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Probando el disfraz III: Hijita de papi

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Hola a todos, esta vez les traigo otro relato de mi novia Tania. No voy a negar que ya había fantaseado varias veces con que esto sucediera y de verdad me excita mucho la idea.

Sucede que, como ya había comentado anteriormente, yo trabajo en una ciudad bastante alejada de la ciudad donde realmente está mi casa, y mi novia. Entonces como a veces puedo llegar a pasar hasta uno o dos meses en esta otra ciudad, para poder pasar algunas noches le pido a Tania que, o bien me envíe alguno que otro video o fotos, por lo general me envía fotos suyas y posa como yo le pido que lo haga.

Un día común Tania se fue a trabajar por la mañana y sucede que por alguna razón volvió a su casa por la tarde muy caliente, aún faltaban un par de semanas para que yo pueda regresar entonces le dije que podríamos tener sexo por Skype, como algunas veces hacemos. Pero ella no quería, ella quería esperar a que yo llegara, quería sentir un pene de verdad dentro suyo y me dijo que me esperaría las dos semanas; pero lo que sí haría sería enviarme algunas fotos con el disfraz de colegiala que se había comprado (después que el otro que tenía se lo habían arrancado, como comenté en mi relato "Probando el disfraz I" y el mismo que utilizó en "Probando el disfraz II"), le dije que estaba bien pero que esperara a que llegase a mi habitación para poder estar más tranquilo ya que me encontraba en el trabajo.

Por la noche llegué a mi cuarto muy excitado, esperando ver las fotos de Tania entonces le envié un WhatsApp para que me las pasara, pero no contestaba, yo estaba impaciente, luego de un rato le di una llamada, pero tampoco contestó. Pensé que se había quedado dormida, así que salí para comer algo. Ya en el camino de regreso a mi cuarto Tania me escribió, me dijo que había estado con una amiga conversando en su casa por eso no pudo contestar, pero ya estaba sola, su hermana mayor se iba a quedar a trabajar hasta tarde, su hermana menor estaba en la universidad, su mamá trabajando y su papá había salido a ver un negocio. Todo perfecto y preciso para nuestra sesión de fotos.

Yo me eché en mi cama y me puse cómodo, entonces comenzó a enviar las fotos. Primero estaba en su cuarto, algunas fotos normales, nada fuera de lo común, luego empezó a ponerse malcriada y se subía la faldita cada vez más para que se puedan ver sus nalgas hermosas, se puso en cuatro en su cama, se veía realmente deliciosa, yo mientras tanto trataba de contenerme y también le enviaba fotos de mi verga para que ella también se caliente cada vez más.

Luego se fue a la cocina y la lavandería, unas fotos increíbles levantando la colita que se veía apenas por debajo de la pequeña faldita roja de colegiala y hacía que mi imaginación subiera a full. Luego se fue al cuarto de sus papás y empezó a jugar con los juegues de su mamá, tenía unos consoladores enormes, los chupaba y los lamía como una fiera sedienta y desesperada, ella estaba muy mojada, entonces le pedí que se tome algunas en el balcón de su sala, ella me dijo que no ya que la podían ver, insistí. Entonces accedió se tomó una apoyando el culo en la baranda y como tenía la faldita tan pequeña de abajo le podían ver todo el culo, luego se sacó el sostén y mirando hacia afuera también tomó una foto, todo era muy excitante. Hasta que dejó de contestarme.

De pronto se desconectó y no me envió más fotos, le escribí y nada, la llamé y nada y aún no contestaba. Después de unos diez minutos contestó solo diciendo: Espérame. Yo tomé eso como que aún no llegue y que lo haríamos juntos por Skype o algo por el estilo entonces esperé, esperé desesperado viendo las fotos que me había enviado y estuve así por un lapso de media hora o tal vez un poco más hasta que me llamó. Estaba agitada, yo me molesté porque pensé que se había masturbado y me había hecho esperarla en vano, pero justo cuando le estaba increpando lo que yo pensaba que había hecho, ella me calló y me contó lo que había sucedido.

Mientras Tania estaba en la sala puso su celular en la mesa del comedor apuntando hacia el sillón, puso el temporizador que utiliza para tomar las fotos y se sacó el hilo que llevaba puesto, se puso en cuatro en el sillón con una pierna en el suelo, y de pronto sintió un ruido en la puerta y antes que ella pudiera siquiera reaccionar esta se abrió y ahí estaba su papá.

Luis miró a Tania y se puso rojo.

-¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Gritó Luis.

- Nada papá, yo solo estaba... nada, en serio no es lo que parece. - Respondió Tania temblando.

Entonces Tania se disponía a correr hacia su cuarto y Luis no la dejó.

- ¡Te quedas donde estás! - Vociferó Luis.

- Pero papá, en serio lo siento, no pensé que llegarías tan temprano.

- Con quien estás? ¿Estás sola?

- Si papá no estaba haciendo nada.

Entonces Luis vio el celular en la mesa de la sala.

- Y esto? ¿Que estabas haciendo Tania? Siéntate ahí mismo que vamos a conversar.

Tania no dijo nada, estaba muy nerviosa y asustada y solo atinó a sentarse.

- Ahora sí, me vas a decir que cosa estabas haciendo.

- Nada papá, es solo que quería sorprender a José Alberto y enviarle estas fotos, tu sabes que ya no somos niños y a veces hacemos estas cosas, espero que me puedas entender y no se lo digas a nadie. -dijo Tania un poco más tranquila.

Luis le cogió la pierna y Tania miró primero la mano y luego miró a su papá.

- Hija tienes un cuerpo hermoso y nadie dice que no puedas tener tus cosas con José Alberto, pero hacerlo acá en la casa y de esta manera... no sé qué decirte, creo que voy a tener que castigarte como si fueras una niña para que no estés haciendo este tipo de cosas. No sé si sea bueno que sigas viendo a José Alberto, de repente él te incita a que tu hagas estas cosas.

- No papá, en serio él no tiene nada que ver, las fotos que estaba enviando si eran para él, pero nadie me obligó, yo solo lo quería hacer para sorprenderlo.

- Déjame ver las fotos que has enviado. -Dijo Luis.

- No papá por favor.

- Muéstrame las fotos o no lo vuelves a ver.

Tania lo pensó unos segundos entonces tomó el celular, lo desbloqueó y abrió las fotos enviadas y se las mostró a su papá, quien las miro detenidamente cada una por algunos minutos. Tania se sorprendió, se dio cuenta que su papá estaba teniendo una erección con las fotos que me había enviado, se le paró completamente y se le notaba el bulto dentro de los pantalones, Tania le miraba el pene y su papá lo notó.

- Tienes un cuerpo hermoso, me he quedado sorprendido con tu belleza, pero aún así creo que debo castigarte. -Dijo Luis mientras le pasaba la mano por el cabello y le acariciaba el rostro bajando hasta su pecho.

Tania se paró ruborizada.

- No papá por favor no me castigues, ya no puedes hacerlo, ya soy mayor, aparte no hice nada malo.

Luis le miraba las piernas, ya estaba fuera de sí.

- Ven párate frente a mí. -dijo Luis.

Tania obedeció.

Luis miró de cerca sus piernas y empezó a repasarlas con sus manos desde las pantorrillas, Tania estaba congelada, aún seguía con su uniforme de colegiala, con tacos y sin sostén ni su hilo. Luis llegó hasta sus caderas, su respiración se aceleró, le cogía las caderas y luego el culo, siguió subiendo por la cintura hasta llegar a los pechos, le desabrochó la pequeña blusa que llevaba y la sentó en su pierna izquierda, con una mano la tenía cogida de la cintura, con la otra le sobaba entre las piernas, se acercó a su pecho y se los olió.

- Párate en el sillón. -ordenó su padre.

Tania no dijo ni una sola palabra y se paró en el sillón justo donde estaba Luis sentado quedando con sus dos piernas abiertas, apoyada a la pared con las manos y con la vagina a la altura de la cara de su padre. Luis la cogió muy fuerte del culo la acercó a su cara, le olió la vagina y de pronto comenzó a pasarle la lengua. Tania cerró los ojos, estaba muy rico todo lo que su papá le estaba haciendo, comenzó a gemir y a mojarse mucho.

- Ahora te voy a dar tu castigo. -dijo Luis.

La bajó del sillón cogiéndola del pelo. 

- Ábreme el pantalón, sácame la verga y métetela en la boca. Chúpala. -ordenó una vez más Luis.

Tania otra vez obedeció, le dolía como la jalaba del pelo, pero aun así hizo lo que su padre le ordenó. Le sacó la correa, le desabrochó el pantalón, le bajó el cierre; entonces metió la mano en el pantalón y sintió la verga grande, gruesa y venosa de su padre. Luis estaba muy excitado, la jaló nuevamente hacia el pene, se lo frotó por la cara. Tania abría la boca y sacaba la lengua tratando de capturar el pene, hasta que entró. Luis aun tomando del cabello a Tania le metió todo el pene hasta el fondo por unos segundos, Tania se ahogaba. Luis seguía y lo hizo varias veces, a Tania de la asfixia se le salieron un par de lágrimas y se le corría el rímel que se había puesto en los ojos.

Luego de un rato Luis le ordenó a Tania que iban a ir a su cuarto, pero ella iría en cuatro, como una perrita. Luis le puso la correa de su perro y la jaló hasta el cuarto de Tania. Tania se resbalo porque la estaba jalando muy fuerte, entonces Luis la cogió del pelo y la jaló a la fuerza. Amarró la correa a la cama y con el hilo le amarró las manos detrás de la espalda. La empujó a la cama, le levantó la falda y con le empezó a dar de correazos en el culo. Tania gritaba y hacía mucha bulla por el dolor, entonces Luis se sacó toda la ropa y le metió los calzoncillos en la boca para que no pudiera gritar ni hacer bulla, le dio algunos correazos más hasta que hizo que se incorpore de tal forma que estaba parada con las piernas estiradas, pero la mitad superior de su cuerpo estaba apoyado en la cama. Luis la había cogido con una mano de sus "esposas improvisadas" y con la otra aún la tomaba del pelo presionándola hacia la cama. Luego le empezó a pasar la verga por la vulva, solo se la sobaba. Tania estaba muy mojada. Luis le dio un escupitajo a su verga y otro poco lo pasó por el ano de Tania, entonces la puso justo en la entrada y empujó con fuerza, le metió la verga de golpe, Tania trataba de gritar del dolor, pero al mismo tiempo del placer.

Se la metía una y otra vez con mucha fuerza mientras la jalaba del pelo y le decía: "eso te pasa por putita, eres una putita y te voy a castigar cada vez que sea necesario".

Luis la puso en cuatro con las piernas cerradas y le siguió dando. A Tania le dolía mucho. 

Entonces le sacó la correa del perro y la tiró boca arriba aún con las manos atadas, le levantó las piernas juntas y se la metió por la vagina, Luis estaba como poseído, tenía la mirada perdida y no hacía caso a los quejidos de su hija, solo se la seguía metiendo hasta que luego de un rato salió y se sentó encima del pecho de Tania, le sacó el calzoncillo que le había puesto en la boca, le metió la verga a la boca y se masturbo con la boca de su hija cogiéndola del cabello hasta que se la metió hasta el fondo, Tania se ahogaba y Luis llegó justo ahí al fondo de su garganta. Cuando terminó de llegar sacó la verga y salió de encima de Tania y ella se atoró y boto mucho semen de la boca. Luis la obligó a tomarse todo, tenía la cara con el rímel corrido y restos de semen que habían quedado ahí.

- Espero que eso te enseñe a no hacer de nuevo ese tipo de cosas, le desató las manos y le dijo que se cambie, y solo se fue.

A pesar de todo en ese momento Tania me llamó y estaba muy excitada y adolorida y quería que le haga el amor, aún no la veré hasta el siguiente fin de semana, e iremos a la misma piscina que fuimos la vez pasada, así que nos esperan nuevas aventuras.

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