El relato de hoy es ya de hace unos años… en ese entonces tenía 20 años y trabajaba como recepcionista en una escuela, ahí conocí a Dante un ‘teacher’ que desde que lo vi sentía atracción sexual por él, con su forma de saludarme de abrazarme, en fin muchas cosas jajaja, pero por un par de años solo se quedó en acercamientos candentes sin caricias, había un intermedio entre la 1pm y las 3pm para que todos se fueran a comer o descansar, un día de esos era descanso de nuestro director de sucursal y se iba medio día o no llegaba hasta otro día, siempre me decía que cerrara la puerta en esos horarios para que no tuviera problema con gente indeseable y si quería pues que aprovechara para comer algo o ver alguna película en la sala de proyección de inglés, ese día recuerdo que se habían ido todos los profesores y alumnos así que cerré como se me sugirió, estaba yo acomodando unos documentos y tocaron el cristal de la puerta y era el Dante…
En cuanto lo vi mi corazón se puso a mil abrí la puerta y me pregunto «¿te dejaron sola?» y respondí «si tú crees», me beso en la mejilla, rio maliciosamente y se fue a una de las aulas a checar algún pendiente de la siguiente clase, me dejo intrigada por esa actitud, pero obvio una se da cuenta lo que eso significa… tome la carpeta de la clase de las 3 y se la lleve a el aula donde estaba, le dije:
—oye Dante aquí tienes a tus alumnos de la siguiente clase.
Y sonrió de oreja a oreja, me veía detenidamente sin pronunciar palabra alguna, y me dijo:
—quédate aquí conmigo mientras llegan los alumnos.
—si…
Mientras yo veía unos mensajes pendientes en mi celular, de un momento a otro me menciona que le agradaba mucho desde que había llegado a ese plantel, y le dije que a mí también me sucedía lo mismo con el… se incorporó y me dio la mano y me jalo hasta quedar pegada a su pecho y comenzó a bailar conmigo una música de sax que había puesto en la grabadora que ocupaba para su clase, me dice a baja voz:
—me gustas de una manera como no tienes idea.
Al menos yo ya estaba excitada con esa música, y reí tranquilamente… no dejo que lo siguiera haciendo porque me beso mientras desabrochaba mi saco y blusa, tenía suerte porque ese día traía falda jajaja, me cargo y me sentó en su escritorio inmiscuyéndose entre mis piernas hasta dejarme con la falda en las caderas, sentí su erección a toda su capacidad… desabroche su pantalón y baje su bóxer, no teníamos mucho tiempo así que lo aprovecharíamos lo más rápido posible.
No besamos con tanto anhelo que yo estaba muy húmeda y le dije «penétrame Dante por favor quiero sentirte», me dijo «claro que si querida…», me apoye en mis brazos y abrí las piernas para recibir ese pene que hace mucho deseaba, lo deslizo lentamente con un gemido delicioso al oído, me acercó a él mientras me penetraba despacio para que no hiciéramos mucho ruido, ya que en cualquier momento alguien podría aparecer y con esa música que más podía pedir, detuvimos esa penetración y me baje del escritorio y me puse en cuatro, subí mi falda para que viera mis nalgas y me penetrara nuevamente, era un sueño estar ahí con él y su pene entrando en mi vagina, yo gemía despacio diciendo su nombre una y otra vez, mientras el acariciaba mis senos, de un momento a otro lo senté en una de las sillas y me subí en él, así podía besar mis pechos, entraba y salía como yo quería… chupaba mis pezones los recorría despacio con la punta de su lengua, hasta que termino dentro de mi….
Me abroche la ropa que él había casi arrancado y cuando le iba a decir que ya me iba a mi lugar, me tomo por la cintura me sentó en su escritorio y me hizo a un lado mi ropa interior y comenzó a chupar mi clítoris y toda mi intimidad, yo sentía que me volvía loca de placer con su lengua dentro de mi vagina y recorriendo mis labios… lo tomaba del cabello para que siguiera más y más, «¡que delicioso Dante! Sigue así… así… así, Mmmmm», me hizo llegar a un orgasmo riquísimo. Me acomode la ropa y el también, nos despedimos con un largo beso y nos fuimos a trabajar.
Posdata: Todo el día con una sonrisa en el trabajo.