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Nochevieja

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Esta Nochevieja nos tocaba pasarla con mi familia en la capital, estábamos contentos por ello... no solemos bajar mucho a la capital ya que como la mayoría de las parejas de nuestra edad (estamos en los cuarenta y pocos), con hijos, entre esto y el trabajo, apenas nos queda tiempo para nosotros.

Me dediqué durante la semana a ponerme en contacto con los amigos con los que seguíamos manteniendo contacto para ver si alguna de las parejas iba a salir después de las campanadas a tomar algo, para ver si nos podíamos apuntar a la fiesta.

La mayoría no iban a salir o se iban fuera, por lo que veíamos que al final nos iba a tocar ver el especial Nochevieja en casa con la familia. Ya, sin casi ninguna posibilidad, una de nuestras parejas amigas, que no iban a salir, nos llamó para decirnos que otra pareja de amigos suyos y otros amigos, les habían llamado para lo mismo y que les había comentado lo nuestro y que me pasaba el móvil por si nos apetecía llamarles, que eran muy majetes y que nos íbamos a divertir, así que viendo que la cosa no estaba para muchas posibilidades de escoger, les llamé. Por la manera de hablarnos cuando nos llamamos, me pareció simpático, nos contó que iba a ir él con su pareja y unos primos y amigos de esta a una fiesta en un local del centro y que les parecía estupendo, ya que cuantos más...mejor y, por otro lado, la reserva nos saldría más barata.

Dicho y hecho... después de la cena, uvas, copas etc., nos dispusimos a prepararnos para salir a la fiesta. Marta, que así llamaré a mi pareja, es una mujer muy guapa, con ojos verdes preciosos,  de estatura mediana, delgadita, pechos normales y un culito que quita el hipo, se vistió con un top muy ajustado con un gran escote, que hacía que sus pechos la marcaran un canalillo de lo más sugerente, una minifadilta muy cortita, de las que se pone cuando salimos por la ciudad, ya que por donde vivimos, no lo verían bien, pero que a mí me pone a 100 verla por la calle andando y que los demás la miren ese culito, unas medias preciosas con ligero y unos zapatos de tacón para resaltar esas piernas y su culito.

Desde hace tiempo, nuestras relaciones, que siempre han sido muy buenas, nos encanta el sexo y a Marta siempre la gustó experimentar con todo tipo de temas sexuales, pero como a todas las parejas, el paso del tiempo hace que se vuelan un poco más monótonas y por eso cada vez que hacemos el amor solemos incluir fantasías sexuales en ellas, que suelen ser otras parejas, mujeres u hombres con los que nos liamos mientras él o ella mira a escondidas como ocurre o cuando no estamos presentes, el clásico técnico, compañero o compañera de trabajo y luego nos contábamos lo que habíamos hecho mientras fallábamos y eso nos ponía a 1000, pero de ahí no pasaba como suele ser habitual.

Salimos al lugar de encuentro y los amigos ya nos estaban esperando cuando llegamos, eran 6 personas, una pareja, un primo de ella, 2 hombres y una mujer más, nos presentamos todos, pero al presentarse Marta y el primo, aunque no le di mucha importancia... noté que se miraron de una manera distinta a lo qué es habitual... pero bueno, pasamos a la sala de fiestas y nos dispusimos a beber y a bailar. Lo estábamos pasando muy bien, buena música, buen ambiente, buenas copas y unas chicas de infarto, así como tíos muy guapos. Yo entre copas, música, el hacernos todos fotos y el fijarme en las mujeres que había no reparaba mucho en Marta y no me percibía que no se separaba mucho del primo en cuestión, bebían, bailaban y charlaban, cosa que me pareció normal, tampoco había mucho sitio para andar muy sueltos ya que la sala estaba a tope.

Cuando las copas ya empezaron con el efecto que estas tienen, empezamos con el cachondeo de hacer fotos cada vez más juntitos unos de otros, que si agarraditos, que si dándonos un besito en la mejilla, etc. etc. y en una de las ocasiones, en las que les iba a sacar una foto a Marta y al primo dándose un beso en la mejilla, uno de los chicos dijo “venga... a que no sois capaces de daros un beso de verdad”, mirándome a mí para ver que decía yo, con los efectos del alcohol, no me pareció mal y dije “como Marta quiera… si la apetece… pues bien”, joder, casi no me dio tiempo a decirlo y se empezaron a meter la lengua hasta la garganta. Yo les hice la foto mientras todos aplaudían y yo noté algo de celos, pero que la polla se me ponía como una roca mientras les veía. Joder, el ver a Marta besándose con otro tío causó un efecto en mí increíble, me puso a 1000 y no paraba de hacerles fotos, fotos que ahora nos ponemos mientras follamos y nos hace un efecto inmediato para ponernos a tono.

Cuando dejaron de besarse, volví a ver esa mirada que se habían echado al principio, una mirada de deseo, atracción… de cógeme y follame aquí mismo, buff, 1000 pensamientos pasaron por mi mente, de todo tipo, pero la mayoría hacían que mi polla siguiera dura como una estaca. La fiesta siguió pasando con alegría y risas, pero sin mayores altercados hasta que Marta me comentó que se iba a la pista a bailar con el primo… que, si me parecía bien, a lo que yo la respondí que, sin problema, que se divirtiera, que ya sabía que yo no era de mucho bailar y entendía que a ella que la encanta, la apeteciera y dijo que gracias, dándome un beso.

Se perdió entre la gente y yo pensé que se iba a bailar sola, pero al poco me di cuenta de que le primo no estaba entre nosotros por lo que buscándole con la mirada no conseguía dar con él. Algo me pasó por el estómago y me levanté para ir a la pista de baile a buscar a Marta, al poco la localicé y claro.... estaba con el primo en un lateral de la pista bailando bien agarraditos, se estaban dando piquitos todo el rato mientras él la pasaba las manos por el culito. Yo donde estaba, no me podían ver y mientras les veía, notaba que la polla me crecía y crecía, mientras veía que el primo cada vez se le iban más las manos… subiéndole la faldita, dejando su culito casi al aire, aunque entre tanta gente como no se fijaran no te dabas cuenta y ya sus piquitos eran auténticos morreos. Así estuvieron unos 10 minutos y después vi que salían de la pista y bajaban por las escaleras de los servicios, les seguí y vi como se escondían detrás de una columna que les tapaba de la mayoría de la gente que pudiera pasar.

Intenté colocarme en un sitio donde no me pudieran ver, aunque no creo que les hubiera importado mucho de que les vieran o les viera yo, según como se estaban besando y acariciando, él la sobaba las tetas con las dos manos y la levantó la falda hasta la cintura dejándola medio en pelotas, tocándola el coñito y el culo con desesperación, mientras ella le acariciaba la polla, al principio por encima del pantalón, pero después de decirle este algo al oído, le desabrochó el cinturón y le sacó la polla, yo no podía ver bien esto pero por el movimiento de su brazo deduje que le estaba haciendo una masturbación de campeonato, mientras él le metía los dedos en el coño, la comía las tetas… madre mía… si me hubiera podido masturbar allí, lo hubiera hecho sin dudarlo, estaba a 300. Vi como él al poco, hacía el movimiento de estar follándosela, pero sabía que era imposible, por la diferencia de altura y por estar de pie, pero que la estaba pasando la polla por los labios del coño, seguro, a lo que ella ponía una cara de estar disfrutando como una zorra. Al poco tiempo vi que se arreglaban y me oculté más, pensando en que ya no iban a proseguir y que no me vieran al pasar, pero para mi sorpresa, vi que, en vez de subir, se metieron al servicio de los hombres, joder ¿y yo qué hacía??? ¿Me quedaba esperando o me atrevía a entrar?... pensé que tenían que estar por fuerza en uno de W.C con puerta y que, si entraba, no me iban a ver, por lo que entré, estaba vacío y afiné el oído para ver si los localizaba y poder entrar al de al lado.

Escuché unos gemidos en el del fondo y entre muy despacio en el de al lado para que no me oyeran… me subí al retrete con mucho cuidado para asomarme, las luces son de las que tienen posición de automático y manual y las tenían apagadas. Al asomar la cabeza muy despacio... vi como él estaba sentado en el retrete y ella estaba de rodillas metiéndose la polla hasta la garganta, haciéndole una comida de premio Nobel, mientras él la empujaba la cabeza hacia si con fuerza, follándosela por la boca. Yo no pude más y me saqué la polla empezando a meneármela a toda velocidad. Al poco, se levantaron poniéndola a cuatro patas, subiéndola la falta hasta el ombligo y quitándola el tanga, la empezó a restregar la polla por el coñito mientras la preguntaba si quería que se la metiera, ella contestaba que, por favor, que se la clavara hasta el fondo, que quería que la destrozara el coño y se corriera dentro de ella, que tomaba la píldora y no se preocupara. Él al oír esto, bufó como un toro y se la clavó de un solo golpe hasta el fondo, empezando un mete saca a toda velocidad, ella gemía como una loca, pidiendo más y más. De repente entró alguien y se callaron y yo me agaché para que no me vieran, les oía reírse muy bajito esperando a que se fuera el tío que entró.

Cuando este se fue y se apagaron las luces, volví a asomarme poco a poco y cuando les vi, él estaba sentado en el w.c y ella se había sentado encima metiéndose la polla hasta el fondo y cabalgando como una potra, yo al ver esto y volver a tocarme no pude aguantarme más y eché la mayor corrida que recuerdo de mí, sobre la pared del servicio poniendo todo perdido y escuchando como la decía que no aguantaba más, que llevaba toda la noche muy caliente desde que la vio y que entre bailes y roces no iba a aguantar mucho más. Marta le pidió por favor que aguantara un poquito, que estaba a punto de correrse como una loca y casi al momento se tuvo que tapar la boca con la mano para que no se oyeran los gritos de su corrida, no había acabado de gemir cuando él dijo... “no puedo más, puta, me corro, te voy a inundar el coño de leche” y se le pusieron los ojos en blanco mientras se ponía rígido como una tabla y se corría en el coño de Marta, así estuvieron como medio minuto, hasta que ya se relajaron, quedándose Marta apoyada sobre su pecho, resoplando los dos por el ejercicio de la follada. Yo me quedé sentado esperando a que se fueran y una vez que salieron y limpié la corrida de la pared, salí subiendo a la sala otra vez.

Cuando les vi estaban sentados con los demás tomando una copa, me senté como si tal cosa, dándola un beso, preguntándome ella que donde andaba, que llevaba un rato buscándome, dije que echando un cigarro en la calle y tomando una copa por la sala viendo a la gente. La fiesta prosiguió con normalidad, pero ella no me contaba nada y yo me sentía engañado y muy raro… cachondo por lo que había visto, pero cornudo por otro lado. Cuando esta acabó y cogimos un taxi para volver a casa, yo iba un poco serio, ella me preguntaba y yo la decía que estaba cansado. Llegamos a casa y cuando nos acostamos, me empezó a sobar la polla y a besar, yo la dije que era muy tarde y que mejor en otro rato, cuando ella me dijo al oído “y ¿si te cuento una cosa?”. Yo fue oír esto y se me empezó a poner dura “¿el qué?” la pregunté y ella me dijo “es que en la fiesta ha pasado algo con el chico este... el primo y te lo quería contar… pero a solas”, yo la dije que lo que me fuera a contar, que me contara la verdad, fuera cual fuera y mientras me sobaba la polla, me contó con pelos y señales todo lo que yo había visto… buffff, como se me puso la polla escuchándola y que polvo la eché mientras me lo contaba, de los mejores de mi vida.

 

Ella nunca ha sabido que yo lo vi todo, pero creo que el contármelo salvó nuestro matrimonio, por decirme la verdad y además, desde entonces hemos incluido en nuestra vida el frecuentar locales de intercambio e ir a fiestas privadas, como el quedar con otras parejas en privado y nuestra vida sexual ha mejorado mucho, mucho. Este relato es 100% real y cuando follamos en casa la pido que me lo cuente y hace que echemos unos polvos increíbles. Espero que les haya gustado.

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