también quiero eso, me contestó con voz suave y seductora.

Continuamos besándonos. Ella comenzó a columpiar su cadera de adelante hacia atrás como si estuviera ya cogiéndola.

Durante sus movimientos se frotaba contra mí, me había excitado ya. Me dijo que me desabrochara el pantalón... que ella quería que saliera mi pene... grande como lo sentía desde hace unos minutos

Vanessa:  estoy lista...  me dijo al oído.  Estoy lista para me hagas tuya bien rico... con ganas y con locura. 

Mis pensamientos invadían mis sentidos, dejándome llevar por el momento. En ese preciso momento le di la vuelta, la acosté en el sofá, mis manos procedieron a quitar su short. Sus pantys eran blancas... abrí un poco sus piernas y con mis dedos rocé suavemente su vagina sobre las pantys... se sentía húmeda...

Yo: estás húmeda y caliente Vane. 

Ella:  si, tócame, sigue así...

Que rico se sentía. Mi mano frotaba su linda vagina. Miraba su rostro y notaba como disfrutaba al igual que yo. 

ella: quiero que me hagas el amor... me exigió excitadamente. 

En ese momento tome sus pantys y los quite descubriendo toda su vagina y colocando toda mi mano en ella. Vanessa brinco, soltando al mismo tiempo un rico gemido. Empecé a masajear en círculos lentamente su clítoris. Su vagina estaba depilada totalmente, era suave, rosada y húmeda. Totalmente como la imaginaba...

Ella: ¡No pares! Sigue, ¡lo haces bien! Me decía como halago. 

Luego de unos minutos así, Mientras mi mano frotaba su clítoris, decidí ponerla a la orilla del sofá, le hice que flexionara sus rodillas y las llevara hacia su pecho... cambie de zona llevando uno de mis dedos a su ano. Y lo empecé a acariciar. Ella se extrañó.

Ella: ¿por qué me acaricias ahí?

Yo: ¿te molesta?

Ella:  me gusta... a pesar que nunca me habían tocado esa parte, me gusta. Pero ¿Por qué lo haces? 

Aquello de que nunca se lo habían tocado me excito aún más...

Yo: cada vez que veo tu lindo trasero me he guardado las ganas de tocártelo y lamerlo con ganas, meterte mi lengua en tu sabroso culo. 

Ella: pero no crees que es algo sucio hacer eso.

Yo: para mí no, de hecho, me dan ganas de hacerlo ahorita. Además, acabas de bañarte... quiero probar ese culo virgen...

Ella: Dios, tus palabras me excitaban muchísimo y me hacen sentirme sucia al mismo tiempo.

Mi dedo masajeaba lentamente su ano por fuera. Ella abría más las piernas para hacerlo más cómodo. Justo en ese momento fui introduciendo la punta del índice en su orificio haciéndole soltar un gemido.

Yo: ¿que sientes?

Ella: muy extraño, pero me gusta. No pensé que harías eso.

Mi dedo masajeaba muy rico su ano. Metiéndolo cada vez más.  Entro solo un poco, lo saque lentamente y lo lleve a mi lengua, llevándome ese sabor a mí boca.

Ella: no hagas eso... me decía gimiendo al mismo tiempo.

Yo: déjame hacerlo con mi lengua... se lo pedía en tono bajo y suave.

Ella: pero ya lo tocaste.

Yo: me gusta lo prohibido. ábrete bien y deja tus piernas al aire, flexionalas...  le ordené.

Sabía que ella tenía curiosidad y no tenía otra alternativa más que obedecerme.

Yo: que rica y sabrosa te ves, Vane.

ella: ¿sí? 

Yo: mucho, diría yo.

Pensé que si con solo el haber metido mi dedo dentro de ella, sentí que le gusto, ahora con mi lengua la haría explotar de placer. 

Acerqué mi cara a su entrepierna. Ella seguía abierta dejándome ver toda su vagina y su ano. 

Yo: ¡woow! Desearía que estuvieras desnuda cada vez que te viera para probarte todo eso.

Mi boca comenzó a besar su vagina lentamente. Saqué la lengua y la fui pasando en toda su vagina.  Se la abrí toda con ambas manos y la lamí de arriba a abajo.

Ella:  Aaahhh! Soltó un gemido.

Le saboreaba toda su rajita abierta. Mi lengua llegó a su clítoris y me detuve ahí. Comencé a lamerlo lentamente, disfrutando de ella, luego se lo empecé a chupar... lo succionaba...

Ella:  Aaahhh! ¡Si! ¡Chúpame! Ella se retorcía...

Mi boca le daba una sabrosa chupada. Bañaba su vagina con mi saliva. Ella agarró mi cabeza con sus manos, evitando que retirara mi rostro de su húmeda y caliente entrada.

Mis movimientos fueron aumentando. Chupaba con rapidez ese clítoris...

Ella: ¡Dios mío! ¡Aaahhh!!!! ¡Si!!! ¡¡¡así!!! ¡¡¡sigue así!!! ¡¡¡chúpame!!!

Ella apretaba con sus piernas mi cabeza. Que rico era el sabor de esa vagina...

Yo: ¿te gusta como chupo tu cuca?

Ella: sí. Me encanta...

Yo: ¿te la habían chupado así antes?

Ella: noo... nunca así de rico como tú. No pares.

Abrí aún más sus piernas y las flexioné más hacia su pecho. Al hacerlo, bajé mi cabeza y comencé a acariciar su ano con mi lengua lentamente. Lamía con delicadeza, saboreándola con tranquilidad. Me detuve allí. Pasaba mi lengua suavemente... en círculos.

Yo: ¿te gusta?

Ella: ¡sí! Es una sensación suave y rica.

Yo: ¿quieres que siempre te chupe ese culito?

Ella: sí. Cada vez que lo hagamos.

Yo: ¿es mío ese culo? ¿Ahora que lo descubrí quiero cogerlo… puedo?

Ella: si mi culo virgen es tuyo. Para que lo desvirgues cuando quieras...

Luego de pasarle la lengua, empecé a meter mi dedo índice lentamente en ese culo. Primero metí la mitad del dedo. Lo saqué y lamí su cuca... que estaba súper húmeda. Luego metí el dedo de nuevo dejándolo por un rato. Ella se movía... agarraba mi mano. Le gustaba. Ella lo Apretó un poco y yo empecé a introducir todo mi largo dedo dentro de ella.

Ella: ¡Aaahhh! Gimió de placer. Se siente tan rico, me decía.

Saque suave mi dedo y me pare. Me quite la camisa y luego el bóxer...  dejándole ver mi pene parado...

Ella: ¡Dios! La tienes parada, se ve rica, y sabrosa.

Ella estaba sentada en el sofá y yo al frente de pie, me agarró el pene y comenzó a moverlo lentamente... me veía con cara de vicio.

Yo: ¿se te antoja probarlo? 

Ella: si, mucho. Es grande y grueso y esta duro...  aunque no sé cómo lo haga. Nunca he chupado uno...

Yo no podía creer eso que acababa de escuchar... que hombres habían tenido antes a aquella estupenda mujer que no habían explotado su sexualidad como se debe. Mejor para mí, pensé...

Yo: Ven, acércate...

Ella se recogió hacia atrás el cabello, descubriendo su rostro completamente. Agarro mi pene con su mano derecha. La tenía muy dura. Ella lo apretaba y lo jalaba... suavemente. Acerco su cara y posteriormente recorrió mi pene con su nariz de arriba hacia abajo. Luego hizo lo mismo con sus labios. Lo recorría todo...  luego levanto la mirada... me vio pícaramente, con cara de deseo... esos ojos marrones lo hacían aún más inolvidable.  Ella saco su lengua para lamerme.

Ella: siento tus venas gruesas, lo tienes caliente y suave. Nunca había tenido un pene en mis manos y mucho menos en mi boca.

Yo: chupámela toda, vane. Mmm que rico lo hacía.

Levanto mi pene y chupó uno de mis testículos. Lo succionaba, lo lamía. Luego recorrió con la lengua desde mis testículos hasta la puta de mi pene. Llenaba mi pene con su saliva. Empezó a lengüetear mi glande con dulzura. Envolvía la punta con su lengüita. Y me miraba mientras lo hacía... ¡Santo dios! Nunca imaginé que Vane fuera tan caliente...

Yo: ven.

La levanté y yo me senté en el sillón. La hice que se montara sobre mí.

Yo: quiero cogerte con ganas, vane. 

Ella: ¿y cómo lo harás?

Mientras ambos nos mirábamos a los ojos, comencé a rozar mi pene en la entrada de su vagina. Su vagina reaccionaba ante ese estimulo. La sentía mas húmeda.

Ella: No aguanto. Quiero tenerlo adentro.

Dicho eso se fue sentando poco a poco de forma que fuera entrando suavemente mi pene... se sentía como se abrían sus paredes.

Ella: Aaahhh!!! ¡Dios!!!! Soltó un gemido y al mismo tiempo un grito desgarrador.

Estaba entrando lentamente. Se notaba que tenía tiempo sin ser cogida. Apoyó sus manos sobre mis hombros y los apretó con todas sus fuerzas. ¡Dioos! Sentí mi pene caliente, húmedo y muy apretado dentro. Era toda una niña casi virgen. Una niña que yo estaba volviendo mujer con un verdadero pene de hombre...

No estaba adentro por completo. Ella se detuvo, dejando que su vagina se fuera abriendo poco a poco. Siguió bajando lentamente hasta que mi miembro entrara por completo. Me abrazo con fuerza. Yo veía su rostro lleno de dolor y placer a la vez. Se levantó poco a poco dejándolo salir y luego metiéndolo nuevamente. Siguió ese proceso unas 5 veces más. 

Yo: tranquila, despacio. 

Conforme subía y bajaba, comenzó a disfrutar... gemía... se notaba que le comenzaba a gustar. Ya su rostro era solo placer. Estaba todo listo. Si, lo estaba. Cerro sus ojos y comenzó a disfrutar de esa sensación.

Ella: ¡Aaahhh!! Sii!!! 

Yo: ¿te gusta mi guevo?

Ella: si, me gusta ese guevo rico, siento que me llena completa. Sigue así. ¡Aaahhh!!!! ¡Sii!!!! ¡Así!!!!

Me encantaba escucharla. Comenzó a acelerar el ritmo de arriba abajo. Todo había cambiado. Ya entraba con más facilidad. Yo cubrí su espalda con mis manos, y ella agarro mi cabeza.

Ella: ¡Dios!!! ¡Siii!!!! ¡Que rico!!!

Ella Brincaba, subía y bajaba. Se sentía tan rico que mi pene resbalara dentro de su vagina. 

Yo: ¡sii!!!! Aaahhh, vane no pares. ¡Sigue así!!!

Ella: ¡no!!! ¡No pararé!!! Contestaba excitadamente. 

Yo: ¿te gusta cómo te cojo?

Ella: ¡Aaahhh!!!! ¡Siii!!!! ¡Cógeme!!! Gemía y suplicaba. 

Metía todo mi pene dentro de ella ¡Dios! Era tan rico todo esto. Tomaba sus caderas para que siguieran el ritmo. En ese momento agarre su culo, colocando mi dedo índice en la entrada.

Ella: ¡Aaahhh! ¡Siii!!! ¡Dame dame dame!!! Suplicaba como loca.

Justo en ese instante metí mi dedo en su culo.

ella: ¡Aaahhh!!! ¡Que rico!!!!

Sentí su aprobación al respecto así que decidí seguir.

yo: ¿te gusta que te coja por todos los huequitos? 

Ella: ¡Siii!!! ¡Me encanta!!!... mis huecos son tuyos. Anda mételo todo. Dame duro... ¡Dios!!! Quiero tu dedo dentro de mi culo...

Yo: ¿te gusta que te coja así duro como una puta??

Ella: ¡¡Aaahhh!!!!  Si cogeme siempre como una puta... como una perra... dame dame dame... esta cuca es tuya... dame duro... ¡No pares!!!! ¡Aaahhh!!!!! Suplicaba como loca...

Yo aumente el ritmo. Se lo metía con más ganas. Que rico, me encantaba como se movía ella arriba. Como rebotaban sus hermosos senos... sin retirar el dedo de su culo... agarre uno de sus senos y le pase la lengua por su rico pezón rosado... tenía el pezón duro. Luego chupe su seno y lo metí mi boca hasta donde entraba... lo chupaba con ganas... luego pase al otro seno... ella gemía con mas fuerzas.

Ella: sígueme cogiendo, pero más rápido... más rápido...

Sin decir otra cosa, se la saque... me levante y la puse en 4 patas... que vista tan espectacular... Vanessa estaba toda disponible para mí... sus dos huecos disponibles para mí... totalmente desnuda, solamente con sus tacones negros...

Yo: ¿quieres más guevo mi puta?

Ella: si... dámelo todo. Castiga a tu puta... dale duro... dicho eso se agarró las nalgas y ella misma las abrió dejando bien abierta su cuca...

Tome mi pene y lo lleve a la entrada de su vagina... lo empecé a frotar en la entrada. Ella se desesperaba...

Ella: ¡Cógeme Ya!!!! ¡Meteme todo tu guevo!!!

Hice lo que tanto pedía... se lo metí de una hasta el fondo... y agarraba sus caderas...

ella: ¡Aaahhh!! Me vas a partir... lo siento muy adentro.

Yo no aguantaba más, la cogía con desesperación... dure unos 5 minutos dándole así... ella gritaba... si si... dame dame dame... llevo su mano atrás y ella misma metió su dedo en el culo...  y lo mantuvo ahí. Yo no daba crédito a lo que estaba viendo...

Ella: ¡Aaahhh!!!! ¡Sii!!!!! ¡Sigue por favor!!!! ¡No pares!!!!! Siento que voy a explotar...

Ella misma sacaba su dedo y lo volvía a meter. Yo la cogía por su cuca y ella penetraba su culo. mientras tanto yo le daba duro... veía todo… agarre su pelo... lo enrolle en mi mano y sentía que ya estaba a punto de acabarle... con la otra mano la agarraba de los pies. De sus sandalias.... wow aquello era estar en el cielo, o el infierno como se quiera ver.

Yo: vane ya casi te voy a acabar.

ella: yo también... sigue dándome...

Ella se sacó el dedo de su culo y empezó a frotar su clítoris con rapidez. Luego empezó a temblar... a gritar más fuerte y supe que ella estaba llegando.

Ella grito y gimió fuerte. Me gusto verla temblar y arquear su espalda cuando acabo...

Yo: ¡quiero venirme ya, vane!!!! 

Ella: ¡espera!!! ¡No lo hagas!!!

Yo: ¿que hago???

ella: ¡ven!!! 

Se lo saque, me retire, ella se arrodillo en el piso y yo quede de pie al frente... Agarro mi pene y termino por masturbarlo hasta que me viniera.

¡Aaahhh!!!! ¡Dios!!!! ¡Lo haces muy bien vane estas aprendiendo rápido!!!!

¡ella: tengo un buen maestro.

Yo: sigue dale... ya casi viene. Suéltalo suéltalo.

Ella: ¡no lo soltare, dame tu leche!!! Me lo quiero tragar como una puta caliente... nunca la he probado.

Yo: ¡Aaahhh!!!!! ¡No pares perra!!! ¡Sigue así!!!!

Estaba a punto y ella comenzó a mamarlo de nuevo. Lo metió todo en su boca...  ¡Dios!!!  Saco su lengua y coloco mi glande sobre ella...  Hasta que al fin...

Yo: ¡Aaahhh!!!!! ¡Dios!!!! Estoy llegando Vane... diooss. Te pasas...

Me comenzó a salir todo el semen y me venía en su lengua. Salió una gran cantidad, a gran presión... ella lo trago y luego lo escupió sobre mi pene cubriéndolo todo con la saliva y el semen. ¡Cómo era posible todo esto!!! Era la primera vez que ella hacia todas esas cosas... antes esas cosas le parecían asquerosas, pero luego cambio de opinión de la calentura y hasta sintió que le gustaba. Finalmente, decidió por tragarlo todo...

Luego de eso me senté en el sillón, mientras ella quedo hincada en el suelo.

ella: hay que vestirnos, no tardan en llegar. Se paró, se puso su panty, su short, su brasier y la blusa. Yo hice lo mismo...

Ella: ¿qué va a pasar ahora?

Yo: no lo sé. Actuemos normal por hoy. Ya luego veremos.

Sonó el pito de una camioneta. Eran los amigos de vane. Nos miramos, y se acercó plantándome sus labios sobre los míos, diciéndome:

Ella: no tienes de que preocuparte, porqué lo malo que quería hacer esta noche, ya lo hice... y, además, esto entre tú y yo es solo el comienzo.

Ella se fue y yo Me puse a ver la tv. Después llego Miguel y su mama.

Preguntaron por Vane y le dije que salió con sus amigos... Miguel pregunto qué tal le peli y le dije que estuvo muy buena... pura acción de principio a fin...

No lo sabía, acababa de despertar a una diabla en la cama... una chica insaciable que siempre pedía más y más a toda hora. Fue el primero de muchos encuentros, que serán el fruto de mis próximos relatos.

Saludos

José

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